Inmenso dolor el que ha causado Calderón a México |
Luciano Campos Garza
1 de julio de 2011 · Sin comentarios
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MONTERREY, N.L. (apro).- Otilio Cantú González, padre de un civil acribillado por militares vestidos de policías en abril pasado, en esta ciudad, exigió al presidente Felipe Calderón que reconozca los crímenes cometidos por miembros del Ejército en la lucha contra el crimen organizado.
Cantú González, médico de profesión, recordó que en la reunión del 23 de junio con el escritor y activista Javier Sicilia, que lidera la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad, el mandatario pidió perdón por las víctimas inocentes, pero defendió su estrategia de mantener al Ejército en las calles para combatir a los criminales.
Lamentó que el jefe del Ejecutivo no reprochó la acción de soldados que violan la ley, como los siete que actualmente son procesados por el asesinato de su hijo Jorge Otilio Cantú Cantú, cometido el 18 de abril, en la colonia Las Brisas, al sur de esta ciudad.
El joven, que regresaba de su luna de miel, fue acribillado de 19 disparos por militares que inicialmente alegaron que pereció en fuego cruzado, aunque después se comprobó que lo habían atacado en forma directa, aparentemente confundiéndolo con un delincuente.
Este 2 de julio Jorge Otilio cumpliría 30 años.
“Usted pidió perdón, sí, pero no por proteger a las víctimas a manos de criminales y no por actuar sobre ellos con la celeridad debida, y que son (los criminales) los que están matando a estas víctimas. No me arrepiento, concluyó, de enviar a las fuerzas federales a combatir a los criminales.
“Yo le pregunto, ¿qué no son igual de criminales las fuerzas federales que masacraron a mi hijo Jorge Otilio y que envió de apoyo a Nuevo León?, y, ojo, no se vaya a confundir, no estoy generalizando. Pero no es el único caso en donde soldados infringen sus códigos de honor y denigran así su prestigio y su presencia”, señaló en un texto que escribió con motivo de los sucesos posteriores al crimen de su hijo, quien al momento del incidente, cumplía, apenas, dos semanas de casado y regresaba a incorporarse a su trabajo tras su luna de miel.
En otra parte del texto, Cantú González cuestiona al presidente si los elementos del Ejército son sometidos a pruebas de confianza y si están capacitados para hacer trabajo policiaco en la ciudad.
Recordó que el día de los hechos, el coche de su hijo recibió casi 40 disparos; el hombre murió de 19 balazos, de los cuales, cuatro fueron a quemarropa en la cara.
Señala que actualmente no sabe quién juzgará a los militares involucrados en el asesinato, pues la Procuraduría General de Justicia del estado inició las averiguaciones, que luego turnó a una corte militar que, posteriormente, regresó por incompetente al fuero común.
“¿Por qué estar dejando transcurrir el tiempo, será para que pase la memoria dolorosa de un inocente muerto más en esta guerra insensata y cruel asesinato por fuerzas federales? ¿Le será tan difícil a un tribunal colegiado tomar una decisión que podría reivindicar al Poder Judicial tan criticado últimamente (…)?”
El doctor Cantú González se despide haciéndole un reclamo directo a Calderón Hinojosa: “¿Nos acostumbraremos a la ausencia de nuestro hijo? ¿Se acostumbraría usted, señor presidente? Ni nosotros, ni todos los padres agraviados olvidaremos jamás las injusticias, no de la vida, sino de las autoridades carentes de interés en resolver los crímenes, ya sea por dolo, impunidad por corrupción, ineptitud o por fuero”.
El martes 7 de junio, Cantú fue uno de los oradores de la manifestación en Monterrey de la Caravana, que reunió a unas tres mil personas en la Plaza de Colegio Civil.
Él mismo estaba programado para tomar la palabra en el encuentro con Calderón pero, según refiere, ya estando en la Ciudad de México, tuvo problemas de salud que le impidieron acudir a la cita en el Castillo de Chapultepec.
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