Desempleo en febrero se redujo a 5.43% desde el 5.87 del mes previo: Inegi
A tasa anual, la desocupación es mayor en comparación al 5.30 por ciento de febrero de 2009, indicó.
La Jornada en línea
Publicado: 25/03/2010 09:10
México, DF. La tasa de desempleo en México bajó a 5.43 por ciento en febrero, desde 5.87 por ciento del mes previo, dijo este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La lectura de febrero fue menor a la estimación del 5.7 por ciento esperado en un sondeo de Reuters entre 13 especialistas.
A tasa anual, el índice de desocupación muestra un aumento durante febrero de este año en comparación con el mismo mes del año anterior, al pasar de 5.30 por ciento a 5.43 por ciento.
jueves, 25 de marzo de 2010
Astillero
Una
ridícula minoría
Rojo sangre y verde olivo
Entramado 2012
Estadismo de barandilla
Julio Hernández López
En una especie de neofoxismo electoral precoz, el actual ocupante precario de Los Pinos cree posible condicionar la cromática definición política de su presunto sucesor (¿de verdad están los comicios de 2012 en la agenda íntima del pintor especializado en rojos sangrientos y verde olivo que hasta ahora ha ido construyendo conforme a bilingüe libreto un estado nacional de excepción que en dado caso, ¡oh, sorpresa!, podría llegar a la suspensión de la ceremonia electoral?).
No parecería tener el licenciado Calderón un exceso de credenciales triunfadoras como para pretender condicionar el futuro, pues ha perdido sistemáticamente la mayoría de los comicios durante su accidentado mandato y ha aceptado aliarse con algunos de quienes (aunque fuera de dientes hacia fuera) lo tachaban de ilegítimo, con tal de frenar un triunfo electoral priísta que le parece prefigurado. Pero aun así el maestro Felipe (¿compañero de Banca de Elba Esther?) conserva arrestos para plantear que aun cuando él tiene idea del color que habrá de tener el siguiente presidente de la República (es decir, el que irá después de Vicente Fox, que fue el último mandatario legítimamente reconocido) no lo dirá (en términos partidistas) más que en el contexto de que ese relevo deberá dar “color en el tema de seguridad y de la ley, y eso es lo que debe determinar, yo creo, el rumbo del país”.
Tocar el tema de su propio relevo, aunque haya sido a partir de una pregunta hecha por el asistente a un acto sobre vivienda, agudiza la percepción de que FC siente cada vez más desvanecido el capital de fuerza política que ha acompañado a quienes de una u otra manera se han instalado en la silla presidencial. A los factores internos que le pelean decisiones e imponen criterios, Calderón ha sumado el aparato estadunidense de seguridad que horas antes había hecho una visita instructiva al nuevo protectorado sureño.
Aun así, e incluso justamente a partir de ese reconocimiento de debilidad que hace al hablar tempranamente de sucesiones, el michoacano Felipe deja ver una veta preocupante, pues pareciera decidido a usar lo que le quede de fuerza del aparato gubernamental para obligar a que su relevo siga teñido de rojo y verde (olivo), cueste lo que cueste. Ésa fue la postura del injerencista Fox, que volcó la estructura oficial en contra de quien parecía inevitable vencedor electoral. Ahora el beneficiario de ese fraude electoral muestra con anticipación sus cartas: cambien de jinete, pero no de caballo represor, sería la adaptación calderónica de la frase vicentina. Léase la forma en que Calderón anuncia presiones cívicas y forzamientos legales para que quien le sustituya tenga el mismo color que él ha definido en estos años sangrientos: “Y que ese entramado sistémico sea tan fuerte que quien quiera que sea que me releve tenga forzosamente por ley y por presión de los ciudadanos, que es más importante, que cumplir el compromiso elemental de proteger a los ciudadanos”. Mmmm. Así es que nadie se dé por sorprendido: Felipe Calderón, un peligro anunciado para los comicios bajo fuego y sangre de 2012 (si es que los hay; o, para estar a tono con la Iniciativa Mérida: if).
En el contexto de esas mismas declaraciones coloridas, Calderón produjo una involuntaria autocrítica al denunciar que el país está en manos de “una ridícula minoría” que en realidad son “una bola de delincuentes”. Hablaba el abogado ministerial de los narcotraficantes y golpeaba el atril y gesticulaba para explicar a los asistentes a una reunión de constructores de vivienda los motivos de la “guerra” contra empresarios informales de la droga: “los mexicanos no nos vamos a dejar dominar por una bola de maleantes, que son una ridícula minoría montada sobre el miedo, la corrupción o la cobardía de muchos durante mucho tiempo. Aquí se toparon, porque estamos decididos, precisamente, a limpiar a México”, dijo el mismo funcionario que al arribar al poder designó en puestos clave a los mismos que durante el foxismo se encargaron de mantener esa situación corrupta y cobarde.
