jueves, 6 de enero de 2011

AMLO expresa total respaldo a Alejandro Encinas

 

En el primer día de la denominada 'Gira de la Lealtad' por la entidad mexiquense, la cual inició en la plaza pública del municipio de Ocuilan, López Obrador señaló que “propondrá a Encinas como candidato único a los partidos del Trabajo, Convergencia y PRD".

 


 

                                                                             Foto: El Universal 

Andrés Manuel López Obrador manifestó su total apoyo a la precandidatura de Alejandro Encinas para la gubernatura del estado de México por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y le hizo un reconocimiento por sus convicciones y trayectoria dentro de la administración pública.

En el primer día de la denominada 'Gira de la Lealtad' por la entidad mexiquense, la cual inició en la plaza pública del municipio de Ocuilan, López Obrador señaló que “propondrá a Encinas como candidato único a los partidos del Trabajo, Convergencia y PRD".
Acto seguido, el posible candidato a la gubernatura del estado de México, Alejandro Encinas, firmó los 10 compromisos del movimiento de Andrés Manuel López Obrador, quien hoy lo renombró como "Movimiento de Regeneración Nacional" (MORENA).
Al principio del evento, López Obrador y Encinas Rodríguez fueron recibidos por los habitantes de este municipios, quienes los recibieron con arreglos florales, los cuales fueron puestos en cuello y cabeza. 
Los perredistas se trasladan ahora al municipio de Malinalco, en donde también se celebrará un mitin; posteriormente cerrarán el primer día de gira en Tenancingo.  

Fuente: El Universal

Escalan descalificaciones en el Senado entre PRI y PAN

Jenaro Villamil



MEXICO, DF, 5 de enero (apro).- La guerra de declaraciones entre las coordinaciones del PAN y del PRI en el Senado subieron de tono, al grado que el presidente de la Mesa Directiva y líder de los priistas, Manlio Fabio Beltrones, le reviró a Gustavo Madero y a su homólogo José González Morfín, del PAN, que recurren “al truco de responsabilizar a otros de los errores y limitaciones propias”.

El 4 de enero, el senador y actual presidente del PAN, Gustavo Madero, acusó al PRI de oponerse “a las reformas estructurales que requieren los mexicanos”, y defendió al presidente Felipe Calderón, al señalar que éste ha impulsado las iniciativas en materia hacendaria, laboral, fiscal y de seguridad.

“Manlio Fabio pretende crear una cortina de humo para ocultar la postura intransigente asumida por los legisladores priistas, al no permitir que se aprueben las leyes que demanda el país”, acusó Madero, excoordinador de la bancada panista en el Senado.

Madero le reprochó a Beltrones que hubiera calificado de “ignorante” a Calderón en la aplicación de las leyes y en el combate a la lucha contra el narcotráfico.

El coordinador de la bancada del PAN, José González Morfín, minimizó la “guerra” de declaraciones entre su partido y el PRI, al afirmar que lo importante son las negociaciones y los hechos.

“Hay que ponerle sabor a esto”, afirmó González Morfín, y expresó que su bancada espera el pronunciamiento del PRI en torno a la reforma fiscal y otros temas importantes, como la reducción en el número de integrantes del Congreso y la reelección legislativa, en el terreno de la reforma política.

Sin embargo, Beltrones no bajó la guardia y en la tarde acusó a la dirigencia nacional del PAN de recurrir “a un juego que suele usarse para confundir a la sociedad, una trampa en la que no vamos a caer por el bien de la ciudadanía y el país.

“Por lo que toca al grupo parlamentario del PRI en el Senado, hemos acompañado al Ejecutivo en el análisis, discusión y aprobación de diversas propuestas legislativas”, argumentó.

Y aportó cifras: 98.2% de los asuntos que presentó el Ejecutivo federal ante el Congreso fueron aprobados en los tres primeros años, y 85.6% en el 2010.

“El problema no es legislativo. El asunto central es el diseño de una política económica y social que ha convertido al país en una auténtica fábrica de pobres y ha sido incapaz de hacer frente a la demanda de empleos suficientes y bien remunerados”, insistió el exgobernador de Sonora.

Proyecto de nación, no programa de televisión

José Gil Olmos

MÉXICO, DF, 5 de enero (apro).- Este año es clave para las aspiraciones presidenciales de Enrique Peña Nieto. Las elecciones para gobernador del Estado de México son fundamentales para su proyecto político electoral, pero lo es más mantener el apoyo de Televisa, la cual es su verdadero soporte en sus planes de recuperar el poder para el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Al gobernador mexiquense, se le conoce más por aparecer en la pantalla de televisión, por su matrimonio con la actriz de telenovelas Angélica Rivero, que por sus ideas y proyectos de gobierno.

Si no tuviera el apoyo de Televisa, que ya lo tiene como “una estrella más del Canal de las Estrellas”, Peña Nieto pasaría completamente desapercibido pues no se caracteriza ni por sus ideas ni por sus cualidades políticas.

Desde que empezó su gobierno, Peña Nieto basó sus acciones en los programas de promoción que Televisa le diseñó para crearle una imagen de político joven y atractivo pero sin propuestas.

Se transformó en un personaje importante dentro de la llamada “telecracia”, que no es otra cosa que la concepción de que vale más aparecer en la televisión con una imagen creada que hacer propuestas de gobierno. Esto es, “salgo en la tele, luego existo”.

