jueves, 2 de octubre de 2008

2 de Octubre del 2008 : más imágenes







2 de Octubre del 2008

Miles de Jóvenes estudiantes , Maestros y sindicalistas universitarios, marcharon para recordar la matanza de Tlatelolco, pero también para expresar su decepción por lo que México hoy, no puede ofrecerles:
Ni presente, ni futuro.
















1968: lo que el viento nos dejó. Víctor Manuel Toledo

Cuatro décadas. Cuatro ráfagas que sin querer dejaron huellas indelebles y eternas. Y la memoria sigue viva. Y el recuerdo sigue latiendo como el corazón de un gigante. No obstante que fui actor, testigo y propulsor de ese movimiento civil y político, casi nada escribí sobre el 68, salvo un ensayo político literario publicado un año después en la Revista de la Universidad de México, y dos poemas que Marco Antonio Campos incluyó en una antología en 1980. Lo que sí dije siempre, con orgullo y pasión, es que formo parte de “la generación que levantó los adoquines del mundo”, no sólo para mirar al mar, sino para volverlo eterno. Tan estremecedores fueron esos días, que al igual que muchos otros quedé atado, y para siempre, a una generación, a un sueño, a un compromiso, a un nacimiento y a un comienzo de historia. Hoy, 40 años después, me siguen resonando las manifestaciones silenciosas, las huidas de la represión del ejército, la fuerza de nuestras voces jóvenes formando un entramado indestructible, las asambleas efervescentes, nuestro derecho a cuestionar.
Hoy, los vendavales y las ventiscas de estos 40 años se han llevado infinidad de detalles, vivencias, percepciones, asombros y muchos ecos. También el viento se llevó a dirigentes notables, quienes fueron rápidamente devorados por el “orden y el progreso”, y acabaron convertidos en funcionarios públicos, ministros, subsecretarios, expertos internacionales, locutores del régimen, jilgueros, intelectuales reaccionarios, cómodos adoradores de la normalidad. Mas es, sin embargo, lo que el viento nos dejó. Alcanzo a vislumbrar cuatro enormes y trascendentes legados, que llegan enteros e intocados: i) la democracia y los derechos humanos como eje y basamento de la protesta social, ii) el nacimiento de la sociedad civil de México, iii) la universalización de lo mexicano, y iv) una suerte de “seguridad histórica”.
Con una historia casi eterna de tlatoanis (déspotas), que se mide en miles de años porque hunde sus raíces en la antigua Mesoamérica, México no alcanza aún a romper esa tradición ominosa, no consigue convertirse en un país verdaderamente democrático. Los fraudes electorales de 1988 y de 2006 mantienen vigente lo vivido en 1968. A principios de los años 60, en la UNAM, el Politécnico y otras universidades, aquellos jóvenes, nosotros, vivimos y practicamos a pequeña escala el sueño de la democracia. Las “sociedades de alumnos” de cada escuela y facultad se regían por los comités ejecutivos con duración de un año, elegidos por voto directo y el libre juego de planillas. Supimos entonces lo que era la discusión pública de proyectos, las elecciones y la asamblea como medio supremo de todo plebiscito. Todo ello a pesar del régimen, autoritario y corporativo, del partido único, de la “democracia perfecta”. El Consejo General de Huelga fue entonces no una comuna estudiantil, sino una “asamblea de asambleas” de escala nacional.
La segunda aportación tiene que ver con el surgimiento de la sociedad civil. En una época donde toda actividad política estaba bajo el control corporativo del partido convertido en gobierno y viceversa, no existían más que excepcionalmente cuerpos organizados realmente independientes y soberanos. Sindicatos, uniones campesinas, agrupaciones sociales, núcleos de profesionistas, e incluso los otros “partidos políticos” (salvo el PAN y el Partido Comunista en la clandestinidad) se movían en función del aparato de poder. El movimiento estudiantil que paralizó al país en unas cuantas semanas, rompió décadas, si no es que siglos, de sujeción de la ciudadanía no partidaria o sindical, y se hizo la voz de un nuevo sector de la sociedad mexicana: la emergente clase media.
El 68 marca también el inicio de la integración de México al mundo de manera doble: por la insurgencia juvenil, que conecta a toda una generación con sus contrapartes de Francia, Checoeslovaquia, Alemania, Estados Unidos, Argentina... y por los Juegos Olímpicos que pusieron las miradas del mundo en la sociedad mexicana. Aún mantengo nítida una escena: Marcelino Perelló, dirigente, 21 años, ofreciendo una conferencia de prensa en la explanada de la Facultad de Ciencias de la UNAM ante decenas de cámaras y micrófonos de los periodistas venidos de todas partes del mundo. Como todo parto, la entrada de México al mundo fue un acto inmensamente doloroso (Tlaltelolco) que devino celebración (las Olimpiadas). En unos cuantos días, los mexicanos nos hicimos universales, es decir, parte del mundo.
El movimiento del 68 también dotó a mi generación de una cierta “seguridad histórica”, de una nueva capacidad para tomar distancia frente a la abrumadora inmediatez de la realidad. Esta habilidad para mirar a distancia, ha sido la fórmula secreta que promovió todo un alud de aportes. Las innumerables innovaciones mexicanas de las últimas décadas en ciencias, artes (incluido el cine), humanidades y tecnología, reconocidas mundialmente proceden, a mi juicio, de ese nuevo rasgo. El 68, fue nuestra prueba de fuego, pero también el blindaje que necesitábamos para desafiar. Nos volvimos irreverentes y atrevidos, y fue esa actitud ya atemperada la que nos dio una plataforma firme para la innovación.
Todo recuerdo se piensa y se siente. Para quienes en plena adolescencia vivimos el 68, su recuerdo es un nudo del que jamás nos libraremos. Un nudo en la garganta y en el vientre. Un trauma y una fiesta. Ahí nacimos como generación y esto es lo que nos mantiene vivos y vigentes. La resistencia ciudadana y las batallas por la democracia y los derechos esenciales de hoy se nutren, mediante vasos comunicantes profundos e invisibles, del 68. Lo que vendrá también. En el molino lento de la historia cuatro décadas no son más que un suspiro. Los seres humanos, hay que aceptarlo, vivimos atrapados por la cortedad de nuestra propia existencia. Y, sin embargo, acudir a la memoria siempre será un acto heroico, una tarea obligada y una acción trascendente.

