José Antonio Meade Kuribreña, aspirante del PRI a la Presidencia y ex titular de la Secretaría de Hacienda, compró en 2012 un terreno por 2.3 millones de pesos para hacer un jardín junto a la casa donde vive en el fraccionamiento Fortín Chimalistac, al sur de la Ciudad de México.
Meade compró el jardín a Emilio Achar Betech, uno de los socios de las Librerías Gandhi, de acuerdo con documentos obtenidos por BuzzFeed News México.
Maurizio Montes de Oca
La casa en Fortín Chimalistac.
La compra del jardín ocurrió el 1 de noviembre de 2012, durante el periodo de transición entre los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, con quienes Meade colaboró como titular de diversas Secretarías.
La casa donde vive Meade no está registrada a su nombre ni al de su esposa, Juana Cuevas Rodríguez, aunque ella sí aparece como la titular del recibo telefónico de Telmex de esa propiedad, que cuenta con dos líneas de teléfono.
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Fortín Chimalistac, donde Meade vive.
No obstante, el equipo de Meade aseguró que las escrituras de la casa sí están a nombre de Cuevas Rodríguez. Los papeles no fueron mostrados a este medio.
El jardín era rentado por la familia y después lo compraron para ampliar su casa y tener un espacio para sus hijos, según un vocero del aspirante.
En la búsqueda realizada por BuzzFeed News México en el Registro Público de la Propiedad de la Ciudad de México, no apareció ningún bien a nombre de Juana Cuevas Rodríguez.
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No hay propiedades a nombre de la esposa de Meade.
El condominio Fortín Chimalistac está rodeado por una enorme pared de piedra volcánica que abarca distintos lotes, tiene una entrada en forma de arco y está vigilado constantemente por un policía.
Actualmente, el precio de las casas en el condominio ronda los 14 o 16 millones de pesos, de acuerdo con diversas empresas inmobiliarias consultadas por este medio.
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El fraccionamiento además tiene alberca, una cancha de tenis y otra para squash, salón de fiestas y área de juegos infantiles para sus residentes.
Chimalistac es una zona patrimonial y tradicional de la Ciudad de México, y está junto al barrio de Coyoacán.
En su declaración patrimonial, Meade dijo a la Secretaría de la Función Pública que su única propiedad es un terreno. Todos los datos de la propiedad sí fueron declarados por Meade, pero en las versiones públicas no se incluyó dónde se encuentra y cuánto le costó.
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Estas son las propiedades de Meade y su familia.
Desde el año 2000, José Antonio Meade ha trabajado en el gobierno federal: empezó con la administración de Vicente Fox, siguió con Calderón y continuó con Peña Nieto.
Como parte de sus funciones en el gobierno, Meade comenzó en 2003 a presentar declaraciones patrimoniales que no eran públicas. Fue a partir de 2013 cuando aceptó abrir una parte de sus bienes al conocimiento de todos.
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Emilio Achar Betech, junto con sus hermanos José y Nelli, es socio de las librerías Gandhi que fueron fundadas por su padre, Mauricio Achar.
Meade presentó su renuncia el mediodía de este lunes y el presidente lo despidió con elogios: "Quiero expresar mi reconocimiento personal e institucional a la destacada labor que el Dr. Meade desarrolló al servicio de México".
Al terminar el evento donde Meade anunció su separación del gobierno de Peña Nieto, la prensa preguntó a su esposa, Juana Cuevas, si era oficial que se lanzaría como candidato del PRI.
“Nos platicó a toda la familia y estamos encantados, todos muy contentos y listos para apoyarlo”, respondió.
El político anunció hoy que se postulará como candidato a la Presidencia por el PRI: “Me despido de esta Secretaría con el orgullo de pertenecer a este equipo. Voy a solicitar mi registro como precandidato a la Presidencia de la República".
Meade no es militante del PRI, pero el partido cambió sus estatutos hace unos meses para permitir que un ciudadano pueda postularse bajos sus siglas.
Casa 10 Bienes Raíces
Los interiores de Fortín Chimalistac.
La versión de Librerías Gandhi
Presidencia de la República
Meade y EPN, hoy en su evento de despedida.
José Achar, hermano de Emilio Achar y también heredero de Librerías Gandhi, explicó a BuzzFeed News México:
"Según lo que yo entiendo fue una compraventa privada que se hizo entre ellos y la venta fue de un terreno que, hasta lo que yo sé, sigue siendo un terreno. (...) El ex secretario vive en la casa de junto y él quería obtener el terreno para hacer un jardín. Yo no conozco el detalle de la transacción. (...) Ellos eran amigos", dijo vía telefónica.
Emilio Achar, de acuerdo con su hermano, actualmente se encuentra en España, por lo que no pudo responder.
