miércoles, 21 de octubre de 2009

¡ Tómala !

Complicidades y apatía



JESúS CANTú
El presidente Felipe Calderón y su gabinete se empeñan en culpar al Sindicato Mexicano de Electricistas por la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LFC), pero omiten que, al menos, cuatro aspectos centrales en la crisis de la paraestatal son responsabilidad principal de la administración y no de los trabajadores: los 25 mil millones de pesos de robo de luz mediante conexiones ilegales; la cartera vencida de 7 mil millones de pesos; los miles de millones de pesos que se fugan por las tarifas especiales y las concesiones a las grandes empresas, y la tarifa de transferencia de la electricidad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a mayor costo del que LFC cobra a sus usuarios.
Además, no se toman en cuenta los altos sueldos de los 71 principales mandos; es decir, casi 10% de los 786 trabajadores de confianza de la empresa, que, según difundió el periódico Excélsior, ganaban más de 1 millón 400 mil pesos anuales y gozaban de la misma condonación del pago de 700 kilovatios bimestrales que los trabajadores sindicalizados.
Es incontrovertible que la situación económica de la empresa era deplorable, como lo evidencia la afirmación de que únicamente en el sexenio calderonista los subsidios llegarían a 300 mil millones de pesos, según declaró el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. También lo es que el unificar la prestación del servicio eléctrico en una sola empresa permitirá abatir costos administrativos y aprovechar las economías de escala.
Asimismo, es cierto que los dirigentes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) vivían en la opulencia, como lo constata el lienzo charro que se encuentra en la propiedad de su dirigente, y que varias de las condiciones del contrato colectivo más que prestaciones eran verdaderos privilegios que se traducían en crecientes costos para el organismo. Pero para llegar a esos privilegios y excesos, los dirigentes sindicales tuvieron la colaboración o complicidad de gobernantes y administradores, ya sea por debilidad, negligencia o simple comodidad.
El mejor ejemplo de esa apatía es el convenio de productividad firmado junto con el nuevo contrato colectivo de trabajo en marzo de 2008, pues los reportes del convenio muestran un cumplimiento de metas aceptable. Sin embargo, el secretario de Gobernación aseguró en entrevista con Leonardo Curzio, el martes 13, que lo que los llevó a tomar la decisión fue “la imposibilidad de seguir proyectando por la vía de los acuerdos con el sindicato la modernización de la empresa”.
Y resulta que, de acuerdo con las evaluaciones trimestrales del convenio de productividad, en diciembre de 2008 el grado de cumplimiento fue de 93.8%, un porcentaje muy aceptable. Es posible verificar este dato en un documento proporcionado por la misma LFC que puede obtenerse en:
www.ifai.org.mx/descargar.php?r=./pdf/sesiones_publicas/doctos/2009/&a=3014.pdf
De los 26 indicadores establecidos, 12 mostraban porcentajes de cumplimiento de 100% o más y, contrario a lo que se ha afirmado, algunos eran importantes desde el punto de vista del servicio al usuario o la economía de la empresa. Por ejemplo, el tiempo de restablecimiento del suministro o las reconexiones tras los cortes por falta de pago, en el primer caso; o el precio por poste por línea de distribución o por kilómetro de línea de transmisión e, incluso, el costo de nómina comparado con el de administración.
Otros nueve indicadores se encontraban al menos en 90% de cumplimiento, y entre éstos estaba precisamente el relativo a las pérdidas por robo de electricidad, que mostraba, de acuerdo con la evaluación de la empresa, un cumplimiento de 98%. Cuatro parámetros más estaban entre 85% y 90% y únicamente uno, la revisión del medidor a solicitud del cliente, en un escaso 44%.
La empresa, culpable
