SE REÚNEN DIRIGENCIA Y SECTOR JUVENIL DEL PRI. El presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, y Cristopher James Barousse, líder del sector juvenil, encabezaron el Encuentro de Jóvenes con la Dirigencia Nacional del partidoFoto María Meléndrez Parada
E
l juglar de Bucareli cantó en radio las coplas del propio desastre. El suyo en lo personal, como secretario de Gobernación aparatosamente arrollado por diversos casos y circunstancias; el del grupo regional genéricamente conocido como Hidalgo, en función de la oriundez de sus partícipes, y el del equipo nacional al que pertenece, el encabezado por Enrique Peña Nieto. Sin embargo, de entre las ruinas institucionales que ve, le parecen principales las relacionadas con la desaparición de 43 estudiantes normalistas en Iguala, Guerrero, y la salida en libertad autodeclarada de Joaquín Guzmán Loera, el famosoChapo. A esos
momentosque habrían sido los peores de los tres años de peñismo en el poder federal, según declaró ayer Miguel Ángel Osorio Chong en el noticiero dirigido por Joaquín López Dóriga, no añadió el de la Casa Blanca de las Lomas de Chapultepec, como si a ese escándalo de corrupción personal, familiar y grupal no se le quisiera dar un alto nivel, acaso considerando que las diligencias de exculpación forzada que ha realizado Virgilio Andrade cerraron ese episodio inmobiliario y lo dejaron política, social e históricamente archivado.
Bastarían por sí mismos los dos únicos expedientes invocados por MAO para condenar a la cúpula de la administración federal instalada en diciembre de 2012. En estricto sentido, bastaría uno solo de ellos. Tan grave e inaceptable es que casi 15 meses después de una desaparición masiva, en áreas urbanas y bien comunicadas, con policías municipales, estatales, federales y militares en conocimiento de los hechos, este gobierno sea incapaz de ofrecer a los ciudadanos la información precisa y creíble de lo sucedido (y a partir de esa claridad se puedan fincar procesos para castigar a los auténticos responsables), como también grave e inaceptable es el armado de la autoliberación de El Chapo con la complicidad y parálisis de fuerzas federales que según eso son de la élite del Estado mexicano, en una farsa institucional ante la cual tampoco ha podido el peñismo dar una versión puntual y confiable a partir de la cual hubiera cárcel para los principales responsables y no solamente para piezas menores del tinglado de corrupción institucional extendida.
A fin de cuentas, en esos dos casos mencionados por el antologista Osorio Chong sobresalen los ingredientes centrales del desastre nacional, la corrupción y la impunidad. El entretejido de intereses visto en Iguala ha permitido confirmar la relación práctica que sustenta al Crimen Políticamente Organizado (CPO). Dinero oscuro financia elecciones, promueve candidatos, vuelve millonarios a quienes llegan al poder y hace que éstos devuelvan con altos réditos las inversiones de los cártelesal entregarles áreas de asignación de contratos, las tesorerías y las jefaturas policiacas (se habla aquí de que eso sucede en los tres niveles de gobierno, no sólo en el municipal). Esos Poderes Unidos agreden diariamente a la población, aunque usualmente con una aritmética menor a la registrada en Iguala y con poca resonancia mediática y casi ninguna protesta pública sostenida. Iguala fue excepción por estos tres factores (cuantía, resonancia en razón del perfil político y social de esos estudiantes y la movilización social), pero forma parte de la regla de la agresión institucionalizada del narcopodermexicano contra su población.
Ese narcopoder tuvo una magna expresión en la historieta de cárceles de máxima seguridad que acabó siendo mínima, virtualmente inexistente, la noche de viaje peñista rumbo a París, con casi todo el gabinete a bordo, el gobierno en vuelo transoceánico como para dejar el camino libre al que habría de
fugarse. En el caso de los 43 hubo un infame intento de construcción de una narrativa aparatosa, con el fabulador Jesús Murillo Karam desgranando su presunta
verdad histórica, mientras en el caso de El Chapo las relatorías de Osorio Chong y de la teleprocuradora Arely Gómez no lograron confundir o engatusar ni siquiera en los primeros días, marcados ellos y la cúpula del gobierno por esa aceptada afrenta.
El ocupante de Los Pinos, mientras tanto, brindaba ayer con su gabinete y hacía un análisis amable de lo realizado durante el presente año, invitando a sus funcionarios de primer nivel a redoblar el paso para continuar por el camino que él estima ascendente y exitoso (gulp). Consideró el mexiquense que en 2015
nuestra democracia evolucionó y se fortalecieron nuestras instituciones(doble gulp, con antifaz de mapache y músculos de cartón piedra). También dijo el licenciado EPN que el México de hoy es mejor que el del pasado, y que en 2016 su gobierno tendrá una actitud más honesta y comprometida, imbuidos todos de la muletilla discursiva ya estrenada, la de la
nueva ética(recontragulp).
Astillas
De entrada, las presuntas alianzas electorales entre PRD y PAN parecen particularmente benéficas para el partido de derecha (se habla del de blanco y azul, no confundirse), con Puebla, Veracruz y Durango como estados donde los candidatos panistas tienen posibilidades de triunfo, mientras los del sol azteca no parecen bien encaminados a la victoria en las entidades donde podrían poner sus candidatos (de menor importancia en cuanto a poderío demográfico y presupuestal), como Oaxaca, Tlaxcala y algún otro estado por definir (en Zacatecas, los Monreal, ahora con David, hermano de Ricardo, intentan fórmulas partidistas variadas)... Anda muy dicharachero el presidente nacional del PAN. En Colima ha dicho que los ciudadanos no quieren borrachos en el gobierno y que en la entidad se necesitan hoteles de cinco estrellas y no de paso (todo ello, con la intención de afectar la figura del candidato panista a la gubernatura). Y ayer dijo que las alianzas PAN-PRD son como las catafixias instituidas porChabelo… Y, mientras el INE se inspira en el Miss Universo, ¡hasta mañana, en esta columna que ya se prepara a hacer descansar a sus lectores!
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