sábado, 6 de marzo de 2010
Acuerdo exhibe un PRI chantajista: Obdulio Ávila
El líder del PAN capitalino justifica las acciones del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, y del presidente de su partido, César Nava, al decir que siempre hay negociaciones cuando se aprueban presupuestos
Francisco Reséndiz
El Universal
Ciudad de México Sábado 06 de marzo de 2010
18:15
francisco.resendiz@eluniversal.com.mx
El líder del PAN capitalino, Obdulio Ávila, sostuvo que los acuerdos firmados entre su partido y el PRI -para evitar alianzas en el Estado de México- sólo exhiben la pequeñez del tricolor y de una mayoría en el Congreso que para aprobar presupuestos y reformas "chantajea y extorsiona".
En entrevista, el dirigente del blanquiazul en la ciudad de México rechazó que sea necesaria la renuncia del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, o que su líder nacional César Nava haya cometido un error al signar un pacto con el PRI, y justificó: "siempre hay negociaciones cuando se aprueban los presupuestos".
"Hoy vemos que este acuerdo se hizo por escrito, hay muchos acuerdos que son verbales. No creo sea algún error, además se trata de un presupuesto que no ha acontecido, se trata de una elección que ni siquiera son de las que están en marcha este año.
"Y un acuerdo para que sea válido, dicen los abogados, requiere del cumplimiento en sus términos del mismo, si no pues es nulo y no puede estar nadie obligado a cumplir", comentó el dirigente panista al afirmar que en política siempre hay negociaciones cuando se aprueban presupuestos.
En el marco del foro "Reforma Política, hacia un nuevo marco institucional para el Estado Mexicano", realizado en la sede del PAN-DF y al que asistieron funcionarios de la Secretaría de Gobernación, Ávila Mayo rechazó que se haya firmado un acuerdo "en lo oscurito" con PRI.
Consideró que el líder nacional del PAN es una persona íntegra, con vocación de servicio y visión. Luego atajó: "lo que hizo el PRI exhibe a una mayoría parlamentaria que chantajea y extorsiona, que para aprobar presupuestos y reformas llega a esos niveles".
Defendió a Nava al sostener que al momento de firmar ese acuerdo estaba en proceso de negociación la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos "y el país no se puede detener". Reforzó: "Aspiramos a que la ciudadanía vea un partido comprometido en sacar reformas y con seriedad a nivel nacional".
Sostuvo que se trató de un acuerdo confidencial firmado entre los líderes nacionales del PAN y del PRI aunque también lo hayan firmado tanto el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, como el secretario general del gobierno mexiquense, Luis Miranda.
Rechazó que haya descoordinación entre el PAN y el gobierno federal, vía Secretaría de Gobernación y acusó que al PRI, con su accionar en torno a esta supuesta alianza mexiquense "le importa más preservar el interés partidario que el de la República".
Esgrimió que los acuerdos en política son siempre válidos y necesarios, porque quien se cierra a dialogar y acordar "lo único que hará es cavar la posibilidad de la generación en la vida política. Hoy vemos este acuerdo que se hizo por escrito pero otros son verbales", concluyó.
vsg
Hermano del Papa Benedicto XVI en escándalos sexuales
Redacción/SDP | 06 de Marzo, 2010 - 09:19
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Al Santo Padre se le acumula el trabajo para intentar lavar la imagen de la Iglesia, cada vez más salpicada por escándalos de abusos a menores y los relacionados con prostitución.
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Envía..El diario madrileño Público ha publicado que “la iglesia católica sigue destapando día tras día nuevos episodios de abusos sexuales cometidos por sus miembros a niños. El último de ellos ha llegado a salpicar al mismísimo hermano biológico de Benedicto XVI, Georg Ratzinger, en la época en la que dirigía el coro de la catedral de Ratisbona”.
Según Público, el que ha informado sobre estos nuevos escándalos en el seno de la iglesia alemana ha sido el obispo de Ratisbona, Ludwig Müller, “a través de una carta dirigida a los fieles en la que admite la existencia de algunos casos, los cuales se remontan a algunas décadas atrás, y asegura que la diócesis llevará a cabo una investigación para esclarecer los hechos”.
El coro de Ratisbona tiene fama mundial. Ahí, los abusos tuvieron lugar durante 15 años, desde 1958 hasta 1973: “Georg Ratzinger fue director del coro entre 1964 y 1993. Según monseñor Müller, cuatro educadores estarían involucrados por ahora”.
George Ratzinger, de 86 años, ha dicho que desconoce la existencia de “ningún caso de abusos sexuales”.
A pesar de eso, la diócesis de Ratisbona hará una investigación sobre el caso.
De acuerdo con Público, “desde el Vaticano se asegura que los últimos episodios de abusos destapados en Alemania se están tomando muy en serio, por lo que Benedicto XVI afrontará este tema en la reunión que mantendrá el próximo 12 de marzo con el presidente de los obispos alemanes, monseñor Robert Zollitsch”.
Público añade que “en los próximos días, el Papa podría nombrar a un inspector (visitador apostólico) para que investigue los presuntos abusos cometidos en la abadía alemana de Ettal entre los años 60 y 80, la cual está situada en la diócesis de Munich y Freising, que precisamente estuvo gobernada por Joseph Ratzinger entre los años 1977 y 1982”.
Concluye el rotativo que “al Santo Padre se le acumula el trabajo para intentar lavar la imagen de la Iglesia, cada vez más salpicada por escándalos de abusos a menores y los relacionados con prostitución. Este jueves se destapaba también que uno de sus ayudantes y un miembro del coro de elite de la Basílica de San Pedro se han visto implicados en una red de prostitución gay”.
Aristegui
Pedro Echeverría V.
México: Aristegui, con sus reportajes, es una periodista muy superior a los Dóriga, Alatorre y Ciro Comes juntos
06 marzo 2010
pedroe@cablered.net.mx
1. En los últimos días la joven periodista Carmen Aristegui, en un profundo reportaje respaldado en entrevistas en vivo a víctimas de abuso sexual ha puesto de cabeza, nuevamente, a la iglesia católica al profundizar una investigación sobre los llamados Legionarios de Cristo, acerca de la corrupción de su fundador Marcial Maciel y de decenas de actos de pederastia de Maciel y seguidores bien resguardos por la iglesia, dado que el cardenal Norberto Rivera de México y el mismo Papa Juan Pablo II, aparecen como encubridores. Mientras Aristegui destruye una de las bases más fuertes de sustentación ideológica del capitalismo, nuestros proclives periodistas de Televisa, TV Azteca y Radio Fórmula, junto a los “intelectuales” que entrevistan, les pagan para tergiversar, engañar y manipular para beneficio de gobiernos y empresarios.
2. Obvio, no es descubrir el hilo negro porque el control ideológico y económico de los empresarios de los medios de información en México es antiguo: desde principios del siglo XIX la prensa escrita estuvo en manos de empresarios y hacendados; a partir de los treinta del siglo pasado la radio mexicana apareció en el país bajo el dominio de unos cuantos grandes empresarios y 20 años después irrumpió la televisión que a partir de la implantación en el mundo del neoliberalismo y el total apoyo a la privatización en la década de los ochenta, se convirtió (la TV) en la manejadora de la conciencia del 90 por ciento de los habitantes del país. Es tan poderosa la empresa televisiva y de radio, que de cuarto poder se transformó en primer poder junto a la economía privada. Los pobres políticos, los más oportunistas, se arrastran ante esos medios.