Calderón se “aventó como el Borras” a combatir el crimen organizado: Coparmex


¿ Para que chingaos lo impusieron ?




Ulises Gutiérrez Ruelas (Corresponsal)

Hermosillo, Son., 1º de octubre. El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Ricardo González Sada, dijo hoy que Felipe Calderón se equivocó al declarar una guerra a la delincuencia cuando el Estado mexicano no estaba preparado.

“Entiendo la urgencia que debe haber tenido Calderón a la hora que se sentó en la silla y se dio cuenta que había estados que estaban fuera del control del estado de derecho, o de las autoridades legítimas, y se aventó como el Borras”, señaló al participar en la 50 reunión del Centro Empresarial del Norte de Sonora, realizada en un hotel de Hermosillo.

“Creo que lo que pasó en Morelia (la explosión de granadas en el Grito de Independencia del 15 de septiembre) es un ejemplo claro de un intento de desestabilizar y generar un ambiente y un entorno que todos conocemos de mayor zozobra”, sostuvo.

Pero, agregó, “hay una inteligencia muy, pero muy mermada desde el sexenio de (Vicente) Fox y eso de decir que en tres semanas iba a llegar el Ejército a Morelia, no sé qué esperaban, que los fueran (los delincuentes) a estar esperando en la plaza del pueblo a ver si los detenían; creo que hubo fallas importantes en la implementación”.

González Sada destacó que los organismos de inteligencia policial han demostrado la falta de resultados y estrategias desastrosas en la lucha contra la delincuencia.

Se han visto serios errores en las tácticas de combate a las bandas delictivas: “Creo que la opinión que tenemos es que se siguen haciendo metidas de patas, creo que la manera en que se ha estado implementando la estrategia dejó mucho que desear”, comentó.

Añadió que el aparato de justicia mexicano está muy mal y cada día eso queda al descubierto, y también dejó entrever que la detención de las tres personas ligadas a los atentados de Morelia se dio gracias a un “pitazo” del grupo rival de la delincuencia organizada, denominado La Familia.

“Cosa curiosa; los pescan por una denuncia anónima, especulo que desde el primer día esa organización que se llama La Familia se echó agua bendita y dijo que ellos eran narcotraficantes, pero que eran de los buenos, ¿no?; qué curioso que haya sido una denuncia anónima la que llevara a la captura de los zetas, da de qué pensar”, sostuvo.

Por desgracia, continuó, el narcotráfico es de bajo riesgo para la inversión de quienes se dedican a ese “mal negocio”, pero muy rentable, lo que ha llevado a muchas personas a dedicarse a él.

Marcela Gómez Salce: A puerta cerrada

1968 y 2008: ¿modelo de Estado autoritario?
Jueves, 2 Octubre, 2008
• ¿¡Y los radares, apá…?!
• Usos y abusos

El instinto advierte, mi estimado, cuando abandonar toda actividad que no se puede realizar. Originalmente preocupante la manera de comunicación institucional de este desgobierno en Los Pinos que continúa en la negación, o de plano pánico absoluto ante el tsunami, ahora financiero porque del rojo ni hablar, que ya oscurece el cielito lindo y sus pronósticos del “catarrito” en la economía.

La intrigante cuestión es preguntarse si la tan codiciada adversidad que haría fortalecer el ánimo, las capacidades y la visión estratégica de Felipe Calderón y su achispado Gymboree ya es un deseo cumplido… o como parece ser el sello de la casa, no tienen llenadera y todavía quieren más. Porque las contradictorias señales enviadas por los responsables federales de las carteras económicas, aunado al inédito silencio de la (in)comunicación presidencial ante el temor, cautela y reserva de organismos nacionales e internacionales del derrumbe en Wall Street, han desencadenado una ola declarativa que enciende los focos rojos.

