2011-07-01 20:58:00
No es un día normal. Es Ecatepec -gobernado dos veces por Eruviel Ávila-, en sus límites con el Distrito Federal; es el Estado de México de Enrique Peña Nieto, gobernador por el PRI; el reloj marca las 13:50 de la tarde; la gente incendia llantas, lonas, papel, todo lo que se pueda quemar, sobre los carriles de Sur a Norte en la conocida Avenida Central en su cruce con el desbordado Río de los Remedios. Están desesperados.
Para los vecinos, hoy no hay escuela ni trabajo ni quehaceres diarios. Hay tristeza por la pérdida de absolutamente todo lo que tenían en sus casas; hay preocupación por las enfermedades de los niños, debido a que la inundación se da por las contaminadas aguas del Río, el incómodo vecino (lleno de mierda, orines y basura revueltos), que también se desbordó el año pasado; hay zozobra pues parece que volverá a llover; hay enojo porque se les prometió que llegaría la ayuda y cinco horas después aún no llega nada; hay inconformidad porque el año pasado el propio gobernador les prometió que esto no volvería a pasar; hay molestia con los Elementos del Ejército Mexicano pues sólo los han visto hacer rondines, comer y dormir, eso sí, sin perder su señalización en el hombro la cual señala: “PLAN DN-III-E”.
Pero, sobre todo, hay una advertencia: “¡No vamos a votar!”.
Fúricos, habitantes de las colonias Arboleda de Aragón, Ejército, Renacimiento, CROC, entre otras, deciden tomar también los otros dos carriles de la Avenida Central, los que van de Norte a Sur. También queman llantas. El humo de un lado y del otro de la vialidad–con el Sistema de Transporte Colectivo Metro, Línea B en medio- ya toca el Cielo.
No faltan los automovilistas que se molestan con la protesta. Hay varios connatos de bronca entre los mismos ciudadanos.
-Váyanse al Palacio de Toluca… allá enciérrenlos… nada más nos chingan a nosotros-, dice un conductor.
A Luis Alfonso y Armando Marcial les preocupan los 200 kilos de masa que traen en su camioneta, ahora estacionada frente a un fuego inexpugnable.
“Si dejamos abierto un carril a la autoridad le vale verga”, justifica un vecino.
A cada reclamo, hay una respuesta.
“Tienes qué vivirlo para sentirlo, no hemos dormido ni comido… ven, vamos, para que veas”, revira un vecino a un conductor molesto por no poder transitar.
-Es que esto es inconstitucional… váyanse a hacer aseso en sus casas-, grita una señora, cuando de repente los vecinos la empiezan a encarar.
“No estamos aquí por gusto… hay pura mierda en nuestras casas… es hasta un metro de agua”, le responde Leticia Cruz, encabritada.
A las 3 de la tarde, arriban a este punto más de trescientos elementos de la Agencia de Seguridad Estatal. Lo primero que hacen es quitar, a la fuerza, el bloqueo de los carriles de Sur a Norte. Y los bomberos limpian. Luego de una breve plática con los vecinos, de repente, estalla el polvorín. Policías, con piedras, palos y gas lacrimógeno en las manos, atacan a los ecatepequenses. Éstos responden. Avenida Central es escenario de una batalla campal, que dura menos de diez minutos, pero deja a varios heridos.
A Irving Armando no deja de escurrirle sangre en la cara. Como él, hay por lo menos cinco vecinos manchados de sangre. Fue hasta que David Vital, un jefe de la policía, da ciertas órdenes cuando para la represión.
-¿Por qué llegaron aventando piedras y gas lacrimógeno?- le pregunto al agente en medio del borlote.
Escucha. No responde.
-¿Por qué llegaron aventando piedras y con gas lacrimógeno?- insisto.
-¿Usted me vio a mí?
-Yo vi a varios de sus policías.
-Ahorita regreso…
Y se escabulle.
En tanto, un camarógrafo reclama su cámara robada por los policías, luego de que lo golpearan en plena gresca.
Los vecinos se calman entre ellos. Al final, se ponen de acuerdo para que la policía entre a las colonias afectadas a ayudarles con el agua. Mínimo eso.
Policías recorren las zonas afectadas. Se van hasta el fondo. El agua llega hasta las rodillas. Ciertamente, huele a mierda.
En la casa de la familia Juárez, no han dormido. Todos los que viven sobre la Calle Valle de Osirias, tampoco. Así están también en la Calle Rubén Darío.
Una mujer me invita a que vea su casa. Es un desastre. Tampoco ha dormido nada. ¿Y es que cómo?
Otra mujer de la colonia Renacimiento me pregunta si soy del gobierno del estado, dice que necesita ayuda para sus hijos porque están muy enfermos. La pesadilla comenzó ayer a las 5 de la tarde. 24 horas después, la mujer está desahuciada. Le escurren lágrimas, de esos ojos rojos que te dicen que se la ha pasado llorando, en medio de tanta lluvia y tanta agua que brota no sólo de las coladeras sino del piso mismo.
En minutos, llueve de nuevo. Otra noche triste en esta zona del pobre Ecatepec, donde para nada importan las elecciones del 3 de julio próximo. No obstante, en las casas inundadas se observa la propaganda: “En esta casa somos amigos de Eruviel”. Un amigo al que hoy no se le ve.
viernes, 1 de julio de 2011
Exige justicia a Calderón padre de civil acribillado por soldados en Nuevo León
Luciano Campos Garza
1 de julio de 2011 · Sin comentarios
Destacado
MONTERREY, N.L. (apro).- Otilio Cantú González, padre de un civil acribillado por militares vestidos de policías en abril pasado, en esta ciudad, exigió al presidente Felipe Calderón que reconozca los crímenes cometidos por miembros del Ejército en la lucha contra el crimen organizado.
Cantú González, médico de profesión, recordó que en la reunión del 23 de junio con el escritor y activista Javier Sicilia, que lidera la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, el mandatario pidió perdón por las víctimas inocentes, pero defendió su estrategia de mantener al Ejército en las calles para combatir a los criminales.
Lamentó que el jefe del Ejecutivo no reprochó la acción de soldados que violan la ley, como los siete que actualmente son procesados por el asesinato de su hijo Jorge Otilio Cantú Cantú, cometido el 18 de abril, en la colonia Las Brisas, al sur de esta ciudad.
El joven, que regresaba de su luna de miel, fue acribillado de 19 disparos por militares que inicialmente alegaron que pereció en fuego cruzado, aunque después se comprobó que lo habían atacado en forma directa, aparentemente confundiéndolo con un delincuente.
Este 2 de julio Jorge Otilio cumpliría 30 años.
“Usted pidió perdón, sí, pero no por proteger a las víctimas a manos de criminales y no por actuar sobre ellos con la celeridad debida, y que son (los criminales) los que están matando a estas víctimas. No me arrepiento, concluyó, de enviar a las fuerzas federales a combatir a los criminales.
“Yo le pregunto, ¿qué no son igual de criminales las fuerzas federales que masacraron a mi hijo Jorge Otilio y que envió de apoyo a Nuevo León?, y, ojo, no se vaya a confundir, no estoy generalizando. Pero no es el único caso en donde soldados infringen sus códigos de honor y denigran así su prestigio y su presencia”, señaló en un texto que escribió con motivo de los sucesos posteriores al crimen de su hijo, quien al momento del incidente, cumplía, apenas, dos semanas de casado y regresaba a incorporarse a su trabajo tras su luna de miel.
En otra parte del texto, Cantú González cuestiona al presidente si los elementos del Ejército son sometidos a pruebas de confianza y si están capacitados para hacer trabajo policiaco en la ciudad.
Recordó que el día de los hechos, el coche de su hijo recibió casi 40 disparos; el hombre murió de 19 balazos, de los cuales, cuatro fueron a quemarropa en la cara.
Señala que actualmente no sabe quién juzgará a los militares involucrados en el asesinato, pues la Procuraduría General de Justicia del estado inició las averiguaciones, que luego turnó a una corte militar que, posteriormente, regresó por incompetente al fuero común.
“¿Por qué estar dejando transcurrir el tiempo, será para que pase la memoria dolorosa de un inocente muerto más en esta guerra insensata y cruel asesinato por fuerzas federales? ¿Le será tan difícil a un tribunal colegiado tomar una decisión que podría reivindicar al Poder Judicial tan criticado últimamente (…)?”
El doctor Cantú González se despide haciéndole un reclamo directo a Calderón Hinojosa: “¿Nos acostumbraremos a la ausencia de nuestro hijo? ¿Se acostumbraría usted, señor presidente? Ni nosotros, ni todos los padres agraviados olvidaremos jamás las injusticias, no de la vida, sino de las autoridades carentes de interés en resolver los crímenes, ya sea por dolo, impunidad por corrupción, ineptitud o por fuero”.
El martes 7 de junio, Cantú fue uno de los oradores de la manifestación en Monterrey de la Caravana, que reunió a unas tres mil personas en la Plaza de Colegio Civil.
Él mismo estaba programado para tomar la palabra en el encuentro con Calderón pero, según refiere, ya estando en la Ciudad de México, tuvo problemas de salud que le impidieron acudir a la cita en el Castillo de Chapultepec.
Inmenso dolor el que ha causado Calderón a México |
Luciano Campos Garza
1 de julio de 2011 · Sin comentarios
Destacado
MONTERREY, N.L. (apro).- Otilio Cantú González, padre de un civil acribillado por militares vestidos de policías en abril pasado, en esta ciudad, exigió al presidente Felipe Calderón que reconozca los crímenes cometidos por miembros del Ejército en la lucha contra el crimen organizado.
Cantú González, médico de profesión, recordó que en la reunión del 23 de junio con el escritor y activista Javier Sicilia, que lidera la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, el mandatario pidió perdón por las víctimas inocentes, pero defendió su estrategia de mantener al Ejército en las calles para combatir a los criminales.
Lamentó que el jefe del Ejecutivo no reprochó la acción de soldados que violan la ley, como los siete que actualmente son procesados por el asesinato de su hijo Jorge Otilio Cantú Cantú, cometido el 18 de abril, en la colonia Las Brisas, al sur de esta ciudad.
El joven, que regresaba de su luna de miel, fue acribillado de 19 disparos por militares que inicialmente alegaron que pereció en fuego cruzado, aunque después se comprobó que lo habían atacado en forma directa, aparentemente confundiéndolo con un delincuente.
Este 2 de julio Jorge Otilio cumpliría 30 años.
“Usted pidió perdón, sí, pero no por proteger a las víctimas a manos de criminales y no por actuar sobre ellos con la celeridad debida, y que son (los criminales) los que están matando a estas víctimas. No me arrepiento, concluyó, de enviar a las fuerzas federales a combatir a los criminales.
“Yo le pregunto, ¿qué no son igual de criminales las fuerzas federales que masacraron a mi hijo Jorge Otilio y que envió de apoyo a Nuevo León?, y, ojo, no se vaya a confundir, no estoy generalizando. Pero no es el único caso en donde soldados infringen sus códigos de honor y denigran así su prestigio y su presencia”, señaló en un texto que escribió con motivo de los sucesos posteriores al crimen de su hijo, quien al momento del incidente, cumplía, apenas, dos semanas de casado y regresaba a incorporarse a su trabajo tras su luna de miel.
En otra parte del texto, Cantú González cuestiona al presidente si los elementos del Ejército son sometidos a pruebas de confianza y si están capacitados para hacer trabajo policiaco en la ciudad.
Recordó que el día de los hechos, el coche de su hijo recibió casi 40 disparos; el hombre murió de 19 balazos, de los cuales, cuatro fueron a quemarropa en la cara.