3. La periodista Aristegui tiene tres ventajas que es difícil de superar: a) Que sus patrocinadores prefieren siempre respetarla por su rating, es decir, por la enorme cantidad de radioescuchas que posee; b) Porque no tiene temor a ir al fondo de las cosas, aunque la cesen del trabajo y c) Por su gran capacidad intelectual, metodológica y agilidad de pensamiento. Ni es provocadora, ni incisiva, ni mordaz, pero tampoco permite que sus entrevistados se desvíen en palabrería. Da la impresión que Aristegui se conoce todos los temas o, antes de tratarlos, los estudia con gran detenimiento y se auxilia entrevistando a especialistas. Sin ser izquierdista, hace algunos años fue cesada de su programa por órdenes de Televisa y del Cardenal Rivera; ahora no sabemos de dónde podrá surgir otra combinación de fuerza para tratar de silenciarla.
4. Escribo sobre Aristegui como lo haría a favor del diario La Jornada y la revista semanal Proceso, aunque en ninguno de esos medios, en más de 25 años de articulista, me han abierto espacio alguno por “tener compromisos anteriores”. La realidad es que si no contáremos en México con esos medios de información –rodeados de televisoras, radios y prensa escrita monopolizadas por grandes empresas fascistoides- la izquierda y los sectores progresistas ignoraríamos hasta lo más elemental de la situación del país. La realidad es que todos esos medios de información empresarial y comercial, han estado siempre al servicio del capital y de todos los negocios que realizan los inversionistas del país y de otras naciones. En vez de informar con objetividad y de ayudar al desarrollo de la conciencia crítica, se dedican a manipular a la población.
5. Pareciera que Aristegui es la única periodista mexicana que no trabaja por consigna o mandato de algún aparato de poder. Su estilo como entrevistadora hace pensar que ella sólo está empeñada en lograr acercarse a la verdad de los hechos. De manera paciente está haciendo las preguntas adecuadas y explicando las relaciones que una cosa tiene con otra. En tanto todos los medios tienen un cuadro de colaboradores, comentaristas o articulistas escogidos por la empresa por su ideología y disciplina, Aristegui –en busca de acercarse a la verdad- hace hablar a izquierdas, derechas, centros y de todos los colores e intereses. No parece querer manipular nada, tal como lo hace casi el 100 por ciento de los medios informativos, sino por medio de confrontación de declaraciones e ideas va construyendo el conocimiento que se necesita en cada hecho.
6. No se trata –como los Dóriga, Alatorre, Loret de Mola, Ciro Comes, Cárdenas o Ruiz Gili- de golpear o intimidar a un político, a un empresario, artista o deportista por encargo de la empresa a que pertenecen para luego negociar con él; tampoco simplemente de entretener al auditorio con bobadas, sino de profundizar de manera independiente los análisis de los problemas para que la población conozca lo que sucede en el país. Aristegui, en todos los noticiarios matutinos de seis a 10 de la mañana, busca penetrar profundo en los problemas. Pero alguien me preguntaría con razón: ¿Qué puede esperarse de los magnates del capital que controlan el 99 por ciento de los medios de información en el país? ¿Esperas acaso que hagan a un lado sus intereses, sus ganancias, a sus socios capitalistas, para que sirvan al pueblo explotado?
7. Si bien La Jornada, Proceso, al funcionar como cooperativas, difícilmente pueden ser asimilados por el Estado como ha sucedido con todos los medios de información impresos, a Carmen Aristegui pueden cesarla nuevamente por los mismos que trataron de destruirla hace unos años: Televisa, el alto clero mexicano y el gobierno de Felipe Calderón. No olvidemos que en México –como toda su historia enseña- todo se negocia, todo es una mercancía que se vende y se compra. Aristegui no ha estado en venta, así como los más enraizados izquierdistas luchadores sociales, pero los agentes del capitalismo no descansan. De todas maneras Aristegui está haciendo historia destruyendo una de las bases esenciales del capitalismo opresor. Debemos aprender de ella y apoyarla en sus diarias acciones.
México: Aristegui, con sus reportajes, es una periodista muy superior a los Dóriga, Alatorre y Ciro Comes juntos
06 marzo 2010
pedroe@cablered.net.mx
1. En los últimos días la joven periodista Carmen Aristegui, en un profundo reportaje respaldado en entrevistas en vivo a víctimas de abuso sexual ha puesto de cabeza, nuevamente, a la iglesia católica al profundizar una investigación sobre los llamados Legionarios de Cristo, acerca de la corrupción de su fundador Marcial Maciel y de decenas de actos de pederastia de Maciel y seguidores bien resguardos por la iglesia, dado que el cardenal Norberto Rivera de México y el mismo Papa Juan Pablo II, aparecen como encubridores. Mientras Aristegui destruye una de las bases más fuertes de sustentación ideológica del capitalismo, nuestros proclives periodistas de Televisa, TV Azteca y Radio Fórmula, junto a los “intelectuales” que entrevistan, les pagan para tergiversar, engañar y manipular para beneficio de gobiernos y empresarios.
2. Obvio, no es descubrir el hilo negro porque el control ideológico y económico de los empresarios de los medios de información en México es antiguo: desde principios del siglo XIX la prensa escrita estuvo en manos de empresarios y hacendados; a partir de los treinta del siglo pasado la radio mexicana apareció en el país bajo el dominio de unos cuantos grandes empresarios y 20 años después irrumpió la televisión que a partir de la implantación en el mundo del neoliberalismo y el total apoyo a la privatización en la década de los ochenta, se convirtió (la TV) en la manejadora de la conciencia del 90 por ciento de los habitantes del país. Es tan poderosa la empresa televisiva y de radio, que de cuarto poder se transformó en primer poder junto a la economía privada. Los pobres políticos, los más oportunistas, se arrastran ante esos medios.
3. La periodista Aristegui tiene tres ventajas que es difícil de superar: a) Que sus patrocinadores prefieren siempre respetarla por su rating, es decir, por la enorme cantidad de radioescuchas que posee; b) Porque no tiene temor a ir al fondo de las cosas, aunque la cesen del trabajo y c) Por su gran capacidad intelectual, metodológica y agilidad de pensamiento. Ni es provocadora, ni incisiva, ni mordaz, pero tampoco permite que sus entrevistados se desvíen en palabrería. Da la impresión que Aristegui se conoce todos los temas o, antes de tratarlos, los estudia con gran detenimiento y se auxilia entrevistando a especialistas. Sin ser izquierdista, hace algunos años fue cesada de su programa por órdenes de Televisa y del Cardenal Rivera; ahora no sabemos de dónde podrá surgir otra combinación de fuerza para tratar de silenciarla.
4. Escribo sobre Aristegui como lo haría a favor del diario La Jornada y la revista semanal Proceso, aunque en ninguno de esos medios, en más de 25 años de articulista, me han abierto espacio alguno por “tener compromisos anteriores”. La realidad es que si no contáremos en México con esos medios de información –rodeados de televisoras, radios y prensa escrita monopolizadas por grandes empresas fascistoides- la izquierda y los sectores progresistas ignoraríamos hasta lo más elemental de la situación del país. La realidad es que todos esos medios de información empresarial y comercial, han estado siempre al servicio del capital y de todos los negocios que realizan los inversionistas del país y de otras naciones. En vez de informar con objetividad y de ayudar al desarrollo de la conciencia crítica, se dedican a manipular a la población.
5. Pareciera que Aristegui es la única periodista mexicana que no trabaja por consigna o mandato de algún aparato de poder. Su estilo como entrevistadora hace pensar que ella sólo está empeñada en lograr acercarse a la verdad de los hechos. De manera paciente está haciendo las preguntas adecuadas y explicando las relaciones que una cosa tiene con otra. En tanto todos los medios tienen un cuadro de colaboradores, comentaristas o articulistas escogidos por la empresa por su ideología y disciplina, Aristegui –en busca de acercarse a la verdad- hace hablar a izquierdas, derechas, centros y de todos los colores e intereses. No parece querer manipular nada, tal como lo hace casi el 100 por ciento de los medios informativos, sino por medio de confrontación de declaraciones e ideas va construyendo el conocimiento que se necesita en cada hecho.
