El legislador priísta Manlio Fabio Beltrones platica con elementos de la Policía Federal que custodian el Centro Banamex, lugar donde se realizan las sesiones de la Cámara de Diputados, debido a que integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantienen bloqueados los accesos al Palacio Legislativo de San LázaroFoto Marco Peláez
A
demás de los motivos que están en la superficie, los incidentes del Congreso federal y sus periodos extraordinarios de sesiones tienen componentes poco visibles pero también poderosos: algunas de las bancadas partidistas, y en especial los liderazgos de Manlio Fabio Beltrones en el PRI (San Lázaro) y de Miguel Barbosa en el PRD (éste, en el Senado ya dejó ver abiertamente su interlocución directa con los profesores en protesta), están mostrando a los miembros del Pacto por México que no basta con
procesarlos asuntos políticos en esa cúpula, sino en la planicie legislativa que no necesariamente puede aplicar a rajatabla los acuerdos pactados.
El Congreso desplazado, del que ayer se hablaba aquí, reacciona con signos de descompostura para hacerle ver al dirigente real del PRD, Jesús Ortega (Zambrano es un ejecutor) y al propio Enrique Peña Nieto (colocado en la antípoda del grupo de Beltrones) que los arreglos políticos deben darse en ese intrincado ámbito legislativo. En el PAN, aunque solidarios en este tramo con las leyes secundarias relacionadas con lo educativo (deplorando incluso que se haya sacado de la agenda la iniciativa de ley sobre el servicio docente), también se viven turbulentas batallas internas: el grupo de Felipe Calderón, con Ernesto Cordero como operador a larga distancia, mantiene en el Senado una postura de independencia y confrontación con el del pactado dirigente partidista, Gustavo Madero, y su coordinador senatorial decorativo, Jorge Luis Preciado.
En ese contexto de inconformidad en las cámaras por el manejo a trasmano que hasta ahora se había hecho desde el Pacto por México, podría ser que éste hubiese llegado ya a su final como instrumento operativo de la voluntad del ocupante de Los Pinos y que los legisladores itinerantes, el aberrante sesionar en un centro bancario de convenciones, el de Banamex, y en la inmediatez protectora de la Secretaría de la Defensa Nacional, hayan tenido el simbolismo de devolver a San Lázaro y al Senado la gran porción de ejercicio político que les había sido arrebatado mediante pactos entre dirigentes partidistas y el poder pinolero.
Esos y otros detalles fuertes de la crisis política en curso deberían ser asumidos por el grupo encaramado en el poder público federal con los mismos aires de optimismo voluntarista con el que se está abordando lo económico. Para el virrey de la Hacienda de Los Pinos, Luis Videgaray, no es una desgracia la caída en las estimaciones de crecimiento económico para el presente año (a la mitad de lo que se anunciaba en el cálculo inmediatamente anterior), sino una extraordinaria oportunidad para confirmar lo mal que estamos y, por ello, empecinarnos en la aprobación de las reformas propuestas por Peña Nieto (en ese dialéctico horizonte de tan amplio criterio, el peñismo pactista debería entender que el rechazo activo a la reforma laboral educativa debería llevar a un nuevo diseño, para superar lo rechazado, y que la crisis del actual sistema político
representativodebería ser motor para profundas reformas en el tema).
En estas filosofías enrevesadas de la presunta New Age PRI, los mensajes explícitos también merecen una lectura más profunda. La administración del lic. Peña ha decidido sabotear cualquier posibilidad de un debate serio, informado y equilibrado, al bombardear a la población con cargas propagandísticas con tufo fascistoide que buscan convencer mediante imágenes alegres y palabrería somera de que una propuesta de reformas en materia energética debe ser aprobada casi por aclamación frente a las pantallas de televisión.
Al aplastante uso, en cuestiones energéticas, del espot como suplente del análisis, y de las casas de publicidad como relevo del pensamiento político, se ha agregado la cada vez más evidente manipulación de las posturas oficiales de comentaristas y conductores de programas de radio y televisión que repiten como cantaleta pautada ciertos estribillos a gusto del cliente superior, en busca de generar
condicionespolíticas y sociales para la represión concreta contra los profesores en lucha, en el caso de los días recientes, y en general contra el ejercicio proporcional de la crítica y la oposición.
Ejercicio proporcional, se ha escrito, pues no ha de esperarse que, ante los embates disparados desde el poder contra intereses nacionales y populares, la respuesta de los segmentos agraviados sea mediante cartas perfumadas en espera de acuse de recibo y sello oficial: a toda acción corresponde una reacción. Lo que hoy se vive –aunque a los comentaristas y locutores antes aludidos les cause gastritis– es consecuencia del mismo sistema que hoy hace como que se asusta y promueve coros que le azucen a usar la mano dura que ya tiene preparada desde largo rato atrás, pero diversas circunstancias de máximo interés mercantil petrolero no le han permitido desplegar a gusto.
¡Han secuestrado al Congreso!, en la neohabla de la era peñista significa
¡entren comandos especializados al rescate de los pobrecitos diputados y senadores, tan inocentes!;
profesores doblan a legisladorespretende ser traducido como
¡Recuperen los poderes su honor y enseñen a esos opositores a que aprendan a respetar!;
¡no cedan al chantaje!, como proponen los representantes del inmaculado sector empresarial, conlleva la intención de que se imponga
ordena golpe de tolete y que se castigue ejemplarmente a quienes pelean abiertamente en defensa de sus intereses en una nación largamente sujeta al chantaje de políticos, empresarios y narcotraficantes, por dar algunos ejemplos. Maniqueísmo informativo y opinante: sólo ver un lado del problema, el que conviene a los poderes anunciantes y financistas. Múltiples mensajes sembrados.
Y, mientras se sabe si los siete cuerpos encontrados sin vida en una fosa clandestina del estado de México tienen relación con desaparecidos en el Distrito Federal, ¡hasta el próximo lunes!
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