Si las metas no eran suficientes para revertir la situación que afrontaba LFC, eso era estricta responsabilidad de la empresa y no del sindicato. La compañía no debió firmar un convenio de productividad con metas inútiles, por más que, como le declaró Gómez Mont a Curzio, el problema “surge del poco espacio de autonomía que ya tenía la administración de Luz y Fuerza del Centro; todo tenía que ser discutido y negociado con el sindicato. Las decisiones se acababan tomando en función de los intereses y las decisiones del sindicato y no de los intereses de los usuarios. Sí llegamos a una situación en la cual la dirección de la empresa estaba acotada por la situación sindical y se tenía que romper con eso”.
Sin embargo, muchas decisiones que no pasaban por el sindicato afectaban gravemente la situación económica de la compañía. Una de ellas es la que tiene que ver con el robo de energía eléctrica, pues, como señaló el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, a Excélsior, para corregirlo inclusive se recurriría a la fuerza del Estado, “pues es al fin del día un robo el hecho de que los usuarios engañen a la autoridad al no pagar el costo real del suministro eléctrico”.
Pero además, conforme a una información publicada por el diario tapatío El Informador, el 6 de agosto de este año, en el informe del avance de cumplimiento de las metas del convenio de productividad al primer semestre de 2009, se explicaba que el retraso en dicho indicador se debió a que la empresa “no dispuso de los recursos necesarios para la adquisición de los materiales necesarios para acelerar el programa de reducción de pérdidas y las acciones propuestas, como la integración del Sistema de Supervisión y Control de Facturación y Cobranza, a pesar de que el 31 de julio del año pasado recibió autorización para un incremento presupuestal por 184 millones de pesos, recursos que serían destinados para este propósito”.
Tampoco parece responsabilidad del sindicato la cartera vencida, que de acuerdo con lo declarado por Carstens, asciende a 7 mil millones de pesos. Así, entre robos y morosos, Luz y Fuerza dejó de recibir 32 mil millones de pesos.
El exsubsecretario de Energía durante la primera parte del sexenio de Fox, Nicéforo Guerrero, declaró a La Jornada que el gran problema de LFC es “la torpeza en el manejo y la falta equilibrada de la venta de energía eléctrica para la Ciudad de México. Si la CFE le vendiera al costo la electricidad, se la tendría que pasar a 3.5 centavos por kilovatio, y LFC la podría vender a 8 centavos, y eso equilibraría totalmente la balanza”. Y señaló que la CFE le cobra a LFC precios más altos de los que le aplica a los industriales.
Resulta difícil creer que el sindicato participó en estas decisiones, pues más allá de que están totalmente fuera de su ámbito de competencia, estaría actuando en contra de sus propios intereses, por más que el mismo Calderón haya señalado en su mensaje a la nación, el pasado domingo: “Además, debido al contrato colectivo de trabajo, casi todas las decisiones tenían que tomarse pidiéndole permiso a la representación sindical, lo cual hacía que esas decisiones, más que obedecer a tus necesidades o a las necesidades y problemas de los ciudadanos, obedecieran, en muchas ocasiones, a las preocupaciones e intereses del sindicato”.
Este rechazo absoluto a la actuación y falta de colaboración del SME contrasta con el trato y reconocimiento que le dispensan a otros sindicatos, particularmente al SNTE y al de Pemex, como puede leerse en las respuestas de Gómez Mont, al ser cuestionado al respecto por Curzio: “…con todos ellos buscamos espacios de compromiso para modernizar y mejorar los servicios públicos del país; con unos hemos encontrado mejores márgenes para caminar para adelante. Aquí los márgenes se habían estrechado de una manera fundamental, todos estamos convocados a la responsabilidad, todos tenemos que trabajar mejor, todos tenemos que encontrar los espacios para hacerlo. No es lo mismo cuando hemos podido lograr desde espacios políticos para la modernización de Pemex o los acuerdos para la calidad educativa en donde pues son procesos, son procesos en donde se van formando compromisos para avanzar en otros caminos a lugares donde ya prácticamente la administración de la empresa estaba copada por el sindicato”.
El mismo 13 de octubre, Gómez Mont le dijo a Carlos Loret de Mola: “gracias a Dios” no hay otro sindicato como el SME, pues “si no, la situación del país sería mucho más grave, ¿no?”. Lo mismo piensan Calderón y su gabinete.
Preocupaciones-Fisgón