Señala que actualmente no sabe quién juzgará a los militares involucrados en el asesinato, pues la Procuraduría General de Justicia del estado inició las averiguaciones, que luego turnó a una corte militar que, posteriormente, regresó por incompetente al fuero común.
“¿Por qué estar dejando transcurrir el tiempo, será para que pase la memoria dolorosa de un inocente muerto más en esta guerra insensata y cruel asesinato por fuerzas federales? ¿Le será tan difícil a un tribunal colegiado tomar una decisión que podría reivindicar al Poder Judicial tan criticado últimamente (…)?”
El doctor Cantú González se despide haciéndole un reclamo directo a Calderón Hinojosa: “¿Nos acostumbraremos a la ausencia de nuestro hijo? ¿Se acostumbraría usted, señor presidente? Ni nosotros, ni todos los padres agraviados olvidaremos jamás las injusticias, no de la vida, sino de las autoridades carentes de interés en resolver los crímenes, ya sea por dolo, impunidad por corrupción, ineptitud o por fuero”.
El martes 7 de junio, Cantú fue uno de los oradores de la manifestación en Monterrey de la Caravana, que reunió a unas tres mil personas en la Plaza de Colegio Civil.
Él mismo estaba programado para tomar la palabra en el encuentro con Calderón pero, según refiere, ya estando en la Ciudad de México, tuvo problemas de salud que le impidieron acudir a la cita en el Castillo de Chapultepec.
Emergencia en Edomex desata violencia
La Agencia Estatal de Seguridad dispuso para esta tarde y noche un cerco policiaco en torno a la Avenida Central, que es la que conecta al Distrito Federal con el Estado de México, y atravieza el Río de los Remedios, luego de una trifulca donde participaron más de 100 damnificados por las inundaciones de aguas negras de ese cauce, misma que tuvo que ser dispersada con gases lacrimógenos. Los manifestantes reclaman prontas respuestas a la emergencia en la que viven desde ayer 85 mil habitantes de los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl
julio 1, 2011
Por: Redacción / Sinembargo Fecha: julio 1, 2011 | Sin comentarios
Esta tarde, un grupo de 100 manifestantes de la colonia Boulevard Río de los Remedios se enfrentaron con elementos de la Agencia de Seguridad Estatal en Ecatepec, Estado de México, en demanda a que no han recibido ningún apoyo del gobierno estatal por las lluvias que han afectado la zona. Los inconformes bloquearon la Avenida Central que es la principal vialidad que conecta el sector oriente del Estado de México con el Distrito Federal.
La protesta –que dejó dos lesionados– se dio justo después de que se realizara una reunión de emergencia entre el presidente de la República y autoridades federales, estatales y municipales, para atender la emergencia que generó el desbordamiento del Río de los Remedios y el Dren de Xochiaca. En esa cita, el gobernador Enrique Peña Nieto planteó que esta es la mayor emergencia que ha enfrentado el Edomex en su historia.
Los vecinos afectados exigieron la atención del gobierno estatal, bajo el argumento de que ninguna autoridad ha acudido a la zona a atender sus necesidades básicas.
El universo de habitantes afectados por el desbordamiento del Río de los Remedios, no tiene precedentes, admitió Enrique Peña Nieto: 85 mil personas en 35 colonias de los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl han sido afectadas por las aguas negras. Según Protección Civil, las viviendas dañadas son 13 mil 307 en Ecatepec y 5 mil 146 en Neza, incluyendo escuelas, hospitales y mercados públicos. Por ello, el gobernador advirtió que al Edomex le harán falta recursos presupuestales para enfrentar la emergencia. En este sentido se anunció que se liberarán de inmediato recursos del Fonden para esta coyuntura
Luego de que la Secretaría de Gobernación emitió la declaratoria de emergencia y desastre en Ecatepec y Nezahualcóyotl por el desbordamiento del Río de los Remedios, el gobernador Enrique Peña Nieto informó que, por lo menos, 65 mil personas que residen en 35 colonias de Ecatepec y Nezahualcóyotl, se encuentran seriamente afectadas por las inundaciones. Según Protección Civil, las aguas negras han dañado 13 mil 307 viviendas de Ecatepec, además de otras 5 mil 146 viviendas de Neza, incluyendo escuelas, hospitales y mercados públicos.El universo de habitantes afectados por el desbordamiento del Río de los Remedios, no tiene precedentes, admitió Peña Nieto, por lo que el gobernador mexiquense aclaró frente al presidente de la República que la entidad enfrentará “serios problemas presupuestales” para atajar la contingencia.
El gobernador afirmó que, en gran medida, la inundación se debió a que el Estado de México no tiene jurisdicción en el sistema de drenaje del Valle de México, “este se encuentra a cargo de la Conagua y el gobierno del Distrito Federal”. Esta operación operación tripartida es complicada, añadió, porque el Edomex queda enmedio.
Al respecto, el presidente Felipe Calderón coincidió en que es necesario cambiar la lógica del funcionamiento del sistema de drenaje y agua en la zona, pero aclaró que poco se puede hacer ante la inusual lluvia que azotó a la mayor parte del país y, en específico, al Valle de México. “Fue el nivel de precipitación más alto que se haya registrado en la historia” de esta zona, con 49 milímetros, afirmó el mandatario.
Por su parte, la coordinadora de Protección Civil federal informó al Jefe del Ejecutivo federal que se han solicitado ya recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para atender la emergencia. También dijo que ayer se registró la muerte de un menor, quien resultó electrocutado en su vivienda, debido a las inundaciones.
La Secretaría de Desarrollo Social, en voz de su titular Heriberto Félix Guerra, anunció apoyos en alimentos y productos de limpieza a los damnificados por esta contingencia.
A su vez, Peña Nieto expuso que su gobierno ha dispuesto ya un cerco sanitario y campañas de vacunación, para evitar que se propaguen infecciones y contagios.El presidente Calderón encabeza esta tarde una reunión en Ecatepec, donde se evalúan los daños derivados del desbordamiento del Río de los Remedios, no sólo en colonias de este municipio sino también en Nezahualcóyotl.
En esta revisión de alternativas, para darle salida al caudal de aguas negras que se desbordó del Río de los Remedios, también se encuentran el director general de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, y el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, entre otros
El gobernador afirmó que, en gran medida, la inundación se debió a que el Estado de México no tiene jurisdicción en el sistema de drenaje del Valle de México, “este se encuentra a cargo de la Conagua y el gobierno del Distrito Federal”. Esta operación operación tripartida es complicada, añadió, porque el Edomex queda enmedio.
Al respecto, el presidente Felipe Calderón coincidió en que es necesario cambiar la lógica del funcionamiento del sistema de drenaje y agua en la zona, pero aclaró que poco se puede hacer ante la inusual lluvia que azotó a la mayor parte del país y, en específico, al Valle de México. “Fue el nivel de precipitación más alto que se haya registrado en la historia” de esta zona, con 49 milímetros, afirmó el mandatario.
Por su parte, la coordinadora de Protección Civil federal informó al Jefe del Ejecutivo federal que se han solicitado ya recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para atender la emergencia. También dijo que ayer se registró la muerte de un menor, quien resultó electrocutado en su vivienda, debido a las inundaciones.
La Secretaría de Desarrollo Social, en voz de su titular Heriberto Félix Guerra, anunció apoyos en alimentos y productos de limpieza a los damnificados por esta contingencia.
A su vez, Peña Nieto expuso que su gobierno ha dispuesto ya un cerco sanitario y campañas de vacunación, para evitar que se propaguen infecciones y contagios.El presidente Calderón encabeza esta tarde una reunión en Ecatepec, donde se evalúan los daños derivados del desbordamiento del Río de los Remedios, no sólo en colonias de este municipio sino también en Nezahualcóyotl.
En esta revisión de alternativas, para darle salida al caudal de aguas negras que se desbordó del Río de los Remedios, también se encuentran el director general de la Comisión Nacional de Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, y el secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, entre otros
“No dejar solo” a FC. Julio Hernández López
Astillero
Poeta con estandarte
Domingo tricolor
Edomex, chapas a fuerzas
CIERRE DE CURSOS. En el Centro de Estudios Superiores Navales de la Secretaría de Marina se efectuó la clausura de cursos, encabezada por el almirante Carlos Federico Quinto Guillén!>Foto Carlos Cisneros
El poeta Calderón llevó su recién adquirida Caravana de la Oportunidad al seno del Consejo Nacional de Seguridad Pública, donde se declaró movido y conmovido por
!>la tristeza y el dolor”!>que han producido tantas muertes ante las cuales reivindicó el derecho a la indignación, invocando el
“!>sentido humano”!>de sus escuchas para
“!>responder al llamado de las víctimas y trabajar sin egoísmos ni cálculos políticos”!>.
Ya bajo el estandarte del Diálogo de Chapultepec, cuyas exigencias defendió, pero aún sin chaleco de explorador, el recién llegado a la versificación se portó como todo un literato con compromiso social, demandando que los muertos de la
“!>guerra”!>contra el narcotráfico (desatada por algún imprudente gobernante, cuyo nombre ni siquiera mencionó) sean vistos como seres humanos y no
“!>como estadísticas”!>, sin anonimatos, buscando a los desaparecidos, atendiendo con sentido de justicia a las víctimas.
En esa reunión con quienes ejecutan las políticas contra la delincuencia organizada, el redimido Felipe envió saludo y felicitación al que preside temporalmente la conferencia de gobernadores, Marcelo Ebrard, en especial por las caravanas de policías locales que durante unos días dieron emotiva exhibición de destreza en la prevención y combate de delitos que el resto del año dejan pasar como si nada. El así felicitado continuó, por su parte, con la rutina de las evasiones físicas que permiten los acuerdos virtuales: salió de la sesión antes de que ésta terminara, presumiblemente para no verse en la necesidad de saludar de mano al convocante y rector de ella. El secretario particular de Calderón, Roberto Gil, se apresuró a justificar el temprano retiro del Perredista de las Alianzas con el PAN: desde mucho antes ya había avisado que tenía otras cosas que hacer a la misma hora en que estaría por terminar la mencionada sesión.
Otro mandatario, el yunquista Juan Manuel Oliva, que se encarga de administrar Guanajuato, colocó a Ebrard en una situación complicada, pues, según nota de Carlos Quiroz en el portal de Excélsior, el jefe del gobierno capitalino habría hecho un reconocimiento expreso
“!>al presidente de la República”!>. Oliva narró que le había agradecido a Ebrard la posición de respaldo en la Conago a Calderón y su política de seguridad pública,
“!>y me pasa un mensaje donde dice: no es justo dejar solo al Presidente de la República”!>. Mucho ayudará a consolidar el dicho de Oliva el que presente la evidencia física de ese mensaje que dice haber recibido, es de entenderse que por escrito.
Por lo pronto, Ebrard y el lamentablemente enmudecido Ernesto Cordero (quien por razones no explicadas ha dejado de producir sus siempre mentadas ocurrencias de corte económico) se han quedado sin la oportunidad de competir en el terreno oratorio con el gobernador del estado de México. Institucional hasta el copete, rey del espot, el telepronter y la tarjeta redactada por asesores, Enrique Peña Nieto no desea contaminar su límpida investidura de mandatario con los arrebatos electoreros que sostienen otros funcionarios:
“!>No me prestaré a caer ni en provocaciones ni a prestarme en la construcción de proyectos personales, particulares”!>, dijo el esposo gaviotón. Él, el sobrino del tío Arturo, dejará el gobierno mexiquense en dos meses más, y entonces, ya desprovisto de esas ataduras burocráticas, estará listo para guerrear con sus adversarios, en esta primera etapa, a base de encuestas de opinión maiceadas, propaganda en televisión disfrazada de noticias y otros sustitutos del anticuado arte de debatir.