Valiente y claridoso, el licenciado Calderón defendió su política rijosa: “¿Que hay riesgos? Sí, sí los hay y muy graves. Pero qué otra obligación de gobierno puede ser tan importante como la seguridad y el estado de derecho: ¿hacer viviendas?, las hacen ustedes y bastante bien. Hay otros, como la educación y la salud, que son importantes. Hay muchas otras actividades, y la verdad la más importante de todas es y como gobierno lo que te justifica, es aplicar la ley, para eso eres gobierno. Cuando abandonamos ese principio, México empezó a entrar en problemas”. Puntualísima confesión felipense de que su visión del México actual, su pobreza y atraso, su desigualdad y deterioro, corresponde tan sólo a la lente policiaco-burocrática de un mal agente del Ministerio Público, estadismo de barandilla, política federal preventiva.
Astillas
En Nuevo León las operaciones bélicas se han entrampado en dos asuntos en espera de que venideros escándalos los desplacen y arrumben en el armario de la desmemoria inducida. Uno es el del Tec, cuyo rector, Rafael Rangel Sostmann, hora tras hora describe violaciones y excesos cometidos por militares sin que se atreva más que a pálidos esbozos de inconformidad verbal, aferrado a una doctrina de conformismo institucional. El otro es el del presunto narcomenudista transportado por marinos que luego apareció muerto y el de su acompañante ahora desaparecido y, conforme a lo visto, en riesgo de haber sido ajusticiado “ejemplarmente”. En ese contexto, se da la tentación de hacer espectáculo de distracción con el alcalde Mauricio Fernández y sus rudos informantes que a la vez son narcos... Y, mientras la “izquierda” electoral duerme, o sueña narcotizada con “alianzas” tóxicas, ¡hasta mañana, con la Suprema, siempre Corta de Justicia, entrándole al asunto de fondo de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://www.twitter.com/julioastillero
El color de la derrota y la ridícula minoría
• Embotellamiento legislativo
• Parálisis
Las consecuencias de la cólera, mi estimado, son más nocivas que las causas que la producen. Pintadito de desesperación el discurso presidencial de Felipe Calderón, quien literalmente está hasta la madre del resultado de su irreflexiva aventura bélica que arroja abusos, muerte y atropellos que barnizan un volátil contexto causando la inusual visita del gabinete de seguridad norteamericano.
Hace lunas que Calderón está de malas, suscitando desencuentros en el terreno partidista y legislativo que ocasiona una seria parálisis que afecta y preocupa a los principales partidos, a la cúpula empresarial y a la clase política. Hoy, el Coliseo San Lázaro navega en un embotellamiento de intereses que se cruzan con los tiempos electorales que contaminan aún más la compleja agenda nacional, urgida de consensos en áreas estratégicas para terminar con el estancamiento que golpea a millones de mexicanos.
Las palabras de Felipe, que en momentos llegó a golpear el atril y elevar innecesariamente la voz, my friend, devela la impotencia, el agotamiento y la irritación cuando señala: ¿qué proponen? ¿Echarnos para atrás? ¿Que los dejemos hacer lo que les da la gana? Es totalmente absurdo e ingenuo. ¿Por qué razón? Porque el problema es haberlos dejado hacer lo que se les da la gana.
Y de ahí, my friend, como si estuviera en tiempos de campaña se aventó a la alberca (sin agua) declarando enfático… quiero una nueva infraestructura legal; una nueva infraestructura de instituciones de seguridad pública, policías más confiables y métodos de investigación, sobre todo una plena autoridad del estado en cada punto del territorio nacional. Eso es lo que quiero. Y que ese entramado sistémico sea tan fuerte que quien quiera que sea que me releve (¡!) tenga forzosamente por ley y por presión de los ciudadanos que es más importante que cumplir el compromiso elemental de proteger a los ciudadanos (¿¿??) ¿Qué hay riesgos? Sí, sí los hay y muy graves. Pero qué otra obligación de gobierno puede ser tan importante como la seguridad y el Estado de derecho: ¿hacer viviendas?, las hacen ustedes y bastante bien. Hay otros, como la educación y la salud que son importantes. Hay muchas actividades y la verdad la más importante de todas es y como gobierno lo que te justifica (¡¡!!) es aplicar la ley, para eso eres gobierno. Cuando abandonamos (kimosabi???) ese principio, México empezó a entrar en problemas.
Y bueno, pues ya lo del color de quién sea (su sucesor) pues ahora sí que, quizá tenga alguna idea… no, no, pero aquí lo importante más que el color del partido, que dé color en el tema de seguridad y la ley. Y eso es lo que debe determinar, yo creo, el rumbo del país.
Chingón.
Estas simpáticas palabras describen, primero, la claudicación de Los Pinos en el cuarto año del sexenio cuando la figura presidencial debe estar fuerte, animada y vigorosa. En segundo lugar, es una grotesca aceptación de facto de lo que no funcionó en su (des)gobierno, porque el México que desea ver Felipe Calderón es, a estas alturas, un wishful thinking. Sobre todo porque la memoria es lo primero que degenera con la edad y olvida que en el Auditorio Nacional aquél aciago diciembre del 2006 instruyó a su gabinete de inútiles desarrollar estrategias, para después volver a anunciar planes para la seguridad pública y un sinfín de puntos whatever, de ahí a la interminable cascada de sonsonetes sobre las variaciones del mismo tema.