6. No se trata –como los Dóriga, Alatorre, Loret de Mola, Ciro Comes, Cárdenas o Ruiz Gili- de golpear o intimidar a un político, a un empresario, artista o deportista por encargo de la empresa a que pertenecen para luego negociar con él; tampoco simplemente de entretener al auditorio con bobadas, sino de profundizar de manera independiente los análisis de los problemas para que la población conozca lo que sucede en el país. Aristegui, en todos los noticiarios matutinos de seis a 10 de la mañana, busca penetrar profundo en los problemas. Pero alguien me preguntaría con razón: ¿Qué puede esperarse de los magnates del capital que controlan el 99 por ciento de los medios de información en el país? ¿Esperas acaso que hagan a un lado sus intereses, sus ganancias, a sus socios capitalistas, para que sirvan al pueblo explotado?
7. Si bien La Jornada, Proceso, al funcionar como cooperativas, difícilmente pueden ser asimilados por el Estado como ha sucedido con todos los medios de información impresos, a Carmen Aristegui pueden cesarla nuevamente por los mismos que trataron de destruirla hace unos años: Televisa, el alto clero mexicano y el gobierno de Felipe Calderón. No olvidemos que en México –como toda su historia enseña- todo se negocia, todo es una mercancía que se vende y se compra. Aristegui no ha estado en venta, así como los más enraizados izquierdistas luchadores sociales, pero los agentes del capitalismo no descansan. De todas maneras Aristegui está haciendo historia destruyendo una de las bases esenciales del capitalismo opresor. Debemos aprender de ella y apoyarla en sus diarias acciones.
Mentirosos...
Jesusa Cervantes
MÉXICO, D.F., 5 de marzo (apro).- Lo que se pudo percibir como una “travesura” del PRI para el dirigente nacional del PAN y diputado federal, César Nava, al negarle con sus votos en la Cámara de Diputados su solicitud de licencia como legislador, el pasado 2 de marzo, fue únicamente parte de la guerra frontal que los priistas abrieron con el partido de quien supuestamente gobierna al país, Felipe Calderón Hinojosa.
Lo anterior debido a que a tal negación siguió el desnudo total de la falta de palabra del partido en el gobierno --al no respetar el acuerdo de aliarse electoralmente con el PRD a cambio de la aprobación del aumento de impuestos contra los mexicanos—y, de paso, los mismos priistas confirmaron que son unos personajes faltos de ética política al negociar la economía de los ciudadanos a cambio de poner la balanza electoral a su favor con tal de recuperar la Presidencia en el 2012.
Ahora, diputados priistas y panistas niegan el conocimiento de tal infame trueque. Tanto el vicecoordinador del PRI, José Carlos Ramírez Marín, como el del PAN, Roberto Gil Zuarth, se deslindaron de los acuerdos. Han sostenido ante la opinión pública que nunca aprobaron los impuestos a cambio de las alianzas.
Aseguran que los legisladores desconocían tal convenio. Difícil creerles, pues, de lo contrario, se pensaría que los político de uno y otro lado son ingenuos o que no tienen comunicación con sus dirigencias nacionales. Sin embargo, todo lo que aprueban o “negocian” los legisladores en la Cámara de Diputados y el Senado de la República obedece a una estrategia política dictada desde sus respectivas presidencias de partido. Por eso hay una cabeza dirigente en cada instituto político. Son éstos quienes guían el actuar de sus representantes en las cámaras. Esto es sólo parte de un principio de partido, de ahí que sus palabras sean poco confiables.
Sin embargo, fue el propio dirigente nacional del PAN, César Nava, quien salió ante los medios a confirmar que sí hubo tal trueque, incluso se atrevió a decir cínicamente que ante el incumplimiento del PRI de aprobar tal cual el paquete económico enviado por Felipe Calderón, los panistas decidieron concretar las alianzas.
Además, desde hace dos semanas, los propios diputados del PRI narraron a Proceso cómo fue el convenio y dónde se firmó. Además revelaron que luego del acuerdo el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, se comunicó con su bancada para anunciarles la negociación y bajo esta premisa pedirles a sus diputados que operaran para avalar el aumento al IVA.
En las declaraciones públicas de César Nava y las versiones de los propios legisladores del PRI existe un desfase de fecha. El panista asegura que el convenio se signó el 30 de octubre, sin embargo, el día en que los priistas discutieron por más de seis horas la aprobación o no del aumento del IVA fue el 19 de octubre, horas antes de que salieran al pleno y levantaran la mano a favor de los incrementos.
Las fechas resultan importantes debido a que a partir de la certeza de ellas se puede determinar el alcance de la negociación entre los dirigentes nacionales del PAN y del PRI, quienes tuvieron como testigo “de honor” al propio secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Aunque en el centro de todo está la permanencia de unos y la recuperación del poder, por parte de otros, lo cierto es que la ciudadanía debe conocer qué más negociaron Nava y los priistas, sobre todo porque de sus acuerdos en lo oscurito dependen las imposiciones en materia económica, social y de seguridad que le afectan a la ciudadanía.
Por ejemplo, cuando llegó el paquete económico de Felipe Calderón a la Cámara de Diputados que incluía nuevos impuestos, se discutía el respaldo del PRI para apoyar la controversia constitucional en contra del Poder Ejecutivo por haber desaparecido la Luz y Fuerza del Centro y, con ello, la extinción del Sindicato Mexicano de Electricistas.
En la fracción del PRI había por lo menos unos 60 diputados, sobre todo de la Confederación Nacional Campesina, que estaban a favor de la controversia; de su actuar dependía que el PRD, el PT y Convergencia lograran los votos necesarios para interponer el recurso. Así es que en una reunión plenaria del PRI, momentos antes de que se fijara la decisión final de los diputados a favor de la controversia, Oscar Levín Coppel, diputado cercano a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ofreció a los cenecistas cambiar su voto a favor por uno en contra a cambio de negociar mayores recursos en el paquete económico para el sector agrario. Esta fue una más de las negociaciones en lo oscurito de las cuáles ni los priistas ni los panistas hablan.
Habría que preguntarse qué más han negociado, no sólo el PRI con el PAN, sino también el PRD con el PAN, pues aunque es una fracción dividida, de apenas 60 votos, sus decisiones en la Cámara de Diputados y el Senado de la República, sirven para avalar las políticas públicas que terminan imponiendo a la población.
Un cierto sector de los mexicanos tiene su atención puesta en todas estas desfachatadas declaraciones de uno y otro lado, pero más allá de esta firma de convenio vale la pena preguntarse qué otros acuerdos han establecido, por ejemplo, en materia energética, donde recientemente se avalaron cambios normativos que abren la total participación de la iniciativa privada --nacional o extranjera--, en el manejo de los hidrocarburos.
Por ejemplo, qué otras cosas se han aprobado en materia de seguridad para que, a pesar de que la población se está viendo afectada por una guerra entre el aparato de estado y los grupos de narcotraficantes, el gobierno de Felipe Calderón siga en pie. Por qué el PRI, que tiene el poder de decisión en el Congreso no hace nada para detener esta guerra.
El cinismo con que PRI y PAN han aceptado sus “negociaciones” es sólo una parte de lo que realmente ocurre con la clase política del país, de su falta de límites para obtener el poder a costa de lo que sea.
Tan reprobable es la actuación de unos y otros en este indignante convenio; pero es más vergonzosa la actuación de la “izquierda” representada por el PRD, que hoy se alía con el PAN para tener, aunque sea un poquito de poder a través de las gubernaturas.
Una vez desnudados, los panistas pretenden desviar la atención diciendo que lo que hay que indagar es por qué un gobierno puede caer en el “chantaje” de un partido que tiene poder de decisión por su número de legisladores, refiriéndose al PRI, y recargando toda la culpa de este indignante acuerdo en los priistas.