Astillas
Este domingo el PRI podría confirmar la percepción que sus adversarios desearon conjurar, la de que sus avances regionales son un adelanto del inevitable retorno del dinosaurio a Los Pinos. Pasados los fuegos de artificio de las alianzas entre PRI y PAN, que salvo los cambios de siglas poco significaron en cuanto a debilitamiento real del tricolor (en varios casos, el PRI siguió gobernando, con candidatos escindidos por razones meramente circunstanciales de su matriz, pero que siguen favoreciendo a grupos e intereses de tres colores), la realidad ha alcanzado al PAN y el PRD, entendidos éstos como los principales partidos de oposición a la ola encopetada: salvo el caso de Nayarit, de cuyas particularidades se hablará más delante, el PRI parece encaminado a ganar sin grandes complicaciones en los demás estados en competencia... En Coahuila, como una muestra casi científica de la textura real de lo que se busca denominar
“!>Nuevo PRI”!>, una familia se ha fabricado una continuidad al estilo porfiriano, con un hermano encaminado a sustituir a su consanguíneo en la gubernatura, aunque con el falso paréntesis de un mandatario interino, Jorge Torres, nombrado justamente para impedir que un Moreira reciba directamente de otro Moreira el mando en la ensangrentada entidad norteña... En Hidalgo, donde la vida pública ha sido dominada durante largo tiempo por rudos grupos caciquiles, el PRI se alista a controlar la mayor parte de los 84 ayuntamientos en juego (no es menor el dato de que el anterior gobernador, Miguel Ángel Osorio Chong, tiene una gran cercanía operativa con Peña Nieto)... En Nayarit, la esposa del ex gobernador Antonio Echevarría –separada en los hechos, pero jurídicamente vigente–, ha construido una opción singular, pues es legisladora perredista con licencia pero compite por el PAN debido a que los Chuchos le cerraron el paso para imponer a Guadalupe Acosta Naranjo, que nomás no levantó. El PRI debería tener todo listo para triunfar en esa entidad, pero la impopularidad del mandatario actual, Ney González, y el fenómeno de Marta García, han abierto cierta franja de oportunidad que la mapachería de tres colores se encargará de cerrar... Y, en el estado de México, simplemente se está en presencia de una elección de Estado, que con derroche de recursos, inequidad manifiesta y maquinarias de defraudación que son un anticipo de 2012, impondrá un par de chapas como secretario de finanzas de la campaña presidencial venidera... ¡Feliz fin de semana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El PRI reprime a damnificados del Edomex
Policía de Peña Nieto lanza gas lacrimógeno a protesta de damnificados
Redacción SDPnoticias.com
2011-07-01
Ecatepec, Estado de México.- Elementos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) llegaron alrededor de las 15:00 horas al cruce de la Avenida Central y Río de los Remedios para reprimir la protesta que mantenían vecinos afectados por la inundación de aguas negras en el municipio de Ecatepec.
Los elementos de la policía estatal agredieron a los vecinos inconformes con gas lacrimógeno, piedras y palos, sin tratar de establecer antes una negociación ni ofrecer una solución a las protestas de los afectados.
Debido a estos hechos, varias personas han resultado lesionadas, aunque parece que ninguna de gravedad, además, un elemento de la ASE con el rostro encapuchado agredió a un reportero gráfico y le quitó su cámara fotográfica.
En estos momentos, policías y vecinos han establecido dos frentes sobre la avenida Central, desde los cuales se lanzan insultos y amenazas.
Los vecinos están visiblemente molestos por la llegada de la policía para apagar el incendio de llantas y retirar el bloqueo para permitir el paso vehícular, mientras que a ellos nadie les ha ofrecido una solución por sus viviendas inundadas y la pérdida de su bienes.
Con información de Gustavo Sánchez.
Redacción SDPnoticias.com
2011-07-01
Ecatepec, Estado de México.- Elementos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) llegaron alrededor de las 15:00 horas al cruce de la Avenida Central y Río de los Remedios para reprimir la protesta que mantenían vecinos afectados por la inundación de aguas negras en el municipio de Ecatepec.
Los elementos de la policía estatal agredieron a los vecinos inconformes con gas lacrimógeno, piedras y palos, sin tratar de establecer antes una negociación ni ofrecer una solución a las protestas de los afectados.
Debido a estos hechos, varias personas han resultado lesionadas, aunque parece que ninguna de gravedad, además, un elemento de la ASE con el rostro encapuchado agredió a un reportero gráfico y le quitó su cámara fotográfica.
En estos momentos, policías y vecinos han establecido dos frentes sobre la avenida Central, desde los cuales se lanzan insultos y amenazas.
Los vecinos están visiblemente molestos por la llegada de la policía para apagar el incendio de llantas y retirar el bloqueo para permitir el paso vehícular, mientras que a ellos nadie les ha ofrecido una solución por sus viviendas inundadas y la pérdida de su bienes.
Con información de Gustavo Sánchez.
Involucran en irregularidades del Issste a su actual director
Cueva de ladrones... |
Patricia Muñoz, Enrique Méndez y Roberto Garduño
Periódico La Jornada
Viernes 1º de julio de 2011, p. 7
En los próximos días se presentará una denuncia ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) en contra del director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Jesús Villalobos, a fin de que se lleve a cabo una auditoría externa a su administración, ya que se presumen malos manejos de los recursos económicos del organismo, así como en los procesos de compra de medicamentos y licitaciones, informó Bernardo Quezada Salas, presidente colegiado de la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos (Fedessp), organización creada a instancias de la dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo.
En tanto, en la Cámara de Diputados la presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Esthela Damián (PRD), denunció que la presión de Gordillo para que se audite al Issste es para conseguir un lugar más en la junta directiva de ese instituto porque, refirió, la investigación sobre el manejo de recursos, compra de medicinas y de los festejos por el Bicentenario de la Independencia ya se inició como parte de la revisión de la Cuenta Pública 2010.
En entrevista, la legisladora perredista dijo que de los 19 integrantes de la junta directiva, 10 son funcionarios del gobierno federal, cuatro de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), que controla el ex diputado Joel Ayala (PRI); cuatro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), en manos de Gordillo, y uno de la Asociación Autónoma de Personal Académico de la UNAM. “Lo que ella quiere es ser mayoría del lado de los trabajadores para tomar el control en las decisiones”, dijo.
Por su parte, Quezada añadió que el actual director del instituto tiene que ser investigado, al igual que el anterior, Miguel Ángel Yunes, pues “son del mismo equipo” y provocaron que el organismo llegara al peor nivel de endeudamiento de toda su historia, que la reforma a la ley del Issste no funcionara y “malversaron recursos que iban destinados a mejorar el servicio y la atención a los derechohabientes”.
En conferencia de prensa donde descartó que la petición de auditoría externa al director del Issste “se trate de una cuestión política”, Quezada adelantó que incluso se podría presentar más adelante una denuncia penal por estos hechos.
Interrogado sobre por qué hasta ahora se denuncian todas esas anomalías respondió que los servicios en ese organismo han entrado en una “etapa crítica”, al grado que 60 por ciento de los derechohabientes o no reciben la atención adecuada o padecen la falta de infraestructura y medicamentos.
Por su parte, la diputada Damián expuso que las auditorías al instituto se iniciaron antes de que la lideresa del SNTE “comenzara su campaña de presión. Nosotros no vamos a caer en el garlito de utilizar a la ASF para satisfacer los intereses del sindicato magisterial. Si realmente ella está interesada en solicitar auditorías, ¿por qué no pide que se investigue el manejo del Fondo de Aportaciones a la Educación Básica para los estados?”, preguntó.
Dijo que la ASF emprendió, como cada año, 31 auditorías al manejo del mencionado fondo y recordó que en los resultados de las cuentas públicas 2008 y 2009, el órgano fiscalizador detectó el desvío de recursos para mantener la estructura de maestros comisionados, que sirven a Gordillo de brazo electoral.
A su vez, diputados de PRD y PVEM plantearon que al reconocer Gordillo que negoció cargos en el gabinete de Felipe Calderón, es imprescindible que se amplíen las investigaciones sobre el manejo de los recursos en la Secretaría de Educación Pública, en la Lotería Nacional y el sistema de seguridad nacional.
El “nuevo Estado”. Luis Javier Garrido
El rechazo nacional a las políticas de Felipe Calderón en su quinto año es el más elevado en casi medio siglo, el desprestigio personal del titular del Ejecutivo de facto y de los principales miembros de su gabinete no tiene parangón, su guerra “contra el narco” –que es el eje de su proyecto– es repudiada por todos los sectores y el desastre institucional es cada vez mayor, pero la derecha en el poder no quiere ceder y él sigue echado para adelante.
1. El caso del desfase de Felipe Calderón de la realidad no podría explicarse, sin embargo, si no se analiza la prepotencia, impunidad y fanatismo de las fuerzas de la extrema derecha que gobiernan a México. El gobernante de facto no oculta que todavía sueña con trascender como el hombre que liquidó al Estado surgido de la Revolución Mexicana, para lo que le urge acelerar las contrarreformas e imponer a un sucesor que garantice los intereses de sus aliados y protectores y al mismo tiempo le cubra las espaldas, de ahí que en el marco del no tan novedoso “tapadismo blanquiazul” haya lanzado a Ernesto Cordero, su titular de Hacienda, para ver si logra el respaldo del capital financiero.
2. El proyecto de la ultraderecha mexicana tiene en su desmesura rasgos que muy pocos han querido advertir, aunque no se hayan ocultado. El desprecio de los gobernantes actuales al orden constitucional de la República y su descalificación de todos los regímenes del pasado ha ido acompañado en los últimos meses por la pretensión de edificar no un nuevo régimen sino “otro Estado”, y la jerigonza que utilizan es por ello preocupante, por sus resonancias mussolinianas. Alejandro Poiré, vocero de seguridad nacional, afirmó por ejemplo sin ambages, en un acto en el PAN capitalino el sábado 25, que un objetivo central del gobierno es edificar “un nuevo Estado”.
3. Las fuerzas económicas neoliberales han ido delineando a través de la experiencia de los últimos 30 años el “modelo político” que buscan imponer a los estados nacionales, sin que haya todavía un consenso en todos sus aspectos, pues dicho “modelo”, como se ha visto, supone el desmantelamiento de dichos estados para reducirlos a su mínima expresión: subordinando su orden jurídico interno a un derecho supranacional, cancelando los derechos originarios de las naciones a sus recursos estratégicos, desapareciendo en aras del mercado las entidades públicas, y reduciendo la vida democrática a una elección entre candidatos con propuestas similares funcionales al capitalismo neoliberal.
4. En el caso de México los panistas han sido más neoliberales que los miembros del PRI, a) porque en las condiciones de ilegitimidad en las que asumieron el gobierno, han estado más subordinados que ellos a los organismos financieros y al gobierno de Washington; b) porque a su vocación derechista, antinacional y entreguista se agrega el odio patológico que históricamente han tenido por las instituciones en que se apoyaron los regímenes priístas: la reforma agraria, el petróleo nacionalizado, las garantías laborales y el derecho del trabajo, los sindicatos; y, en fin, c) porque han resultado tanto o más voraces para los negocios con las trasnacionales que aquellos. A lo que se agrega otro factor: d) su vinculación con el sector más retrógrado de la jerarquía eclesiástica, cuyo activismo político es ya una preocupación nacional. De ahí la confusión entre lo público y lo privado que deliberadamente Calderón y sus amigos han impulsado con actitud patrimonialista buscando seguir prevaleciendo.