Sugestivo que Felipe etiquete a una bola de maleantes como una ridícula minoría que desencadena la carcajada histérica del mordaz respetable.
Esa ridícula minoría se anida poderosa en la esfera más alta del poder federal, estatal y municipal gracias a 40 meses de ausencia de la ley, de impunidad y de corrupción. Esa ridícula minoría ha postrado a su (des)gobierno, ha desgastado y desacreditado al otrora célebre Ejército mexicano, ha vulnerado la seguridad nacional de los Estados Unidos. Esa ridícula minoría ha subyugado a mandatarios como Rodrigo Medina,Leonel Godoy y Marco Adame. Ha oprimido a la grande, mediana y pequeña empresa. Ha amedrentado a millones de mexicanos. Ha demostrado ser ley y aplicar su ley. Esa ridícula minoría ha expulsado a miles de familias. Ha matado inocentes, teñido de sangre y miedo el Vive México. Ha corrompido las instituciones.
En resumen: esa ridícula minoría ha vencido al (des)gobierno de Felipe Calderón que, por legitimarse, no da color desde el 1 de diciembre del 2006.
Se desata furor de la niñez por la poesía durante una tarde inolvidable en Buenavista
Eduardo Lizalde y José Emilio Pacheco fueron aclamados como ídolos por sus lectores infantiles
Tienen el talento para sobrevivir en este país siniestro que les están legando, señala JEP a los pequeños
Gracias, saben leer mejor que los adultos, expresa el autor de El tigre de Pablo
Periódico La Jornada
Jueves 25 de marzo de 2010, p. 5
Niños y poetas. Grandiosa y festiva combinación de camaradas ayer en la presentación del libro realizado con las obras ganadoras del concurso de dibujo infantil al que convocó hace meses el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, para conmemorar los 80 y 70 aniversarios natales de Eduardo Lizalde y José Emilio Pacheco (JEP), respectivamente.
Hormigas, monos, gatos, dragones y pájaros, así como muchos versos e historias de tigres entusiasmaron al numeroso público que acudió a la Biblioteca Vasconcelos de Buenavista, donde sucedió algo pocas veces visto: el furor de la niñez por la poesía.
Cuando los autores llegaron al auditorio del recinto fueron recibidos, literalmente, “como estrellas de rock”: con gritos, aplausos y silbidos de niños y adolescentes. Muchos traían entre las manos el libro Celebración de la palabra: Eduardo Lizalde y José Emilio Pacheco para niños, cuyas ilustraciones “son más fuertes que la violencia y el caos, el ejemplo de que contra la muerte y el horror prevalecen la vida y el arte”, afirmó Pacheco, muy emocionado.
El poeta agradeció a los niños por demostrar con sus trabajos “que la imaginación y el talento son inagotables” no obstante que la sociedad “que hemos creado se empeña en destruirlos. Pero ustedes tienen el talento para sobrevivir a este país siniestro que les están legando y por el que muy pronto nos van a exigir cuentas. Voy a conservar toda la vida los dibujos que me han regalado”.
¡Qué pregunta más intensa!
Muy atentos, los chicos escucharon a Eduardo Lizalde recordar que los cuentos que sirvieron para inspirar sus dibujos los escribió hace poco más de medio siglo: “me asombra que leyeran ese muy complejo texto que hice cuando me dedicaba a la modesta tarea de cobrador de una empresa productora de ron”.
El escritor dijo que debido a ese oficio recorría entonces colonias muy apartadas de la ciudad, donde conoció la miseria, “la cual sigue siendo la misma. Por eso propondré a mis colegas que creemos una fundación nacional de apoyo a las comunidades indígenas del país, porque ¡el problema no se ha resuelto!
“En esas colonias fui testigo de una inundación, como las que siguen ocurriendo. Ahí había un niño que creía que su gato era un tigre y que al ver las aguas negras pensó que el mar había llegado, putrefacto y pestilente, a traerle la muerte a su gato.
“Me sorprende que los pequeños hayan ilustrado con más profundidad esta historia que nadie. Gracias, saben leer mejor que los adultos.”
Se pidió después al público regalar palabras a los poetas, “para que hagan flores, como se llama en náhuatl a la poesía”. También se invitó a que les hicieran preguntas. Casi todos los pequeños alzaron la mano. Ariadna, de unos cinco años, fue de las primeras en querer saber “¿por qué les gusta escribir?”
Lizalde respondió con humor: “¡qué pregunta más intensa! No nos gusta, es una maldición que cargamos en los hombros”, mientras que Pacheco añadió: “es lo único para lo que sirvo, no nací para hablar, sino para escribir, pues ahí no tengo que darle la cara a la página”.
Una lluvia de palabras favoritas fue obsequiada después a los autores, que gozaron escucharlas en voz de sus pequeños y cautivos lectores: familia, estrella, sueño, perro, amor, luna, tigre, pony, rocanrol, superhéroe, respeto, jugar, convivir, coco, chango, chipote.
“Chango también es una palabra que me gusta por enigmática y porque además sólo existe en México, en ningún otro país le dicen así a los monos”, apuntó José Emilio Pacheco.