Régimen especial-Helguera


Escudo de la impunidad-Rocha


Diablitos-Ahumada




Astillero


Congruencia (y lo contrario)
Toma de tribuna
Nuevo Fap
Ortega, Camacho
Julio Hernández López

En absoluta desventaja numérica, di-putados federales pertenecientes al movimiento de resistencia popular dejaron ayer constancia activa de su oposición a las maniobras de cúpulas panistas y priístas que acordaron formas impositivas injustas. A sabiendas de que hay unificados criterios mediáticos oficialistas para satanizar toda forma de protesta que no se someta a los moldes de la palabrería intrascendente y el papeleo burocrático, muchos de quienes llegaron a San Lázaro por ser parte del mencionado movimiento popular tomaron la tribuna de esa cámara para denunciar tanto la contundente traición de los priístas a sus promesas de campaña, en el sentido de que no aprobarían aumentos al IVA, como las falsedades y desesperación del panismo presuntamente gobernante.
La toma de esa tribuna fue un acto de congruencia, así los resultados específicos del proceso legislativo les acaben siendo adversos en la medida en que en San Lázaro hay una amplia mayoría decisoria integrada por las bancadas del PAN y el PRI, éste acompañado de las comparsas televisivas del Verde Ecologista. Pero esos diputados, provenientes de PT, PC y PRD, expresaron sus puntos de vista de manera abierta y no se quedaron en la disidencia priísta de susurro practicada por diputados que están en contra de los arreglos que les impusieron Peña Nieto y Beatriz Paredes (es decir, atrás de ellos, Carlos Salinas y los gobernadores del tricolor) pero son incapaces de manifestar públicamente su desacuerdo. Panistas también los hay que consideran equívocos los arreglos impositivos alcanzados, pero ellos se sienten aún más obligados a mantenerse en la inconformidad subterránea.
Llamó la atención, sin embargo, por el tono y el momento, la premura con que Jesús Ortega, el presidente formal del comité nacional perredista, se deslindó de las necesarias acciones de protesta en San Lázaro. El jefe máximo del chuchismo saltó para precisar que los perredistas tomadores de tribuna lo hacen a título personal y no conforme a una estrategia de partido, como si en esa acción hubiera ingredientes infamantes o deleznables, y no lo contrario. Unas horas antes, el mismo personaje asustadizo, que con sus formas de desmarcarse acabó, como muchas otras veces, colaborando con sus presuntos adversarios, había anunciado la reconstitución del Frente Amplio Progresista que en 2006 postuló a AMLO como su candidato a la Presidencia de la República. Ortega reconoció que “la izquierda” había perdido mucho en los años posteriores al fraude electoral (bueno, lo del fraude es una consideración de esta columna, pues el chuchismo ya no considera que haya habido tal adulteración electoral, por lo cual se acomide de manera navarretesca a reconocerle título, autoridad y respetabilidad al señor Calderón) y, con un sentido de comicidad involuntaria, dijo que con esa piedra no se volverán a tropezar. Por si la tragedia política no estuviera completa, se anunció que los propósitos de sutura y remache entre los tres partidos antes aliados le ha sido encomendada a Manuel Camacho Solís, el polémico prócer del salinismo que ahora trabaja para hacer candidato presidencial a su discípulo Marcelo.
Justamente cuando más creatividad, innovación y frescura se necesitan para enfrentar a una desatada derecha fascistoide, el fantasma de lo electorero vuelve a regir los criterios de las cúpulas. La anunciada repetición de la historia electoral, ahora como caricatura, tira por la borda los esfuerzos de depuración que el lopezobradorismo ha hecho en los tres años recientes, durante los cuales el chuchismo se ha prestado aplicadamente a dividir, confundir y traicionar el espíritu de lucha no sólo de las mayorías de su partido sino, sobre todo, de una amplia franja votante que sin estar identificada con el sol azteca –muchas veces, todo lo contrario– concurrió a las urnas para votar por los variopintos candidatos de ese partido. Vistos los vergonzosos espectáculos de crónica defraudación en sus comicios internos, y los malabares de colaboracionismo estelarizados por perredistas de apellidos Zavaleta, Ortega, Acosta, Zambrano y Navarrete, muchos de los seguidores de AMLO consideraron obligado el paso a la constitución de una forma fresca e inteligente de participación política y electoral que, sin constituirse todavía en partido (pues la legislación del caso fue reformada para trasladar esas posibilidades a 2012, luego de las próximas elecciones federales), pudiera ofrecer a los ciudadanos una expectativa de renovación práctica y teórica, una depuración real de la política y lo político, una expectativa de sana competencia electoral sin el lastre de chuchos, amalismos, cuauhtemismos y demás entes parasitarios de la política de oposición. Un nuevo partido, se exigía, a sabiendas de que en los años inmediatos se debería transitar por los caminos alternos de PT y Convergencia, organizaciones éstas llenas de contradictorias facetas pero dispuestas a caminar ese futuro bajo el imán electoral de López Obrador.
Sin embargo, lo que ahora se anuncia es una lamentable vuelta a lo mismo sabidamente putrefacto, con un coordinador de credenciales muy ajadas. Los malos resultados de las obsesiones electoreras están a la vista en lugares como Chiapas, donde el “izquierdista” Juan Sabines ha hecho reformas legales para que los diputados locales duren veinte meses más en el poder y los ayuntamientos actuales sean sustituidos esos mismos 20 meses por “concejos”, todo bajo la zanahoria del ahorro de dinero público en cuanto menos elecciones haya. Pero ahora ese espíritu de fracaso prefabricado llega a niveles tragicómicos, con un Chucho dizque arrepentido, un FAP de dagas encubiertas, un coordinador con candidato propio y un precandidato de segundo intento que desde ahora se garantiza las mismas traiciones, los mismos arreglos y concesiones, todo con peores resultados previsibles. Y, mientras Los Pinos reactiva al “líder” disidente del SME, al estilo minero antinapo, ¡hasta mañana, con el Senado aprobando los nombramientos envenenados de Calderón en el IFAI!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

