Industrias Bachoco, la joya de la corona del grupo empresarial de la
familia de Eduardo Bours, gobernador de Sonora, no sólo controla 70% del
mercado de producción avícola y porcícola en México, junto con las
trasnacionales Pilgrim’s Pride y Tyson, sino que se ha convertido en una
de las compañías insistentemente señaladas como generadora de desechos
tóxicos agroindustriales cuya contaminación es uno de los posibles
factores del brote epidémico de la influenza humana
Con 700 centros de producción y distribución en todo el país, las
protestas contra Bachoco se han agudizado en los últimos años,
particularmente en La Rosa Mística, comunidad del municipio de Perote,
Veracruz, donde el alcalde Esteban Escamilla denunció un incremento de
15% de enfermedades diarreicas y respiratorias por la emisión de
desechos de las granjas avícolas También en Acatlán, Puebla, donde una
extensa nube de humo gris fue identificada como la causante de un brote
de enfermedades respiratorias desde noviembre de 2008 En cinco colonias
de Coatzacoalcos, Veracruz, denunciaron en septiembre de 2006 a Bachoco
por las emanaciones contaminantes que generan sus procesos de quema de
vísceras y plumas de pollos Lo mismo en las comunidades de Torrecillas y
Los Ángeles, en Villagrán, Guanajuato, que acusaron en abril de 2008 a
las granjas de cerdo de Bachoco de arrojar durante una década desechos
orgánicos a cielo abierto, lo que genera fauna nociva, principalmente
moscas Y en Crespo, en el municipio de Celaya, los habitantes se han
quejado por la contaminación de las aguas y porque Bachoco tira residuos
pestilentes y peligrosos en el basurero de Tinajitas La respuesta
invariable de las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección
al Ambiente (Profepa) ante las numerosas quejas en contra de Bachoco es
que “están investigando”, que “son procesos largos” El 4 de marzo de
2009, la delegación de la Profepa en Celaya informó que ya han
“sancionado” a la empresa de la familia Bours por el mal manejo de sus
residuos tóxicos, pero la contaminación prosigue En San Luis Potosí, la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales documentó que esta
entidad posee la tercera parte de los 31 sitios más contaminados del
país y señaló entre los responsables a la planta de Bachoco en el
Periférico Sur; el sitio de confinamiento La Pedrera, en el municipio de
Guadalcázar, y el basurero de Peñasco San Luis Potosí fue uno de los
estados más afectados al inicio de la epidemia de influenza A/H1N1
En
las colonias Nueva e Independencia, de Apatzingán, Michoacán, los
pobladores demandaron en marzo de 2006 la reubicación de granjas
avícolas, cansados de los fétidos olores que deja la quema de plumas El
cabildo acordó citar a los propietarios, pero la regidora perredista
María Guillermina Albarrán Martínez las defendió porque “las granjas de
pollos llegaron primero a esos lugares que los vecinos” En general, “hay
poco conocimiento sobre los efectos de sus desechos agroindustriales en
la población; los habitantes siempre se quejan por los olores fétidos y
la respuesta de las autoridades invariablemente ha sido proteger a las
empresas y no hacerle caso a los vecinos”, subraya Iván Restrepo,
periodista y ambientalista que desde hace cinco años denunció el caso de
Granjas Carroll, filial de la estadunidense Smithfield Foods, en Perote
“Una de las grandes lagunas en nuestra normatividad es el destino de
los desechos agroindustriales La Secretaría de Agricultura, Ganadería y
Pesca (Sagarpa) nunca dice nada al respecto en entidades como Sonora,
Michoacán, Jalisco o Veracruz, donde están los sitios más contaminados”,
asegura Restrepo, consultado por Proceso Apenas el 29 de abril, en
plena emergencia sanitaria por la epidemia de influenza todavía llamada
porcina, el jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad
Agroalimentaria de Sagarpa, Enrique Sánchez Cruz, declaró que las
granjas porcícolas no tienen ningún problema de contaminación y rechazó
que el virus de influenza tuviera su origen en México “Las
características nos indican que tiene cortes genéticos de cerdos
euroasiáticos, pero no tenemos precisión de cómo llegó al país; lo que
sí se descarta es que sea transmitido por cerdos mexicanos”, sostuvo el
funcionario federal Restrepo reprocha que ni siquiera existan estudios
epidemiológicos sobre el efecto de los desechos agroindustriales en la
