José Alejandro Luna Ramos, nuevo presidente del TEPJF.
Foto: Germán Canseco
Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (apro).- Alejandro Luna Ramos, el único de los actuales magistrados que calificó la elección presidencial de 2006 y declaró ganador a Felipe Calderón, de quien es allegado, fue electo hoy presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para los próximos cuatro años.
El nuevo presidente del TEPJF, que calificará la elección presidencial de 2012, tiene dos hermanos en el Poder Judicial promovidos por Calderón: Margarita, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) –cuyas votaciones son siempre a favor del Ejecutivo–, y Carlos Hugo, presidente del Séptimo Tribunal Colegiado, quien elaboró el proyecto para negar el amparo a la francesa Florence Cassez.
En una elección que duró menos de media hora, incluidos los discursos, Luna Ramos recibió el respaldo de dos magistrados identificados con el Partido Acción Nacional (PAN): Salvador Olimpo Nava Gomar, confidente de Roberto Gil Zuarth, secretario particular de Calderón, y de Constancio Carrasco Daza, primo del panista Diódoro Carrasco, exgobernador priista de Oaxaca.
Pedro Esteban Penagos, a quien se identifica con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y quien antes de la votación declinó contender por el cargo, también votó por Luna Ramos –su paisano chiapaneco–, lo mismo que Manuel González Oropeza, quien llegó al TEPJF por impulso de los perredistas de Nueva Izquierda.
Con esos cuatro votos, y el suyo propio, Luna Ramos obtuvo un voto más de los cuatro que requería para conquistar la presidencia, que desde el sábado ejercía por ministerio de ley, y que frustró la reelección de María del Carmen Alanís, quien sólo obtuvo su propio sufragio, lo mismo que Flavio Galván Rivera.
En su primer pronunciamiento como presidente, Luna Ramos aseguró a los actores del próximo proceso electoral que el TEPJF está preparado para afrontar los retos que éste conlleva y que no tendrá favoritismo ni cederá a presiones.
Ofreció, también, austeridad republicana y transparencia: “Abriremos las puertas del tribunal a la supervisión no sólo de los órganos del Estado, sino además de la opinión pública”.
Luna Ramos, quien nació en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, inició su carrera en el Poder Judicial en 1968 y, en abril de 2005 y con el apoyo de su hermana la ministra de la SCJN, fue designado magistrado del TEPJF por la muerte del magistrado José Luis de la Peza.
Al año siguiente, en 2006, luego de que dio aval al dictamen que dio como ganador a Calderón, los magistrados del TEPJF concluyeron su periodo y Luna Ramos se aferró al cargo por otro periodo de cinco años, que logró por un solo voto en el Senado.
Alegando que era el magistrado con más antigüedad, Luna Ramos pretendía ser presidente del TEPJF, pero su intento se frustró porque, por votación mayoritaria de los nuevos magistrados, Galván Rivera ocupó ese cargo, debido a que tenía casi dos décadas de trabajo en los órganos jurisdiccionales electorales y porque había ocupado la Secretaría General de Acuerdos de la Sala Superior anterior.
Luna Ramos no llegó, en esa ocasión, a la presidencia del TEPJF, pero lo que sí logró, pese a la oposición de los nuevos magistrados, fue quedarse con las mejores oficinas, que incluyen una sala de descanso, como lo documentó el reportero Jorge Carrasco Araizaga. Esas instalaciones se las dejó el magistrado Eloy Fuentes, quien fue presidente del TEPJF entre 2004 y septiembre de 2005, cuando dejó el cargo en condiciones nunca aclaradas.
Ahora Luna Ramos ocupa la presidencia en el quinto piso de las instalaciones del Tribunal Electoral, en el sur de la ciudad de México, donde brindó con champaña junto con los consejeros Carrasco Daza y Nava Gomar…
El nuevo presidente del TEPJF, que calificará la elección presidencial de 2012, tiene dos hermanos en el Poder Judicial promovidos por Calderón: Margarita, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) –cuyas votaciones son siempre a favor del Ejecutivo–, y Carlos Hugo, presidente del Séptimo Tribunal Colegiado, quien elaboró el proyecto para negar el amparo a la francesa Florence Cassez.
En una elección que duró menos de media hora, incluidos los discursos, Luna Ramos recibió el respaldo de dos magistrados identificados con el Partido Acción Nacional (PAN): Salvador Olimpo Nava Gomar, confidente de Roberto Gil Zuarth, secretario particular de Calderón, y de Constancio Carrasco Daza, primo del panista Diódoro Carrasco, exgobernador priista de Oaxaca.
Pedro Esteban Penagos, a quien se identifica con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y quien antes de la votación declinó contender por el cargo, también votó por Luna Ramos –su paisano chiapaneco–, lo mismo que Manuel González Oropeza, quien llegó al TEPJF por impulso de los perredistas de Nueva Izquierda.
Con esos cuatro votos, y el suyo propio, Luna Ramos obtuvo un voto más de los cuatro que requería para conquistar la presidencia, que desde el sábado ejercía por ministerio de ley, y que frustró la reelección de María del Carmen Alanís, quien sólo obtuvo su propio sufragio, lo mismo que Flavio Galván Rivera.
En su primer pronunciamiento como presidente, Luna Ramos aseguró a los actores del próximo proceso electoral que el TEPJF está preparado para afrontar los retos que éste conlleva y que no tendrá favoritismo ni cederá a presiones.
Ofreció, también, austeridad republicana y transparencia: “Abriremos las puertas del tribunal a la supervisión no sólo de los órganos del Estado, sino además de la opinión pública”.
Luna Ramos, quien nació en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, inició su carrera en el Poder Judicial en 1968 y, en abril de 2005 y con el apoyo de su hermana la ministra de la SCJN, fue designado magistrado del TEPJF por la muerte del magistrado José Luis de la Peza.
Al año siguiente, en 2006, luego de que dio aval al dictamen que dio como ganador a Calderón, los magistrados del TEPJF concluyeron su periodo y Luna Ramos se aferró al cargo por otro periodo de cinco años, que logró por un solo voto en el Senado.
Alegando que era el magistrado con más antigüedad, Luna Ramos pretendía ser presidente del TEPJF, pero su intento se frustró porque, por votación mayoritaria de los nuevos magistrados, Galván Rivera ocupó ese cargo, debido a que tenía casi dos décadas de trabajo en los órganos jurisdiccionales electorales y porque había ocupado la Secretaría General de Acuerdos de la Sala Superior anterior.
Luna Ramos no llegó, en esa ocasión, a la presidencia del TEPJF, pero lo que sí logró, pese a la oposición de los nuevos magistrados, fue quedarse con las mejores oficinas, que incluyen una sala de descanso, como lo documentó el reportero Jorge Carrasco Araizaga. Esas instalaciones se las dejó el magistrado Eloy Fuentes, quien fue presidente del TEPJF entre 2004 y septiembre de 2005, cuando dejó el cargo en condiciones nunca aclaradas.
Ahora Luna Ramos ocupa la presidencia en el quinto piso de las instalaciones del Tribunal Electoral, en el sur de la ciudad de México, donde brindó con champaña junto con los consejeros Carrasco Daza y Nava Gomar…