A su vez, el PRI sostiene que lo que importa de todo esto es “la confianza”. Asegura que ante lo revelado el PRI ya no confía en el PAN y los acuerdos a los que este llega. Con esto pretende también desviar la atención de su desfachatez de negociar impuestos por no alianzas con miras a recuperar el poder Presidencial.
En realidad lo único importante aquí es la confesión de los políticos de su falta de ética para conducirse. Una falta de ética que a quien afecta finalmente es a los mexicanos.
Episodios como los vividos recientemente respecto al tema de las alianzas, son solo uno de los muchos enfrentamientos que veremos entre el PRI y el PAN y en donde ambos partidos, sumándose el PRD como comparsa en algunos casos, no tendrán límites para enmugrarse aún más y actuar de manera indignante y cínica.
Parece ser que todo se valdrá de aquí a las elecciones presidenciales del 2012. Un panorama desolador para los mexicanos que son los únicos que tienen el poder de rebelarse ante los partidos políticos y poner un alto ante tanto pisoteo y desdén con que los políticos los utilizan en cada proceso electoral y en cada uno de sus actos diarios.
mjcervantes@proceso.com.mx
Ocho de cada 10 ciudadanos reprueban a Calderón
Sólo está gobernando para sus amigos
Saldo deplorable a la mitad del sexenio
Enrique Galván Ochoa Ocho de cada 10 ciudadanos reprueban categóricamente el desempeño de Felipe Calderón en la primera mitad del sexenio. El 87 por ciento de 2 mil 533 personas que participaron en nuestra encuesta semanal calificaron su actuación de ‘muy mala’. El 11 por ciento la considera mala. El 2 por ciento, regular. 12 personas la consideran ‘buena’ y sólo 8, ‘excelente’.
Metodología
Enviamos 3 mil cuestionarios por correo electrónico y hasta ayer en la tarde habíamos recibido la respuesta de 84 por ciento, una participación de las más altas desde que iniciamos estos sondeos. Un número considerable de participantes acompañó su voto con una opinión.
Tejen el PRI-PAN un acuerdo político con la intención de imponer a Peña en el 2012, denuncia AMLO
Nuevo Laredo, Tamaulipas
Sábado 06 de marzo de 2010
Andrés Manuel López Obrador declaró que una vez más quedó demostrado el contubernio que siempre ha existido entre el PRI y el PAN, a partir de que se reveló un pacto cupular para no tocar al candidato presidencial de la mafia de la política, Enrique Peña Nieto.
El tricolor y el blanquiazul “son lo mismo, pertenecen a la oligarquía que es la responsable de la tragedia nacional, no hay diferencia entre el PRI y el PAN y eso se está mostrando cada vez más”, expuso al conceder una entrevista a los reporteros en su llegada a esta ciudad.
Recordó que ayer se dio a conocer el contenido de un convenio que suscribieron los dirigentes de los partidos de la mafia de la política y del dinero, en donde se comprometen a proteger al actual gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto con miras a las elecciones de 2012.
Al pedirle su opinión sobre el convenio del PRIAN para proteger Peña Nieto, el presidente legítimo de México expuso que se trata de la misma mafia, “es el mismo contubernio de siempre, por ejemplo en 2006, el PAN recibió ayuda del PRI para imponer a Calderón y ahora tejen el acuerdo para el 2012”.
En otro tema, Andrés Manuel López Obrador manifestó nuevamente su desacuerdo ante las uniones electorales del PRD, PT y Convergencia con partidos de derecha. “Nosotros no consideramos que deban darse las alianzas con los partidos de la izquierda progresista y las fuerzas políticas de la mafia del poder y del dinero”, reiteró.
López Obrador puntualizó: “definitivamente no las aceptamos”.
Dejó en claro que el movimiento que encabeza sólo apoyará a los candidatos que salgan de un acuerdo entre los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y de Convergencia, de lo contrario no participará en las campañas de los aspirantes que se alíen a los partidos tricolor o blanquiazul.
Ante la creciente ola de delincuencia que padece Tamaulipas, el presidente legítimo de los mexicanos dejó en claro que no se puede enfrentar el problema de la inseguridad con más policías, con más soldados, sino que es necesario atender las causas, los orígenes de dicho flagelo.
En primero lugar, prosiguió, es necesario cambiar la actual política económica que desde hace más de dos décadas no produce empleos y que ha abandonado a los jóvenes; de lo contrario “será muy difícil que se pueda enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia”.
En ese sentido calificó como pura faramalla el hecho de que vivimos en un Estado de derecho, sino que “vivimos en un Estado de chueco”, y tampoco es cierto que las instituciones estén al servicio del pueblo.
Mencionó que los 30 barones del dinero y del poder son los responsables de la debacle nacional, porque mal gobiernan y llevan al pueblo a la pobreza y uno de los culpables es el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
El presidente legítimo de México explicó que este fin de semana llevaría a cabo reuniones de evaluación con los comités municipales del Gobierno Legítimo en Acuña, Piedras Negras, Parras y Torreón, de Coahuila.
Asimismo, en Ciudad Acuña, López Obrador concedió una segunda entrevista. Hizo hincapié en que el pueblo de México no va a votar por los candidatos del PRI y del PAN en el 2012, porque son los culpables de que México sea uno de los países más atrasados en crecimiento económico, en creación de empleos y en pobreza.
En la reunión de evaluación con los integrantes de los comités municipales de Ciudad Acuña y Piedras Negras, llamó a continuar trabajando por la transformación del país, “porque solo con un cambio real se podrán enfrentar los grandes y graves problemas de México”.
Carta a una mariposa
Desfiladero
Jaime Avilés
Carlos Montemayor estaba en todo. Nada de lo humano le era ajeno. Era experto en disciplinas tan disímbolas y complementarias como la guerra, la poesía, la música y las lenguas vivas, muertas y en vías de extinción. Poeta, novelista, periodista, ensayista, activista, traductor, cantante de ópera, lo mismo daba conferencias magistrales en los salones del Estado Mayor, para explicar a los generales las razones de ser de los movimientos guerrilleros del siglo XX, que fungía como mediador entre el EPR y la Secretaría de Gobernación, participaba en congresos literarios, grababa discos y escribía sin descanso.
Tenía 23 años en 1971 cuando ganó el premio Xavier Villaurrutia por Las llaves de Urgell. Yo acababa de cumplir 19 cuando en 1973 lo conocí en Filosofía y Letras de la UNAM, y lo miraba hacia arriba: ya era un grande. Una mañana me salí de la aburrida clase de un profesor tan orejón y calvo como antipático, que daba Siglo de Oro, para ir a tomar café al Sanborns de San Ángel, con los poetas Marco Antonio Campos, Luis Chumacero (hijo de Alí), los cuentistas Carlos Chimal y Bernardo Ruiz, y desde luego Montemayor.
Quizá porque a pesar de sus tempranos laureles, todavía era un joven norteño que se sentía intimidado por la gran ciudad, Montemayor mezclaba el lenguaje coloquial con términos untados de prosopopeya que lo hacían hablar de una manera un poco rara. Aquella vez en Sanborns, por ejemplo, me dijo: “Pásame esa cuchara, parece que está impoluta”. En 1991 me invitó a presentar su novela Guerra en el paraíso, en la casa-museo de la guerrilla mexicana, que entonces dirigía el ex combatiente de la Liga Comunista 23 de Septiembre, y también escritor, Salvador Castañeda.
Guerra en el paraíso, como todas y todos sabemos, aborda la lucha encabezada en la sierra de Guerrero por Lucio Cabañas Barrientos, quien murió peleando en 1974. Para componer esa obra, Montemayor no se limitó a recabar los testimonios de los campesinos que sobrevivieron a la furia represiva, sino que investigó en los archivos de la Secretaría de la Defensa y consultó documentos, hasta entonces desconocidos, que detallaban las operaciones del Ejército a lo largo del conflicto. Allí acrecentó, sin duda, su admirable erudición en asuntos militares.