Fueron las inquietudes de los niños las que guiaron la charla con los autores: ya sea sobre la existencia de musas, el genio de Mozart, el prodigio de Lope de Vega, la necesidad de volver al verso, el trabajo y la suerte del poeta o la necesidad de hacer una selección de los mejores poetas del siglo XX.
Para cerrar el encuentro, llegó la música del grupo La Libélula, primero para presentar el relato El tigre de Pablo, de Lizalde; luego, para jugar con el ritmo de los poemas de Pacheco, algunos a ritmo de rap: “Cuando el mono te clava la mirada/ estremece pensar si no seremos/ su espejito irrisorio y sus bufones”.
Fue una tarde inolvidable para dos poetas que nunca ocultaron su felicidad por esa experiencia que, “es increíble que a estas alturas de la vida nunca hayamos vivido”, afirmó Pacheco.
Fue la tarde también de decenas de niños jubilosos, que aplaudían y gritaban por el puro placer de escuchar versos y soñar: “El que derrota al monstruo/ y ocupa su lugar/ se vuelve el monstruo”.
Tienen el talento para sobrevivir en este país siniestro que les están legando, señala JEP a los pequeños
Gracias, saben leer mejor que los adultos, expresa el autor de El tigre de Pablo
Eduardo Lizalde y José Emilio Pacheco, ayer, en la Biblioteca Vasconcelos
Foto Roberto García Ortiz
Mónica Mateos-VegaPeriódico La Jornada
Jueves 25 de marzo de 2010, p. 5
Niños y poetas. Grandiosa y festiva combinación de camaradas ayer en la presentación del libro realizado con las obras ganadoras del concurso de dibujo infantil al que convocó hace meses el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, para conmemorar los 80 y 70 aniversarios natales de Eduardo Lizalde y José Emilio Pacheco (JEP), respectivamente.
Hormigas, monos, gatos, dragones y pájaros, así como muchos versos e historias de tigres entusiasmaron al numeroso público que acudió a la Biblioteca Vasconcelos de Buenavista, donde sucedió algo pocas veces visto: el furor de la niñez por la poesía.
Cuando los autores llegaron al auditorio del recinto fueron recibidos, literalmente, “como estrellas de rock”: con gritos, aplausos y silbidos de niños y adolescentes. Muchos traían entre las manos el libro Celebración de la palabra: Eduardo Lizalde y José Emilio Pacheco para niños, cuyas ilustraciones “son más fuertes que la violencia y el caos, el ejemplo de que contra la muerte y el horror prevalecen la vida y el arte”, afirmó Pacheco, muy emocionado.
El poeta agradeció a los niños por demostrar con sus trabajos “que la imaginación y el talento son inagotables” no obstante que la sociedad “que hemos creado se empeña en destruirlos. Pero ustedes tienen el talento para sobrevivir a este país siniestro que les están legando y por el que muy pronto nos van a exigir cuentas. Voy a conservar toda la vida los dibujos que me han regalado”.
¡Qué pregunta más intensa!
Muy atentos, los chicos escucharon a Eduardo Lizalde recordar que los cuentos que sirvieron para inspirar sus dibujos los escribió hace poco más de medio siglo: “me asombra que leyeran ese muy complejo texto que hice cuando me dedicaba a la modesta tarea de cobrador de una empresa productora de ron”.
El escritor dijo que debido a ese oficio recorría entonces colonias muy apartadas de la ciudad, donde conoció la miseria, “la cual sigue siendo la misma. Por eso propondré a mis colegas que creemos una fundación nacional de apoyo a las comunidades indígenas del país, porque ¡el problema no se ha resuelto!
“En esas colonias fui testigo de una inundación, como las que siguen ocurriendo. Ahí había un niño que creía que su gato era un tigre y que al ver las aguas negras pensó que el mar había llegado, putrefacto y pestilente, a traerle la muerte a su gato.
“Me sorprende que los pequeños hayan ilustrado con más profundidad esta historia que nadie. Gracias, saben leer mejor que los adultos.”
Se pidió después al público regalar palabras a los poetas, “para que hagan flores, como se llama en náhuatl a la poesía”. También se invitó a que les hicieran preguntas. Casi todos los pequeños alzaron la mano. Ariadna, de unos cinco años, fue de las primeras en querer saber “¿por qué les gusta escribir?”
Lizalde respondió con humor: “¡qué pregunta más intensa! No nos gusta, es una maldición que cargamos en los hombros”, mientras que Pacheco añadió: “es lo único para lo que sirvo, no nací para hablar, sino para escribir, pues ahí no tengo que darle la cara a la página”.
Una lluvia de palabras favoritas fue obsequiada después a los autores, que gozaron escucharlas en voz de sus pequeños y cautivos lectores: familia, estrella, sueño, perro, amor, luna, tigre, pony, rocanrol, superhéroe, respeto, jugar, convivir, coco, chango, chipote.
“Chango también es una palabra que me gusta por enigmática y porque además sólo existe en México, en ningún otro país le dicen así a los monos”, apuntó José Emilio Pacheco.