La “telecracia” es la conquista del poder por parte de los medios de comunicación, principalmente de las televisoras. En la “telecracia” no importan las ideas, sino las imágenes; mientras que la democracia está concebida a través de las encuestas y del raiting para el cual viven los actores, locutores, conductores de noticias y los políticos hechos a la imagen y semejanza de un actor de telenovela o de una serie de suspenso.

Peña Nieto está inserto de manera completa en la “telecracia” y no se le concibe fuera de ella. Y este es su principal problema, porque el país no necesita de un programa de televisión, sino de un proyecto de nación.

El poder político de Televisa se ha ido acrecentando con el paso del tiempo. Tanto que hay un enorme contraste entre las palabras de Emilio El Tigre Azcárraga y su cachorro Emilio Jean. De ser los “soldados del PRI”, este último lo actualizó al señalar que “la democracia es un buen negocio”.

No se descarta que de llegar Peña Nieto a la Presidencia en las elecciones del 2012, el poder de la empresa televisiva se acrecentará de manera inconmensurable y las soluciones de los problemas del país, como la inseguridad, el crimen organizado y el desempleo, entre muchos otros, pasarían por el tamiz de la red de intereses de Televisa.

Como empresa, Televisa estaría interesada en hacer negocios aprovechando la posición privilegiada que tendría con su estrella en la Presidencia y se cobraría con creces el trabajo que hizo y por el que recibió millones de pesos durante cinco años seguidos que duró la estrategia de posicionamiento de la figura de Peña Nieto.

El gobierno sería más mediático y virtual que real, y el país lo que menos requiere es eso.

Falta tiempo aún para que se decida quién será el candidato del PRI a la Presidencia, y en el camino, Peña Nieto, como le ocurrió a su tío Arturo Montiel, podría perder la inversión hecha en Televisa, porque para esta empresa sólo representa un buen negocio y, por lo tanto, es desechable.

La reconstitución institucional del país no pasa por la tecnocracia, no puede realizarse como si fuera un programa de televisión, tampoco requiere de políticos hechos de imágenes sino de acciones y programas.

Peña Nieto tiene la hechura de la tecnocracia y ello, en estos momentos, es lo más dañino que podría pasarle al país, tener a un presidente más preocupado por mantener su imagen que por resolver los problemas estructurales.

SI EL DE ARRIBA LO SOCORRE Ramón Quintana Woodstock


Corriendo, corriendo salí de juaritos, como cada fin de año me voy a la sierra, bueno es un decir, me gusta visitar aquellos lados que son inhóspitos, esos lugares del estado que casi nadie se regala. Es difícil llegar a Basaseachi, hay que atravesar muchos cerros, pensé que mi auto era indestructible, eso pensaron los que lo fabricaron en 1989, pero no creo que ellos mismo hayan pensado que en el 2011 alguien todavía lo estaría usando.

La vida estaba cambiando de año cuando mi yipesito estaba dando sus estertores, y escogió Creel para morirse. Hoy es martes 4 de enero, y lo más seguro es que me tenga que regresar en camión. La verdad no se a ciencia cierta como regresaré pero tengo que hacerlo, Juárez me reclama, debo de ser testigo de los próximos tres mil muerto de este año que ya envió su carta de presentación.

Nada sobresaliente hay en Creel, al menos ya todo me es familiar, entro a una tienda de abarrotes de nombre “Yumis” absolutamente toda la servidumbre es Raramuri, desde la que cobra en una caja digital hasta la que pone la marca sobre los anaqueles. Hay otras que rondan los pasillos y vigilan al cliente, es una atienda dotada de todo, ubicada en la avenida principal de Creel, la temporada es baja por lo que no hay muchos alemanes como de costumbre.

Previo a esto, ya habré regresado de la gran cascada de Basaseachi. Aquella es como un documental de National Geographic. Es enorme, desde el aparador se ve grande, enorme, y de tal punto a la cascada son más de tres kilómetros, sus aguas se sientan en lo profundo, choca con tal presión contra las rocas que esto provoca un brisa que adorna el chorro, al mismo tiempo el suelo se ve espumoso, digno de una postal. El lugar carece de vigilancia a pesar de se un santuario natural, hay pocos hoteles, que por cierto llegué a uno que por pura suerte carecía de agua caliente, y es de saber que esta zona es fría, fría, más fría que las chavalas arias, así que no hubo chacho, y para usar el retrete tuve que calentarlo con el vaho y luego sentarme.

Por increíble que parezca la gente vive feliz, los adorna el humo de las chimeneas y siempre huele a madera, es algo que con palabras no se puede explicar. Los trocones van y vienen, los hay de todos los tamaños y sabores, las casas son muy humildes pero un buen mueble de cuatro ruedas no falta, y por supuesto las antenas de Dish y Sky, son imprescindibles, las calles están enlodadas y así sus caminantes, les vale gorro traer las botas copadas de soquete, creo que debe se parte de libre arbitrio con el que viven. Se puede llegar a la cascada por dos puntos diferentes, incluso ya estando arriba se puede caminar hacia abajo, es una pendiente que se logra caminando y son casi cuatro kilómetros para verla en su punto de ebullición.