Los Angeles Times visitó 50 de los desarrollos de viviendas asequibles desde Tijuana hasta el Golfo de México y revisó miles de páginas de documentos gubernamentales y de la industria, y entrevistó a cientos de propietarios, líderes municipales, expertos en vivienda, ingenieros civiles, trabajadores de la construcción y funcionarios del Gobierno, lo que le permitió revelar cómo un puñado, en los años de Vicente Fox, se hicieron multimillonarios a expensas de los millones trabajadores engañados con viviendas.
Richard Marosi, de Los Ángeles Times, hizo un trabajo titánico para exhibir el fracaso del gobierno de Vicente Fox, quizás único en el mundo.
Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo).- Millones de personas fueron engañadas. Miles de millones de los trabajadores se fueron a la basura. Una élite de constructores se hizo multimillonaria.
Eso pasó con Vicente Fox Quesada, Presidente de México de 2000 a 2006.
Los Ángeles Times (LAT) publica hoy un extenso reportaje de Richard Marosi que se divide en cinco partes. Cinco entregas en las que exhibe cómo, hasta hoy, millones de mexicanos pagan las consecuencias de un fracasado plan gubernamental de vivienda por el que nadie ha respondido.
En la primera entrega para Los Ángeles Times, Marosi explica que 16 años atrás, con Vicente Fox en la Presidencia, México se embarcó en una “campaña monumental para elevar el nivel de vida de sus trabajadores. El gobierno se asoció con desarrolladores privados para lanzar el mayor boom de la construcción residencial en la historia de América Latina. Los inversores globales –el Banco Mundial, las grandes fundaciones y las firmas de Wall Street– invirtieron miles de millones de dólares en el esfuerzo”.
Grandes mobiliarias se extendieron a través de pastos de vacas, granjas y antiguas haciendas, dice. De 2001 a 2012, “se estima que 20 millones de personas, una sexta parte de la población de México, abandonaron las ciudades, barrios marginales y ranchos rurales por la promesa de una vida mejor”.
El reportaje dice que México, sin embargo, cayó desastrosamente antes de crear suburbios ordenados.
“El programa se ha convertido en una catástrofe social y financiera a cámara lenta, lo que inflige dificultades y peligros diarios a millones, en desarrollos problemáticos en todo el país”, dice la investigación de Los Angeles Times.
“Los propietarios llevan baldes en busca de agua entregada por camiones. Las canaletas funcionan con aguas residuales sin tratar, procedentes de tuberías reventadas. Las calles se hunden, las aceras se desmoronan y las plantas de tratamiento de agua se descomponen. En algunos desarrollos, los apagones ocurren durante días a la vez. Dentro de muchas casas, los techos se hunden, las paredes se agrietan y los sistemas eléctricos se cortocircuitan; se apagan los artefactos y en algunos casos provocan incendios que hacen huir a las familias”, señala.
Viviendas abandonadas en Cancún y retomadas por otros mexicanos que no tenían dónde vivir. De acuerdo con Los Ángeles Times, miles de millones de dólares se fueron a la basura. Foto: Cuartoscuro
DEMANDAN MEXIQUENSES DETENER LOS FEMINICIDIOS. Al menos 500 mujeres realizaron ayer una marcha y un mitin en la explanada principal de Ecatepec, estado de México, en demanda de que las autoridades pongan fin a los feminicidiosFoto Javier Salinas
J
osé Antonio Meade Kuribreña(JAMeKu: léase Mid o Pepetoño) ha sido un finalista prefigurado en el extraño proceso del tapadismo tricolor en la etapa de Enrique Peña Nieto (tan autoritario como siempre, ese proceso, pero esta vez con ciertos aires descuadrados, cual si fuera una tragicomedia involuntaria).
Dejar la Secretaría de Hacienda ha sido un paso obligado para JAMeKu, a fin de ser colocado, según la bola de cristal de cada adivino (aunque sólo hay y habrá un dedo que proveerá el veredicto final, inapelable), en el Banco de México o, como anoche lo daban por hecho las versiones y rumores tan insistentes a la hora de cerrar esta columna, en la batalla de utilería por la candidatura presidencial del PRI, a pesar del Beso de Videgaray (su desmesurado elogio de Meade ante el cuerpo diplomático acreditado en México) y con una evidente adhesión a su favor por parte de cúpulas empresariales, nativas y extranjeras.
Meade se llevó con calma e incluso con buen humor el presionante curso previo a la toma peñista de decisiones. Solía decir en privado que nada podría hacer, ni a favor ni en contra, más que seguir cumpliendo con su trabajo y esperar los tiempos y la designación que, obviamente, sólo tomaría una persona, conforme a criterios que sólo ella determinaría.