El click del bodrio fiscal



A Puerta Cerrada

Marcela Gómez Zalce



• El manual de la Peñaseñal
• El SUTERM y la di$idencia

La reincidencia, mi estimado, es aceptación del error. Encantadora la fractura en el interior del PRI, donde a sus lacritas se les está haciendo bolas el engrudo de la genialidad de aprobarle un tóxico chisguete fiscal aFelipe Calderón. Nada como cobrar, perdón, hacer el trabajo sucio a este (des)gobierno y vender su sonsonete desacreditado de discurso sobre la responsabilidad, nada como mentirle al electorado y a sus bases sobre la hipocresía de que ese partido rechazaría más impuestos que jodan, aún más, al contribuyente cautivo. Nada como hacer un estupendo tour mediático para tratar de salir oliendo a rosas en un mar de estiércol.
El PRI de Beatriz apuesta a la desmemoria colectiva cometiendo un simpático error de cálculo político, mientras el gobernador mexiquense le envía el manual a su delfín Videgaray para empezar a practicar supeñaseñal. Porque ya es un secreto a voces que algunos gobernadores tricolores y la talentosa Paredes son los autores intelectuales del arreglón responsable con el (des)gobierno de Calderón. Ese al que se refirió, ni más ni menos, un premio Nobel de Economía, Jame J. Heckman al reflexionar sobre la cultura política y económica del capitalismo de amigos que impera en nuestro país.
Fantástico.
El problemita del chisguetín fiscal tóxico al que le dieron luz verde la cínica dupla PRI-PAN —con todo y que al cierre de este espacio se presentaban algunos inconvenientes porque la tribuna permanecía tomada por legisladores del PT quienes condicionaban su permanencia si Hacienda respondía algunas preguntas básicas mientras, haciendo gala del inconfundible sello presidencial, el Canal del Congreso censuraba las imágenes— es que presenta la excelsa visión mediocre, vulgar y de inmediatez de esta curiosa runfla legislativa que no resuelve nada… de fondo.
Lo que logra, my friend, es satisfacer la emergencia económica de algunos estados y parchar el hoyo (negro) del barco de gran calado y su emocionada tripulación. Aunque no seamos catastrofistas, también está logrando un apabullante consenso… en contra. Sobre todo porque este nuevo chisguete no activará el crecimiento y no generará más empleos amén de lo declarado por especialistas, analistas y expertos sobre la inflación y sus delicadas secuelas.
En resumen, el nuevo bodrio (another one) que nace muerto no suma… sino resta y divide.
Y la división es área fundamental (bueeeno y la mentira… ok… y la impunidad... y, y la corrupción) delexpertise del gymboree (con minúsculas) en Los Pinos. Ahí tiene lo que le comenté hace unos días en este irreverente espacio sobre los atractivos pasos a seguir para borrar del mapa a Esparza y el SME. Uno de ellos era apostarle a la di$idencia, que ayer salió con la lindura de que ellos están puestos para seguir con el arreglón, no, no… diálogo con el estadista Gómez Mont solicitando su reinserción laboral en la nueva empresa (¡!) que formará el gobierno (o sea, patrón sustituto, apá?) y/o en la CFE. Lo que debe de hacer poco feliz al SUTERM, yes?
Luego entonces, el SAE emplaza al SME a la entrega de los bienes de LFC con fecha límite este viernes, de lo contrario se presentarán denuncias penales, demandas civiles u otra serie de atractivos legaloides y jurídicos para enseñar, nuevamente, el clásico autoritarismo del (des)gobierno de Calderón. Con una mano (limpia, por supuesto) tendida para dialogar y con la otra se pavimenta el camino para darles flit.
Y en medio, amable lector, la constante dosis de desprestigio y golpeteo mediático apostando al desgaste de este aguerrido movimiento sumado al tema del congelamiento de cuentas. Lo interesante es que Felipe & his knuckleheads no tienen disposición para encontrarle salidas a este volátil conflicto sino que avientan más electricidad al mar sindical para buscar la chispa eléctrica que justifique, de nuevo, el uso de la fuerza para fundir esos focos.
La clave está oooppssss… en la calle.
En la capacidad de resistencia y en las entretelas del juego político donde a los chicuelos del poder (del no poder) por su soberbia, no les gira mucho la piedra. En las movilizaciones que deberán ser pacíficas y nutridas mientras afinan la estrategia legal e internacional. Si le agrega el divertido asunto de llegar a un verdadero paro nacional que podría hacer click con la molestia social por el bodrio fiscal y más impuestos, la exquisitez deltiming es… única.
Como lo es, my friend, el panorama para el estallido social…
gomezalce@aol.com

La aplanadora PRI-PAN se impone en San Lázaro



El paquete económico seguía debatiéndose esta madrugada

La toma de la tribuna por PT y PRD no pudo detener a los aliados

Legisladoras de AN recuperaron la tribuna; abajo, Fernández Noroña retira el escudo nacionalFoto Francisco Olvera
Enrique Méndez y Roberto Garduño

La demanda de 16 diputados del PT y del PRD por echar abajo los impuestos aprobados por la Comisión de Hacienda la madrugada del martes, retrasó el proceso legislativo en la Cámara de Diputados para votar la ley de ingresos y el paquete fiscal 2010. Después de la medianoche, y luego de dos recesos, arrancó el debate en el cual Alejandro Encinas expresó su rechazo tajante a nuevos gravámenes y al aumento del IVA a 16 por ciento y a 30 por ciento al ISR, acordados por el PRI y Hacienda.

“No estamos de acuerdo porque se dejaron intocados los privilegios de las grandes empresas y hoy un trabajador con más de 6 mil pesos de salario pagará 8 por ciento más, y los empresarios sólo 1.6 por ciento de sus grandes ganancias”, reprochó.

El proceso para sacar avante la aplicación de más gravámenes, impulsados por la Secretaría de Hacienda y el PAN, y avalados por el PRI, se convirtió desde el lunes en el más tortuoso desde 1997, año el que el tricolor perdió la mayoría y con ello las votaciones a modo en el Congreso.

El avasallamiento que aplicaron el PRI y el PAN en la Comisión de Hacienda contra PRD, PVEM, PT, Convergencia y Nueva Alianza, al acompañar la propuesta de Felipe Calderón con la que se establecen más impuestos, generó el descontento de esas fuerzas políticas que reclamaron el riesgo en que se coloca a la población al exigirle más tributación.

Y fue la bancada del Partido del Trabajo, que el lunes había decidido tomar la tribuna para protestar contra los nuevos gravámenes, la que anticipó el paso y, desde las tres de la tarde, evitó que continuara la sesión ordinaria. El presidente de la mesa directiva, Francisco Ramírez Acuña, abrió un primer receso, que concluyó hasta las 23:08, cuando se reanudó la sesión entre gritos de los petistas: “¡PRI y PAN verdugos del pueblo!”