5. El supuesto éxito de Calderón en 2012 lo niega sin embargo la realidad, pues con toda seguridad Acción Nacional va a perder todas las elecciones estatales de este año, empezando por la mexiquense –que se dirimirá el 3 de julio entre Alejandro Encinas, vencedor de los debates, y el priísta Eruviel Ávila–, por lo que el gobierno panista tendría que recurrir el año que entra a una violencia extrema para salirse con la suya.
6. La “guerra contra el narco”, concebida en 2006 para hacer prevalecer los intereses estadunidenses en México y para enquistar en el poder a la ultraderecha mexicana con un costo de decenas de miles de muertos, se podría muy bien terminar al llevarse a Calderón ante los tribunales.
7. El gobierno del PAN y el Yunque cree sin embargo después de Chapultepec que tiene la vía libre para proseguir con su estrategia de guerra, y no advierte la creciente oposición nacional a sus políticas. Es cierto que Javier Sicilia y sus compañeros no plantearon en el encuentro las que se suponía eran demandas centrales del movimiento y no presentaron las exigencias nacionales de que el gobierno panista respete el orden constitucional y se termine con el estado de excepción que hay en el país poniéndose un alto a la guerra criminal, como tampoco hicieron mención de los acuerdos de Ciudad Juárez que demandaron el fin de la Iniciativa Mérida y de la injerencia estadunidense en asuntos nacionales, no pidieron la renuncia de Genaro García Luna y de otros funcionarios, ni mucho menos hicieron mención del acuerdo de someter a Calderón a juicio político. Al carecer de una estrategia para la paz, no tuvieron argumentos ni disposición para refutarle al gobierno sus falacias, limitándose a demandar solución a casos particulares para terminar en un aparente entendimiento con el gobierno criminal empeñado en mostrarlos como sus aliados.
8. El desastre institucional lo sigue ilustrando mejor que ningún otro el caso del priísta Jorge Hank Rhon, detenido por un operativo militar ilegal que allanó su domicilio el 4 de junio y liberado 10 días después por orden de una juez, que el propio Calderón ha seguido mencionando: negando en Chapultepec el 23 de junio y luego en entrevista con Ciro Gómez Leyva de Milenio Televisión el 27 haber conocido dicho operativo. De manera que si fue así, según Calderón el Ejército es una fuerza autónoma que actúa en la ilegalidad por motivos políticos y él un inepto que lo tolera. Las acusaciones que lanzó entonces a Hank criminalizándolo bastarían por otra parte para que cualquier juez lo dejara en libertad ante cualquier acusación por la intervención del Ejecutivo federal en un asunto judicial.
9. El gobierno panista no tiene fuerza moral para imponer sus políticas y a fin de hacerlas valer sólo se puede apoyar en los medios que manipula de manera cada vez más obvia y en la jerarquía católica, pero sobre todo en la fuerza material de ese Estado que pretende desmantelar. El arma fundamental que tiene para seguirse imponiendo no es otra que la capacidad represiva de las fuerzas armadas y de las bandas y grupos paramilitares que ha creado en estos años, que le permitirían imponer un clima de amedrentamiento, de ahí la peligrosidad de lo que acontece. El proyecto del “nuevo Estado” no está, a pesar de todo, muerto.
10. La exigencia de los sectores conscientes de la nación para terminar con este desastre debe hacerse valer por lo mismo en los meses que le resten a este gobierno cada vez con mayor fuerza, diciéndole una y otra vez: “¡Ya basta!”
1. El caso del desfase de Felipe Calderón de la realidad no podría explicarse, sin embargo, si no se analiza la prepotencia, impunidad y fanatismo de las fuerzas de la extrema derecha que gobiernan a México. El gobernante de facto no oculta que todavía sueña con trascender como el hombre que liquidó al Estado surgido de la Revolución Mexicana, para lo que le urge acelerar las contrarreformas e imponer a un sucesor que garantice los intereses de sus aliados y protectores y al mismo tiempo le cubra las espaldas, de ahí que en el marco del no tan novedoso “tapadismo blanquiazul” haya lanzado a Ernesto Cordero, su titular de Hacienda, para ver si logra el respaldo del capital financiero.
2. El proyecto de la ultraderecha mexicana tiene en su desmesura rasgos que muy pocos han querido advertir, aunque no se hayan ocultado. El desprecio de los gobernantes actuales al orden constitucional de la República y su descalificación de todos los regímenes del pasado ha ido acompañado en los últimos meses por la pretensión de edificar no un nuevo régimen sino “otro Estado”, y la jerigonza que utilizan es por ello preocupante, por sus resonancias mussolinianas. Alejandro Poiré, vocero de seguridad nacional, afirmó por ejemplo sin ambages, en un acto en el PAN capitalino el sábado 25, que un objetivo central del gobierno es edificar “un nuevo Estado”.
3. Las fuerzas económicas neoliberales han ido delineando a través de la experiencia de los últimos 30 años el “modelo político” que buscan imponer a los estados nacionales, sin que haya todavía un consenso en todos sus aspectos, pues dicho “modelo”, como se ha visto, supone el desmantelamiento de dichos estados para reducirlos a su mínima expresión: subordinando su orden jurídico interno a un derecho supranacional, cancelando los derechos originarios de las naciones a sus recursos estratégicos, desapareciendo en aras del mercado las entidades públicas, y reduciendo la vida democrática a una elección entre candidatos con propuestas similares funcionales al capitalismo neoliberal.
4. En el caso de México los panistas han sido más neoliberales que los miembros del PRI, a) porque en las condiciones de ilegitimidad en las que asumieron el gobierno, han estado más subordinados que ellos a los organismos financieros y al gobierno de Washington; b) porque a su vocación derechista, antinacional y entreguista se agrega el odio patológico que históricamente han tenido por las instituciones en que se apoyaron los regímenes priístas: la reforma agraria, el petróleo nacionalizado, las garantías laborales y el derecho del trabajo, los sindicatos; y, en fin, c) porque han resultado tanto o más voraces para los negocios con las trasnacionales que aquellos. A lo que se agrega otro factor: d) su vinculación con el sector más retrógrado de la jerarquía eclesiástica, cuyo activismo político es ya una preocupación nacional. De ahí la confusión entre lo público y lo privado que deliberadamente Calderón y sus amigos han impulsado con actitud patrimonialista buscando seguir prevaleciendo.
5. El supuesto éxito de Calderón en 2012 lo niega sin embargo la realidad, pues con toda seguridad Acción Nacional va a perder todas las elecciones estatales de este año, empezando por la mexiquense –que se dirimirá el 3 de julio entre Alejandro Encinas, vencedor de los debates, y el priísta Eruviel Ávila–, por lo que el gobierno panista tendría que recurrir el año que entra a una violencia extrema para salirse con la suya.
6. La “guerra contra el narco”, concebida en 2006 para hacer prevalecer los intereses estadunidenses en México y para enquistar en el poder a la ultraderecha mexicana con un costo de decenas de miles de muertos, se podría muy bien terminar al llevarse a Calderón ante los tribunales.
7. El gobierno del PAN y el Yunque cree sin embargo después de Chapultepec que tiene la vía libre para proseguir con su estrategia de guerra, y no advierte la creciente oposición nacional a sus políticas. Es cierto que Javier Sicilia y sus compañeros no plantearon en el encuentro las que se suponía eran demandas centrales del movimiento y no presentaron las exigencias nacionales de que el gobierno panista respete el orden constitucional y se termine con el estado de excepción que hay en el país poniéndose un alto a la guerra criminal, como tampoco hicieron mención de los acuerdos de Ciudad Juárez que demandaron el fin de la Iniciativa Mérida y de la injerencia estadunidense en asuntos nacionales, no pidieron la renuncia de Genaro García Luna y de otros funcionarios, ni mucho menos hicieron mención del acuerdo de someter a Calderón a juicio político. Al carecer de una estrategia para la paz, no tuvieron argumentos ni disposición para refutarle al gobierno sus falacias, limitándose a demandar solución a casos particulares para terminar en un aparente entendimiento con el gobierno criminal empeñado en mostrarlos como sus aliados.
8. El desastre institucional lo sigue ilustrando mejor que ningún otro el caso del priísta Jorge Hank Rhon, detenido por un operativo militar ilegal que allanó su domicilio el 4 de junio y liberado 10 días después por orden de una juez, que el propio Calderón ha seguido mencionando: negando en Chapultepec el 23 de junio y luego en entrevista con Ciro Gómez Leyva de Milenio Televisión el 27 haber conocido dicho operativo. De manera que si fue así, según Calderón el Ejército es una fuerza autónoma que actúa en la ilegalidad por motivos políticos y él un inepto que lo tolera. Las acusaciones que lanzó entonces a Hank criminalizándolo bastarían por otra parte para que cualquier juez lo dejara en libertad ante cualquier acusación por la intervención del Ejecutivo federal en un asunto judicial.
9. El gobierno panista no tiene fuerza moral para imponer sus políticas y a fin de hacerlas valer sólo se puede apoyar en los medios que manipula de manera cada vez más obvia y en la jerarquía católica, pero sobre todo en la fuerza material de ese Estado que pretende desmantelar. El arma fundamental que tiene para seguirse imponiendo no es otra que la capacidad represiva de las fuerzas armadas y de las bandas y grupos paramilitares que ha creado en estos años, que le permitirían imponer un clima de amedrentamiento, de ahí la peligrosidad de lo que acontece. El proyecto del “nuevo Estado” no está, a pesar de todo, muerto.
10. La exigencia de los sectores conscientes de la nación para terminar con este desastre debe hacerse valer por lo mismo en los meses que le resten a este gobierno cada vez con mayor fuerza, diciéndole una y otra vez: “¡Ya basta!”
Más de 6 mil muertos este año; 41 mil en el sexenio
Narcoviolencia
Cada vez se suman más jóvenes al crimen organizado, según los registros oficiales
Gustavo Castillo y corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 1º de julio de 2011, p. 4
En lo que va de 2011 suman más de 6 mil las personas asesinadas presuntamente por el crimen organizado, y durante la administración de Felipe Calderón se han reportado 41 mil 648 ejecuciones, de acuerdo con un conteo realizado por La Jornada y datos estadísticos de la Presidencia de la República, de diciembre de 2006 a diciembre de 2010.
Asimismo, de acuerdo con los registros gubernamentales, cada vez más jóvenes de entre 18 y 25 años de edad se suman al crimen organizado y participan en actividades de sicariato o tráfico de drogas.
Muestra de ello es el caso de Édgar Huerta Montiel, El Wache, de 22 años –uno de los autores materiales de los asesinatos de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010 y marzo de 2011–, quien confesó a la Policía Federal haber privado de la vida al menos a cien personas.
Junio cerró con mil 143 homicidios dolosos, incluidos en el conteo los últimos 20 cuerpos, de un total de 250, hallados en fosas clandestinas en el estado de Durango, que supuestamente forman parte de las disputas entre integrantes del cártel de Sinaloa que operan en esa entidad.
Los estados con más personas ejecutadas durante junio son: Chihuahua (275), Nuevo León (147), Guerrero (141), Sinaloa (110) y Jalisco (87).
Del total de personas asesinadas, se reportó que 969 eran hombres, 64 mujeres y 20 menores, así como 43 policías, cinco militares y dos marinos.