Hay varias paradojas en el contexto que define la suerte del renunciante Meade: es un presunto modernizador que, sin embargo, trata de emerger de un proceso que debería estar en vías de extinción, cuyo eje de estabilidad perderá fuerza justamente en cuanto dé a luz la decisión hasta ahora contenida: Enrique Peña Nieto, el ocupante de la silla presidencial mexicana con peores niveles de popularidad, jefe de un gabinete de trabajo dominado por calificaciones altamente negativas, causante de desgracias electorales para su partido (justamente a causa de su impopularidad e ineficacia), juega a los tapados y se regala la postrera demostración de un control político que en otros ámbitos no ha tenido. Dedazo al peor estilo tradicional es lo que hasta ahora ha esperado Meade Kuribreña, el presunto abanderado de la continuidad ilustrada, el buen operador técnico de las políticas económicas neoliberales que tienen contentas a las élites y maltrecho al país en lo social.
También hay un capítulo digno de película de gánsters: a Miguel Ángel Osorio Chong lo llevaron a desistirde sus escuálidas posibilidades (conforme al ánimo de Peña) de ser aspirante a la candidatura priísta mediante una intensa campaña de desa- creditaciones que incluyeron evidencias de trasiegos financieros corruptos que habrían quedado en los archiveros del poder, intocados, sin difundirse, si no hubiese sido necesario descarrilar las expectativas del ex gobernador hidalguense que tenía el mejor posicionamiento de priístas en las encuestas de opinión, lo cual constituye justamente su principal impedimento: es el ejemplo clásico del político tricolor, cargado de demagogia, simulaciones y expedientes oscuros.
Osorio Chong dio las gracias a quienes impulsaron su precandidatura informal y pareció, hasta anoche, cumplir con el rol definido en una reunión privada de Peña Nieto con seis presuntos finalistas (Meade, Nuño, Osorio, Narro, De la Madrid y Eruviel Ávila), en la que se comprometieron a asumir la decisión del dedo de Peña y ser solidarios con el beneficiado de tal designación.
Con el amago de los expedientes delictivos prestos para ser activados en su contra, en caso necesario, Osorio Chong ve lo que probablemente ha impulsado o, cuando menos, consentido: el coqueteo del partidito llamado Encuentro Social con Morena, en un movimiento exploratorio de alianzas electorales que muy poco aportará en cuanto a votos al partido de Andrés Manuel López Obrador, pero sí en cuanto a tiempos mediáticos, ciertos recursos económicos y, sobre todo, una vía eventual para encauzar disidencias priístas no sólo provenientes del ámbito del desahuciado del reino peñista, Osorio Chong que, junto con Jesús Murillo Karam, ha dado aliento al mencionado Partido Encuentro Social, de tintes de un cierto cristianismo.
Pero, aun cuando anoche la efervescencia colocaba a Mid en lo más alto de las especulaciones presidenciales, falta ver la suerte del otro precandidato prefigurado, Aurelio Nuño, el educador que sí sabe ler, el objeto de todas las objeciones del magisterio no oficialista, el más enriquista de los peñistas, distanciado de su original promotor, Videgaray, y consagrado a demostrar al ex gobernador mexiquense que él sí es de absoluta confianza, que él no traicionará cuando ya tenga la candidatura en la bolsa o, eventualmente, el poder significado en una banda de tres colores en el pecho. Ah, y por si hiciera falta, el favorito del ave políticamente rapaz que en estos días ha retomado vuelo literario, Carlos Salinas de Gortari.
Premuras, presiones y acomodos mientras López Obrador se alista para registrar su precandidatura virtualmente triunfadora el 12 de diciembre, el día de la Morenita del Tepeyac. Todo le sigue saliendo bien al tabasqueño, incluso la difusión del documental que dirigió Epigmenio Ibarra y del cual ayer tuvo buena aceptación el momento en que su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, interpreta una canción.
En el Frente de batallas hasta ahora más internas que externas, el formado por las directivas de PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (Ciudadano por México, los apellidos falaces de ese frente), la legendaria proclividad del sol azteca a la trifulca por las candidaturas se ha vuelto a manifestar, con la ex pareja sentimental de Mancera y Barrales nuevamente en discordia, empeñada ella en ser candidata a la jefatura de gobierno de la capital del país a cambio de que el panista Ricardo Anaya lo sea a la Presidencia de México, con el mencionado Mancera tratando de no quedarse con pocos réditos en la jugada frentista.
Y, mientras Eruviel Ávila ha dicho que Nuño, Narro y De la Madrid podrían ser aspirantes a la candidatura priísta al gobierno capitalino, como si no tuvieran más viabilidad en la búsqueda de la postulación presidencial, ¡hasta mañana!