Fueron las inquietudes de los niños las que guiaron la charla con los autores: ya sea sobre la existencia de musas, el genio de Mozart, el prodigio de Lope de Vega, la necesidad de volver al verso, el trabajo y la suerte del poeta o la necesidad de hacer una selección de los mejores poetas del siglo XX.
Para cerrar el encuentro, llegó la música del grupo La Libélula, primero para presentar el relato El tigre de Pablo, de Lizalde; luego, para jugar con el ritmo de los poemas de Pacheco, algunos a ritmo de rap: “Cuando el mono te clava la mirada/ estremece pensar si no seremos/ su espejito irrisorio y sus bufones”.
Fue una tarde inolvidable para dos poetas que nunca ocultaron su felicidad por esa experiencia que, “es increíble que a estas alturas de la vida nunca hayamos vivido”, afirmó Pacheco.
Fue la tarde también de decenas de niños jubilosos, que aplaudían y gritaban por el puro placer de escuchar versos y soñar: “El que derrota al monstruo/ y ocupa su lugar/ se vuelve el monstruo”.
300 protestaron por la muerte de estudiantes del TEC
Redacción/SDP | 24 de Marzo, 2010 - 20:56
300 personas, principalmete estudiantes, se manifestaron en la Macroplaza de Monterrey contra la inseguridad y el asesinato de dos estudiantes del TEC de Monterrey.
6
Envía..
Foto: EspecialAlrededor de 300 parsonas se presentaron en la macroplaza de Monterrey la tarde de hoy a protestar por las muertes de dos estudiantes del TEC.
De acuerdo con El Norte, la protesta en la que participaron principalmente alumnos del ITESM, EDEM y UANL, se llevó a cabo detrás de la Explanada de los Héroes.
La convocatoria era para protestar en la explanada ubicada frente al Palacio de Gobierno, donde el gobernador priista, Rodrigo Medina, presentaría el Plan Estatal de Desarrollo, pero los manifestantes no tuvieron acceso a esa área ya que fue cerrada con vallas metálicas.
“Compañeros, yo no quiero que los sueños y las esperanzas que tienen mis padres en mí se vayan a la basura”, fue lo que declaró un estudiante del TEC.
De acuerdo con El Norte, los manifestantes llevaban pancartes con frases como “No me callan”, “No soy sicario”, “¿Quién gana en esta guerra?, “Medina, ibas a dar la vida por Nuevo León, tan siquiera da la cara”.
Los manifestantes buscaban entregar un pliego petitorio en el palacio de gobierno en manos del Secretario de Gobierno, Javier Teviño, pero un empleado salió a notificarles que Treviño no podía salir a recibir el pliego.
Un estudiante de la UANL reprochó a Treviño que fuera capaz de salir a dar la cara.
300 personas, principalmete estudiantes, se manifestaron en la Macroplaza de Monterrey contra la inseguridad y el asesinato de dos estudiantes del TEC de Monterrey.
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Foto: EspecialAlrededor de 300 parsonas se presentaron en la macroplaza de Monterrey la tarde de hoy a protestar por las muertes de dos estudiantes del TEC.
De acuerdo con El Norte, la protesta en la que participaron principalmente alumnos del ITESM, EDEM y UANL, se llevó a cabo detrás de la Explanada de los Héroes.
La convocatoria era para protestar en la explanada ubicada frente al Palacio de Gobierno, donde el gobernador priista, Rodrigo Medina, presentaría el Plan Estatal de Desarrollo, pero los manifestantes no tuvieron acceso a esa área ya que fue cerrada con vallas metálicas.
“Compañeros, yo no quiero que los sueños y las esperanzas que tienen mis padres en mí se vayan a la basura”, fue lo que declaró un estudiante del TEC.
De acuerdo con El Norte, los manifestantes llevaban pancartes con frases como “No me callan”, “No soy sicario”, “¿Quién gana en esta guerra?, “Medina, ibas a dar la vida por Nuevo León, tan siquiera da la cara”.
Los manifestantes buscaban entregar un pliego petitorio en el palacio de gobierno en manos del Secretario de Gobierno, Javier Teviño, pero un empleado salió a notificarles que Treviño no podía salir a recibir el pliego.
Un estudiante de la UANL reprochó a Treviño que fuera capaz de salir a dar la cara.
Cómplices
Octavio Rodríguez Araujo
Así como Francisco Franco sabía de la matanza de judíos en Auschwitz (El País, 21/3/10), Juan Pablo II y Benedicto XVI sabían de los actos de pederastia perpetrados por curas de diversos rangos y denominaciones. Ni Franco ni Wojtyla ni Ratzinger hicieron nada con la información comprobada que tuvieron. Al contrario, se convirtieron en cómplices del silencio y la omisión de los criminales que asesinaron judíos y abusaron de niños (“crimen atroz”, Benedicto XVI dixit), según el caso y aunque no sean comparables.