También, el PRI jugó con una variante en la Comisión de Hacienda durante la madrugada del martes, al presionar a los perredistas Armando Ríos Piter, Guadalupe Acosta Naranjo, Vidal Llerenas, José Narro y su asesor Juan Guerra Ochoa, para que en el debate de los dictámenes dejaran de cuestionar los amarres que el tricolor había aceptado con el gobierno de Felipe Calderón para subir a 16 por ciento la tasa del IVA, entre otros incrementos.

Llegó a tal extremo el enojo de los priístas, que a las cinco de la mañana de ayer, antes de iniciar la discusión en torno al artículo 244-E de la ley federal de derechos –que favorece a las empresas de telecomunicaciones–, Oscar Levín Coppel, presidente de la Condusef en el gobierno de Vicente Fox, perdió el control y se acercó a los perredistas para espetarles: “¡Toda la noche nos han llenado de mierda!”

El exabrupto de Levín se repitió cuando su compañero Sebastián Lerdo de Tejada se reservó el artículo 3 de la ley de ingresos para dejar en cero pesos el techo de endeudamiento del Gobierno del Distrito Federal. Levín se acercó de nuevo a los perredistas, y cuando Juan Guerra intentó saludarlo de mano, el priísta se echó atrás y le dijo: “Ahora sí van a comer mierda ustedes, ¡cabrones!”

El PRI abrió un segundo flanco con el PRD porque, de aprobarse su propuesta de cero endeudamiento para la capital, se frenarían obras como la de la línea 12 del Metro, ampliación y mantenimiento de la red de agua, entre otras.

De inmediato, el presidente del PRD, Jesús Ortega, y el coordinador de la bancada perredista, Alejandro Encinas, calificaron de inaceptable la propuesta del PRI. Tras un receso en la comisión, Lerdo de Tejada reculó y en acuerdo con Roberto Gil, del PAN, propuso que el techo de endeudamiento quedara en 5 mil millones.
En esas condiciones, el PRD decidió participar en el debate de los ocho dictámenes aprobados en la Comisión de Hacienda y, después de la toma de la tribuna, la dirigencia del sol azteca emitió un comunicado para aclarar que decidió no participar en esas acciones.

“Es necesaria esta definición debido a que un grupo de diputados tomó la tribuna y, quienes siendo parte del PRD participaron en esta acción, lo están haciendo estrictamente a título personal y al margen del acuerdo antes expuesto”, aseguró.

Decretado el receso, los representantes del PT comenzaron a desplegar pancartas y pegaron mantas en las paredes del recinto y en la tribuna, en las que se leía: “¡Calderón, eres el verdadero peligro para México!”, “No más privilegios fiscales a los protegidos del PRIAN”, y “PRI y PAN verdugos del pueblo”.

Óscar González Yáñez (PT) explicó que la determinación de ocupar pacíficamente la tribuna obedeció a que ni la presidencia de la Cámara de Diputados ni la Secretaría de Hacienda entregaron la información requerida de manera urgente sobre las 400 grandes empresas que pagan mínimos impuestos. “Para retirarnos solicitamos que nos entreguen los documentos. El lunes lo decidimos. Somos los diputados más cercanos a Andrés Manuel López Obrador y al movimiento que él encabeza. Pero el acuerdo era ocupar la tribuna cuando iniciara el debate fiscal, no antes”.

Se acercaba la medianoche y la preocupación de muchos diputados se acrecentó por el cercano vencimiento del plazo constitucional para aprobar la ley de ingresos, y los diputados del PT y los pocos del PRD mantenían su protesta.

A las 23 horas, un grupo de diputados panistas formó una valla al pie de la tribuna, donde se instaló una mesa desde la que, 8 minutos después, Ramírez Acuña reinició la sesión. En medio del griterío de los petistas, que mostraron un fotomontaje de la roqueseñal con las imágenes de Calderón, Carlos Salinas y Enrique Peña Nieto, el panista presentó una modificación al orden del día para dar entrada al paquete fiscal e iniciar su discusión. Aclaró en cuatro ocasiones que la sesión correspondía a la del 20 de octubre, y de ahí implícitamente se aplicó la figura de reloj parlamentario, de tiempo indefinido.

Se presentó el dictamen de la ley de derechos en materia del régimen fiscal de Pemex, y se pidió a los grupos presentar oradores. Pero era tal la confusión por los gritos de “¡no más impuestos!” de los petistas, y la escasa capacidad para dar forma a la sesión, que Ramírez Acuña, en consulta con los coordinadores, se vio obligado a decretar un nuevo receso a las 23:23.

Francisco Rojas, coordinador del PRI, advirtió que la falta de condiciones para sesionar podría obligar al retiro de los diputados, y si no se aprobaba la ley de ingresos sería responsabilidad “de quienes tomaron la tribuna por la fuerza”.

Diez minutos después de la medianoche, un grupo de diputadas del Partido Acción Nacional sorprendió a los petistas y se hizo de la tribuna. Esto facilitó reiniciar la sesión. No obstante, los petistas insistieron en el repudio al alza de impuestos y el debate comenzó a las 00:20 desde las curules.