Decir que la desaparición de Montemayor deja un enorme vacío que será imposible llenar es algo muy cierto, pero hay una página de su abultada agenda de temas sociales en la que podemos contribuir a paliar su ausencia. Durante los últimos años de su vida, Carlos defendió con tesón a los defensores del histórico Cerro de San Pedro (y aquí la palabra Cerro va con mayúscula, porque no se refiere a un sustantivo sino a un nombre propio), donde en 1600 se pactó el final de la guerra chichimeca, que había estallado medio siglo antes, cuando los conquistadores españoles abrieron un camino directo entre Zacatecas y Querétaro para traer a México la plata de las minas del norte.
Al invadir el desierto de lo que ahora se llama San Luis Potosí, fueron atacados por los grupos nómadas que lo habitaban, despectivamente llamados “cara de perro” (chichimecas) por los mexicas, que jamás pudieron conquistarlos. Las caravanas de carretas y mulas cargadas de piedras pletóricas de oro, plata, plomo, tungsteno y muchos minerales más, empezaron a ser saqueadas sistemáticamente, y quienes las conducían, muertos mediante certeros flechazos. Aquellos indígenas desnudos, que se dibujaban la piel con exóticos colores, sembraron el pánico en la región y obligaron a Felipe II a enviar tropas de refuerzo. La estrategia militar –óyelo Felipe, y escúchalo Calderón– no sirvió de nada. La guerra duró cinco décadas y llegó a su fin cuando la corona española confiscó las cuentas bancarias de los chichimecas y encarceló a todos los políticos (incluso al virrey) y a los grandes empresarios que los protegían y ayudaban a lavar dinero... ¿Qué?
Perdón, perdón, rectifico, no sé en qué estaba pensando: la guerra chichimeca terminó cuando los españoles entendieron que los indios, en realidad, saqueaban las caravanas porque tenían hambre y frío, así que en lugar de seguir construyendo fuertes en el desierto (que hoy son ciudades como Irapuato, Celaya, Matehuala, etcétera) aplicaron otra política económica, y lograron concretar la paz cuando los rebeldes recibieron alimentos y cobijas, sin saber que de tal modo se condenarían a vivir por los siglos de los siglos venideros en la miseria, la esclavitud y la más feroz de las explotaciones.
En 1600, los ganadores de la guerra fundaron la ciudad de San Luis Potosí, con sus siete barrios (incluido el de San Miguelito, que sale en los corridos de Jorge Negrete, y otros en donde fueron agrupados los indios), a escasos kilómetros (entonces leguas) del Cerro de San Pedro, al que dibujaron en su escudo de armas como emblema y seña de identidad. Pero al mismo tiempo, en ese hermoso promontorio, formado por más de 80 mil toneladas de roca, descubrieron un riquísimo yacimiento de plata que, entre otras cosas, financió el desarrollo de la deslumbrante arquitectura barroca potosina.
Cuando la plata y el oro, que siempre nace asociado a ella, se agotaron en la primera mitad del siglo XX, el otrora floreciente lugar cayó en el olvido y, como todos los enclaves mineros que en su día conocieron la abundancia, se volvió, casi, un pueblo fantasma. A principios de la década anterior, para su desgracia, el sitio fue redescubierto por la empresa canadiense New Gold-Minera San Xavier que, repartiendo dinero a manos llenas, obtuvo permiso para explorarlo y llegar a la conclusión de que, a cierta profundidad, debajo de la base del cerro, hay todavía inmensas reservas de oro.
Entonces, para adueñarse de esos filones de oro, a los depredadores canadienses no se les ocurrió nada mejor que volar el cerro con dinamita, removiendo las 80 mil toneladas de roca que le dan cuerpo (por eso conocemos ese dato exacto, ¿verdad?, no es que uno vaya por el mundo sabiendo el peso y la talla de los montes). La monstruosa idea no sólo constituye una amenaza para la flora y la fauna de la región –porque el oro que ya están sacando es lavado en tinas de lixiviación, al aire libre, que después filtran sus desechos venenosos al subsuelo–, sino también para las joyas arquitectónicas de San Luis Potosí, situadas a 30 kilómetros de distancia, porque las explosiones ponen en riesgo su integridad.
Aunque la lógica más elemental aconsejaría que para proteger la biodiversidad, el patrimonio cultural y la salud de las personas bastaría con expulsar a Minera San Xavier, el gobierno de Vicente Fox le dio el más rotundo espaldarazo, para que siguiera adelante, y la espantosa y asesina caricatura del “gobierno” actual la sigue apoyando con sumisión inquebrantable.
Además de escribir poemas, novelas, traducciones y artículos de prensa, además de cantar ópera y gozar la vida luchando en numerosos frentes a la vez, Carlos Montemayor defendió con ahínco al Frente Amplio Opositor (FAO) potosino, que combate jurídica y políticamente a Minera San Xavier, y no cejará hasta echarla de México. Si bien el vacío que deja Montemayor es irreparable, Desfiladero recoge desde hoy la estafeta que la muerte le arrebató de la mano a nuestro querido amigo, y se compromete a seguir, en su nombre, la batalla por el Cerro de San Pedro.
Esto le decía la otra noche a una mariposa de alas rojas a la que prometí escribirle esta carta, porque fue el primer animalito que vi, después de saber que ya está entre nosotros Valentina, la hija de Karina Avilés y Miguel Ángel Velázquez. ¡Bienvenida!
jamastu@gmail.com
Jaime Avilés
Carlos Montemayor estaba en todo. Nada de lo humano le era ajeno. Era experto en disciplinas tan disímbolas y complementarias como la guerra, la poesía, la música y las lenguas vivas, muertas y en vías de extinción. Poeta, novelista, periodista, ensayista, activista, traductor, cantante de ópera, lo mismo daba conferencias magistrales en los salones del Estado Mayor, para explicar a los generales las razones de ser de los movimientos guerrilleros del siglo XX, que fungía como mediador entre el EPR y la Secretaría de Gobernación, participaba en congresos literarios, grababa discos y escribía sin descanso.
Tenía 23 años en 1971 cuando ganó el premio Xavier Villaurrutia por Las llaves de Urgell. Yo acababa de cumplir 19 cuando en 1973 lo conocí en Filosofía y Letras de la UNAM, y lo miraba hacia arriba: ya era un grande. Una mañana me salí de la aburrida clase de un profesor tan orejón y calvo como antipático, que daba Siglo de Oro, para ir a tomar café al Sanborns de San Ángel, con los poetas Marco Antonio Campos, Luis Chumacero (hijo de Alí), los cuentistas Carlos Chimal y Bernardo Ruiz, y desde luego Montemayor.
Quizá porque a pesar de sus tempranos laureles, todavía era un joven norteño que se sentía intimidado por la gran ciudad, Montemayor mezclaba el lenguaje coloquial con términos untados de prosopopeya que lo hacían hablar de una manera un poco rara. Aquella vez en Sanborns, por ejemplo, me dijo: “Pásame esa cuchara, parece que está impoluta”. En 1991 me invitó a presentar su novela Guerra en el paraíso, en la casa-museo de la guerrilla mexicana, que entonces dirigía el ex combatiente de la Liga Comunista 23 de Septiembre, y también escritor, Salvador Castañeda.
Guerra en el paraíso, como todas y todos sabemos, aborda la lucha encabezada en la sierra de Guerrero por Lucio Cabañas Barrientos, quien murió peleando en 1974. Para componer esa obra, Montemayor no se limitó a recabar los testimonios de los campesinos que sobrevivieron a la furia represiva, sino que investigó en los archivos de la Secretaría de la Defensa y consultó documentos, hasta entonces desconocidos, que detallaban las operaciones del Ejército a lo largo del conflicto. Allí acrecentó, sin duda, su admirable erudición en asuntos militares.