Una diferencia importante entre Franco y los papas citados es que el primero, si bien se decía el caudillo de España por la gracia de Dios, no era su representante en la Tierra, en tanto que los segundos no sólo se han presentado como tales, sino que han hecho creer a sus seguidores que son infalibles y, además, santos, santísimos padres de la feligresía católica, “sus santidades”. Otro dato importante es que Franco fue un dictador seguidor de Hitler, aunque mantuviera a España en una situación política y diplomática con cierta ambigüedad, en tanto que Wojtyla fue antifascista (y también anticomunista) y Ratzinger un vigilante de la fe, mediante su prefectura en la Congregación para la Doctrina de la Fe, que tiene sus antecedentes en la Santa Inquisición de triste memoria.
Benedicto XVI-Ratzinger se dirigió a los católicos irlandeses y de todo el mundo pidiendo perdón por la vergüenza de los actos de pederastia que cometieron muchos ministros del culto católico, y advirtió a los sacerdotes que deberían responder no sólo ante Dios, sino ante los tribunales civiles. Esto es positivo, pero él lo sabía desde antes incluso de que fuera nombrado jefe de su Iglesia, de la misma manera que lo supieron los obispos irlandeses y los de otros muchos países donde el abuso de niños por sacerdotes ha sido denunciado desde hace muchos años.
El investigador Fernando M. González ha señalado recientemente a este diario que Joseph Ratzinger debió conocer el dossier Maciel (formado por 201 documentos de 1948 a 2004) y que sólo “actuó hasta que Juan Pablo II estaba ya muy grave”. No deberá olvidarse que Wojtyla y el cardenal Norberto Rivera protegieron a Marcial Maciel, fundador de los legionarios de Cristo, no sólo por las aportaciones y servicios de esta congregación a la Iglesia, sino por la muy antigua estrategia eclesiástica de meter la basura bajo el tapete para proteger a sus sacerdotes o, más bien, a la misma institución.
En su nota especial para La Jornada del 21 de marzo de este año, Sanjuana Martínez cita la respuesta de Ratzinger a una carta de Alberto Athié en relación con las denuncias sobre Maciel: “Lamentablemente, el caso de Marcial Maciel no se puede abrir porque es una persona muy querida del papa Juan Pablo II, y además ha hecho mucho bien a la Iglesia. Lo lamento, no es posible”. Y Athié –señala la periodista– se preguntó sorprendido: “¿Cómo es posible que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe no vea prudente saber sobre el proceso de un violador de menores como el padre Marcial Maciel?” Fue a partir de estos hechos que Athié suspendió su ministerio sacerdotal y Norberto Rivera lo corrió del episcopado.
Fernando M. González me dijo, recientemente, que la Iglesia católica, como otras muchas instituciones religiosas, practicaban y practican como regla general la omerta. La omerta, conviene recordarlo para quienes no hayan leído a Mario Puzo, quiere decir pacto sagrado de silencio en las mafias sicilianas. Y este pacto de silencio significa, para la Iglesia, ocultar cualquier cosa que pueda manchar su imagen, y se practica desviando la atención pública de quienes la ponen en riesgo: enviándolos a otra diócesis, de preferencia de otro país (como hizo Norberto Rivera con el cura pederasta Nicolás Aguilar), o prohibiéndoles que ejerzan el sacerdocio sin renunciar a él y que dediquen el resto de sus vidas a la expiación y la meditación.
Lo que ha hecho Benedicto XVI para el caso de Irlanda es, por lo anterior, importante, pues reconoce que los infractores por pederastia deben ser sometidos también a los tribunales civiles pertinentes. Sin embargo, el obispo de Roma salva a la alta jerarquía de responsabilidad ante los tribunales por haber conocido los casos y actuar como cómplices, cual fue también el caso del cardenal irlandés Sean Brady, quien reconoció haber estado enterado y no haber hecho nada.
En artículo publicado por el presbítero Flores Ramos en el semanario Desde la Fe (órgano de la arquidiócesis mexicana) se soslaya la complicidad del cardenal Rivera al no haber atendido adecuadamente los casos de pederastia en México, denunciados desde hace varios lustros, y se escuda al purpurado diciendo que “esto basta para llenarnos de vergüenza y preocupación”. A lo más que llegó este artículo, que obviamente tuvo el visto bueno de Rivera, fue a ponerse a tono con la misiva del Papa a los irlandeses. Y sobre el caso Maciel omite que el hecho de que el Vaticano lo haya cesado de la Iglesia “invitándolo a la oración y penitencia para la salvación de su alma”, no fue igual que ponerlo en manos de la justicia terrenal para satisfacción relativa de sus muchas víctimas inocentes a lo largo de cinco décadas. Olvida, igualmente, que cuando Athié defendió a las víctimas de Maciel, el cardenal mexicano lo persiguió, le hizo la vida imposible hasta hacerlo renunciar y se defendió diciendo que tales acusaciones eran producto de un complot contra la Iglesia.
En abril de 1997 Salvador Guerrero Chiprés escribió una memorable serie de tres artículos en La Jornada denunciando a Marcial Maciel Degollado, todavía con vida, y citando los testimonios de varios ex seminaristas de la Legión de Cristo, quienes, según Pérez Olvera (uno de éstos), tenían más de 25 años revelando los abusos del fundador de la congregación y nadie les hacía caso. Resolvieron romper el silencio y le dieron información a Guerrero Chiprés. Se rompió el silencio, pero nadie hizo nada, ni las autoridades eclesiásticas ni las civiles, pues los legionarios, que sólo reclutaban a niños “bonitos y blancos” eran y son todavía muy influyentes entre la gran burguesía y no pocos políticos de la derecha mexicana.