Como cada seis meses salí corriendo de la absurda realidad, y como cada seis meses, de a solapa. Hoy tengo que retirarme y dejar mi carcacha, luego regresare –a ver como le hago- por ella. La verdad estoy cansado de manejar, y la carcacha resintió mis malas vibras, yendo rumbo al Divisadero, exactamente en el señalamiento del kilómetro 23, se murió, luego le siguió el periplo de pedir aventón de regreso a la ciudad, en medio de la serranía esto era como una ruleta rusa, lo más afortunado es que me recogió alguien que trabaja para el gobierno de Tijuana en una pick up oficial, me salvé de que alguna cazafortunas me subiera a la fuerza y me violara. Eso era exactamente lo que me tenía con pendiente.

Como ya es costumbre, cada seis meses pierdo una cámara y cada tres un celular, así que esta vez en ese trayecto desapareció la primera con documentos visuales importantes. No importa, lo emocionante del aventón es que me tocó junto a una familia de Raramuris, Víctor, el hijo y Lupita y Francisco los padres, venían del Divisidaero donde habitan. Víctor lleva un cachucha de un equipo de béisbol norteamericano, sus pies visten huaraches de tres correas, luce unos quince años y su padre, igual de cachucha, la lleva a con la visera hacia atrás,; lupita se peinó en serio, lleva su traje manufacturado a mano, verde brillante, con franjas rojas, los tres se comunican en su dialecto, pero alternan con el que escribe en perfecto español. Fueron invitados –como muchos- a ver al Gobernador que pondría la primera piedra del aeropuerto de Creel.

Es mi segundo contacto cercano con la raza de la sierra, antes de llegar a Creel, saliendo de Cuauhtemoc levante a Manuel González, hombre de veinticuatro, que dice ser guardia de seguridad en Chihuahua y piensa pasar el fin de semana en medio de la serranía con su hija, esposa, padres y hermanos, ahí, en medio de un lugar sin nombre me pide el bajan y con asombro me detengo para ver los accesos hacia lo que dice lo llevarán a su hogar, al cual, antes de llegar tendrá que haber caminado dos horas. Dice que terminó la primaria y la secundaria en su pueblo, eso le valió para tener un empleo en la capital, a la cual llega en camión o de aventón, si el de arriba lo socorre…

Ramón Quintana Woodstock
refrigerador97@hotmail.com

El fin de la lucha de clases = Carlos Murillo González=


El fin de la lucha de clases

Carlos Murillo González

Malditos aquellos que con sus palabras defienden al pueblo

y con sus hechos los traicionan.

Benito Juárez

“La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases” así inicia el Manifiesto del Partido Comunista, escrito por Marx y Engels en 1848. Siglo y medio después la frase sigue vigente más que nada, por los constantes conflictos y problemas ocasionados por los grupos de poder contra la humanidad y el medio ambiente en un mundo globalizado, ¿estaremos cerca de la lucha que ponga fin a esta sinrazón para organizar otra sociedad humana más inteligente y menos autodestructiva?

En la idea de contar ciclos anuales para reflexionar sobre pasado y futuro, el horizonte para el 2011 no se distingue optimista en comparación con los años anteriores recientes como tampoco para el futuro inmediato. En México como en Estados Unidos, Europa o Asia, la crisis económica mundial neoliberal y el arrastre de siglos de explotación, injusticias y genocidios, nos tienen atados(as) a un destino igual o peor al que ha conocido nuestra especie. No hay posibilidades de solución, sólo ciclos que se repiten (luchas de clase) en una dialéctica negativa sin alcanzar el estruendo de una nueva era exenta de guerras y de privilegios para unos pocos.

Los intelectuales de derecha suelen confundir malévola o ingenuamente la lucha de clases como una propuesta bélica constante, interminable, que genera odio, destrucción y fomenta la división social. Obviamente no han entendido nada sobre emancipación y niegan la realidad del mundo construido día a día desde hace milenios en base a engaños, alienación y pretenden cambiar los papeles de forma maniquea para presentar a los hombres y mujeres de izquierda como retrógradas peligrosos sin, por supuesto, escandalizar por el ejercicio de dominación político-económicas de las élites (gobiernos incluidos).

¿Qué significa el fin de la lucha de clases? El momento en que superemos como humanidad el grado de enajenación productora de sociedades jerarquizadas para beneficio de unos cuantos; por consiguiente, el fin de las condiciones que originan los conflictos, las contradicciones, las guerras, ¿es difícil comprender esto? No, lo que es difícil es lograr convencer por vías pacíficas a quienes se enriquecen y benefician de forma egoísta, a quienes hacen mal uso del poder. Cada nueva lucha nace con la esperanza de ser la última, pero hasta el momento eso no es posible; hemos pasado del esclavismo al feudalismo y ahora estamos en el capitalismo esperando o provocando la crisis que dé lugar a un cambio sustancial, a una nueva era de las relaciones humanas.

El ejercicio del poder sin duda es una acción que requiere de mayores y profundos estudios si buscamos encontrar la solución a las contradicciones humanas. Michel Foucault y Max Weber nos han aportado nociones al respecto, pero falta más, mucho más si queremos comprender y transformar la condición humana actual. ¿Por qué nos engolosinamos con el poder?, ¿cómo es que la avaricia y la ambición devienen en vicio?, ¿han fracasado las revoluciones sociales?, ¿somos destructivos por naturaleza o es algo culturalmente aprendido?, ¿por qué la riqueza genera pobreza?...sin duda hay muchas interrogantes por resolver.