Decir que la desaparición de Montemayor deja un enorme vacío que será imposible llenar es algo muy cierto, pero hay una página de su abultada agenda de temas sociales en la que podemos contribuir a paliar su ausencia. Durante los últimos años de su vida, Carlos defendió con tesón a los defensores del histórico Cerro de San Pedro (y aquí la palabra Cerro va con mayúscula, porque no se refiere a un sustantivo sino a un nombre propio), donde en 1600 se pactó el final de la guerra chichimeca, que había estallado medio siglo antes, cuando los conquistadores españoles abrieron un camino directo entre Zacatecas y Querétaro para traer a México la plata de las minas del norte.
Al invadir el desierto de lo que ahora se llama San Luis Potosí, fueron atacados por los grupos nómadas que lo habitaban, despectivamente llamados “cara de perro” (chichimecas) por los mexicas, que jamás pudieron conquistarlos. Las caravanas de carretas y mulas cargadas de piedras pletóricas de oro, plata, plomo, tungsteno y muchos minerales más, empezaron a ser saqueadas sistemáticamente, y quienes las conducían, muertos mediante certeros flechazos. Aquellos indígenas desnudos, que se dibujaban la piel con exóticos colores, sembraron el pánico en la región y obligaron a Felipe II a enviar tropas de refuerzo. La estrategia militar –óyelo Felipe, y escúchalo Calderón– no sirvió de nada. La guerra duró cinco décadas y llegó a su fin cuando la corona española confiscó las cuentas bancarias de los chichimecas y encarceló a todos los políticos (incluso al virrey) y a los grandes empresarios que los protegían y ayudaban a lavar dinero... ¿Qué?
Perdón, perdón, rectifico, no sé en qué estaba pensando: la guerra chichimeca terminó cuando los españoles entendieron que los indios, en realidad, saqueaban las caravanas porque tenían hambre y frío, así que en lugar de seguir construyendo fuertes en el desierto (que hoy son ciudades como Irapuato, Celaya, Matehuala, etcétera) aplicaron otra política económica, y lograron concretar la paz cuando los rebeldes recibieron alimentos y cobijas, sin saber que de tal modo se condenarían a vivir por los siglos de los siglos venideros en la miseria, la esclavitud y la más feroz de las explotaciones.
En 1600, los ganadores de la guerra fundaron la ciudad de San Luis Potosí, con sus siete barrios (incluido el de San Miguelito, que sale en los corridos de Jorge Negrete, y otros en donde fueron agrupados los indios), a escasos kilómetros (entonces leguas) del Cerro de San Pedro, al que dibujaron en su escudo de armas como emblema y seña de identidad. Pero al mismo tiempo, en ese hermoso promontorio, formado por más de 80 mil toneladas de roca, descubrieron un riquísimo yacimiento de plata que, entre otras cosas, financió el desarrollo de la deslumbrante arquitectura barroca potosina.
Cuando la plata y el oro, que siempre nace asociado a ella, se agotaron en la primera mitad del siglo XX, el otrora floreciente lugar cayó en el olvido y, como todos los enclaves mineros que en su día conocieron la abundancia, se volvió, casi, un pueblo fantasma. A principios de la década anterior, para su desgracia, el sitio fue redescubierto por la empresa canadiense New Gold-Minera San Xavier que, repartiendo dinero a manos llenas, obtuvo permiso para explorarlo y llegar a la conclusión de que, a cierta profundidad, debajo de la base del cerro, hay todavía inmensas reservas de oro.
Entonces, para adueñarse de esos filones de oro, a los depredadores canadienses no se les ocurrió nada mejor que volar el cerro con dinamita, removiendo las 80 mil toneladas de roca que le dan cuerpo (por eso conocemos ese dato exacto, ¿verdad?, no es que uno vaya por el mundo sabiendo el peso y la talla de los montes). La monstruosa idea no sólo constituye una amenaza para la flora y la fauna de la región –porque el oro que ya están sacando es lavado en tinas de lixiviación, al aire libre, que después filtran sus desechos venenosos al subsuelo–, sino también para las joyas arquitectónicas de San Luis Potosí, situadas a 30 kilómetros de distancia, porque las explosiones ponen en riesgo su integridad.
Aunque la lógica más elemental aconsejaría que para proteger la biodiversidad, el patrimonio cultural y la salud de las personas bastaría con expulsar a Minera San Xavier, el gobierno de Vicente Fox le dio el más rotundo espaldarazo, para que siguiera adelante, y la espantosa y asesina caricatura del “gobierno” actual la sigue apoyando con sumisión inquebrantable.
Además de escribir poemas, novelas, traducciones y artículos de prensa, además de cantar ópera y gozar la vida luchando en numerosos frentes a la vez, Carlos Montemayor defendió con ahínco al Frente Amplio Opositor (FAO) potosino, que combate jurídica y políticamente a Minera San Xavier, y no cejará hasta echarla de México. Si bien el vacío que deja Montemayor es irreparable, Desfiladero recoge desde hoy la estafeta que la muerte le arrebató de la mano a nuestro querido amigo, y se compromete a seguir, en su nombre, la batalla por el Cerro de San Pedro.
Esto le decía la otra noche a una mariposa de alas rojas a la que prometí escribirle esta carta, porque fue el primer animalito que vi, después de saber que ya está entre nosotros Valentina, la hija de Karina Avilés y Miguel Ángel Velázquez. ¡Bienvenida!
jamastu@gmail.com
La fisura en el PRI es evidente
Periodistas de EL UNIVERSAL
Bajo Reserva
06 de marzo de 2010
Lo que años de oficio y manejo fino, discreto de los entretelones de la política a la mexicana, logró mantener bajo el agua, terminó por liberar el ya famoso pacto de no alianzas electorales en el Edomex —firmado por los dirigentes del PAN y del PRI, César Nava y Beatriz Paredes—. Las diferencias que tarde o temprano tendrían que aflorar entre los distintos liderazgos priístas, de cara a la sucesión presidencial, quedaron expuestas. La fisura es evidente. Los tres grandes se dan de empellones: el gobernador Enrique Peña Nieto reconoce un acuerdo que desde la óptica de quienes manejan las cosas en el país, nunca debió ver la luz pública, y en ello “le pega” a Beatriz Paredes; la lideresa lamenta la falta de secrecía que ameritaba el asunto y devuelve el golpe, y para cerrar la pinza, el senador Manlio Fabio Beltrones les manda a ambos un coscorrón al calificar el acuerdo de “pacto deshonesto”. Por lo que está en juego, cabe esperar en los próximos días una suerte de operación cicatriz, pero mientras los operadores de los distintos grupos al interior del priísmo, hoy en pugna, terminan por resanar la fisura, hay actores que festejan con champagne, por ejemplo desde el puerto de Veracruz, el privilegio de ver una pelea desde primera fila, sin que les toque un solo golpe.
Las redes sociales pueden tener muchas virtudes, pero sin duda también generan problemas. Crean una realidad paralela que adquiere estatus de una verdad que no necesita comprobación, ya que para muchos lo es por el simple hecho de navegar de Twitter en Twitter o entre decenas, centenares de cuentas de Facebook. Ayer corrieron rumores que generaron cierto nivel de sicosis colectiva: en el valle de México se anunció un inminente movimiento telúrico en costas de Guerrero, que sacudiría hasta sus cimientos cuanta estructura existe en la Zona Metropolitana; quedaba sólo una hora para abandonar el valle. Tal fue la propagación de la especie que hasta medios de comunicación dieron cuenta del asunto. La Secretaría de Gobernación tuvo que emitir un comunicado para desmentir la información. Y en el norte circuló un apócrifo comunicado de la Sedena que anunciaba un toque de queda por los niveles de inseguridad. Defensa Nacional tuvo que emitir un comunicado “oficial” para desacreditar el “apócrifo”.