Se ha escrito mucho sobre el tema, hay libros y decenas de artículos, pero nunca podemos decir que sean suficientes hasta que no sean debidamente juzgados y castigados con severidad quienes victimaron a inocentes por sus apetitos pedófilos y quienes han sido sus cómplices, aunque fuera por omisión.
Minimiza Calderón matanza de inocentes; por encima, recuperar el estado de derecho, dice
Daniel Lizárraga
MÉXICO, D.F., 24 de marzo (apro).- El presidente Felipe Calderón admitió hoy que en su guerra contra el narcotráfico “sí hay riesgos graves” para la sociedad, sin embargo, minimizó los efectos al señalar que cualquiera de ellos será menor ante el objetivo de hacer cumplir la ley y recuperar el estado de derecho.
Envuelto en uno de los momentos más ríspidos desde que le declaró la guerra al narcotráfico, debido al incremento de ciudadanos muertos por balas perdidas o que se encontraban en la zona de fuego--, el presidente Felipe Calderón hizo hoy una inusitada defensa de su gobierno, luego de que un empresario de Guanajuato, Jesús Aguilera, cuestionara sobre la posibilidad de cambiar la estrategia.
Durante la clausura del XXIV Encuentro Nacional de Vivienda, Calderón estalló; alzó la voz y golpeó el atril cuando afirmó que por encima de cualquier otra responsabilidad, lo primero es “aplicar la ley” para que México no siga “en manos de una bola de maleantes que son una ridícula minoría”.
Admitió que “sí hay riesgos graves” para la sociedad, sin embargo, cualquiera de ellos será menor ante el objetivo de recuperar el estado de derecho y a la autoridad en cada punto del territorio nacional.
Calderón estalló luego de que un empresario de Guanajuato, Jesús Aguilera, lo cuestionó en torno a la posibilidad de cambiar la estrategia y, al mismo tiempo, lo interrogó sobre qué garantías tienen los mexicanos de que su sucesor continuará con la guerra toda vez que la lucha aun será larga.
"¿Qué proponen? ¿Echarnos para atrás? ¿Qué los dejemos hacer lo que se les dé la gana? Es totalmente absurdo, es ingenuo. ¿Por qué razón? Porque el problema es haberlos dejado hacer lo que se les da la gana", respondió.
El mandatario no se detuvo ahí. En ese mismo tono dijo que en lo personal quiere una infraestructura legal con nuevas instituciones de seguridad pública, policías más confiables y métodos de investigación seguros.
"Y que ese entramado sistémico sea tan fuerte que quien quiera que sea que me releve tenga forzosamente por ley y por presión de los ciudadanos, que es más importante que cumplir el compromiso elemental de proteger a los ciudadanos", enfatizó.
Ante la mirada atenta de los empresarios, Calderón incluso comentó que no tiene la intención de acabar con el consumo de drogas en el mundo, pero sí desaparecer el dominio territorial de las organizaciones criminales en México.
Para alcanzar eso –enfatizó- resulta necesario mantener a la Marina y al Ejército en las calles para repelerlos.
"Aquí se toparon", advirtió Calderón desde el WTC de la ciudad de México luego de que su Gobierno ha sido cuestionado tras la muerte de dos jóvenes estudiantes del Tecnológico de Monterrey durante una refriega entre narcotraficantes y elementos del Ejército Mexicano registrada el pasado fin de semana.
"¿Qué hay riesgos? Sí, sí los hay y muy graves. Pero qué otra obligación de gobierno puede ser tan importante como la seguridad y el Estado de derecho: ¿hacer viviendas?, las hacen ustedes y bastante bien”, agregó sin dejar de mirar a los empresarios.
“Hay otros --añadió-- como la educación y la salud, que son importantes. Hay muchas otras actividades y la verdad la más importante de todas es aplicar la ley, para eso eres gobierno. Cuando abandonamos ese principio, México empezó a entrar en problemas", afirmó.
“Y bueno, pues ya lo del color de quién sea, pues, ahora sí que, quizá tenga alguna idea... No, no, pero aquí lo importante, más que el color del partido que dé color en el tema de seguridad y de la ley. Y eso es lo que debe determinar, yo creo, el rumbo del país", concluyó.
Los secretos de Maciel
Lydia Cacho
Plan B
25 de marzo de 2010
Ante miles de denuncias por setenta años de abusos sexuales a niños y niñas por parte de sacerdotes católicos, el Papa Benedicto XVI pidió perdón públicamente y el Obispo de Irlanda renunció. Pero ahora que la Iglesia católica ha dado el mea culpa la pregunta que se hacen las familias de las víctimas es ¿pagará la Iglesia la reparación del daño de todos los niños abusados, no solamente en Irlanda?