La clasista batalla por LFC



Luis Linares Zapata
Desde Los Pinos han asegurado que el plan prosigue, sin titubeos, por la ruta marcada por los traficantes de influencias: la energía eléctrica y negocios anexos serán entregados al capital privado, especialmente al trasnacional. Al menos eso piensan en las altas esferas ahora que el golpe destructor ha ¿eliminado? dos de las piezas cruciales: el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y la compañía donde sus aguerridos trabajadores laboraban: Luz y Fuerza del Centro (LFC). El disolvente decreto es irreversible”, afirma, lleno de chicanera altanería, el pomposo secretario de Gobernación. Pero la batalla de resistencia social, política y cultural apenas empieza y ya la marea ha empezado a modificar su curso.

El proceso para la defensa de la empresa, su sindicato y sus trabajadores será complejo, largo y agotador. Mientras la opinión ciudadana se matiza con los golpes subsiguientes de información verídica y verificable, las rampantes mentiras difundidas por el oficialismo son descartadas por los ciudadanos al emerger los números que, por sí mismos, expresan parte sustantiva del estado que guarda LFC. Al mismo tiempo se revelan y discuten las voraces intenciones ocultas tras el inclemente vocinglerío mediático desatado. Hasta los mismos conductores radiotelevisivos, editores y columneros más despiadados empiezan a cubrirse las espaldas que habían dejado a la intemperie. La enorme muestra de solidaridad y enojo concitado durante la marcha del jueves pasado bien pudo ser un punto de inflexión del ánimo nacional. El precio de legitimidad a pagar por el señor Calderón y aliados es y será altísimo.

Las cuentas de la ineficiencia de LFC, que tanto se afanaron en resaltar los apoyadores y merolicos mediáticos, tienen una contraparte explicativa sencilla y contundente. Las pérdidas que aquejan a LFC se deben a los enormes subsidios que Hacienda (Los Pinos) decide otorgar a las empresas asentadas en el territorio que sirve: 57.3 mil millones de pesos (mmdp). Se aumentan así, indebidamente, los costos operativos (egresos) de la empresa eléctrica. A eso se deben los 42 mmdp previstos para 2010. Las mentiras propagadas por el señor Calderón, repetidas hasta el cansancio por sus difusores, aliados y cómplices hacen pasar tal erogación como producto de los tan cacareados como falsos privilegios de los trabajadores y su sindicato. Además de ese despiadado cargo por subsidios, LFC tiene que arriar con el sobreprecio (15 por ciento) que le sorraja la Comisón Federal de Electricidad (CFE), el cual llega a 12.8 mmdp. Los pasivos laborales por pensiones, de las que tanto se despotrica, suman al año 12.4 mmdp. Por tanto, si al total de ingresos que obtiene LFC (46.6 mmdp) se agregan las anteriores mermas (subsidios y sobrecostos) la utilidad resultante andaría por los cielos. El alegato anterior no ignora ni soslaya las muchas ineficiencias, trampas o corruptelas que tanto aquejan al consumidor. Tampoco se omite el lastre de altos costos de operación debido a equipo obsoleto y falta de mantenimiento. La solución exigiría un proceso de correcta y sana administración.
Durante el álgido y triste periodo anterior y posterior al demoledor golpe asestado a los trabajadores resalta un fenómeno por demás preocupante. Proviene de las entrañas mismas de las llamadas clases medias. Se condensa en un rencoroso sentimiento de desprecio racista, indiferencia y escasa o nula solidaridad en el mejor de los casos. Es un resabio acumulado en la humanidad de sus integrantes que ha salido a la superficie mezclado con posturas clasistas y temores varios. Una parte de tan corrosivo fenómeno anidó en toda una gama de individuos, por lo demás acosados por las actuales penas y lo cerrado de los horizontes futuros que acarrea la actual crisis. Esa muchedumbre expresa su descontento por las que, presume, son ventajas indebidas para los trabajadores y queda subyugada por un afán diferenciador de la pelusa, de los nacos, de todo aquello que huela a pobreza o anonimato.

Este segmento clasemediero sólo mira hacia arriba, hacia los –en serio– privilegiados por el sistema a los que exculpa de todo pecado. Tales personas son las que con su actitud y manera de recrear y responder a los dictados superiores justifican y, amamantan las apropiaciones masivas de la plutocracia. Asumen que en la rebatinga algo les tocará. Además prestan su concurso, barato y domesticado para que el capital colectivo sea malgastado o repatriado hacia los núcleos externos de poder.

En medio de tan dolorosa realidad, otro segmento de la clase media (mucho más pequeño) con salidas a los medios de comunicación masiva se destaca por su labor de zapa en la conciencia colectiva. Son personajes muchas veces salidos de lo profundo de ese lirón humano colindante con la precariedad y las ilusiones vanas. Han escalado posiciones en las retribuciones salariales. Se sienten ahora ajenos a los dolores y tribulaciones de la masa, de los trabajadores y, en muchos sentidos, lo están. Pero más que todo se piensan distantes, selectos, salvados de los apretujones, con buenas maneras, estudios avanzados e inteligencia siempre atenta a lo que sucede en las alturas. Sus miradas se clavan en sus superiores, en sus patrones, a los que ven como benefactores y creen que, por sus atentos servicios, serán recibidos en el círculo de las elites decisorias: un espejismo en el que nunca se verán reflejados. Ignoran el desprecio que les dispensan los plutócratas. Sin embargo, fondean con sus altavoces rentados, las ambiciones privatizadoras y las pulsiones entreguistas del poder. Son una malhadada camada de defensores de las causas más ruines que lastran la actualidad. Ruindad que encubren con aparente objetividad, exigiéndole, suplicándole al señor Calderón, que sea congruente, que siga adelante y ponga orden en las muchísimas distorsiones del modelo seguido. Una petición de principio llena de hipocresía y falsedad porque saben, a ciencia cierta, que en el fondo, lo que hay son negocios de gran tamaño y afanes insanos de perpetuarse en el poder.