población “Es fundamental el seguimiento Lo ocurrido en Perote con la
influenza es un ejemplo de lo que no debe suceder Esta es una gran
oportunidad para que la gente demande a las autoridades que investigue a
fondo”, sentencia el colaborador del periódico La Jornada y ganador en
2005 del premio al periodismo ambiental otorgado por la Feria del Libro
de Guadalajara
La ruta contaminadora
El año pasado, en Estados
Unidos, el Centro de Investigación Pew emitió un informe sobre la
producción animal en las granjas industriales y destacó el peligro de
que “el continuo reciclaje de virus en grandes manadas o rebaños
incrementará las oportunidades de generación de virus novedosos,
mediante mutación o eventos combinados, que podrían propiciar una
transmisión más eficaz de humano a humano” La misma comisión advirtió
que el uso intensivo de antibióticos en las fábricas de cerdos favorecía
el incremento de estafilococo dorado, resistente a los antibióticos, y
los lixiviados de los desagües producían brotes de ecolli y pfisteria La
producción intensiva de aves y puercos se concentra en grandes
trasnacionales de la agroindustria, como son Smithfield Foods, Tyson
Foods, Pedue Farms, ConAgra Poultry, GoldKist Inc y Bachoco, uno de los
10 principales productores de pollo a nivel mundial Pilgrim’s, Pride y
Bachoco recurren al uso intensivo de estimulantes para el crecimiento,
inyecciones de hormonas y vacunas para aumentar la velocidad de
maduración, generando un severo problema con los desechos provocados por
estas gigantescas granjas Tyson Foods, la mayor procesadora de carne de
pollo, res y puerco en el mundo, es un corporativo trasnacional con
ingresos de 26 mil millones de dólares al año Con 114 mil empleados en
300 plantas distribuidas en todo el mundo, fue una de las industrias que
más ganaron en 2005 con el escándalo internacional provocado por la
epidemia de gripe aviar que brotó en Tailandia y China El investigador
William Engdahl, entrevistado por la agencia Acción Ecológica, afirmó
que “sería importante saber si alguno de los casos de gripe aviar
documentados en China en los últimos años podría haber sido originado
por importaciones de pollos de Estados Unidos de productores gigantes
como Tyson
Foods o por granjas de producción de pollos locales de
esas compañías en China o en otros lugares de Asia” Para Iván Restrepo,
lo grave son las prácticas contaminantes que realizan en países como
México, mismas que no les permiten en otras naciones como Canadá o
Estados Unidos “Nos ven como un auténtico traspatio”, afirma En México,
Tyson Foods tiene plantas en La Laguna, Puebla, Nuevo León y Sinaloa “El
problema es que emplean químicos de manera intensiva y tienen más
libertad para su uso aquí que en Estados Unidos Hasta ahora, las
autoridades federales no tienen ni siquiera un inventario de las
sustancias tóxicas y peligrosas que se utilizan en esta industria”,
señala Restrepo En el caso mexicano, la empresa Bachoco, productora de
huevo, pollos, carne de cerdo y alimentos balanceados, ha sido señalada
en varias comunidades como una de las principales agroindustrias
contaminadoras Por ejemplo, en agosto de 2006, Humberto Nájera Ramírez,
de la Red Ciudadana para el Bienestar Integral AC, denunció la
contaminación que desde hace años Bachoco vierte a la atmósfera en
Coatzacoalcos, Veracruz “Es una peste horrible Si un día te toca ir por
allá saldrás con náuseas y dolor de cabeza porque no se soporta”,
aseguró La compañía Fertilizantes Tepeyac, también propiedad de la
familia Bours, ha sido sometida a nueve auditorías sanitarias en Sonora
por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(Profepa), ya que utiliza sustancias prohibidas en Estados Unidos, como
paratión, endosulfán y asodrín, según anotó la reportera Jesusa
Rodríguez (Proceso 1581) Esas auditorías se realizaron entre 2004 y 2006
en las plantas ubicadas en Cajeme, Hermosillo, Caborca, Guaymas y
Benito Juárez El vacío regulatorio es grave La última norma oficial para
“la transformación de despojos animales y su empleo en la alimentación
animal” fue publicada el 28 de junio de 2001 en el Diario Oficial de la
Federación Esta norma no prohíbe explícitamente arrojar los desechos de
la industria avícola y porcícola y sólo se les ordena instalar “una
planta de rendimiento, de acuerdo con lo indicado en esta norma”