Hoy la lucha de clases está presente en pequeños y grandes movimientos sociales; en individuos y sociedades; en la gente que quiere vivir en paz y libertad, con inteligencia y alegría, en rebeldía a las innumerables injusticias y corruptelas de gobiernos, instituciones, empresas y movimientos reaccionarios. Hoy los enemigos de la humanidad y de sí mismos (pues sin duda son desleales a la especie) siguen en el poder escudándose detrás de la democracia, la libre empresa, el futuro luminoso y otros engañosos discursos para justificar que las cosas no cambien, imponiendo su visión del mundo y retrasando la emancipación social.

El 2011 mexicano nos trae la continuación de la “guerra contra el narco” con su secuela de muerte y violaciones a las garantías individuales; otro aumento de la gasolina “que no genera inflación”, un insultante aumento al salario mínimo, mayor desconfianza a las instituciones de justicia y gobernanza, además de todo lo que se viene arrastrando en materia social (pobreza, enfermedad, ignorancia, austeridad, desempleo…).

La Independencia y la Revolución son dos ejemplos de la lucha de clases en México. Los dos momentos, en su momento, sirvieron para generar cambios sociales, pero no alcanzaron para erradicar las diferencias de clase y con el paso del tiempo se generaron nuevas viejas formas de explotación e injusticia, por tanto, sigue pendiente la lucha que dé fin a las contradicciones sociales en México.

visite: http://carmugosociologico.blogspot.com/

Miedo al miedo Lorenzo Meyer Analista Político


Distrito Federal– Imaginar el (Buen) Futuro. En tiempos difíciles, entre los individuos o entre las colectividades, la incertidumbre en torno al futuro suele dar paso a sentimientos de desánimo y temor. Al final, el problema se torna circular, pues un sentimiento de desmoralización o de miedo es en sí mismo un factor que contribuye a hacer más difícil modificar las tendencias negativas. Tratar de predecir lo que va a suceder para eliminar o disminuir la angustia es, entre otras cosas, lo que llevó a que los antiguos recurrieran a adivinos, oráculos o a ver en las entrañas de los animales los signos de lo que estaba por ocurrir. Es necesario recobrar la confianza en lo que está por venir para poder dar en el presente lo mejor de sí.

Una característica de la ciencia es justamente su capacidad de predicción y puede ser de gran ayuda para otear el horizonte de manera más confiable y, en consecuencia, permitirnos actuar en y sobre el presente para influir activamente en lo que puede ocurrir y disminuir así incertidumbre y temor. Desafortunadamente, la predicción no es el fuerte de las sociales en general. Incluso la economía, donde los especialistas se precian de lo sofisticado de sus instrumentos matemáticos, el análisis de las series de datos en el tiempo puede llevar a pronósticos sólidos que resultan incorrectos cuando ocurren cambios repentinos o de fondo, como lo mostró la recesión mundial del 2008 que tomó al grueso de los economistas por sorpresa.

En México hoy las proyecciones sobre la naturaleza del futuro político, social y económico son básicamente signos de interrogación. Y si simplemente usamos lo ocurrido en los últimos años y lo proyectamos hacia el porvenir, entonces aumentan las razones para el desasosiego y el temor.

El Miedo al Miedo. Al presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt no le faltaban razones cuando en marzo de 1933, en su discurso inaugural y cuando su país vivía intensamente los estragos del desempleo masivo, producto de la Gran Depresión, decidió echar mano de Henry David Thoreau (1817-1862) y advertir a sus conciudadanos que el verdadero problema de Estados Unidos no era económico sino de actitud: a lo que realmente deberían temer los norteamericanos era al miedo mismo. Había que evitar que ese sentimiento arraigara o de lo contrario el futuro lo ganaría la depresión. Lo que Roosevelt hizo fue plantear a los ciudadanos un “Nuevo Trato” entre el gobierno y el pueblo norteamericano y lanzar al Estado a crear empleos –había 13 millones de desempleados– y regenerar la energía política para revertir la parálisis y empezar a dar forma a lo que sería el “Estado de bienestar”, ese que duró casi medio siglo.

Hoy en México se vive una situación diferente en sus causas y formas a la que Estados Unidos vivió en los 1930, pero similar en sus manifestaciones de desasosiego pues no se vislumbra el final del largo túnel en que sus dirigentes metieron al país hace casi tres decenios. Desde entonces, la economía se mueve en ciclos de crecimiento modesto con otros de estancamiento o, peor aún, de decrecimiento.

A la falla sistemática del sistema productivo se añade la incapacidad igualmente sistemática de las autoridades locales y nacionales para hacer frente al crimen y la inseguridad. Mientras el PIB creció en 2010 un 5 por ciento tras caer un 6.5 por ciento en 2009, el número de muertes relacionadas con el crimen organizado pasó de 6,587 a 11,583 en el mismo período (ver el “Ejecutómetro” de Reforma); el aumento en este rubro macabro fue de ¡76 por ciento en un año

Por otro lado, la corrupción pública y privada se mantiene imbatible. Correlacionada positivamente con la corrupción se encuentra la impunidad y la certeza generalizada de que casi nunca “quien la hace la paga”. Y la lista de problemas de fondo es larga, pero hay uno más que debe recalcarse por ser histórico y contribuir de manera destaca a la desmoralización colectiva: la desigualdad.