Ante la indefensión en la que se encuentran sectores enteros de la sociedad, comienza a surgir de nueva cuenta la idea de estado fallido, y de esto saben mucho quienes viven en distintas ciudades de Chihuahua o Tamaulipas. Frente a esta realidad, al menos 40 organizaciones ciudadanas, entre las que destacan México SOS, México Unido Contra la Delincuencia, Iluminemos México y Transparencia Mexicana, preparan acciones para impulsar las reformas que requiere el país para encauzarlo hacia estadios más seguros y de mayor democracia. Será el martes próximo cuando se hagan públicas las acciones que permitan incidir en los destinos del país. Este podría ser el primer gran encuentro del año de organizaciones que promueven la seguridad y la democracia en México.
Apunte final: Fernando Gómez Mont no se molestó durante la conferencia de prensa, lo estaba desde antes. Agitó las manos y echó el cuerpo para acabar con las preguntas sobre el enredoso tema de las alianzas. “Espere una respuesta mía, no la que usted quiere. Con permiso”, fue su primera reacción cuando se le preguntó si el documento-compromiso de las alianzas lo firmó como funcionario o militante del PAN. Su molestia fue in crescendo cuando una periodista cuestionó que si esas actitudes no defraudan a la ciudadanía. “Esas son valoraciones suyas. Ya. Perdónenme ¡ya!”, gritó. Pero frente a la pregunta sobre la legitimidad de las coaliciones, tronó: “Las alianzas, los acuerdos y negociaciones en una democracia, sí”, dijo enojado, agitando las manos. “A ver, ¡ya estuvo, ahora sí!”. Y se alejó fumando hacia su camioneta que lo esperaba más adelante.
Bajo Reserva
06 de marzo de 2010
Lo que años de oficio y manejo fino, discreto de los entretelones de la política a la mexicana, logró mantener bajo el agua, terminó por liberar el ya famoso pacto de no alianzas electorales en el Edomex —firmado por los dirigentes del PAN y del PRI, César Nava y Beatriz Paredes—. Las diferencias que tarde o temprano tendrían que aflorar entre los distintos liderazgos priístas, de cara a la sucesión presidencial, quedaron expuestas. La fisura es evidente. Los tres grandes se dan de empellones: el gobernador Enrique Peña Nieto reconoce un acuerdo que desde la óptica de quienes manejan las cosas en el país, nunca debió ver la luz pública, y en ello “le pega” a Beatriz Paredes; la lideresa lamenta la falta de secrecía que ameritaba el asunto y devuelve el golpe, y para cerrar la pinza, el senador Manlio Fabio Beltrones les manda a ambos un coscorrón al calificar el acuerdo de “pacto deshonesto”. Por lo que está en juego, cabe esperar en los próximos días una suerte de operación cicatriz, pero mientras los operadores de los distintos grupos al interior del priísmo, hoy en pugna, terminan por resanar la fisura, hay actores que festejan con champagne, por ejemplo desde el puerto de Veracruz, el privilegio de ver una pelea desde primera fila, sin que les toque un solo golpe.
Las redes sociales pueden tener muchas virtudes, pero sin duda también generan problemas. Crean una realidad paralela que adquiere estatus de una verdad que no necesita comprobación, ya que para muchos lo es por el simple hecho de navegar de Twitter en Twitter o entre decenas, centenares de cuentas de Facebook. Ayer corrieron rumores que generaron cierto nivel de sicosis colectiva: en el valle de México se anunció un inminente movimiento telúrico en costas de Guerrero, que sacudiría hasta sus cimientos cuanta estructura existe en la Zona Metropolitana; quedaba sólo una hora para abandonar el valle. Tal fue la propagación de la especie que hasta medios de comunicación dieron cuenta del asunto. La Secretaría de Gobernación tuvo que emitir un comunicado para desmentir la información. Y en el norte circuló un apócrifo comunicado de la Sedena que anunciaba un toque de queda por los niveles de inseguridad. Defensa Nacional tuvo que emitir un comunicado “oficial” para desacreditar el “apócrifo”.
Ante la indefensión en la que se encuentran sectores enteros de la sociedad, comienza a surgir de nueva cuenta la idea de estado fallido, y de esto saben mucho quienes viven en distintas ciudades de Chihuahua o Tamaulipas. Frente a esta realidad, al menos 40 organizaciones ciudadanas, entre las que destacan México SOS, México Unido Contra la Delincuencia, Iluminemos México y Transparencia Mexicana, preparan acciones para impulsar las reformas que requiere el país para encauzarlo hacia estadios más seguros y de mayor democracia. Será el martes próximo cuando se hagan públicas las acciones que permitan incidir en los destinos del país. Este podría ser el primer gran encuentro del año de organizaciones que promueven la seguridad y la democracia en México.
Apunte final: Fernando Gómez Mont no se molestó durante la conferencia de prensa, lo estaba desde antes. Agitó las manos y echó el cuerpo para acabar con las preguntas sobre el enredoso tema de las alianzas. “Espere una respuesta mía, no la que usted quiere. Con permiso”, fue su primera reacción cuando se le preguntó si el documento-compromiso de las alianzas lo firmó como funcionario o militante del PAN. Su molestia fue in crescendo cuando una periodista cuestionó que si esas actitudes no defraudan a la ciudadanía. “Esas son valoraciones suyas. Ya. Perdónenme ¡ya!”, gritó. Pero frente a la pregunta sobre la legitimidad de las coaliciones, tronó: “Las alianzas, los acuerdos y negociaciones en una democracia, sí”, dijo enojado, agitando las manos. “A ver, ¡ya estuvo, ahora sí!”. Y se alejó fumando hacia su camioneta que lo esperaba más adelante.
Niega Gómez Mont intercambio PRI-AN “de votos por impuestos”
Se pactó que el blanquiazul no celebrara “determinadas” alianzas electorales, admite
El compromiso del tricolor era sufragar a favor del dictamen de la Ley de Ingresos, acepta
En conferencia de prensa, Fernando Gómez Mont dijo que en enero, ante un posible escenario de crisis, informó a Felipe Calderón sobre el documento firmado en octubreFoto Víctor Camacho
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Sábado 6 de marzo de 2010, p. 3
El titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Fernando Gómez Mont, negó que el acuerdo entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) firmado en octubre en su oficina fuera un intercambio “de votos por impuestos”.
“Si la ley es un producto político por excelencia, sólo puede ser el resultado de los consensos necesarios para ser aprobada. Y eso es hacer política, eso es buscar conciliar las diferencias, no es un reduccionismo, eso es inaceptable, de votos por impuestos.”
El funcionario aseguró que la dirigencia del PAN no le informó hasta enero del incumplimiento del pacto por el tricolor (al no aprobar el paquete económico de 2010 tal como lo propuso el Ejecutivo), y fue sólo en ese momento cuando comunicó al presidente Felipe Calderón la “ruta de crisis, colisión o fricción”.
En enero se materializó un posible escenario de crisis, antes no, insistió.
“Como secretario de Gobernación asumo mi responsabilidad y tomo las decisiones a las que la ley y la ética política me facultan, y sólo solicito autorización en aquellos casos en donde el asunto es de tal envergadura que dentro de mis responsabilidades requiero la guía y la orientación del Presidente”, agregó.
Gómez Mont citó anoche a conferencia de prensa para dar su versión sobre cómo se construyó en octubre pasado, en su despacho, el pacto que compromete al PAN ante la dirigencia del tricolor a no contender en alianza con otras fuerzas políticas en el estado de México.
Aunque no respondió quién convocó a quién para ese encuentro privado, sin mediar pregunta aseguró que su participación en el acuerdo no fue para favorecer a algún actor político.
“Si usted quiere decir si hay un acuerdo entre el gobernador Enrique Peña Nieto y yo, yo no participo de ninguna aspiración política de don Enrique Peña Nieto.”