Los municipios donde hubo más hechos de violencia durante junio fueron: Ciudad Juárez e Hidalgo de Parral, en Chihuahua; Apodaca y Monterrey, en Nuevo León; Acapulco y Chilpancingo, en Guerrero; Culiacán, Badiraguato y El Fuerte, en Sinaloa, y Zapopan, Guadalajara y El Arenal, en el estado de Jalisco.
Un documento que muestra el involucramiento de jóvenes en actividades criminales se localiza en el informe del Trans Border Institute, titulado Drogas y violencia en México, elaborado por los investigadores Viridiana Ríos y David Shirk, quienes focalizaron su atención en el estado de Nuevo León y concluyeron que cada vez son más los detenidos, levantados y asesinados menores de 21 años de edad, además de que existe un creciente fanatismo por la subcultura del narcotráfico debido a que las bandas reclutan jóvenes y niños con promesas de dinero, fama y poder.
El documento, del cual informó La Jornada el pasado 29 de marzo, señala que de 2009 a 2010, el número de asesinatos perpetrados en Nuevo León aumentó de 112 a 604, mientras el Censo 2010 refiere que, en el mismo periodo, los homicidios de jóvenes de 15 a 19 años de edad aumentaron de 22 a 27.9 por ciento del total nacional de muertes violentas.
Sin embargo, la presencia de menores de 25 años en bandas del crimen organizado también se ha detectado en Ciudad Juárez. Por ejemplo, en esa urbe fueron detenidos por la Policía Federal los jóvenes Arturo Garza Martínez y Jesús Rival Chávez, de 20 años de edad, porque supuestamente formaban parte de los sicarios del grupo La Línea, que está al servicio del cártel de Juárez.
En marzo pasado, en Colima, efectivos de la Armada de México detuvieron a Jesús Velasco Velasco, de 22 años, y a otras dos personas; les decomisaron siete pistolas y más de cien cargadores, cinco cohetes RPG, un lanzacohetes, un fusil calibre 223, una escopeta calibre 12 y cartuchos de diferentes calibres.
Édgar Huerta Montiel, El Wache, fue detenido en junio pasado por agentes de la Policía Federal. En su declaración, reconoció que desertó del Ejército para sumarse a Los Zetas y que coordinó la matanza de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas.
El pasado 25 de junio, la Policía Federal presentó a ocho integrantes de Los caballeros templarios, entre ellos estaba Jairo López Mendoza, de 22 años, quien fue identificado como jefe de plaza en Tuxpan, Michoacán, y se encargaba de clonar vehículos militares.
El 28 de junio, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo presentó al jefe de Los Zetas de la plaza de la ciudad de Pachuca, Eder Daniel Escorsa Cabadas, de 19 años de edad.
Asimismo, en el estado de Jalisco, tras un enfrentamiento que dejó un saldo de seis delincuentes muertos, fueron detenidos los integrantes de una célula criminal, compuesta por un hombre y dos mujeres de 16 años de edad; dos mujeres de 18 años; otra joven de 19 y dos más de 21 años.
Cada vez se suman más jóvenes al crimen organizado, según los registros oficiales
Gustavo Castillo y corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 1º de julio de 2011, p. 4
En lo que va de 2011 suman más de 6 mil las personas asesinadas presuntamente por el crimen organizado, y durante la administración de Felipe Calderón se han reportado 41 mil 648 ejecuciones, de acuerdo con un conteo realizado por La Jornada y datos estadísticos de la Presidencia de la República, de diciembre de 2006 a diciembre de 2010.
Asimismo, de acuerdo con los registros gubernamentales, cada vez más jóvenes de entre 18 y 25 años de edad se suman al crimen organizado y participan en actividades de sicariato o tráfico de drogas.
Muestra de ello es el caso de Édgar Huerta Montiel, El Wache, de 22 años –uno de los autores materiales de los asesinatos de migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010 y marzo de 2011–, quien confesó a la Policía Federal haber privado de la vida al menos a cien personas.
Junio cerró con mil 143 homicidios dolosos, incluidos en el conteo los últimos 20 cuerpos, de un total de 250, hallados en fosas clandestinas en el estado de Durango, que supuestamente forman parte de las disputas entre integrantes del cártel de Sinaloa que operan en esa entidad.
Los estados con más personas ejecutadas durante junio son: Chihuahua (275), Nuevo León (147), Guerrero (141), Sinaloa (110) y Jalisco (87).
Del total de personas asesinadas, se reportó que 969 eran hombres, 64 mujeres y 20 menores, así como 43 policías, cinco militares y dos marinos.
Los municipios donde hubo más hechos de violencia durante junio fueron: Ciudad Juárez e Hidalgo de Parral, en Chihuahua; Apodaca y Monterrey, en Nuevo León; Acapulco y Chilpancingo, en Guerrero; Culiacán, Badiraguato y El Fuerte, en Sinaloa, y Zapopan, Guadalajara y El Arenal, en el estado de Jalisco.
Un documento que muestra el involucramiento de jóvenes en actividades criminales se localiza en el informe del Trans Border Institute, titulado Drogas y violencia en México, elaborado por los investigadores Viridiana Ríos y David Shirk, quienes focalizaron su atención en el estado de Nuevo León y concluyeron que cada vez son más los detenidos, levantados y asesinados menores de 21 años de edad, además de que existe un creciente fanatismo por la subcultura del narcotráfico debido a que las bandas reclutan jóvenes y niños con promesas de dinero, fama y poder.
El documento, del cual informó La Jornada el pasado 29 de marzo, señala que de 2009 a 2010, el número de asesinatos perpetrados en Nuevo León aumentó de 112 a 604, mientras el Censo 2010 refiere que, en el mismo periodo, los homicidios de jóvenes de 15 a 19 años de edad aumentaron de 22 a 27.9 por ciento del total nacional de muertes violentas.
Sin embargo, la presencia de menores de 25 años en bandas del crimen organizado también se ha detectado en Ciudad Juárez. Por ejemplo, en esa urbe fueron detenidos por la Policía Federal los jóvenes Arturo Garza Martínez y Jesús Rival Chávez, de 20 años de edad, porque supuestamente formaban parte de los sicarios del grupo La Línea, que está al servicio del cártel de Juárez.
En marzo pasado, en Colima, efectivos de la Armada de México detuvieron a Jesús Velasco Velasco, de 22 años, y a otras dos personas; les decomisaron siete pistolas y más de cien cargadores, cinco cohetes RPG, un lanzacohetes, un fusil calibre 223, una escopeta calibre 12 y cartuchos de diferentes calibres.
Édgar Huerta Montiel, El Wache, fue detenido en junio pasado por agentes de la Policía Federal. En su declaración, reconoció que desertó del Ejército para sumarse a Los Zetas y que coordinó la matanza de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas.
El pasado 25 de junio, la Policía Federal presentó a ocho integrantes de Los caballeros templarios, entre ellos estaba Jairo López Mendoza, de 22 años, quien fue identificado como jefe de plaza en Tuxpan, Michoacán, y se encargaba de clonar vehículos militares.
El 28 de junio, la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo presentó al jefe de Los Zetas de la plaza de la ciudad de Pachuca, Eder Daniel Escorsa Cabadas, de 19 años de edad.
Asimismo, en el estado de Jalisco, tras un enfrentamiento que dejó un saldo de seis delincuentes muertos, fueron detenidos los integrantes de una célula criminal, compuesta por un hombre y dos mujeres de 16 años de edad; dos mujeres de 18 años; otra joven de 19 y dos más de 21 años.
La FIFA revela que fueron nueve jugadores mexicanos dopados
Todo lo que toca Televisa lo pudre... |
1 de julio de 2011 · Sin comentarios
Destacado
México, D. F., (apro).- La Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) destapa un nuevo escándalo en el ya enlodado futbol mexicano al revelar que fueron nueve los jugadores dopados de la selección nacional por la sustancia clembuterol.
Según la FIFA, no fueron sólo cinco los futbolistas dopados que en su momento dio a conocer la Femexfut previo a la Copa Oro.
Por su parte, la Federación Mexicana de Futbol, cuyo permanencia del titular Justino Compeán ya empieza a ser cuestionada por los directivos, advirtió hoy que no revelará los nombres de los otros involucrados.
“No puedo decir nada en este momento, pero lo que se sabe es que 5 jugadores dieron positivo a una alta concentración de clembuterol y otros 4 con rastros de esta misma sustancia. Estamos hablando de 9 de 14 futbolistas que tuvieron contacto con esta sustancia, para mí es difícil que un equipo completo de un país como México caiga en esta falta”, afirmó el director médico de FIFA, Jiri Dvorak a Primero Noticias.
Dvorak agregó en la entrevista: “para mí es difícil imaginar que todo, prácticamente un equipo completo de un país desarrollado como México caiga en estas faltas”. Y dijo que tendrá que realizarse una investigación “a fondo”.
Y dijo que la FIFA trabaja conjuntamente con el gobierno de México y con la Federación Mexicana de Futbol para analizar casos de carne contaminada, por lo que confía que se alcance la mejor de las soluciones.
Por su parte, en el mismo noticiero Justino Compeán se negó a revelar los nombres de los nuevos involucrados al esgrimir que sólo “se tratan de indicios”.
“No queremos dar nombres porque no son gente que está dopada. Hay que quedar (sic) perfectamente claro que no necesitamos (sic) porque cualquiera de nosotros podemos tener esos indicios, nada más indicios, pero que no marcan una cifra para ser mencionados como dopados. Entonces no tenemos nosotros por qué dar los nombres de cualquiera”, se justificó Compeán, cuyo salida de la Femexfut ya es exigida por el dueño del club Atlante, Alejandro Burillo.
Los únicos casos conocidos sobre el más reciente dopaje en torno a la selección nacional son: Guillermo Ochoa, Antonio Naelson Sinha, Christian Bermúdez, Edgar Dueñas y Francisco Rodríguez, quienes fueron separados del representativo tricolor y aún están a la espera de conocer su sanción
Los oscuros de Luis Hernández Navarro en el affaire Sicilia
Una respuesta desde la izquierda, a los cuestionamientos de Luis Hernández Navarro en su artículo "Los claroscuros del diálogo de Chapultepec" publicado en el diario La Jornada
Luis Hernández Navarro escribe:
“Los medios de comunicación y los periodistas tradicionalmente afines al gobierno federal lo presentan como una muestra de la capacidad de Felipe Calderón de escuchar a sus detractores.”
Guadalupe Lizárraga escribe:
De acuerdo a la observación de Luis Hernández Navarro, La Jornada entraría en este grupo de medios. La publicidad gubernamental en un país como México donde se simulan las prácticas democráticas y las libertades, condiciona la postura de los medios de comunicación frente a los sucesos de la vida pública.
“Sectores importantes de la izquierda y el mundo intelectual lo cuestionan.” (a Javier Sicilia)
Hay que señalarle al colega Hernández que el cuestionamiento no es meramente ideológico. Pero si con ello pretende descalificar una de las posturas de la izquierda mexicana, tendría que sustentar que la estrategia militar está desprovista de una postura jurídico-política, es decir, ideológica.
Por otra parte, el cuestionamiento, es en primer lugar, por los resultados de la política de combate al narcotráfico adoptada durante todo este tiempo los cuales no sólo no han modificado la percepción de inseguridad, sino que además del saldo escandaloso de miles de muertos, no han sido consistentes con los objetivos anunciados por el gobierno. Por el contrario, se han elevado las ganancias para los miembros de los cárteles privilegiados, para los proveedores de armas, y para los cuerpos de seguridad a quienes se les han aumentado considerablemente sus presupuestos y beneficios laborales, en detrimento del bienestar del resto de la población. Se ha fortalecido la industria del tráfico y del consumo en el propio país. Así da cuenta el reporte de Naciones Unidas, por región, por droga, por fecha y por resultados. La estrategia de combate y militarización del país es pues un hecho de grave irresponsabilidad e injusticia, no sólo de quien se empecina en continuar la estrategia, sino en quienes la apoyan.