La Desigualdad. En una columna reciente en The New York Times, (1° de enero), Nicholas Kristof, y refiriéndose a Estados Unidos –donde la riqueza del 1 por ciento más próspero de la población es superior a la que posee el 90 por ciento contando de abajo hacia arriba en la pirámide de la distribución del ingreso– sostiene con datos que la desigualdad social creciente está correlacionada positivamente con la desmoralización y la falta de cohesión nacional. Es posible argumentar que al atacar el desequilibrio social extremo, Roosevelt y su New Deal contribuyeron a aumentar la cohesión y el optimismo norteamericanos, lo que les sirvió bien para enfrentarse a sus adversarios durante la II Guerra Mundial; la victoria en esa guerra aumentó la confianza colectiva y el círculo virtuoso funcionó por buen tiempo.

En el México de inicios de la segunda mitad del siglo pasado, y según las encuestas de Gabriel Almond y Sidney Verba (The civic culture, 1963), aún funcionaba el discurso revolucionario de la igualdad social y la confianza en el futuro era relativamente amplia. Hoy no tenemos cifras de concentración del ingreso tan finas como en Estados Unidos pero es muy probable que sean parecidas o peores. En cualquier caso, los efectos de la división entre el México de arriba y de abajo se deja ver de muchas maneras. Mientras la Bolsa Mexicana de Valores hay gran optimismo pues en 2010 sus ganancias nominales crecieron 20 por ciento (Reforma, 3 de enero), entre el grueso de los mexicanos el sentimiento es el opuesto: para el 86.5 por ciento la economía va peor, para el 59.1 por ciento el país va por el rumbo equivocado y el 79.6 por ciento considera que la situación política ha empeorado (Consulta Mitofsky noviembre, 2010).

En el 2000, México pareció entrar en una nueva era de su historia política y, se esperaba, que también lo hicieran el resto de los temas que tienen un componente político. No fue el caso. En un ensayo reciente, René Delgado advierte que hace diez años hubo una alternancia de partidos en el poder pero finalmente no hubo un verdadero cambio de régimen: básicamente sigue funcionando el antiguo, pero debilitado, (Enfoque de Reforma, 2 de enero). Delgado, por tanto, le informa a la clase política que ya casi se le agotó el tiempo para superar constructivamente ese pasado indeseable. Si no lo supera, corre el peligro –corremos– de enfrentar un “derrumbe nacional”. Tiene razón Delgado, pero la clase política mexicana como tal no existe, no tiene un interés general superior a sus intereses individuales o de pequeño grupo. Desde luego esa “clase” no es portadora de ningún interés nacional, sino que está fragmentada y confrontada casi como lo estaba a mediados del siglo XIX. Carece de liderazgo y no hay nadie que pueda negociar su unidad de acción en nombre de su –y nuestra– salvación colectiva.

El Tiempo Perdido los Santos lo Lloran. Quizá Estados Unidos se puede hoy dar el lujo de estar políticamente dividido y llevar adelante “pequeñas guerras” en Irak y Afganistán; puede estar dividido en torno a su política económica y social y prepararse para tener un crecimiento máximo del PIB del 4 por ciento y seguir con un desempleo abierto por arriba del 9 por ciento.

Quizá. Pero nosotros no podemos darnos el lujo de seguir perdiendo el tiempo histórico porque estamos en un nivel de desarrollo material e institucional muy por debajo del estadounidense. Sin embargo, no hay nada que objetivamente nos lleve a suponer que el liderazgo mexicano va a hacer otra cosa que mantener las políticas –o falta de políticas– actuales y que han desembocado en la mediocridad e inseguridad en que hoy nos debatimos.

Conclusión Tentativa. Las encuestas nos dicen que al final del 2010 una mayoría relativa de los mexicanos no se identifica con ningún partido, pero de los que sí tienen preferencia partidista lo hacen con el PRI (33.9 por ciento, según Consulta Mitofsky) y también que es el PRI el partido con menos rechazo. Una explicación de esta resignación de una parte de los mexicanos con el antiguo régimen y su partido –corruptos hasta la médula, pero tenidos por relativamente eficaces en la gestión de esa corrupción– está en el temor sobre el futuro. Para muchos, el pasado ofrece una mala certeza, pero certeza al fin, y un tipo de salida a un presente sin atractivo.

Hoy estamos pagando las consecuencias de que en las elecciones del 2006 se hubiese colocado al miedo como el sentimiento dominante. Cuando tengamos el próximo gran encuentro con las urnas, en 2012, deberíamos escuchar a Thoreau y a Roosevelt, aceptar por experiencia propia que no hay peor actitud para enfrentar el futuro que el miedo, y aprovechar la elección presidencial para abandonar la parálisis y lanzarnos a demandar y buscar, por fin, el cambio de régimen.

Impune destructor de Tamaulipas Miguel Ángel Granados Chapa Periodista


Distrito Federal– Si alguna vez lo fue, Eugenio Hernández Flores dejó de ser el primero de enero gobernador de Tamaulipas. A su paso por el poder ejecutivo, esa entidad decayó en el mejor de los casos o de plano fue destruida, rotas las pautas de convivencia que habían prevalecido. Cabeza de un típico ejemplo de gobierno fallido, perturba saber que Hernández Flores retorna a la vida privada, a los negocios, sin que poder alguno, político o jurídico, esté en aptitud de llamarlo a cuentas. Su abrumadora incapacidad quedará impune.