El Banco de México, el CCE y la ABM junto con Carlos Slim hicieron una serie de simpáticas afirmaciones alrededor de la monumental crisis estadunidense que, tratando de ¿evitar los aullidos de susto?, prenden las alarmas simulando no querer abollar el casco del barco de gran calado del emocionado capitán. Pero todos coincidiendo en el fondo: a México sí le afectará el colapso así que para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo.

Ortiz Martínez hace lunas viene avisando del delicado pronóstico en el tiempo económico que, con los indicadores en las cifras de las remesas y en el precio del petróleo, bastan y sobran para que este desgobierno estuviera contemplando la entrada en vigor de su Plan B… que para el secretario de Economía (en autopartes) Ruiz Mateos, la presente administración no considera aplicar una estrategia para evitar un impacto en México porque tomar medidas extraordinarias sería anticiparnos a algo que todavía no pasa.

Lo que orilla al sonriente respetable a reafirmar que Felipe & his dumb squad no sólo no entienden que no entienden, sino que siguen demostrando ser reactivos en lugar de preventivos.

Botones han sobrado desde la simpática crisis en los precios de la tortilla y en su mal llamada guerra contra el narcotráfico, donde entre más se empecina el inquilino de Los Pinos en escupir discursos sobre la fortaleza del Estado, ni un paso atrás y la inmisericorde goliza, las respuestas de los temerarios traviesos son cada vez más desafiantes, provocadoras y retadoras.

El inédito y grotesco robo de cinco avionetas bajo resguardo de la PGR que estaban incautadas en el municipio de Navolato, Sinaloa, y que estaban ¿custodiadas? por ¡un! inocente policía municipal despeja las maravillosas dudas sobre la corrupción, infiltración & who´s really the boss en este espléndido rubro, ¿no le parece…? ...eso sin mencionar el detallazo que las aeronaves ya estaban listas y con su listón de turbosina para ser piloteadas por los atractivos asaltantes que sabían exactamente qué juguetitos llevarse, faltaba más.

¿Y los radares, apá…?

Lo que está claro, mi estimado, es que la estrategia para la lucha contra la organizada delincuencia es un fracaso. Lo verdaderamente peligroso es que este desgobierno la encabezó a principios de diciembre del 2006 bajo la premisa de legitimarse sin conocer los volátiles detalles (donde radican los demonios) del grado de infiltración en el interior de sus cuerpos policíacos (¿?) que sigue siendo una jugada a varias bandas… de la banda de the usual suspects.

Hoy, a cuarenta años de los lamentables hechos del 68, el contexto aunque diferente, parece tener algunas peligrosas similitudes sobre el deseo de un modelo de Estado autoritario… que hoy pretende legalizar el atropello constante a la ley y la violación sistemática a las garantías individuales utilizando la pantalla de su mal llamada guerra contra el narcotráfico… con el delicado agravante sobre el impreciso y ambiguo rol jurídico de nuestras fuerzas armadas… de las que Felipe Calderón, en su inmensa ignorancia, usa y abusa de su doctrina, institucionalidad y lealtad… al no darles facultades y herramientas legales para asumir el papel histórico en estos aciagos momentos.

Porque al final de este largo camino sin retorno, serán nuestras fuerzas armadas el primer eslabón en la cadenita (del retrete) de facturas de las que saldrán comprometidas y muy expuestas a pagar el altísimo costo de la estulticia presidencial…

gomezalce@aol.com

Marcela Gómez Salce: A puerta cerrada

1968 y 2008: ¿modelo de Estado autoritario?
Jueves, 2 Octubre, 2008
• ¿¡Y los radares, apá…?!
• Usos y abusos

El instinto advierte, mi estimado, cuando abandonar toda actividad que no se puede realizar. Originalmente preocupante la manera de comunicación institucional de este desgobierno en Los Pinos que continúa en la negación, o de plano pánico absoluto ante el tsunami, ahora financiero porque del rojo ni hablar, que ya oscurece el cielito lindo y sus pronósticos del “catarrito” en la economía.

La intrigante cuestión es preguntarse si la tan codiciada adversidad que haría fortalecer el ánimo, las capacidades y la visión estratégica de Felipe Calderón y su achispado Gymboree ya es un deseo cumplido… o como parece ser el sello de la casa, no tienen llenadera y todavía quieren más. Porque las contradictorias señales enviadas por los responsables federales de las carteras económicas, aunado al inédito silencio de la (in)comunicación presidencial ante el temor, cautela y reserva de organismos nacionales e internacionales del derrumbe en Wall Street, han desencadenado una ola declarativa que enciende los focos rojos.

El Banco de México, el CCE y la ABM junto con Carlos Slim hicieron una serie de simpáticas afirmaciones alrededor de la monumental crisis estadunidense que, tratando de ¿evitar los aullidos de susto?, prenden las alarmas simulando no querer abollar el casco del barco de gran calado del emocionado capitán. Pero todos coincidiendo en el fondo: a México sí le afectará el colapso así que para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo.