“No debiera ser una cuestión de principios, sino de correlación de fuerzas. Toda lucha que no sea insurreccional –e incluso ésta en ciertos momentos– está obligada a negociar con el gobierno. Más aún, una movilización que exige justicia, reparación de daños y modificación de políticas tiene el imperativo de dialogar.”
Cualquier lucha que denuncie la irracionalidad de las políticas gubernamentales, o la incapacidad del gobierno para atender las demandas ciudadanas y exigir un cambio de estrategia es insurreccional. El colega Hernández debería comprender que hay luchas pacíficas de ciudadanías que su principal fuerza es su negación a negociar con el opresor. El ejemplo más reciente es el del 15M de España, un movimiento que creció negándose al diálogo con los gobernantes. La rebelión ciudadana española es en contra del Estado que rescata a los ricos y que termina por endeudarse masivamente pasando el costo a los ciudadanos de a pie. ¿Es una correlación de fuerzas? Sí, de ciudadanos organizados contra gobierno y sus instituciones. ¿Es una cuestión de principios? Sí, están implícitos en la postura moral ciudadana que exige acciones congruentes del gobierno con los valores y principios de la democracia real. ¿Está obligado el movimiento a negociar con el gobierno? No, de ninguna manera. No hay un argumento o acción jurídicos, políticos o morales que obliguen a ello. Por el contrario, el ejercicio independiente y libre de su derecho ciudadano a protestar masivamente da mayor autenticidad y legitimidad al movimiento, pero lo más importante es la zona de incertidumbre que crea el movimiento para obligar al gobierno a cumplir con los objetivos publicados por la protesta. El diálogo en este caso, solamente, habría generado acuerdos parciales, y restado fuerza a Los indignados de España. En el caso mexicano, negarse al diálogo hubiese encarecido el movimiento de pacificación ante el gobierno.
“Dentro del movimiento hay quienes critican el diálogo argumentando que Felipe Calderón es un mandatario espurio, carente de legitimidad. Planteado así, el asunto se vuelve una cuestión ideológica sin salida.”
Dentro y fuera del movimiento hay quienes criticamos el diálogo, no porque Felipe Calderón carezca de legitimidad, situación que viene arrastrando desde ocupó la presidencia en 2006. Estuvimos en contra de este diálogo específico y lo criticamos:
1. Porque era dialogar con el principal responsable de la estrategia de una guerra simulada que ha cobrado la vida de decenas de miles de mexicanos,
2. Porque era dialogar con el responsable de magnificar un problema para reprimir políticamente a los opositores y activistas,
3. Porque era dialogar con el responsable de la campaña mediática para justificar la intervención estadounidense con la presencia de agentes militares,
4. Porque era dialogar con el responsable de estar pidiendo ayudas económicas extranjeras para continuar la guerra de terror en el país,
5. Porque era dialogar con el responsable del combate parcial contra los rivales del cártel privilegiado que surte de droga a ciertos mercados nacionales y de Estados Unidos,
6. Porque era dialogar con el responsable de una guerra que inició hace cinco años, y pese a que no ha habido resultados favorables para el grueso de los ciudadanos en materia de seguridad, empleo ni educación, está empecinado en que siga muriendo gente.
Dialogar con quien ostenta autoritariamente el poder del Ejecutivo y toma decisiones discrecionales e irracionales de un grave problema público como la violencia es ser indiferente al hundimiento de este país y aceptar esa violencia como parte de nuestra normalidad pública. Y ello es un problema de dignidad, de conciencia, sí de ideología, pero también de políticas y de congruencia moral. Además, liderar un movimiento de pacificación e imponer posturas a las víctimas, también es violento.
Con respecto a que “el asunto se vuelve una cuestión ideológica sin salida”, debemos recordarle a Luis Hernández Navarro que hay una derecha digna que también rechaza la violencia como consecuencia de esta guerra simulada en México. Hay una derecha conciente que rechaza contundentemente la intervención estadounidense. Que hay una derecha responsable e inteligente que sabe que la democracia está relacionada directamente con el bienestar público y que el autoritarismo genera violencia y miseria. Que estas tesis no son sólo de izquierda, sino de información y sentido común. No toda la derecha es ciega y sumisa con el gobierno de Calderón, ni todas las izquierdas están de acuerdo entre sí. Es simplista y tendencioso por parte de Hernández reducir nuestra crítica a un asunto de posturas ideológicas, cuando en ello va la salud de un país.
“Un grupo de víctimas que cuestiona radicalmente su política dijo al jefe del Ejecutivo lo que quiso delante de los medios masivos de comunicación y Felipe Calderón les respondió. Se trata de un hecho inusitado en el país.”
Hay que recordar que no es la primera vez que se cuestiona a Calderón sobre su política de terror. Desde hace tiempo, es una práctica común, no sólo dentro de México sino fuera, como sucedió en la Universidad de Stanford. Que no la difundan los medios tradicionales, no significa que no suceda. Basta echar un vistazo por las redes sociales, la prensa alternativa y por Youtube para ver la información y los videos de los ciudadanos sin poder cuestionan de frente a Calderón después de una tragedia o en alguna de sus visitas a las ciudades más golpeadas como Oaxaca, Tijuana, Monterrey o Chiapas, a parte de Juárez. Lo inusitado, ciertamente, es que Calderón haya tenido disposición para reiterar su irresponsabilidad en medio de la parafernalia mediática.
“Para muchos de quienes consideran que su presidencia es espuria, la reunión fue un fracaso total, y hasta una traición. Para ellos, lo central no es la reivindicación de las víctimas, ni que éstas hayan dicho su palabra, ni la dignificación de su causa, ni que ante la opinión pública hayan dejado de ser sospechosas de defender delincuentes para convertirse en damnificados legítimos. No. Lo importante, según su lógica, es que Calderón se legitimó.”
Ésta es una suposición superficial de Luis Hernández que ya se respondió antes sobre el asunto de la legitimidad. Sin embargo, los resultados del encuentro con Calderón tampoco pueden ser explicados únicamente desde la personalidad de Sicilia y de la manera en que influyó sobre la gente, después del asesinato de su hijo. Ni siquiera podemos asumir una culpa colectiva ni como izquierda ni como pueblo mexicano por no estar de acuerdo ni con el Poeta ni mucho menos con Calderón. Sería una manera muy eficaz de desviar la atención del problema real con el responsable de estas decisiones que sólo han arrojado víctimas.
“Sin embargo, es importante mirar el diálogo desde otra perspectiva. El Movimiento por la Paz es, fundamentalmente, una convergencia de víctimas que reclama justicia, con un programa que cuestiona al conjunto de la clase política y no sólo al Presidente. No pone en el centro de su acción la legitimación o deslegitimación de la figura presidencial. No es un movimiento que mire de cara a las elecciones de 2012, ni que rija su acción a partir del fraude electoral de 2006. Es otra cosa, tiene otros orígenes, otro horizonte y otro lenguaje. Querer que se comporte como un movimiento social de oposición tradicional es renunciar a comprender su naturaleza y su lógica.”
Luis Hernández sólo ve un conjunto de víctimas que reclaman justicia, sin distinguirlas. Sin embargo, diferentes grupos de defensores de derechos humanos sin poder se preguntan ¿porqué fueron ignoradas nuestras propuestas? ¿Por qué Sicilia dijo a los juarenses “no mamen” e impuso sus propuestas ya redactadas previamente y eligió a las víctimas de manera autoritaria? ¿Por qué no estuvo nadie de los Reyes, si fueron seis familiares los que asesinaron? ¿No es violento y contradictorio? ¿No es un asunto tan delicado y lastimoso para un lugar que él mismo califica de “epicentro del dolor”? No se trata de una acusación arrogante, que sólo desenfocaría el punto, sino de dudas algo más que justificable. Por otra parte, el reclamo a la clase política vuelve a todos los políticos culpables, y como diría Hanna Arendt en el caso de Hitler, “donde todos son culpables nadie lo es”. Es muy ambiguo hacer responsables a “todos los políticos” del hundimiento de México. Pero decir: usted, Felipe Calderón es responsable de la muerte de 40 mil mexicanos por combatir parcialmente el narcotráfico y continuar con una estrategia militar fallida, que favorece ganancias para unos cuantos, resulta ser un juicio ciudadano con nombres y hechos, al margen si Calderón es legítimo o no. La naturaleza del conflicto no es pues electorera, se comprende bien, sino de violencia selectiva por la militarización del país.
“Lo que la izquierda no quiso, no supo o no pudo hacer fue conseguido por el poeta y su equipo. Hablando desde una cultura católica radical y pacifista y desde las víctimas logró agrupar el descontento social contra la militarización.”
El colega Hernández, al parecer, pretende desconocer los movimientos y acciones colectivas que han surgido desde que se magnificara el problema del narcotráfico y la violencia política con Salinas de Gortari. Habla de los presuntos fracasos de la izquierda, como si ésta hubiese surgido a raíz del fraude de 2006. Más aún, ubica a Sicilia como el único en dar cauce a las voces de descontento social. Habrá que refrescarle la memoria a Hernández, por justicia y respeto al trabajo de miles de activistas y víctimas asesinadas que levantaron la voz, no con descontento, sino con coraje e indignación, por la militarización del país y la estrategia de guerra. Habrá que recordarle a Hernández que Josefina Reyes, en Ciudad Juárez, fue asesinada de un balazo en la cabeza, según las denuncias de su propia hermana, de un balazo de militares, por denunciar las violaciones sistemáticas de estos elementos presuntamente de seguridad. Habrá que recordarle que el mismo Andrés Manuel López Obrador ha denunciado cotidianamente la militarización y la corrupción que implica el combate al tráfico de drogas, y que ha reunido miles de víctimas para expresar su repudio a la estrategia de guerra de Calderón. Y que por cierto, el movimiento de López Obrador se ha multiplicado por el empecinamiento e irracionalidad de las decisiones de Calderón. Habrá que recordarle a Luis Hernández que el liderazgo de Doña Rosario Ibarra también surgió años atrás, precisamente, del dolor de un hijo desaparecido a manos de las fuerzas del poder. Y la lista la podemos seguir, sobre todo casos paradigmáticos como los de Chihuahua con la represión de los Rarámuris, con la desaparecida Alicia de los Ríos, o los zapatistas en Chiapas, y tantos casos que han dado pie a movimientos de protesta ciudadana. Llama la atención todos estos olvidos de un articulista como Luis Hernández Navarro en un diario que ha venido jugando la postura ideológica de “izquierda” y ha dado cuenta, al menos parcialmente, de todos estos liderazgos surgidos por el dolor y la represión política.
“En los claroscuros del encuentro es posible encontrar un hecho de gran relevancia: las víctimas se han convertido en sujetos de cambio. Eso tiene más importancia para el país y su democratización que el que Felipe Calderón se haya fortalecido a corto plazo.”
