Adolfo Scilingo, condenado en España por crímenes de lesa humanidad, dijo que uno de ellos aseguró tener experiencia contra ETA.
El exmilitar argentino Adolfo Scilingo, condenado en España a 1.084 años de prisión por su responsabilidad en torturas y desapariciones durante la última dictadura en su país (1976-1983), afirmó que personal de la Armada española visitó un centro clandestino de detención para "colaborar en la lucha contra la subversión" y "enseñar cómo se tortura".
Scilingo habló este martes con el medio Voz Pópuli desde la prisión de Alcalá-Meco, en Madrid, donde cumple condena por su participación en los "vuelos de la muerte", práctica clandestina mediante la cual las Fuerzas Armadas argentinas arrojaban cuerpos de las personas secuestradas y desaparecidas al mar. Fue él mismo quien se encargó, en el 2007, de relatar al juez Baltasar Garzón cómo las personas eran arrojadas vivas, desnudas y drogadas desde los aviones. Antes, en 1996, lo había hecho en declaraciones a la televisión.
El excapitán de corbeta estuvo involucrado en los secuestros y torturas ocurridos en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), el centro clandestino más emblemático de la represión ilegal, cuyo edificio funciona hoy como Museo de la Memoria.
¿El rey de España estaba al tanto?
En la entrevista, el represor contó que llegaron allí tres personas, uno de los cuales dijo "pertenecer a la Armada Española" como "enviado personal del rey de España (Juan Carlos I) para colaborar en la lucha contra la subversión por su experiencia contra ETA" (Euskadi Ta Askatasuna, la organización terrorista vasca).
"Vinieron a enseñar cómo se... En los reglamentos figuran los interrogatorios bajo acción compulsiva... [duda] Figura tortura, directamente", señala Scilingo.
Listado en poder del Gobierno argentino
También afirmó que las Fuerzas Armadas tenían un listado completo de las personas desaparecidas por esa fuerza, y que ese listado está en manos del Gobierno argentino, pero no quiere revelarlo.
A más de 20 años de su último contacto con los medios, Scilingo negó los hechos por los que fue condenado, argumentando que no se le daba participación en los secuestros y torturas, entre otras razones, porque tenía una hermana perteneciente a la organización peronista armada Montoneros, cosa que lo avergonzaba entre sus colegas militares.
Según reveló, pudo encontrarse con ella en la clandestinidad, y poco después murió de cáncer.
RT