Ortiz Martínez hace lunas viene avisando del delicado pronóstico en el tiempo económico que, con los indicadores en las cifras de las remesas y en el precio del petróleo, bastan y sobran para que este desgobierno estuviera contemplando la entrada en vigor de su Plan B… que para el secretario de Economía (en autopartes) Ruiz Mateos, la presente administración no considera aplicar una estrategia para evitar un impacto en México porque tomar medidas extraordinarias sería anticiparnos a algo que todavía no pasa.

Lo que orilla al sonriente respetable a reafirmar que Felipe & his dumb squad no sólo no entienden que no entienden, sino que siguen demostrando ser reactivos en lugar de preventivos.

Botones han sobrado desde la simpática crisis en los precios de la tortilla y en su mal llamada guerra contra el narcotráfico, donde entre más se empecina el inquilino de Los Pinos en escupir discursos sobre la fortaleza del Estado, ni un paso atrás y la inmisericorde goliza, las respuestas de los temerarios traviesos son cada vez más desafiantes, provocadoras y retadoras.

El inédito y grotesco robo de cinco avionetas bajo resguardo de la PGR que estaban incautadas en el municipio de Navolato, Sinaloa, y que estaban ¿custodiadas? por ¡un! inocente policía municipal despeja las maravillosas dudas sobre la corrupción, infiltración & who´s really the boss en este espléndido rubro, ¿no le parece…? ...eso sin mencionar el detallazo que las aeronaves ya estaban listas y con su listón de turbosina para ser piloteadas por los atractivos asaltantes que sabían exactamente qué juguetitos llevarse, faltaba más.

¿Y los radares, apá…?

Lo que está claro, mi estimado, es que la estrategia para la lucha contra la organizada delincuencia es un fracaso. Lo verdaderamente peligroso es que este desgobierno la encabezó a principios de diciembre del 2006 bajo la premisa de legitimarse sin conocer los volátiles detalles (donde radican los demonios) del grado de infiltración en el interior de sus cuerpos policíacos (¿?) que sigue siendo una jugada a varias bandas… de la banda de the usual suspects.

Hoy, a cuarenta años de los lamentables hechos del 68, el contexto aunque diferente, parece tener algunas peligrosas similitudes sobre el deseo de un modelo de Estado autoritario… que hoy pretende legalizar el atropello constante a la ley y la violación sistemática a las garantías individuales utilizando la pantalla de su mal llamada guerra contra el narcotráfico… con el delicado agravante sobre el impreciso y ambiguo rol jurídico de nuestras fuerzas armadas… de las que Felipe Calderón, en su inmensa ignorancia, usa y abusa de su doctrina, institucionalidad y lealtad… al no darles facultades y herramientas legales para asumir el papel histórico en estos aciagos momentos.

Porque al final de este largo camino sin retorno, serán nuestras fuerzas armadas el primer eslabón en la cadenita (del retrete) de facturas de las que saldrán comprometidas y muy expuestas a pagar el altísimo costo de la estulticia presidencial…

gomezalce@aol.com

Asimetrias.Hace 40 Años...

La Matanza de Tlatelolco --ocurrida un 2 de octubre hace 40 su años-- es un sucedido muy dramático del pasado que, en términos históricos, es reciente, de allí que se le sitúe como lo que "es", tiempo presente, y no como ocurrencia pretérita.

Fué. Y es. Legado vivo que trasciende la efeméride y sedimentalmente se asienta --se está asentando, diríase con propiedad-- en los acervos sensoriales del alma nacional. No se empolva ni se llena de telarañas subjetivas. No pierde vigencia.

Dirìase que lo contrario. No pierde y sí, en cambio, acrecienta exponencialmente los tesauros de sus moralejas y adquiere plusvalía didáctica: nos enseña a los mexicanos a intensificar las luchas contra todas las formas de opresión.

La Matanza de Tlatelolco "es", pues, un sucedido del presente en el esquema de la ronda de generaciones de mexicanos, desde la Conquista e insurgencias indias y africanas --como la de Yanga-- en el Virreinato novoespañol y el Grito de Hidalgo.

Pero el Grito de 1810 no fue una culminación --como la Matanza de Tlatelolco tampoco lo fue-- de un largo y turbulento, méandrico y azaroso proceso transgeneracional del albedrío social para desasirse de yugos internos y externos. Romper cadenas.

Cadenas de opresión inicua, cabría decir, encuerpada ésta en la coacción y la coerción virreinal del poder imperial español y, sobre todo, en las ataduras mentales y culturales --que persisten aun, fortalecidas-- de control social en la psique colectiva.

II

La liberación --emblematizada en la Consumación de la Independencia, en 1821-- fue, dígase sin apaños ni tapujos ni embozos, condicionada por los imperativos de la realidad de los correlatos de los poderes que eran y estaban.

