En tanto los políticos tradicionales se pierden en vulgaridades, reunidos en desayunos discretos, pero siempre descubiertos por un oportuno” reportero, en tanto posan para fotos convencionales en las que unos a otros se levantan los brazos como si fueran boxeadores triunfantes; mientras declaman en actitudes solemnes o informales y simpáticas, lugares comunes y frases hechas, difundidas por los convencionales y acríticos medios de comunicación, Andrés Manuel López Obrador trabaja como lo ha hecho, directamente con los ciudadanos que inclinarán la balanza electoral en 2011 en el estado de México y en 2012 en todo el país. Nuevamente se les adelantó; antes de que los partidos en el gobierno federal y en el del estado más poblado de la Federación empezaran a plantear la importancia de las elecciones del año próximo, López Obrador había ya concluido su primero de varios recorridos por los municipios de la entidad, sin estridencias, sin aparato, señalando dos hechos fundamentales, uno obv