Menos ingresos e incremento de precios por obra y gracia del PRIAN



México SA

¿Qué pasa con el de Los Pinos, acaso volvió a caer de la bicicleta?

Carlos Fernández-Vega

Cocinado el pastel fiscal para 2010 –con la indigesta receta de la abuela neoliberal–, los mexicanos deben prepararse para vivir mejor” el próximo año, toda vez que gobierno y legisladores acordaron clavar el puñal por las dos vías: la del ingreso y la del gasto; esto es, menos percepciones –porque deberán pagar más impuestos– y menor consumo por el incremento de precios en productos y servicios tanto del sector público como del privado.

No pocos dirán que si ése es el costo de “vivir mejor”, pues entonces que los dejen como están, que no le busquen ni pretendan arreglar el perfil, porque de cualquier forma las “autoridades” y los “representantes del pueblo” han demostrado hasta el agotamiento social que no tienen mayor creatividad ni alcance más que, un año sí y el siguiente también, para exprimir a los causantes cautivos y pasar a cuchillo a la sociedad, con crisis oficial o sin ella, para no llegar a ninguna parte que en espera del siguiente ejercicio fiscal para proceder en el mismo sentido.

Mañosos como siempre, hicieron que el 2 por ciento de “impuesto para el combate de la pobreza” (según el cursi de Los Pinos) acaparara la atención (por llamarle de alguna forma) de la clase política: unos a favor, otros en contra, pero todo el día, todos los días, machaconamente hablando del tema, y obviando el alud de aumentos que venían aparejados. No se escuchó otra referencia al paquetazo 2010, y ahora que “lo echamos para atrás” lo quieren vender como el gran logro de la democracia parlamentaria. Y en este contexto, ya se escuchan las triunfales voces de los salvadores de los mexicanos: “con sentir patriótico, en defensa de los intereses más altos de la nación y cuidando los intereses de nuestros representados, impedimos que pasara el 2 por ciento de impuesto a la pobreza” (aunque sí votaron a favor y dejaron vía libre al alud de impuestos que, aparejados con incrementos en precios y tarifas del sector público, de cualquier suerte deteriorará el de por sí famélico bienestar de los sobrevivientes de este país).

En el alud fiscal, los legisladores, con singular alegría, palomearon el aumento al IVA (de 15 a 16 por ciento, y de 10 a 11 por ciento en la zona fronteriza), al ISR (de 28 a 30 por ciento), a los depósitos en efectivo (de 2 a 3 por ciento, y redujeron el tope permitido de 25 mil a 15 mil pesos), al IEPS a tabaco (170.9 por ciento) y cerveza (26.5 por ciento), a bebidas alcohólicas con más de 20 grados de abrasivo (tres pesos por litro), a Internet (3 por ciento), a la par que incrementos en precios y tarifas del sector público, y lo que permanezca oculto, pero igualmente autorizado, en el cuerpo de la Ley de Ingresos para 2010. Lo mejor del caso es que los mexicanos nada recibirán a cambio del “esfuerzo adicional” exigido, salvo discursos y promesas, en espera del siguiente ejercicio fiscal para repetir el numerito expoliador “por el bien de la patria”.

Eso sí, a los amadísimos barones del dinero, a los especuladores, a los grandes consorcios y sus regímenes tributarios especiales ni por aproximación les tocaron un solo pétalo de sus floridos privilegios. El brillante gobierno y los cumplidores legisladores se concentraron en lo único que saben hacer a la hora de recaudar para “resolver las urgencias nacionales”: pegarle al ingreso y patear al consumo, en espera de que un milagro reactive la economía.
Queda una duda en torno al paquetazo 2010: recién electos como “representantes del pueblo”, los legisladores priístas que ahora dan cuerpo a la vigesimosexta legislatura se adelantaron a los acontecimientos y exigieron al gobierno calderonista que borrara del mapa fiscal uno de los dos impuestos en (supuesto) funcionamiento; es decir, que la Secretaría de Hacienda “definiera” la permanencia del impuesto sobre la renta (ISR) o el impuesto empresarial a tasa única (IETU). Calderón fingió demencia y la dependencia a cargo del doctor “catarrito” respondió –por llamarle de alguna manera–: “el IETU es mínimo y sólo impacta a una de cada cinco empresas”, y en tiempos de crisis “no puede haber carga tributaria cuando el flujo es negativo”. La respuesta del SAT fue más contundente: “no desaparecerá ninguno de los dos gravámenes citados, pues no se ve realmente cómo se puede bajar la carga tributaria en este momento sin hacer un ajuste al gasto; no salen los cálculos”.