Poderes que persistieron durante ese siglo XIX, de guerras intestinas, agresiones rapiñadoras y despojos territoriales por las potencias de entonces y de hoy, como la religión organizada para fines de poder y el control de lo espiritual y la conducta del mexicano.

Persistió, así, la opresión general y particular. Ésta se extendió hasta el siglo XX, con frecuentes lapsos libertarios y reivindicadores --como el de la Revolución Mexicana, finalmente traicionada-- y el siglo ocurrente, el actual, el XXI.

Esa opresión continúa en una gama variopinta de gradaciones y modalidades, estilos y morfologías, con arreglo a los componentes de los contextos y la interacción de éstos y sus concatenaciones. Los imperativos de la dialéctica de la opresión son constantes.

La opresión es un verismo fáctico e insoslayable según el grado del desarrollo de la toma de conciencia del individuo y la colectividad. Millones de mexicanos no registran ese verismo ni su naturaleza. No tienen conciencia de la opresión.

La opresión es polifacética, multiforme, mimética, insidiosa, alevosa y premeditada, dolorosa siempre; a veces sus operadores y personeros emblemáticos nos la ofrecen salvadora o integradora e incluso los más cínicos la justifican como patriótica, necesaria.

III

Y quienes se oponen a la opresión (aquellos que la registran en virtud de su desarrollo conciencial lúcido, social o personal) y luchan organizadamente contra ella, sufren represión de carácter extremo o final. El poder opresor es represor.

En ese gran contexto historico debemos registrar e identificar y entender el alcance moral --una épica moral, de desinteresado sacrificio ofertorio-- del trágico sucedido del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas.

Pero el contexto històrico abarca también su ubicación filosófica. La filosofía de la Historia diría a los mexicanos que la Matanza se desnuda del atributo de hito y abraza a todo el proceso de las luchas históricas del pueblo de México.

Como hito, el sucedido de la Matanza de Tlatelolco se estratifica, como mito inanimado más propio de un folclorismo mediatizador de energá disidente que de enseñanza emulativa, como símbolo vivificador de la fuerza telúrica del "continuum" social.

La Matanza se inserta en varios contextos mayores y menores, pero son los primeros los que definen su trascendencia: fue parte de un movimiento social intenso, con represiones extremas --hubo otras degollinas de jóvenes-- de indudable laya histórica.

Esa laya histórica deviene de su móvil axial: la lucha contra la opresión. La lucha continúa hoy en otros planos y escenarios, hasta aquí, en éste mismo instante. Ello configura un axioma inexorable: mientras haya opresión, habrá lucha contra ésta.

Antes --siglos atrás-- y después de la Matanza la lucha del pueblo de México para librarse de sus opresores tiene fehacencia orgánica. Los opresores del antaño histórico son los mismos del hogaño calderonista. Sólo han cambiado de antifaz.

Descarta Di Constanzo dictamen en tema energético antes de octubre 15

Considera Porfirio Muñoz Ledo que el IFE se extralimitó de sus facultades al imponerle una multa al Partido de la Revolución Democrática por los plantones y la toma de las tribuna en el Congreso de la Unión.

Mario Di Constanzo, colaborador de Andrés Manuel López Obrador, señaló que las negociaciones para dictaminar la reforma energética avanzan lentamente, por lo que consideró imposible que el dictamen esté listo en las primeras semanas de octubre.
En conferencia de prensa, aseveró que la redacción del documento podría estar listo sólo si "hay negociaciones de las que no estemos enterados", sería "la única manera en que podría tenerse listo el dictamen para las primeras semanas de octubre".
Acompañado por el coordinador nacional del FAP, Porfirio Muñoz Ledo, dijo que luego de que la víspera hubo una reunión del grupo de apoyo que elaboró la propuesta de reforma energética del PRD con legisladores del frente, "no hay acuerdos y no hay artículos redactados que se nos hayan mostrado".
"Aparentemente no los hay, todo se está dejando a la redacción de comités técnicos, en tal virtud vemos muy complicado que se tenga esto para el 15 de octubre en un procedimiento transparente y abierto", indicó.
También desechó la posibilidad de que en esta materia haya un dictamen único de PRD, PRI y PAN, tal y como lo confía el presidente sustituto perredista, Guadalupe Acosta Naranjo, quien con ese fin se ha estado reuniendo con sus pares priista y panista.
Incluso, dijo, de lo que sí hay indicios es que los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) irán juntos en alguna votación de una reforma que sería una mezcla entre las propuestas priista y del Ejecutivo federal.
En otro tema y en su oportunidad, Muñoz Ledo consideró que el Instituto Federal Electoral (IFE) se extralimitó de sus facultades al imponerle una multa al Partido de la Revolución Democrática (PRD) por los plantones y la toma de las tribuna en el Congreso de la Unión.
"Es inaceptable desde el punto de vista jurídico e histórico", señaló, pues ni la toma de tribunas es competencia del instituto ni tampoco la participación de los miltitantes en actos de protesta sean sindicales, políticos o humanitarios.
Esto, añadió, "trae cara de querer intimidar a los partidos frente a posibles manifestaciones que se deduzcan de una violación al orden constitucional en materia de energía".
Muñoz Ledo descartó la posibilidad de que el Frente Amplio Progresista (FAP) apoye al PRD con el pago de la multa impuesta, y categórico dijo que ese grupo no tiene recursos.
Fuente: Notimex

Inmolarse : Jorge Gil Olmos en Proceso.