Las víctimas no son sólo las elegidas por Sicilia. Hay más de 40 mil familias que sufren la pérdida de un ser querido. Pero somos cien millones de mexicanos que perdemos día a día la posibilidad de tener una vida digna con nuestras familias. El que le den una compensación a una madre a la que le asesinaron a sus hijos, no resuelve esta situación de violencia y malestar contra los ciudadanos de a pie. Se beneficia parcialmente una familia, es decir, se genera un bien privado, no público, como sería lo racional para cualquier gobierno responsable. Además, ¿cómo podría fortalecerse la democratización del país con un diálogo donde el responsable impone sus decisiones y la víctima asiente? ¿Cuál es el ejercicio realmente democrático? En todo el artículo, Luis Hernández descalifica a la izquierda por cuestionar, según él, la legitimidad de Calderón. Pero concluye su exposición intentando legitimar con un grupo de víctimas la autocracia mexicana como si se tratase de una democracia “normal”. Una trampa ideológica que habría que ser muy ingenuo para pasar inadvertida. México no es un estado democrático ni siquiera formalmente, porque no tenemos en nuestra historia política unas elecciones donde no haya la sombra del fraude. Y si las elecciones periódicas con amplios márgenes de dudas sobre su legalidad, no legitiman a un estado como democracia ¿por qué habrían de otorgar esta legitimidad un grupo de víctimas de violencia?
Luis Hernández Navarro escribe:
“Los medios de comunicación y los periodistas tradicionalmente afines al gobierno federal lo presentan como una muestra de la capacidad de Felipe Calderón de escuchar a sus detractores.”
Guadalupe Lizárraga escribe:
De acuerdo a la observación de Luis Hernández Navarro, La Jornada entraría en este grupo de medios. La publicidad gubernamental en un país como México donde se simulan las prácticas democráticas y las libertades, condiciona la postura de los medios de comunicación frente a los sucesos de la vida pública.
“Sectores importantes de la izquierda y el mundo intelectual lo cuestionan.” (a Javier Sicilia)
Hay que señalarle al colega Hernández que el cuestionamiento no es meramente ideológico. Pero si con ello pretende descalificar una de las posturas de la izquierda mexicana, tendría que sustentar que la estrategia militar está desprovista de una postura jurídico-política, es decir, ideológica.
Por otra parte, el cuestionamiento, es en primer lugar, por los resultados de la política de combate al narcotráfico adoptada durante todo este tiempo los cuales no sólo no han modificado la percepción de inseguridad, sino que además del saldo escandaloso de miles de muertos, no han sido consistentes con los objetivos anunciados por el gobierno. Por el contrario, se han elevado las ganancias para los miembros de los cárteles privilegiados, para los proveedores de armas, y para los cuerpos de seguridad a quienes se les han aumentado considerablemente sus presupuestos y beneficios laborales, en detrimento del bienestar del resto de la población. Se ha fortalecido la industria del tráfico y del consumo en el propio país. Así da cuenta el reporte de Naciones Unidas, por región, por droga, por fecha y por resultados. La estrategia de combate y militarización del país es pues un hecho de grave irresponsabilidad e injusticia, no sólo de quien se empecina en continuar la estrategia, sino en quienes la apoyan.
“No debiera ser una cuestión de principios, sino de correlación de fuerzas. Toda lucha que no sea insurreccional –e incluso ésta en ciertos momentos– está obligada a negociar con el gobierno. Más aún, una movilización que exige justicia, reparación de daños y modificación de políticas tiene el imperativo de dialogar.”
Cualquier lucha que denuncie la irracionalidad de las políticas gubernamentales, o la incapacidad del gobierno para atender las demandas ciudadanas y exigir un cambio de estrategia es insurreccional. El colega Hernández debería comprender que hay luchas pacíficas de ciudadanías que su principal fuerza es su negación a negociar con el opresor. El ejemplo más reciente es el del 15M de España, un movimiento que creció negándose al diálogo con los gobernantes. La rebelión ciudadana española es en contra del Estado que rescata a los ricos y que termina por endeudarse masivamente pasando el costo a los ciudadanos de a pie. ¿Es una correlación de fuerzas? Sí, de ciudadanos organizados contra gobierno y sus instituciones. ¿Es una cuestión de principios? Sí, están implícitos en la postura moral ciudadana que exige acciones congruentes del gobierno con los valores y principios de la democracia real. ¿Está obligado el movimiento a negociar con el gobierno? No, de ninguna manera. No hay un argumento o acción jurídicos, políticos o morales que obliguen a ello. Por el contrario, el ejercicio independiente y libre de su derecho ciudadano a protestar masivamente da mayor autenticidad y legitimidad al movimiento, pero lo más importante es la zona de incertidumbre que crea el movimiento para obligar al gobierno a cumplir con los objetivos publicados por la protesta. El diálogo en este caso, solamente, habría generado acuerdos parciales, y restado fuerza a Los indignados de España. En el caso mexicano, negarse al diálogo hubiese encarecido el movimiento de pacificación ante el gobierno.
“Dentro del movimiento hay quienes critican el diálogo argumentando que Felipe Calderón es un mandatario espurio, carente de legitimidad. Planteado así, el asunto se vuelve una cuestión ideológica sin salida.”
Dentro y fuera del movimiento hay quienes criticamos el diálogo, no porque Felipe Calderón carezca de legitimidad, situación que viene arrastrando desde ocupó la presidencia en 2006. Estuvimos en contra de este diálogo específico y lo criticamos:
1. Porque era dialogar con el principal responsable de la estrategia de una guerra simulada que ha cobrado la vida de decenas de miles de mexicanos,
2. Porque era dialogar con el responsable de magnificar un problema para reprimir políticamente a los opositores y activistas,
3. Porque era dialogar con el responsable de la campaña mediática para justificar la intervención estadounidense con la presencia de agentes militares,
4. Porque era dialogar con el responsable de estar pidiendo ayudas económicas extranjeras para continuar la guerra de terror en el país,
5. Porque era dialogar con el responsable del combate parcial contra los rivales del cártel privilegiado que surte de droga a ciertos mercados nacionales y de Estados Unidos,
6. Porque era dialogar con el responsable de una guerra que inició hace cinco años, y pese a que no ha habido resultados favorables para el grueso de los ciudadanos en materia de seguridad, empleo ni educación, está empecinado en que siga muriendo gente.
Dialogar con quien ostenta autoritariamente el poder del Ejecutivo y toma decisiones discrecionales e irracionales de un grave problema público como la violencia es ser indiferente al hundimiento de este país y aceptar esa violencia como parte de nuestra normalidad pública. Y ello es un problema de dignidad, de conciencia, sí de ideología, pero también de políticas y de congruencia moral. Además, liderar un movimiento de pacificación e imponer posturas a las víctimas, también es violento.
Con respecto a que “el asunto se vuelve una cuestión ideológica sin salida”, debemos recordarle a Luis Hernández Navarro que hay una derecha digna que también rechaza la violencia como consecuencia de esta guerra simulada en México. Hay una derecha conciente que rechaza contundentemente la intervención estadounidense. Que hay una derecha responsable e inteligente que sabe que la democracia está relacionada directamente con el bienestar público y que el autoritarismo genera violencia y miseria. Que estas tesis no son sólo de izquierda, sino de información y sentido común. No toda la derecha es ciega y sumisa con el gobierno de Calderón, ni todas las izquierdas están de acuerdo entre sí. Es simplista y tendencioso por parte de Hernández reducir nuestra crítica a un asunto de posturas ideológicas, cuando en ello va la salud de un país.
“Un grupo de víctimas que cuestiona radicalmente su política dijo al jefe del Ejecutivo lo que quiso delante de los medios masivos de comunicación y Felipe Calderón les respondió. Se trata de un hecho inusitado en el país.”
Hay que recordar que no es la primera vez que se cuestiona a Calderón sobre su política de terror. Desde hace tiempo, es una práctica común, no sólo dentro de México sino fuera, como sucedió en la Universidad de Stanford. Que no la difundan los medios tradicionales, no significa que no suceda. Basta echar un vistazo por las redes sociales, la prensa alternativa y por Youtube para ver la información y los videos de los ciudadanos sin poder cuestionan de frente a Calderón después de una tragedia o en alguna de sus visitas a las ciudades más golpeadas como Oaxaca, Tijuana, Monterrey o Chiapas, a parte de Juárez. Lo inusitado, ciertamente, es que Calderón haya tenido disposición para reiterar su irresponsabilidad en medio de la parafernalia mediática.
“Para muchos de quienes consideran que su presidencia es espuria, la reunión fue un fracaso total, y hasta una traición. Para ellos, lo central no es la reivindicación de las víctimas, ni que éstas hayan dicho su palabra, ni la dignificación de su causa, ni que ante la opinión pública hayan dejado de ser sospechosas de defender delincuentes para convertirse en damnificados legítimos. No. Lo importante, según su lógica, es que Calderón se legitimó.”
Ésta es una suposición superficial de Luis Hernández que ya se respondió antes sobre el asunto de la legitimidad. Sin embargo, los resultados del encuentro con Calderón tampoco pueden ser explicados únicamente desde la personalidad de Sicilia y de la manera en que influyó sobre la gente, después del asesinato de su hijo. Ni siquiera podemos asumir una culpa colectiva ni como izquierda ni como pueblo mexicano por no estar de acuerdo ni con el Poeta ni mucho menos con Calderón. Sería una manera muy eficaz de desviar la atención del problema real con el responsable de estas decisiones que sólo han arrojado víctimas.
“Sin embargo, es importante mirar el diálogo desde otra perspectiva. El Movimiento por la Paz es, fundamentalmente, una convergencia de víctimas que reclama justicia, con un programa que cuestiona al conjunto de la clase política y no sólo al Presidente. No pone en el centro de su acción la legitimación o deslegitimación de la figura presidencial. No es un movimiento que mire de cara a las elecciones de 2012, ni que rija su acción a partir del fraude electoral de 2006. Es otra cosa, tiene otros orígenes, otro horizonte y otro lenguaje. Querer que se comporte como un movimiento social de oposición tradicional es renunciar a comprender su naturaleza y su lógica.”
Luis Hernández sólo ve un conjunto de víctimas que reclaman justicia, sin distinguirlas. Sin embargo, diferentes grupos de defensores de derechos humanos sin poder se preguntan ¿porqué fueron ignoradas nuestras propuestas? ¿Por qué Sicilia dijo a los juarenses “no mamen” e impuso sus propuestas ya redactadas previamente y eligió a las víctimas de manera autoritaria? ¿Por qué no estuvo nadie de los Reyes, si fueron seis familiares los que asesinaron? ¿No es violento y contradictorio? ¿No es un asunto tan delicado y lastimoso para un lugar que él mismo califica de “epicentro del dolor”? No se trata de una acusación arrogante, que sólo desenfocaría el punto, sino de dudas algo más que justificable. Por otra parte, el reclamo a la clase política vuelve a todos los políticos culpables, y como diría Hanna Arendt en el caso de Hitler, “donde todos son culpables nadie lo es”. Es muy ambiguo hacer responsables a “todos los políticos” del hundimiento de México. Pero decir: usted, Felipe Calderón es responsable de la muerte de 40 mil mexicanos por combatir parcialmente el narcotráfico y continuar con una estrategia militar fallida, que favorece ganancias para unos cuantos, resulta ser un juicio ciudadano con nombres y hechos, al margen si Calderón es legítimo o no. La naturaleza del conflicto no es pues electorera, se comprende bien, sino de violencia selectiva por la militarización del país.
“Lo que la izquierda no quiso, no supo o no pudo hacer fue conseguido por el poeta y su equipo. Hablando desde una cultura católica radical y pacifista y desde las víctimas logró agrupar el descontento social contra la militarización.”
