MADRID (apro).- El diario español El País, del Grupo Prisa, prácticamente se convirtió en el lobby de Enrique Peña Nieto durante su visita de Estado por España, para que el presidente mexicano promoviera sus reformas y anunciara su Plan Nacional de Infraestructuras ante miembros del gran capital español.
El lunes 9 le organizó el foro México, reformar para crecer, en el Teatro Real de esta ciudad, con 400 empresarios españoles y mexicanos invitados, ante quienes Peña Nieto y miembros del gabinete que le acompañaron, promovieron las supuestas bondades de sus “valientes” reformas.
Los empresarios se deshicieron en elogios hacia la política del presidente priista durante sus intervenciones. Los presidentes del banco BBVA, Francisco González; de las empresas Acciona, Juan Manuel Entrecanales; Indra, Javier Monzón; Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y el de Ferrovial, Rafael del Pino, en resumen pronosticaron un crecimiento de hasta 5% al final del sexenio, aunque pidieron la aprobación en breve de las leyes reglamentarias y que haya una correcta aplicación de las reformas.
Todos ellos prometieron nuevas inversiones en México, en el marco de tales reformas. Actualmente BBVA es el primer banco del sistema financiero mexicano, por volumen de operaciones; Iberdrola es el primer generador privado de electricidad en el país; Acciona asegura que México es uno de sus principales mercados (en distintas áreas, incluida la producción de electricidad); Indra consiguió importantes contratos (durante la administración Calderón, por ejemplo, participó en una polémica licitación para la elaboración de los pasaportes mexicanos) y Ferrovial, que prepara su entrada a México, ya anunció que aspira a un buen número de contratos del Plan Nacional de Infraestructuras y no ocultó su interés por el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, obra que se estima tendrá un presupuesto de más de 120 mil millones de pesos.
Al día siguiente, en su edición del martes 10, el diario español tituló su nota sobre las opiniones de los que, además, fueron patrocinadores del foro: “Los empresarios españoles aprueban con nota las reformas de Peña Nieto”.
Algunas de estas empresas que apuestan por las políticas del mandatario mexicano han sido acusadas de violaciones a los derechos humanos y ambientales. Está, por ejemplo, el caso de Iberdrola. El pasado 18 de agosto, el Congreso Nacional Indígena (CNI) emitió en San Cristóbal de las Casas una declaración donde denunció presencia de paramilitares coludidos con los gobiernos para imponer proyectos privados en zonas indígenas de México, “con el fin de consolidar los corredores eólicos de las empresas españolas Endesa Iberdrola, Gamesa y Unión Fenosa en la región del Istmo” (Proceso 1924).
A su vez, Luis Miguel Uharte, profesor e investigador de la Universidad del País Vasco (UPV) señala en su estudio “Multinacionales en el siglo XXI: Impactos múltiples. El caso de Iberdrola en México y Brasil”, que esta empresa conculca derechos para obtener mayores ganancias.
La acusa, por ejemplo, de mantener una publicidad “con una retórica ambientalista”, que la asocia con el compromiso de producir “energías limpias” (molinos en medio de campos verdes y el mar azul), cuando la realidad esa producción apenas llega a 15% de su producción total y dos terceras partes se trata de “energías sucias”.
Sin embargo, el diario que preside Juan Luis Cebrián empezó a calentar el ambiente sobre las bondades de la política del gobierno mexicano desde un día antes. En su edición dominical del día 8, le dedicó una larga entrevista de portada a Peña Nieto hecha por el exdirector Javier Moreno, que abarcó cuatro páginas interiores, bajo el título “No pienso a corto plazo, mi compromiso es con el futuro”, y en la que mantiene un tono condescendiente hacia el mandatario mexicano.
Echado para adelante, Peña le dice a Moreno: “mi propósito: ni rebajar ni ceder ni claudicar en el esfuerzo de las reformas. No pienso en una visión cortoplacista”, y la frase más destacada es cuando afirma que “el presidente de México no tiene amigos. Está dedicado a servir a México”. Encartado dentro del diario incluye un suplemento sobre México de 16 páginas (“El despertar de un gigante”) con publicidad de algunos de los consorcios antes citados y de Telefónica, que también patrocinó.