MÉXICO D.F., 1 de octubre (apro).- El mediodía del martes, frente al Palacio de Gobierno de Jalapa, Ramiro Guillén Tapia se prendió fuego. Su cuerpo se convirtió en antorcha mientras alcanzaba a decir: "Si quieren que dé mi vida para que nos hagan caso, se las doy."

La mañana de este miércoles, menos de 24 horas después, el líder campesino, de origen popoluca, murió en un hospital de Jalapa, en medio del asombro de representantes del gobierno de Fidel Herrera y de la Secretaría de la Reforma Agraria, quienes declararon que no entendían por qué se había inmolado si ya todo estaba arreglado.

Cuando Ramiro Guillén se prendió fuego, la gente que pasaba por la plaza Sebastián Lerdo de Tejada miraba la protesta como si fuera un espectáculo cotidiano, como quien mira la venta de un nuevo disco pirata o un acto de escapismo. Nada de asombro ante el máximo grado de la protesta social.

Antes de que iniciara el dantesco espectáculo, alrededor del dirigente del Comité Regional Prodefensa de los Derechos Humanos del Sur de Veracruz estaban los fotógrafos esperando que se inmolara, lo mismo que los socorristas y algunos transeúntes.

En las fotos se ve a Ramiro con el cuerpo embadurnado de combustible haciendo declaraciones a la prensa; y cuando se prende fuego, las miradas de los asistentes no cambian mucho.

Las llamas envolvieron a Ramiro sin que nadie intentara detenerlo antes de que iniciara su acto de protesta. Una vez que le apagaron el fuego, aún de pie, hizo otras declaraciones a los reporteros: "Lo hice porque las autoridades no sirven, sólo son engaños y yo tenía que responder a mi pueblo". Y es que, según sus compañeros, el gobernador les había cancelado 107 audiencias para resolver un conflicto de tenencia de tierras.

Algunos medios de comunicación se abstuvieron de publicar la imagen de Ramiro envuelto en llamas. En los que se atrevieron a publicarla en primera plana, se hizo hincapié en el nivel de desesperación del campesino para llamar la atención del gobierno estatal.

Seguramente en los próximos días pocos recordarán que Ramiro decidió inmolarse como una medida extrema de manifestar su inconformidad frente a las autoridades estatales que poco o nada les importaba resolver el conflicto agrario. Es posible que su muerte sea en vano, pues el gobierno de Fidel Herrera y los anteriores se han negado a resolver el conflicto agrario en el municipio de Soteapa, por la tenencia de 200 hectáreas.

Los grados de violencia al que los mexicanos estamos sometidos desde hace años han mermado considerablemente nuestra capacidad de asombro; pero el problema se agrava cuando esta insensibilidad llega a los distintos niveles de gobierno.

Fue "una decisión personal y nosotros no tenemos ninguna responsabilidad en ella", sostuvo Reinaldo Escobar Pérez, secretario general de Gobierno, en una conferencia de prensa ofrecida en Palacio de Gobierno.

En tanto que el gobernador Fidel Herrera, de plano, se hizo "ojo de hormiga" y desapareció de la escena pública alegando que se encontraba muy ocupado atendiendo el problema de las inundaciones en el estado.

La muerte del campesino popoluca no debería pasar desapercibida para nadie, ni para los gobernantes ni para la ciudadanía. Su inmolación tendría que ser una llamada de atención para todos: medios, políticos y sociedad, pues cuando se llega a este tipo de protestas es porque las otras expresiones de inconformidad ya no son suficientes y se necesita llegar al sacrificio de una vida para ganarle un espacio a la indiferencia y a la pasividad gubernamental.

Editorial de la Jornada : No se olvida

Hace 40 años, ante los reclamos estudiantiles de apertura, justicia y sensibilidad, el régimen político mexicano recurrió al crimen de lesa humanidad para salvaguardar su autoritarismo y su cerrazón.

El movimiento del 68 fue sucedido, en los años siguientes, por los esfuerzos democratizadores de la izquierda y de la derecha, así como por organizaciones que de la masacre del 2 de octubre perpetrada en Tlatelolco concluyeron la imposibilidad de transformar el poder público de manera pacífica. Para hacer frente a esos intentos, los gobiernos de Luis Echeverría Álvarez y José López Portillo no recurrieron a las leyes e instituciones vigentes, sino que organizaron aparatos represivos ilegales que pusieron en práctica, en territorio mexicano, métodos similares a los de las dictaduras militares de Centro y Sudamérica: la desaparición forzosa, la cárcel clandestina, la tortura y el asesinato de los implicados en los grupos guerrilleros, de sus familiares e incluso de ciudadanos ajenos a la lucha armada.