El colega Hernández, al parecer, pretende desconocer los movimientos y acciones colectivas que han surgido desde que se magnificara el problema del narcotráfico y la violencia política con Salinas de Gortari. Habla de los presuntos fracasos de la izquierda, como si ésta hubiese surgido a raíz del fraude de 2006. Más aún, ubica a Sicilia como el único en dar cauce a las voces de descontento social. Habrá que refrescarle la memoria a Hernández, por justicia y respeto al trabajo de miles de activistas y víctimas asesinadas que levantaron la voz, no con descontento, sino con coraje e indignación, por la militarización del país y la estrategia de guerra. Habrá que recordarle a Hernández que Josefina Reyes, en Ciudad Juárez, fue asesinada de un balazo en la cabeza, según las denuncias de su propia hermana, de un balazo de militares, por denunciar las violaciones sistemáticas de estos elementos presuntamente de seguridad. Habrá que recordarle que el mismo Andrés Manuel López Obrador ha denunciado cotidianamente la militarización y la corrupción que implica el combate al tráfico de drogas, y que ha reunido miles de víctimas para expresar su repudio a la estrategia de guerra de Calderón. Y que por cierto, el movimiento de López Obrador se ha multiplicado por el empecinamiento e irracionalidad de las decisiones de Calderón. Habrá que recordarle a Luis Hernández que el liderazgo de Doña Rosario Ibarra también surgió años atrás, precisamente, del dolor de un hijo desaparecido a manos de las fuerzas del poder. Y la lista la podemos seguir, sobre todo casos paradigmáticos como los de Chihuahua con la represión de los Rarámuris, con la desaparecida Alicia de los Ríos, o los zapatistas en Chiapas, y tantos casos que han dado pie a movimientos de protesta ciudadana. Llama la atención todos estos olvidos de un articulista como Luis Hernández Navarro en un diario que ha venido jugando la postura ideológica de “izquierda” y ha dado cuenta, al menos parcialmente, de todos estos liderazgos surgidos por el dolor y la represión política.
“En los claroscuros del encuentro es posible encontrar un hecho de gran relevancia: las víctimas se han convertido en sujetos de cambio. Eso tiene más importancia para el país y su democratización que el que Felipe Calderón se haya fortalecido a corto plazo.”
Las víctimas no son sólo las elegidas por Sicilia. Hay más de 40 mil familias que sufren la pérdida de un ser querido. Pero somos cien millones de mexicanos que perdemos día a día la posibilidad de tener una vida digna con nuestras familias. El que le den una compensación a una madre a la que le asesinaron a sus hijos, no resuelve esta situación de violencia y malestar contra los ciudadanos de a pie. Se beneficia parcialmente una familia, es decir, se genera un bien privado, no público, como sería lo racional para cualquier gobierno responsable. Además, ¿cómo podría fortalecerse la democratización del país con un diálogo donde el responsable impone sus decisiones y la víctima asiente? ¿Cuál es el ejercicio realmente democrático? En todo el artículo, Luis Hernández descalifica a la izquierda por cuestionar, según él, la legitimidad de Calderón. Pero concluye su exposición intentando legitimar con un grupo de víctimas la autocracia mexicana como si se tratase de una democracia “normal”. Una trampa ideológica que habría que ser muy ingenuo para pasar inadvertida. México no es un estado democrático ni siquiera formalmente, porque no tenemos en nuestra historia política unas elecciones donde no haya la sombra del fraude. Y si las elecciones periódicas con amplios márgenes de dudas sobre su legalidad, no legitiman a un estado como democracia ¿por qué habrían de otorgar esta legitimidad un grupo de víctimas de violencia?
Calderón en el ‘país de las maravillas’
José Gil Olmos
29 de junio de 2011
MÉXICO, D.F., (apro).- En el mundo de Felipe Calderón hay una lógica de poder que, en la medida de los resultados y de frente ante la realidad, es todo lo contrario. Algo así como Alicia en el país de las maravillas.
A lo largo de su gobierno hay señales que marcan este estilo de pensar y de gobernar. Por ejemplo, ahora que se alza como un presidente demócrata, contrario a las viejas formas del presidencialismo priista, que es capaz de abrir las puertas del poder para que entre la sociedad civil a dialogar en la misma mesa, se olvida que su primer pacto político lo hizo con Elba Esther Gordillo, quien le alzó la mano ungiéndolo como el triunfador en el 2006, a pesar de que el Instituto Federal Electoral (IFE) aún no daba los resultados finales de los comicios.
Otro ejemplo igualmente memorable es la declaración de guerra que Calderón hizo al narcotráfico y que ahora niega rotundamente, a pesar de que en varios medios salieron a relucir sus propias palabras aludiendo a esta afirmación que hoy ha corregido, al señalar que se trata de una lucha contra la inseguridad.
Pero quizá lo más reciente sea el diálogo que tuvo en el Castillo de Chapultepec con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia.
Al concluir ese encuentro, Calderón ha querido capitalizarlo a través de entrevistas y en varios eventos como el mejor momento de su gobierno, sin ver que fue lo contrario: el momento en que la sociedad civil, las víctimas de su guerra absurda, hicieron el reclamo más fuerte de seguridad y justicia, que son las principales deficiencias de su gobierno.
En su mundo, Calderón vio el encuentro de Chapultepec como una oportunidad de lucimiento y no como el diálogo al que está obligado con un sector de la sociedad lastimado por su empecinamiento.
Es decir, en su mundo, Calderón tomó el reclamo de las víctimas para que cambie su política militar y policiaca de combate al crimen organizado, como una oportunidad para ratificar su voluntad de seguir el mismo camino de la guerra con miles de muertes civiles a las que ha llamado “daños colaterales”.
Desde su lógica de poder, tomó el encuentro con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad como un gesto bondadoso de su parte, como una buena acción de samaritano, como una señal de buena fe ante quienes no están de acuerdo con él.
Así, de la tragedia relatada en la misma mesa que compartió con mujeres y hombres dolidos por la muerte de uno de los suyos, vio la oportunidad de salir airoso como el presidente de la democracia y que, a diferencia de los mandatarios autoritarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI), él si es capaz de sentarse a escuchar a sus adversarios, aunque sin tomar en cuenta lo que éstos propusieron.
Desde los jardines de Los Pinos, Felipe Calderón mira al país con un talante distinto. Por ejemplo, de las historias de terror, abandono e impunidad que fueron expuestas en Chapultepec, al día siguiente dijo que se había tratado de un diálogo “franco, emotivo y muy difícil”, sin darle el sentido real al reclamo que le plantaron en la cara, entre ellos y uno de los más fuertes, el que hizo Julián Le Barón, quien pidió en vano que modificara la estrategia anticrimen para no pasar a la historia como “el presidente de los 40 mil muertos”.
Desde su burbuja, Calderón tomó con aires de héroe la tarea histórica de ser el responsable de estas miles de muertes, como lo hiciera Gustavo Díaz Ordaz en 1968, cuando, al dejar la Presidencia, asumió la responsabilidad por la matanza de Tlatelolco. Sólo la muerte lo salvó de ser llevado a juicio por tribunales internacionales.
Desde su posición, Calderón mira todo a su conveniencia y cuando explica la evolución del poder de los narcotraficantes mexicanos, cobrando impuestos, dominando territorio, imponiendo su ley frente a las autoridades, lo que describe sin darse cuenta es el fracaso del Estado ante el crimen organizado.
Pero quizá lo más grave es que, queriendo pasar como demócrata, se cierra ante la demanda ciudadana de cambiar su estrategia militar y policial de combate al crimen organizado, y sostiene que, “hasta con piedras”, enfrentaría a los malos, echando mano de la violencia en lugar de la inteligencia.
29 de junio de 2011
MÉXICO, D.F., (apro).- En el mundo de Felipe Calderón hay una lógica de poder que, en la medida de los resultados y de frente ante la realidad, es todo lo contrario. Algo así como Alicia en el país de las maravillas.
A lo largo de su gobierno hay señales que marcan este estilo de pensar y de gobernar. Por ejemplo, ahora que se alza como un presidente demócrata, contrario a las viejas formas del presidencialismo priista, que es capaz de abrir las puertas del poder para que entre la sociedad civil a dialogar en la misma mesa, se olvida que su primer pacto político lo hizo con Elba Esther Gordillo, quien le alzó la mano ungiéndolo como el triunfador en el 2006, a pesar de que el Instituto Federal Electoral (IFE) aún no daba los resultados finales de los comicios.
Otro ejemplo igualmente memorable es la declaración de guerra que Calderón hizo al narcotráfico y que ahora niega rotundamente, a pesar de que en varios medios salieron a relucir sus propias palabras aludiendo a esta afirmación que hoy ha corregido, al señalar que se trata de una lucha contra la inseguridad.
Pero quizá lo más reciente sea el diálogo que tuvo en el Castillo de Chapultepec con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia.
Al concluir ese encuentro, Calderón ha querido capitalizarlo a través de entrevistas y en varios eventos como el mejor momento de su gobierno, sin ver que fue lo contrario: el momento en que la sociedad civil, las víctimas de su guerra absurda, hicieron el reclamo más fuerte de seguridad y justicia, que son las principales deficiencias de su gobierno.
En su mundo, Calderón vio el encuentro de Chapultepec como una oportunidad de lucimiento y no como el diálogo al que está obligado con un sector de la sociedad lastimado por su empecinamiento.
Es decir, en su mundo, Calderón tomó el reclamo de las víctimas para que cambie su política militar y policiaca de combate al crimen organizado, como una oportunidad para ratificar su voluntad de seguir el mismo camino de la guerra con miles de muertes civiles a las que ha llamado “daños colaterales”.
Desde su lógica de poder, tomó el encuentro con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad como un gesto bondadoso de su parte, como una buena acción de samaritano, como una señal de buena fe ante quienes no están de acuerdo con él.
Así, de la tragedia relatada en la misma mesa que compartió con mujeres y hombres dolidos por la muerte de uno de los suyos, vio la oportunidad de salir airoso como el presidente de la democracia y que, a diferencia de los mandatarios autoritarios del Partido Revolucionario Institucional (PRI), él si es capaz de sentarse a escuchar a sus adversarios, aunque sin tomar en cuenta lo que éstos propusieron.
Desde los jardines de Los Pinos, Felipe Calderón mira al país con un talante distinto. Por ejemplo, de las historias de terror, abandono e impunidad que fueron expuestas en Chapultepec, al día siguiente dijo que se había tratado de un diálogo “franco, emotivo y muy difícil”, sin darle el sentido real al reclamo que le plantaron en la cara, entre ellos y uno de los más fuertes, el que hizo Julián Le Barón, quien pidió en vano que modificara la estrategia anticrimen para no pasar a la historia como “el presidente de los 40 mil muertos”.
Desde su burbuja, Calderón tomó con aires de héroe la tarea histórica de ser el responsable de estas miles de muertes, como lo hiciera Gustavo Díaz Ordaz en 1968, cuando, al dejar la Presidencia, asumió la responsabilidad por la matanza de Tlatelolco. Sólo la muerte lo salvó de ser llevado a juicio por tribunales internacionales.
Desde su posición, Calderón mira todo a su conveniencia y cuando explica la evolución del poder de los narcotraficantes mexicanos, cobrando impuestos, dominando territorio, imponiendo su ley frente a las autoridades, lo que describe sin darse cuenta es el fracaso del Estado ante el crimen organizado.
Pero quizá lo más grave es que, queriendo pasar como demócrata, se cierra ante la demanda ciudadana de cambiar su estrategia militar y policial de combate al crimen organizado, y sostiene que, “hasta con piedras”, enfrentaría a los malos, echando mano de la violencia en lugar de la inteligencia.
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