Aunque los senadores del PRI afirman que ningún integrante de su bancada conoció o se comprometió a “cambiar votos por pactos deshonestos”, Gómez Mont confirmó que el documento se firmó con el objeto de obtener el voto a favor del dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación, con el compromiso de no celebrar alianzas electorales “de determinadas características, sobre todo en el ámbito territorial del estado de México”.
Según la versión de Gómez Mont, luego de que el dirigente nacional panista, César Nava, le informó en enero “de la falta de voto a favor por parte del PRI en el Senado respecto a dicha ley” y que por ello “se sentía liberado del compromiso de no establecer alianzas”, Calderón le ordenó buscar al Comité Ejecutivo Nacional del blanquiazul “para persuadirlo de la inconveniencia de tales alianzas”.
Sin embargo, aseveró, Nava lo constriñó a la confidencialidad y, ante los panistas, se limitó a plantear la inconveniencia de dichos pactos electorales (con las fuerzas políticas de izquierda).
Por lo anterior, añadió, “rechazo categóricamente cualquier afirmación en contra de la seriedad y honradez con las que las instituciones hemos tratado de conciliar este conflicto entre los partidos”.
Durante la conferencia de prensa, Gómez Mont mantuvo una postura a la defensiva, lo mismo para interrumpir las preguntas de los reporteros que para sobresaltarse al responder otras.
En ese tono, insistió en que como responsable de la política interna ha buscado generar “espacios honorables” de acuerdos entre partidos, como vía para conservar la gobernabilidad.
El secretario también aprovechó para reiterar que las versiones acerca de su salida de Bucareli son sólo rumores.
Acerca de la posible merma de la interlocución con los partidos, aseveró: “tomar como acción política no realizar acuerdos puede ser un acto de irresponsabilidad”.
Dijo que el acuerdo por escrito entre el PRI y el blanquiazul fue firmado por él como “testigo de honor”. Este hecho, según Gómez Mont, no sólo está dentro de sus facultades legales, sino que, aseguró, él está “moralmente obligado a buscar esos espacios por el bien del país”.
Rechazó que tal firma representara un acto de sumisión. Es de responsabilidad política porque la ley es un producto político por excelencia, consideró.
–¿Es ético que un acuerdo de esta naturaleza se desarrolle en lo más privado de su despacho? Y, como dijo el senador Manlio Fabio Beltrones, ¿se vale que se cambien votos por acuerdos ilegales y de paso nos suban el IVA (del 15 al 16 por ciento)?
–A ver, no le acepto esa afirmación a quien la haya proferido. No se vale hacer una calificación ligera de los acuerdos políticos; constantemente entramos en acuerdos políticos para hacer reformas legales (…) Era buscar espacios de entendimiento para generar acuerdos básicos de gobernabilidad que le permitieran operar al sistema político en su conjunto, tanto gobiernos federal como estatales, municipales. Y eso no es poca cosa.
El compromiso del tricolor era sufragar a favor del dictamen de la Ley de Ingresos, acepta
En conferencia de prensa, Fernando Gómez Mont dijo que en enero, ante un posible escenario de crisis, informó a Felipe Calderón sobre el documento firmado en octubreFoto Víctor Camacho
Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Sábado 6 de marzo de 2010, p. 3
El titular de la Secretaría de Gobernación (SG), Fernando Gómez Mont, negó que el acuerdo entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) firmado en octubre en su oficina fuera un intercambio “de votos por impuestos”.
“Si la ley es un producto político por excelencia, sólo puede ser el resultado de los consensos necesarios para ser aprobada. Y eso es hacer política, eso es buscar conciliar las diferencias, no es un reduccionismo, eso es inaceptable, de votos por impuestos.”
El funcionario aseguró que la dirigencia del PAN no le informó hasta enero del incumplimiento del pacto por el tricolor (al no aprobar el paquete económico de 2010 tal como lo propuso el Ejecutivo), y fue sólo en ese momento cuando comunicó al presidente Felipe Calderón la “ruta de crisis, colisión o fricción”.
En enero se materializó un posible escenario de crisis, antes no, insistió.
“Como secretario de Gobernación asumo mi responsabilidad y tomo las decisiones a las que la ley y la ética política me facultan, y sólo solicito autorización en aquellos casos en donde el asunto es de tal envergadura que dentro de mis responsabilidades requiero la guía y la orientación del Presidente”, agregó.
Gómez Mont citó anoche a conferencia de prensa para dar su versión sobre cómo se construyó en octubre pasado, en su despacho, el pacto que compromete al PAN ante la dirigencia del tricolor a no contender en alianza con otras fuerzas políticas en el estado de México.
Aunque no respondió quién convocó a quién para ese encuentro privado, sin mediar pregunta aseguró que su participación en el acuerdo no fue para favorecer a algún actor político.
“Si usted quiere decir si hay un acuerdo entre el gobernador Enrique Peña Nieto y yo, yo no participo de ninguna aspiración política de don Enrique Peña Nieto.”
Aunque los senadores del PRI afirman que ningún integrante de su bancada conoció o se comprometió a “cambiar votos por pactos deshonestos”, Gómez Mont confirmó que el documento se firmó con el objeto de obtener el voto a favor del dictamen de la Ley de Ingresos de la Federación, con el compromiso de no celebrar alianzas electorales “de determinadas características, sobre todo en el ámbito territorial del estado de México”.
Según la versión de Gómez Mont, luego de que el dirigente nacional panista, César Nava, le informó en enero “de la falta de voto a favor por parte del PRI en el Senado respecto a dicha ley” y que por ello “se sentía liberado del compromiso de no establecer alianzas”, Calderón le ordenó buscar al Comité Ejecutivo Nacional del blanquiazul “para persuadirlo de la inconveniencia de tales alianzas”.
Sin embargo, aseveró, Nava lo constriñó a la confidencialidad y, ante los panistas, se limitó a plantear la inconveniencia de dichos pactos electorales (con las fuerzas políticas de izquierda).
Por lo anterior, añadió, “rechazo categóricamente cualquier afirmación en contra de la seriedad y honradez con las que las instituciones hemos tratado de conciliar este conflicto entre los partidos”.
Durante la conferencia de prensa, Gómez Mont mantuvo una postura a la defensiva, lo mismo para interrumpir las preguntas de los reporteros que para sobresaltarse al responder otras.
En ese tono, insistió en que como responsable de la política interna ha buscado generar “espacios honorables” de acuerdos entre partidos, como vía para conservar la gobernabilidad.
El secretario también aprovechó para reiterar que las versiones acerca de su salida de Bucareli son sólo rumores.
Acerca de la posible merma de la interlocución con los partidos, aseveró: “tomar como acción política no realizar acuerdos puede ser un acto de irresponsabilidad”.
Dijo que el acuerdo por escrito entre el PRI y el blanquiazul fue firmado por él como “testigo de honor”. Este hecho, según Gómez Mont, no sólo está dentro de sus facultades legales, sino que, aseguró, él está “moralmente obligado a buscar esos espacios por el bien del país”.
Rechazó que tal firma representara un acto de sumisión. Es de responsabilidad política porque la ley es un producto político por excelencia, consideró.
–¿Es ético que un acuerdo de esta naturaleza se desarrolle en lo más privado de su despacho? Y, como dijo el senador Manlio Fabio Beltrones, ¿se vale que se cambien votos por acuerdos ilegales y de paso nos suban el IVA (del 15 al 16 por ciento)?
–A ver, no le acepto esa afirmación a quien la haya proferido. No se vale hacer una calificación ligera de los acuerdos políticos; constantemente entramos en acuerdos políticos para hacer reformas legales (…) Era buscar espacios de entendimiento para generar acuerdos básicos de gobernabilidad que le permitieran operar al sistema político en su conjunto, tanto gobiernos federal como estatales, municipales. Y eso no es poca cosa.
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