Cuatro décadas más tarde, la sociedad ha experimentado una transformación cívica y política profunda, gracias, en parte, a la reflexión nacional a la que obligaron los sucesos referidos: el país tiene, hoy, una ciudadanía mucho más consciente de sus derechos políticos, más participativa, más tolerante, más habituada a la puralidad y más crítica de la autoridad que en 1968. En contraste, el poder público ha evolucionado mucho menos, y lo ha hecho forzado por las circunstancias y por la presión social, a regañadientes y con regateos. El viejo monolitismo priísta fue remplazado por negociaciones cupulares que se imponen siempre que pueden sobre los avances del federalismo, de la división de poderes y de la cultura de la legalidad. El Ejecutivo federal ha perdido muchos de los mecanismos de control político que ostentaba en tiempos de Díaz Ordaz –aquellos llamados “poderes metaconstitucionales”– pero ha mantenido intactas la arrogancia y la insensibilidad que caracterizaban a las antiguas presidencias.

En 1988, ante la insurgencia electoral que se articuló en torno a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, el gobierno de Miguel de la Madrid recurrió a la distorsión masiva del sufragio ciudadano, y hace apenas dos años, el panista Vicente Fox se empeñó en ejercer lo que consideraba su derecho de imponer al sucesor en el cargo. Con una legitimidad mucho menor, pero con las inercias autoritarias características del viejo presidencialismo, Felipe Calderón Hinojosa pretende ahora imponer al país una privatización de la industria petrolera que es rechazada por una importante porción de la ciudadanía y que, si bien es conveniente para el entorno empresarial –particularmente, para las empresas extranjeras–, va en contra de los intereses nacionales básicos.

El atraso político de los gobernantes es determinante para que persistan hoy día algunos de los rasgos más exasperantes del viejo régimen y contra los cuales se manifestaron los estudiantes hace cuatro décadas. Un ejemplo de ello es la inveterada impunidad de quienes, desde el poder, cometen atropellos contra los ciudadanos, y que se expresa justamente en la ausencia de justicia ante los crímenes del 68: de Echeverría a Calderón, siete presidentes han encubierto y protegido a los responsables intelectuales de la barbarie de Tlatelolco, como lo señaló ayer, en un mensaje al gobierno mexicano, la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI). A 40 años de aquel suceso, la falta de esclarecimiento “ha dejado una herida muy profunda en el pueblo de México” y persisten los “obstáculos que impiden llevar a los responsables ante la justicia”, señala la carta firmada por Karrie Howard, directora adjunta del Programa para América de AI.

Otro lastre insoslayable que el México actual arrastra desde hace cuatro décadas es el de la criminalización de la disidencia, la represión de las oposiciones políticas y sociales y los atentados a la libre manifestación efectuados desde las cúpulas de las instituciones. Son ilustrativas, a este respecto, la existencia de presos políticos en las cárceles del país –dirigentes y activistas de San Salvador Atenco y del movimiento popular oaxaqueño, por ejemplo–, así como la insostenible decisión del Instituto Federal Electoral de imponer una multa millonaria al Partido de la Revolución Democrática (PRD) por la protesta que seguidores del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador protagonizaron en el Paseo de la Reforma y en el Zócalo de esta capital en agosto y septiembre de 2006, tras los desaseados comicios presidenciales de aquel año.

El 2 de octubre de 1968 no se olvidará nunca, pero es posible y deseable cerrar la herida que dejaron la represión brutal y el asesinato masivo ordenados por una presidencia soberbia, insensible y autoritaria. Para ello se requiere esclarecer y hacer justicia, y disponer de un poder público que le garantice al país y al mundo que esos hechos atroces no van a repetirse nunca más.

Fallece el líder popoluca que se prendió fuego en Veracruz

El gobierno estatal y el federal niegan responsabilidad; aseguran que atendieron conflicto

Fallece el líder popoluca que se prendió fuego en Veracruz
■ Prevén familiares campaña para acusarlo de invasor de tierras, defraudador y enfermo mental

■ El activista agonizó 19 horas; fue “una decisión personal”, dice colaborador de Fidel Herrera

Andrés T. Morales (Corresponsal)



Después de casi 20 horas en el área de cuidados intensivos, el dirigente del Comité Pro Defensa de los Derechos Humanos del Sur de Veracruz falleció en el hospital civil Luis F. Nachón, debido a las quemaduras que sufrió tras prenderse fuego en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada, en Jalapa. En la imagen, Rosalino Guillén Cordero, sobrino del activista, identifica el cadáver
Foto: Miguel Ángel Carmona
Jalapa, Ver., 1º de octubre. El dirigente popoluca Ramiro Guillén Tapia, quien se prendió fuego el martes en la plaza Sebastián Lerdo de Tejada de esta capital para exigir a la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) solución a una disputa por 250 hectáreas en el municipio de Soteapan, murió esta mañana luego de agonizar 19 horas en el hospital civil Luis F. Nachón, a consecuencia de quemaduras en 70 por ciento del cuerpo y daños en el sistema respiratorio.

