http://themexicantimes.mx/guerra-civil-en-mexico/
El pasado martes 20 de octubre nos estremeció la terrible noticia de que en Ajalpan, municipio dePuebla, gobernado por el PRI, lincharon a dos jóvenes encuestadores porque la turba, vía whatsapp, sospechó que eran secuestradores a pesar de que ambos jóvenes se identificaron plenamente. El gobierno del estado supo del conflicto dos horas antes de los linchamientos y no hizo nada.
En total en una semana en Puebla se ejecutaron 3 linchamientos.
En los últimos dos meses han sido varias las notas rojas que reportan que en varios municipios delEstado de México ciudadanos golpean, torturan o asesinan a asaltantes que intentaban despojarles de sus prendas en el transporte público. El caso más sonado fue el de dos asaltantes a los que literalmente les picaron los ojos para que no pudieran reconocer a sus “justicieros” y tomar represalias.
La actitud de los asaltantes ahora es más violenta: frente a la posibilidad de ser golpeados por la población, jalan del gatillo a la menor provocación.
Lejos de aplaudir o criminalizar la autodefensa de la ciudadanía tenemos que preguntarnos, ¿qué pasa en México que hemos llegado a tales niveles de barbarie?
La ausencia del Estado en tantos territorios del país, la indolente actitud de las autoridades, y el creciente clima de impunidad, han llevado a la población a un nivel de indefensión tal que recurren a medidas desesperadas, ¿quién en su sano juicio preferiría bañarse en sangre para evitar que por enésima ocasión le arrebaten sus propiedades?
Los casos de linchamiento son siempre una alarma, las turbas enardecidas siempre son peligrosas, pero son incontrolables y serán más comunes cuando no hay autoridad capaz de dar certezas de seguridad y confiabilidad.
En el México de la corrupción y la impunidad la mayoría de la población estamos en una especie de muerte social, me refiero a que sabemos o percibimos que en cualquier momento podemos ser asesinadas/os o desaparecidas/os, sobre todo las mujeres (50% de la población), las juventudes (32% de la población), las y los activistas, las y los periodistas, y la gente pobre (68 millones de Méxicanas/os), ni qué decir de los grupos originarios quienes han sido aniquilados y desplazados desde la conquista española hasta nuestros días, para ellos no es novedad.
Es por eso que se podría declarar una guerra civil en México, no sólo entre jóvenes usados para elsicariato, sino entre asaltantes y asaltadas/os, entre poblaciones y cualquier que sea ajena/o a su comunidad, y con los altísimos y crecientes niveles de feminicidios (problema estructural que tiene sus orígenes en el patriarcado pero encuentra un caldo de cultivo en la impunidad y la corrupción), también entre mujeres y hombres.
México a treinta años de neoliberalismo pasó de ser un estado fallido a ser un territorio con múltiples guerras civiles.
…
De resaltar son los casos de mujeres quienes asesinan hombres, casi siempre ex parejas violentas de las que la mujer se defiende. Invariablemente detienen en estos casos que son aislados en comparación con los feminicidios (al día se cometen más de 7 feminicidios en el país y el 99% queda en la impunidad), la victimaria es detenida. Ahí sí que no hay impunidad. Justicia patriarcal, que le llaman.