El primer día de este años Hernández Flores entregó el gobierno a Egidio Torre Cantú, que reemplazó en la candidatura priísta a su hermano Rodolfo, asesinado hace más de medio año, el 28 de junio de 2009, cuando faltaban sólo cinco días para la jornada electoral. Un semestre después, el gobierno local no pudo entregar a la sociedad tamaulipeca noticia alguna sobre los móviles y los autores del homicidio. Sólo esa terrible negligencia, o complicidad, o espanto frente a las causas del asesinato bastarían para descalificar al gobierno que concluyó sus funciones al comenzar este mes.

Hernández Flores se escondió tras la mampara que le ofrece la violencia generalizada en su entidad, como si atenderla y combatirla no le incumbiera, y ello correspondiera únicamente al gobierno federal. Pero concernía a su competencia la lucha contra la delincuencia común, la que independientemente de sus motivos priva brutalmente de la vida a personas sin nombre. Y con su insuficiencia y, más todavía, impasibilidad en esta materia contribuyó a la fractura de la vida social tamaulipeca. En el norte, en el centro y en el sur, en la costa, en la frontera chica, por doquiera se cometieron atrocidades, vinculadas las más de las veces al narcotráfico, que se convirtió en el verdadero poder político en la entidad. Poblaciones enteras, como la paradigmática Ciudad Mier fueron abandonadas por sus pobladores, presas del terror. Pero las balaceras y la inseguridad que produjeron ese resultado fueron acontecimiento cotidiano en las grandes ciudades, especialmente Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros. De los penales de esas ciudades huyeron cientos de presos. En san Fernando fueron hallados los cadáveres de 72 migrantes, en agosto pasado; pero en febrero anterior un convoy de más de cien vehículos ocupó a Valle Hermoso. “El pueblo estuvo ocupado durante tres días de enfrentamientos a toda hora. Nomás chillaban los coches por las corredizas que pegaban. Nadie nos auxilió ni el Ejército vino, por más que lo llamaron. Hubo como sesenta muertos. La historia se repitió el 6 de junio. Se fueron derecho a la preventiva y otros a la ministerial. Fue una matazón. Se llevaron a varios policías” (Proceso, 27 de junio).

Si bien la nota más evidente de la ingobernabilidad tamaulipeca consistió en la precariedad de la vida, que podía acabar a balazos en cualquier momento y todo lugar (como ocurrió a los pequeños Byron y Martín Almanza, por ejemplo), no es el único motivo para reprobar al pésimo gobierno de Hernández Flores. Dondequiera que se vuelva la cara se hallan señales del deterioro sufrido por Tamaulipas. El nivel educativo se abatió, hasta dejar al sistema de enseñanza básica de la localidad en la peor situación y a la niñez tamaulipeca en los últimos lugares de la lista de eficiencia educativa.

La gestión administrativa no caminó mejor, sino al contrario. Como ocurre en casi todo el resto del país (sin que ello suponga justificación alguna), la deuda pública creció en términos abrumadores. Se hipotecó hasta por siete mil millones de pesos el impuesto sobre nómina. En total, el gobierno de Torre Cantú recibió de Hernández Flores un pasivo por nueve mil millones y medio de pesos.

No es cuantificable con esa exactitud la corrupción, pero la que ha envenenado a Tamaulipas desde tiempo atrás se acrecentó bajo el gobierno de un contratista enriquecido, que debe su ingreso a la política al financiamiento de que proveyó a su antecesor Tomás Yarrington, que compensó el favor con la alcaldía de Ciudad Victoria y haciéndolo vivir un breve lapso en el Congreso federal. Esas fueron las dos responsabilidades políticas que prepararon a Hernández Flores para gobernar a su estado natal. Ingeniero civil, hasta entonces se había dedicado al negocio de la construcción, aceitado por nexos con los políticos del gobierno local.

Carente de toda idea apta para el manejo de la cosa pública, Hernández Flores fue parte de la camada de candidatos priístas que basaron su proyección pública en el estereotipo encarnado por Enrique Peña Nieto, al que Hernández Flores se asemeja no sólo en el acicalamiento físico sino también en su ausencia de convicciones y el ejercicio del pragmatismo más crudo.

Probó esa doble circunstancia cuando traicionó a su partido y a su candidato Roberto Madrazo en julio de 2006. Instado por la profesora Elba Ester Gordillo, puso sus posibilidades de control electoral al servicio del candidato Felipe Calderón, convertido de esa manera en triunfador en ese estado, lo que le fue puntualmente agradecido, al día siguiente de la jornada, por el secretario de comunicaciones Pedro Cerisola. No era para menos: la votación panista creció hasta medio millón de votos (más de cien mil votos por encima de los obtenidos en la más reciente elección local), y la del PRI se abatió a la mitad: el propio Hernández Flores obtuvo más de seiscientos mil votos, mientras que medio año más tarde Madrazo apenas alcanzó trescientos trece mil.

Diálogo-Hernández

Niño belicoso-Rocha

Noche de Reyes en México-Fisgón

Mexicana : Fraude de Gastón Azcárraga.

Mexicana, un negocio de saliva. Enrique Galván Ochoa

Dinero

¿Dónde anda el dinero de tu Afore?

