CALERA, Zac. (apro).- Elementos del Ejército se encuentran implicados en otro caso de desaparición: Las presuntas víctimas serían siete jornaleros –cinco hombres y dos mujeres— que se encuentran desaparecidos desde el pasado martes 7.
Familiares de los jóvenes señalan como responsables de los hechos a soldados del 97 Batallón de Infantería porque ese día irrumpieron en la vivienda donde pernoctaban luego de cumplir con su jornada laboral y se los llevaron.
Entre los desaparecidos hay cuatro menores de 18 años y un exmilitar que formó parte del referido batallón, y que renunció al Ejército hace más de un año.
Los jóvenes fueron sustraídos de una casa en la colonia Francisco I. Madero de Calera en la madrugada del 7 de julio, en un supuesto operativo en el que personal adscrito a este Batallón, bajo las órdenes de un coronel identificado con el nombre de Martín Pérez Reséndiz, buscaba armas y drogas.
Según la denuncia interpuesta por los familiares ante diversas instancias, incluidas las procuradurías general de la República (PGR) y la general de Justicia del Estado (PGJE), los soldados que tienen su sede en Fresnillo viajaron en varias unidades motoras, una de las cuales fue identificada con el número 0897, justo en la que viajaba el coronel en referencia.
En la protesta, los familiares colgaron dos mantas en puentes peatonales, en las que expusieron los hechos y reprodujeron las fotografías de los desaparecidos: Jorge David Venegas Leaños, María Alejandra Rocha Montes, Víctor Hugo González Cisneros, Beatriz Fernández Hernández, Fernando José Rodríguez Rodríguez, Germán Martín García González (ex militar de 26 años) y Guillermo García Murrieta.
“Calera está de luto. A todas las autoridades, población y de derechos humanos”, escribieron en la manta, en la que se consignó lo siguiente:
“A todas las autoridades del estado de Zacatecas, especialmente al gobernador Miguel Alonso, fiscal, pero sobre todo y especialmente al gral. Salvador Cienfuegos Cepeda y general Antelmo Rojas Yáñez de la 11ª Zona Militar, les pedimos nos ayuden a resolver nuestros casos. Sólo queremos una explicación, nos digan dónde están nuestros familiares o de menos los cuerpos, ya que el martes 07 de julio del 2015 irrumpieron 4 unidades del Ejército Mexicano con la número 0897 alrededor de las 5:30 a.m., donde entraron a varios domicilios y se llevaron a varios de nuestros familiares, entre hombres y mujeres y un menor. Dicho batallón en Fresnillo, Zacatecas, al mando del coronel Martín Pérez Reséndiz, a quien hacemos responsable mientras no tengamos noticias de nuestros familiares.
“Exigimos apoyo, y no económico, sino al esclarecer el caso de nuestros familiares, fueron secuestrados por el Ejército Mexicano. Autoridades, ayúdenos a dar con ellos, para que usted, Mayor Roberto Muñoz Mejía, de Justicia Militar, nos brinde su apoyo ya que Justicia Militar tiene sus reglamentos y artículos a los que deben apegarse. Están para proteger y no para secuestrar y desaparecer gente. Aquí tienen las fotos de los desaparecidos por los militares”, concluye el mensaje publicado en las mantas, las cuales fueron bajadas unos minutos después por soldados.
A las puertas de la casa de la calle Francisco I. Madero de donde fueron sacados los jóvenes, varios de los familiares colgaron otra manta y reiteraron ante medios de comunicación su exigencia de saber dónde están.
En esa casa pernoctaban hasta su desaparición, mientras desempeñaban diversas labores como jornaleros. Trabajaban limpiando los barbechos en uno de los ranchos de Calera.
La hermana de uno de los desaparecidos –cuya identidad se reserva por motivos de seguridad- señaló que a raíz de que los testigos de la incursión del Ejército en la casa apuntaron al coronel Pérez Reséndiz, acudieron a las instalaciones del Batallón a buscarlo y se encontraron con evasivas y contradicciones sobre el mando militar.
“No nos da la cara y se contradicen: unos nos dicen que no lo conocen y otros que no está o que no se presentó ese día”.
Los jóvenes tampoco fueron puestos a disposición de autoridad ministerial alguna, según lo poco que han podido indagar.
La joven pidió constatar que los siete desaparecidos son jornaleros. “Su ropa está llena de lodo, pueden verla”.
Explicó que acudieron a interponer las denuncias en Calera, en Fresnillo y en la capital del estado.
“Hasta hoy vino gente (de la Procuraduría General de la República) a ver el lugar de donde se los llevaron… Ya fuimos a la morgue, nada. Al menos si ya no están vivos, que nos entreguen los cuerpos, saber algo…”.
Dirigió el reclamo de todas las familias al presidente Peña Nieto y al gobernador Miguel Alonso Reyes.
“Que nos ayuden, que eso no se quede impune como tantas otras muertes”, exigió.