Ya se conoce que los priístas se sumaron al carro y junto con los panistas aprobaron el incremento de la tasa del ISR (de 28 a 30 por ciento), lo que llevaría a suponer que –dentro de su exigencia– ése es el gravamen sobreviviente y que el IETU pasó a mejor vida, pero nada han informado oficialmente. ¿Será que olvidaron lo que públicamente plantearon allá por julio pasado? Pero bueno, si de cínicos se trata allí está el coordinador de la bancada tricolor, Francisco Rojas Gutiérrez, quien ayer celebró: “no al IVA en alimentos y medicinas y lo hemos cumplido escrupulosamente”, aunque para lograrlo dieron vía libre al alud de otros impuestos.

Es mucho pedir, pero tras la probación de la Ley de Ingresos por la Cámara de Diputados falta igual trámite en la de Senadores, quienes sí participan en estos menesteres, pero no en los del Presupuesto de Egresos. ¿Será mucha inocencia pedir a los inquilinos de Xiconténcatl que reflexionen y echen para atrás lo aprobado por los muchachos de San Lázaro? Lo es, sin duda, pero que no quede en el tintero.

Lástima que todo esto sea una vieja película, que se ve año tras año desde hace cuando menos tres décadas. Todos los años, a la hora de la Ley de Ingresos y del presupuesto de Egresos, se escucha la misma cantaleta: más impuestos, más parches, más “sacrificios”, más “esfuerzo”, más “apriétense el cinturón”, más de lo mismo, pues, para llegar al mismo sitio: a la nada. El país sigue dando vueltas en círculo y nada indica que abandone esa práctica en los próximos años.

Las rebanadas del pastel

Los mexicanos están preocupados, pues algo raro pasa en el pequeño reino de Felipe el Rabioso: ¿acaso habrá enfermado el inquilino de Los Pinos? ¿Compró juguete nuevo o encontró un modelo más reciente de caballito de batalla? ¿Perdió la memoria, sufrió un ataque de tos, volvió a caer de la bicicleta o, de plano, no encontró su píldora para dormir? ¿Qué será?, porque increíblemente ayer no defenestró a los electricistas para justificar el caos de su gobierno ni el hundimiento del “navío de gran calado”, y eso es sospechoso.

cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx

Aprueban diputados paquete fiscal para 2010 en su totalidad



Con 415 votos a favor, 24 en contra y 10 abstenciones, y sin discusión los legisladores avalaron la Ley de Ingresos que incluye aumentar el déficit a 0.75 por ciento del Producto Interno Bruto.

Mié, 21/10/2009 - 06:28

Los diputados del PT, Convergencia y algunos del PRD tomaron la tribuna. Foto: NotimexMéxico.- El pleno de la Cámara de Diputados aprobó la madrugada de este miércoles, en lo general y en lo particular, el dictamen de Ley de Ingresos para 2010 así como la Ley de Derechos.

A las 05:25 horas de este miércoles, con 415 votos a favor, 24 en contra y 10 abstenciones, y sin discusión los legisladores avalaron la Ley de Ingresos que incluye aumentar el déficit a 0.75 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y un techo de endeudamiento de cinco mil millones de pesos para el Distrito Federal.

La Ley de Derechos quedó aprobada con 403 votos a favor, 39 en contra y 15 abstenciones, en la cual se fijan nuevas concesiones en el espectro radioelectrónico, que se utilizarían para servicios triple play.

Con la resolución de esos últimos dos dictámenes quedó aprobada en su totalidad la minuta del paquete fiscal para 2010, la cual se remitió al Senado de la república para su revisión y en su caso lo apruebe.

Notimex

Ordenan capturar a “espía” de Beltrones

Junto con ex funcionarios del Cisen, Yosef Sheva Porat, se dedicó a intervenir comunicaciones de políticos que llamaron a través de aparatos de todas las compañías telefónicas, según la Procuraduría General de la República (PGR)

El Universal
Miércoles 21 de octubre de 2009
francisco.gomez@eluniversal.com.mx

Un juez federal libró una orden de aprehensión contra un ciudadano israelí por su presunta participación en la red de espionaje que intervino comunicaciones de políticos y funcionarios con aparatos y tecnología de punta.

El acusado, Yosef Sheva Porat, fue considerado como quien obtenía los sistemas para espiar a personajes como el senador Manlio Fabio Beltrones y el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.

Junto con ex funcionarios del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Yosef Sheva Porat, se dedicó a intervenir comunicaciones de políticos que llamaron a través de aparatos de todas las compañías telefónicas, incluso de las de Nextel, según la Procuraduría General de la República (PGR).

El Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales consideró suficientes las pruebas aportadas por la PGR, para librar la orden de aprehensión contra el ciudadano israelí, quien operaba en complicidad con ex funcionarios del Cisen.

En el expediente 97/UEIDCSPCAJ/2008, se establece que el ciudadano israelí comercializó los equipos y tecnología con las cuales los ex funcionarios del Cisen intervinieron comunicaciones de políticos y funcionarios.

La red de espionaje en la que participaban tanto Yosef Sheva Porat como el ex funcionario del Cisen, Luis Miguel Dena Escalera, utilizaba a la empresa Seguridad Privada Inteligente Proveedora de Soluciones Activas (SPIPSA), para vender los aparatos de espionaje.

Aunque Sheva Porat está prófugo, Dena Escalera y otros tres se encuentran presos en el Reclusorio Norte.