Faquirismo en Conacyt

El retorno de Mexicana de Aviación tiene la pinta de un negocio de saliva. Con escaso capital –y todavía no lo acaban de reunir– quieren echar a volar una empresa quebrada que debe alrededor de 10 mil millones de pesos. Anuncia la Secretaría de Comunicaciones que comenzará a vender boletos el próximo día 24 de este mes y sin devolver antes el dinero a los pasajeros que dejaron varados. Aún no saben cuándo se realizará el primer vuelo, primero van a ver si los aviones están en condiciones adecuadas, han estado parados mucho tiempo; harán maniobras de prueba. También se ignora si las autoridades de Estados Unidos pondrán alguna objeción, uno de los destinos será el aeropuerto de Los Ángeles, seguramente no querrán a poner en riesgo su seguridad. Diligentemente el director del Banco de Comercio Exterior, Héctor Rangel Domene, se dispone a hacer quitas a la deuda de la empresa que llevó a la bancarrota su amigo Gastón Azcárraga –también cercano a Felipe Calderón, lo ayudó en su campaña–. Los líderes sindicales han asumido una actitud sospechosa: se han plegado a todas las exigencias, lo que implica el desmantelamiento del contrato de trabajo y un recorte brutal a la nómina. Atrás del negocio figura el secretario de Comunicaciones, Juan Molinar Horcasitas. Se comenta que gente de la familia estará en la nueva compañía, ya antes tuvo un lugar en el consejo su hermano Javier. ¿Usted compraría un boleto de Mexicana, de los que comenzarán a vender el día 24? Yo tampoco.

Tu dinero en las afores

Si estás aportando dinero a una afore, o lo hiciste alguna vez, tal vez te interese saber que la suma de los ahorros que manejan entre todas suma hoy un billón 384 mil 897 millones de pesos. ¿Y dónde anda tu dinero? Nunca te han preguntado cómo manejarlo; eso lo deciden los administradores, con la autorización de un grupo cerrado de burócratas de la Consar, representantes de organismos empresariales cúpula y de sindicatos charros. Pero toma nota que el 58.88 por ciento se lo tienes prestado al gobierno, en tu nombre compraron bonos hasta del rescate bancario; 17.85 por ciento lo prestaron a empresas privadas nacionales; 9.05 por ciento está invertido en renta variable internacional; 8.56 por ciento en el mercado accionario local, es decir, la Bolsa de Valores; 3.29 por ciento en deuda internacional, y 2.37 por ciento en “instrumentos estructurales”. Cuando se puso a andar el sistema, 90 por ciento del dinero se invertía en bonos de gobierno, tipo Cetes. El rendimiento histórico es de 6.55 por ciento anual. En otras palabras, cuando llegue la edad de tu jubilación deberás seguir trabajando: la pensión no te permitirá sobrevivir.

@Vox Populi

Asunto: los mitos del empleo

Me parece realmente deleznable que anuncien los avances en empleo y más que lo hagan de es modo. Aquí, donde trabajo, están despidiendo personal porque la situación económica no permite a las empresas mantener empleos formales. Es una burla lo que hacen los secretarios del Trabajo y de Hacienda, haciéndole el juego a su jefe. Triste estar en esta situación económica, pero más recibir estas burlas de parte de nuestros gobernantes.
Luis E. Vera/ Distrito Federal

R: ¿Pero quién les cree? Ni ellos creen que la gente les cree.

Asunto: cargos en IXE

Al leer en tu columna las arbitrariedades de los bancos para imponer comisiones a sus clientes, comento lo siguiente: en banca IXE, el año pasado, por “comisión integrada de servicios”, te cargaban 46.40 pesos si tu saldo en cuenta de cheques era menor a mil pesos (independientemente de otras cuentas de inversión y sus montos). Ahora no sólo cobran esta comisión, sino que inventaron otra, “por manejo de cuenta”, por 290 pesos; es decir, ahora te cargan 350 pesos, aproximadamente. Es una voracidad sin control.

Alejandro Posadas Pedraza/ Distrito Federal

R: Es como el gato que persigue su cola: aunque el Banco de México ordena que desaparezcan unas comisiones, los bancos comerciales de inmediato crean otras, con distintos nombres. El Congreso tuvo en sus manos imponer una solución radical, pero dejó ir la oportunidad.

Asunto: faquirismo en Conacyt

Respecto del comentario de las becas pagadas por el Conacyt, no son cualquier cosa; estamos hablando de 8 mil hasta 14 mil pesos, dependiendo de los estudios. Si los estudiantes no administran el dinero de forma adecuada no es culpa del Conacyt; claro que tampoco es pretexto para que éste no pague en los tiempos debidos. Sólo espero que la persona que escribió esa queja no sea una de las miles que usa el Conacyt como forma de salir del país y quedarse a aplicar lo aprendido en naciones del primer mundo.

Ing. Joaquín Gutiérrez Ruiz/ Distrito Federal

R: Es un grupo de becarios el que se queja y todos viven en México. Muchos son casados, con hijos. A los que estudian en el extranjero siempre les recomiendo que primero tomen un curso de faquir para que aprendan a vivir largas temporadas sin comer. Es difícil sobrevivir con mil dólares al mes. Y si vuelven a México, que tomen el diplomado Fakir II, porque con los sueldos que ganarían aquí seguirían más o menos en las mismas.