Guillén Tapia, presidente del Comité Pro Defensa de los Derechos Humanos del Sur de Veracruz, se inmoló luego que funcionarios de la SRA y del gobierno estatal cancelaron una audiencia para tratar un conflicto por 250 hectáreas en el ejido Ocozotepec, municipio de Soteapan.

Amigos del finado dijeron que el gobernador Fidel Herrera Beltrán se negó a recibirlos en 106 ocasiones, la última el martes.

Acto de desesperación, no de locura: familiares y obispo

Ramiro Guillén, quien fue maestro rural 32 años, se jubiló en 1997 y fundó en Acayucan el Comité Pro Defensa de los Derechos Humanos, cuya sede se trasladó posteriormente a San Pedro Soteapan.

Sus hermanos, Rosalino y José Guillén Tapia, lo recuerdan “siempre humilde; no tenía propiedades, no vestía con lujo, no tenía coche, vivía de su pensión como jubilado”. Por ello, reprobaron versiones propaladas desde el gobierno estatal que lo acusan de haber sido invasor de tierras y defraudador de campesinos.

“Hay una campaña para difamarlo. Hasta por demente pretenden hacerlo pasar, pero nada de eso es cierto: él era un luchador social y las personas en la sierra pueden dar testimonio de ello –dijo Jorge Alberto Guillén Blanco, sobrino del líder popoluca–. Nunca vimos en él un acto de locura. Lo que hizo fue por desesperación.”

El arzobispo de Jalapa, Hipólito Reyes Larios, dijo que la muerte del dirigente indígena es una “llamada de atención” a las autoridades para que tengan oídos y ojos abiertos a la realidad.

Coincidió con los compañeros del activista en que no fue un suicidio, sino “un acto de tremenda desesperación”. Señaló que es urgente hacer justicia y evitar que más personas “recurran a esto para ser escuchadas”.

Esta muerte pudo evitarse, admite secretario de Gobierno

El gobierno de Veracruz se deslindó de la muerte de Guillén Tapia y la calificó de “decisión personal”. El secretario general de Gobierno, Reinaldo Escobar, dijo en conferencia de prensa: “El gobernador Fidel Herrera y todos sus colaboradores lamentamos profundamente la muerte de un luchador social, pero no tenemos responsabilidad”.

Según Escobar, la disputa agraria iba a solucionarse el 30 de noviembre pues las autoridades estatales, en coordinación con la SRA, acordaron aportar a partes iguales 2 millones 250 mil pesos para la compra de los terrenos en conflicto o, en su caso, para adquirir otros lotes.

Según el funcionario, esa suma se iba a entregar a los campesinos “a título de indemnización compensatoria para que desocuparan esas tierras”.

Adelantó que el dinero iba a ser depositado en el Tribunal Unitario Agrario y rechazó que el gobierno estatal se negara a atender a los popolucas. “Es más: hoy mismo podríamos pagarles”, aseguró Escobar Pérez.

La SRA también lamentó la muerte de Guillén Tapia, pero aseguró que la demanda de los inconformes fue atendida el 7 de julio, seis días después de que el Tribunal Superior Agrario informó que se había ratificado la posesión de las 250 hectáreas al ejido Ocozotepec.

Asimismo, sostuvo que respetará los compromisos asumidos por el gobierno estatal con los campesinos; sin embargo, recordó que se pidió a los inconformes entregar identificaciones y documentos que comprobaran la ocupación de los terrenos a fin de entregarles el cheque –el cual estaría listo a finales de octubre–; sin embargo, señaló, no cumplieron ese requisito.

Desde 1982, 42 campesinos han disputado por la vía jurídica las 250 hectáreas del ejido Ocozotepec con comuneros de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y de Antorcha Campesina, de filiación priísta.

En 2004 hubo un acuerdo entre el Comité Regional Campesino de la CNC y el Comité de la Asamblea de Ejidatarios, para reclamar la posesión de 881 parcelas, entre ellas la superficie ocupada por los 42 labriegos, a quienes defiende el Comité Pro Defensa de los Derechos Humanos del Sur de Veracruz.

Entre 2005 y 2008 hubo varios enfrentamientos entre agricultores, pues cenecistas y antorchistas pretendieron desalojar a los comuneros representados por Guillén Tapia. En enero pasado, campesinos antorchistas encabezados por su líder local, Zenón Pablo Ramírez, hirieron a machetazos a un joven.

Los labriegos interpusieron un juicio ante el Tribunal Unitario Agrario de San Andrés Tuxtla. El 17 de junio, durante un ayuno en el centro de Jalapa, Guillén Tapia anticipó que el gobierno estatal intervendría para favorecer a organizaciones priístas y el primero de julio el fallo confirmó las previsiones del dirigente, cuyos seguidores intensificaron sus protestas en demanda de tierras.

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