Quien crea que a “los niños se les olvida el abuso” se equivoca y contribuye al estrés postraumático de las víctimas. Otra cosa muy diferente es que puedan sanar el abuso con ayuda especializada. Está claro que no todos los niños abusados se convierten en abusadores, pero un porcentaje sí lo hace, porque desarrolla una desviación que tiene menos que ver con la sexualidad y más con el abuso de poder erotizado hacia la infancia.
En términos generales los pedófilos, como estos sacerdotes, tienen una fascinación con el poder de controlar a otros seres humanos. En la mayoría de casos son tiernos y amables con sus víctimas.
Un psiquiatra me dijo que si alguien se hubiera atrevido a hacer un perfil psiquiátrico a Maciel, no habría adquirido el poder que tuvo. A los pedófilos los expertos los definen como hombres con personalidad narcisista (a menudo presumen de sus actividades pedófilas, e incluso a mayor edad se dejan ver en lugares públicos rodeados de niñas y niños) Tienen claras preferencias de género, la mayoría son heterosexuales que elijen niñas, pero si no pueden, entonces abusarán de niños accesibles, bellos y delicados. Los pedófilos buscan empleos y situaciones para estar con infantes; generalmente tienen prestigio o respeto en su comunidad. Desarrollan redes sociales fuertes (incursionan en grupos masculinos sólidos, sectas, iglesias, grupos deportivos que les den estatus) Coleccionan objetos (los pedófilos guardan fotos de sus víctimas, juguetes e incluso videos o diarios de los abusos). Está claro que no todos los Legionarios son abusadores, pero sí han sido encubridores y tienen una responsabilidad social. Resarcir el daño a los niños abusados pasa necesariamente por pedirles perdón, pero también por darles la terapia necesaria para que introyecten la idea de que lo que vivieron no lo merecían y jamás deben reproducirlo. Hacer política está bien, pero resarcir el daño y asegurar que no vuelva a suceder es lo verdaderamente trascendental ¿Para cuándo?
Plan B
25 de marzo de 2010
Ante miles de denuncias por setenta años de abusos sexuales a niños y niñas por parte de sacerdotes católicos, el Papa Benedicto XVI pidió perdón públicamente y el Obispo de Irlanda renunció. Pero ahora que la Iglesia católica ha dado el mea culpa la pregunta que se hacen las familias de las víctimas es ¿pagará la Iglesia la reparación del daño de todos los niños abusados, no solamente en Irlanda?
Quien crea que a “los niños se les olvida el abuso” se equivoca y contribuye al estrés postraumático de las víctimas. Otra cosa muy diferente es que puedan sanar el abuso con ayuda especializada. Está claro que no todos los niños abusados se convierten en abusadores, pero un porcentaje sí lo hace, porque desarrolla una desviación que tiene menos que ver con la sexualidad y más con el abuso de poder erotizado hacia la infancia.
En términos generales los pedófilos, como estos sacerdotes, tienen una fascinación con el poder de controlar a otros seres humanos. En la mayoría de casos son tiernos y amables con sus víctimas.
Un psiquiatra me dijo que si alguien se hubiera atrevido a hacer un perfil psiquiátrico a Maciel, no habría adquirido el poder que tuvo. A los pedófilos los expertos los definen como hombres con personalidad narcisista (a menudo presumen de sus actividades pedófilas, e incluso a mayor edad se dejan ver en lugares públicos rodeados de niñas y niños) Tienen claras preferencias de género, la mayoría son heterosexuales que elijen niñas, pero si no pueden, entonces abusarán de niños accesibles, bellos y delicados. Los pedófilos buscan empleos y situaciones para estar con infantes; generalmente tienen prestigio o respeto en su comunidad. Desarrollan redes sociales fuertes (incursionan en grupos masculinos sólidos, sectas, iglesias, grupos deportivos que les den estatus) Coleccionan objetos (los pedófilos guardan fotos de sus víctimas, juguetes e incluso videos o diarios de los abusos). Está claro que no todos los Legionarios son abusadores, pero sí han sido encubridores y tienen una responsabilidad social. Resarcir el daño a los niños abusados pasa necesariamente por pedirles perdón, pero también por darles la terapia necesaria para que introyecten la idea de que lo que vivieron no lo merecían y jamás deben reproducirlo. Hacer política está bien, pero resarcir el daño y asegurar que no vuelva a suceder es lo verdaderamente trascendental ¿Para cuándo?
Momis Amlove : ¿ Bilateral ?
No se dejen engañar con lo bilateral
Ahh, que momentos tan bellos
con los gringos y el fecal
¡trabajo bilateral!
Ohh, que lindos todos ellos.
Ayy que hermosas intenciones,
hasta me hicieron llorar
ya todo va a mejorar,
nos trajeron soluciones.
Es mejor “para nosotros”
que haya un México mas fuerte
dijo la Clinton sonriente.
Nótese lo de “nosotros”.
El fecal oyó callado
lo que decían sus patrones,
arrugados los calzones
a cual más desdibujado.
Cooperación mis polainas,
le giraron instrucciones
le impusieron decisiones,
que no nos vengan con vainas.
No hay que dejarse engañar
es pura zalamería,
frases de bisutería,
sólo quieren rapiñar.
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