Asunto: el libro de Anabel Hernández

En entrevista para el programa En Contexto, de Telemundo 52, Los Ángeles, con el conductor Rubén Luengas, la periodista Anabel Hernández denuncia que el ex presidente panista Vicente Fox recibió un soborno de 20 millones de dólares para permitir que El Chapo Guzmán escapara de la cárcel de Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001, apenas iniciando su sexenio. La entrevista puede verse en YouTube: www.youtube.com/watch?v=lj55ZI6uXjE

José R. Manzano/ Distrito Federal

R: Estoy leyendo su libro Los señores del narco. Es lo mejor que ha escrito Anabel hasta hoy.

(Esta es una selección de mensajes, resumidos. En el foro aparecen todos en su versión original.)

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Mi gobierno no tiene la culpa de muertes violentas, se excusa Calderón

No tiene vergüenza...
La Redacción de Proceso.com



MEXICO, D.F., 5 de enero (apro).- El presidente Felipe Calderón lamentó que se critique y se culpe a su gobierno por las muertes violentas que ha dejado la guerra contra de la delincuencia organizada.
En una entrevista con Raúl Sánchez Carrillo en el noticiero radiofónico “Enfoque”, Calderón afirmó que los únicos culpables de cada una de las muertes en este combate son los delincuentes.
Dijo: "Actuamos a tiempo en el entendido de que las muertes violentas no son muertes que haya causado el gobierno; las han causado los criminales. Nosotros, lo que hacemos, es combatir a los criminales. Y lo que es absurdo es que no se culpe a los criminales, sino al gobierno que combate a esos criminales".
Además, Calderón reprochó que se critique al Ejército mexicano, como lo ocurrido en el municipio de Mier, Tamaulipas, “y se aplauda” lo que hace la milicia brasileña para combatir el narcotráfico en las favelas de Río de Janeiro.
Señaló: "Lo que pasa es que cuando, por ejemplo, va el Ejército mexicano a una zona que necesita su presencia porque las autoridades locales dejaron de tener fortaleza, por ejemplo en Mier, Tamaulipas, llegó el Ejército y sin disparar un sólo tiro tomó control de la población y huyeron los malosos. Cuando ocurre eso, el comentario es que fue el Ejército a Mier y es ejemplo del fracaso de la estrategia; en cambio, si lo hacen en Brasil es: rescatan las favelas en Río de Janeiro, y, lo que allá se aplaude, aquí se critica".
Dijo que frente a la comunidad internacional no se ha puesto a México como una víctima de la delincuencia, sino como un país que puede aportar experiencia en el combate de la misma.
Calderón, quien defendió la creación del Mando Único para, dijo, evitar la infiltración criminal entre las autoridades de seguridad locales, afirmó que el problema en las policías locales es que priva la anarquía debido a la infiltración criminal.

Calderón manipuló cifras de empleo: Di Costanzo

Redacción/SDP | 05 de Enero, 2011 - 21:50
Lejos de haberse creado 730 mil empleos nuevos durante 2010, la realidad es que sólo se crearon 16 mil 873 empleos nuevos, mientras que el resto apenas y suple a los empleos que se perdieron en 2008 y 2009, revela Mario Di Costanzo en base a cifras del IMSS. .El diputado federal del PT, Mario Di Costanzo, reveló que Felipe Calderón manipuló las cifras de creación de empleos en México durante 2010, ya que entre diciembre de 2006 y diciembre de 2010 sólo se han creado 773 mil 225 nuevas plazas. Es decir, 193 mil 306 plazas por año.

En base a datos del IMSS, y del informe de Finanzas Públicas de la SCHP, Di Costanzo evidenció que la cantidad de trabajadores asegurados en el IMSS nunca llegó en 2010 apenas y suple a los empleos perdidos durante 2008 y 2009, quedando de manera neta apenas unos 16 mil 873 empleos nuevos durante 2010. Una cantidad muy lejana a los 730 mil empleos nuevos que presume el gobierno federal.

"De las cifras del IMSS, se puede observar que los 732 mil 779 'empleos generados' durante el año pasado, apenas y compensan los 715 mil 906 empleos que se perdieron durante el 2008 y 2009, de esta manera, la generación de empleos neta de empleo entre 2006 y 2010, medida en términos de los trabajadores asegurados por el IMSS, se ubica en 773 mil 225 personas, es decir, 193 mil 306 trabajadores por año", dijo Di Costanzo en un boletín.

"Lo anterior explica por qué la Tasa de Desocupación reportada por el INEGI en su Encuesta de Ocupación y Empleo, se halla ubicado al mes de noviembre de 2010 en 5.28%, nivel prácticamente similar al del 2009 (5.26%), a pesar de la "Cifra récord en generación de empleos."

Señala también que Javier Lozano Alarcón "o no tiene idea de lo que dice" cuando festeja la creación de 730 mil empleos como la mayor en 14 años "o bien no lee los informes que entrega su dependencia a la Secretaría de Hacienda", ya que un informe de la SCHP alega que la máxima creación de empleos fue entre diciembre de 2006 y diciembre de 2007, cuando se generaron unos 879 mil 533 empleos.

"Javier Lozano Alarcón también afirmó que en lo que va de la adminstración del presidente Calderón se han creado un millón 36 mil 928 empleos formales, sin embargo resulta muy claro que si medimos la generación de empleos, en términos de los trabajadores asegurados en el IMSS, resulta que esta ha sido de sólo 773 mil 225 ocupaciones, cifra que resulta inferior en 263,703 ocupaciones a las declaradas por el Secretario del trabajo", remata Di Costanzo.

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