En esa edición dominical, el diario igual le dedica su editorial principal bajo el título “Que sigan las reformas”.
“El gobierno y el nuevo PRI ha abierto la puerta a un nuevo y mejor futuro de México. Ha iniciado el camino de las reformas y creado extraordinarias expectativas internacionales. Es hora de mantener el rumbo del cambio, de no desfallecer en el esfuerzo y de mostrar al mundo que hay una vía mexicana al desarrollo y a la democracia”, remata su posición editorial.
Asociación estratégica… en el business
En esta visita de Estado, Peña Nieto y el presidente español Mariano Rajoy firmaron un plan de Asociación Estratégica entre ambos países. Una fuente diplomática explicó que el instrumento firmado es un “relanzamiento” de las relaciones bilaterales y lo equiparó con un “borrón y cuenta nueva” luego de dos gobiernos panistas; “esto define los nuevos términos de la relación, ahora con un gobierno del PRI”, dice.
Esto explica el interés que el gobierno de México puso a esta visita, para proyectar en España los cambios constitucionales de los primeros 18 meses de mandato, y ofrecer una buena relación con el gobierno y la monarquía española. En tanto que Grupo Prisa –con su buque insignia, El País– buscó ser esa caja de resonancia, al haber reorientado nuevamente su negocio en América Latina, para hacer frente a sus dificultades financieras derivadas de una deuda inmanejable de 3 mil 200 millones de euros.
Este modelo de promoción que hace El País no es nada nuevo: Ya lo ha hecho en el pasado con los gobiernos de Colombia (tanto con Álvaro Uribe como con Juan Manuel Santos), Panamá, Brasil, Chile, Perú, incluso con México, en el sexenio de Felipe Calderón (“México, puerta de América”, tituló aquel suplemento especial).
Ericka González, investigadora del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL), hizo una dura crítica en su artículo “La Colombia del grupo Prisa”, sobre el foro organizado en Madrid con el presidente Juan Manuel Santos y el expresidente español, Felipe González, actual consejero de Gas Natural-Fenosa, porque “el mensaje transmitido sobre este país se resume en una idea: Lo que es bueno para las transnacionales españolas, es bueno para la población colombiana”.
Recuerda que el diario El País exalta la figura del presidente Santos, a quien califica como “líder tranquilo, fuerte, inteligente”, resalta el “crecimiento, el desarrollo” alcanzado con él, las “históricas negociaciones con las FARC” y el “período de paz” en el país –mismo que el diario ya había exaltado en 2008, durante el gobierno de Uribe, en una campaña similar—, pero ni una palabra sobre que Colombia es una de las naciones más desiguales, después de Argentina, Brasil y Chile, “donde el 10% más rico de la población colombiana se queda con la mitad del PIB, mientras el 10% más pobre solo tiene el 0.6%”.
Tampoco refiere –dice González— que en este país “las trasnacionales españolas no han estado exentas de denuncias por la violación de los derechos políticos, laborales, sociales y ambientales”.
En el caso de México, la preparación del evento lo encabezó el propio Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa y presidente de El País, quien coordinó el acto con Aurelio Nuñó, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, confirmó una fuente del diario.
El 7 de abril pasado, Nuñó y Cebrián mantuvieron un encuentro a las 13:30 horas, en Los Pinos, durante media hora, antes que el periodista español fuera recibido en “reunión privada” por el presidente Peña Nieto, según se desprende de una solicitud de información (0210000071014) hecha para este reportaje.
En la respuesta de Manuel Martínez Ceballos, director de Análisis Jurídico y de Gestión documental, se señala que Aurelio Nuñó ya había mantenido un encuentro con Cebrián el 3 de diciembre pasado (17:00 horas) en Los Pinos.
De hecho, presente en el foro en el Teatro Real, Nuñó mantuvo animados diálogos con Cebrián y con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán.
Al inicio del foro, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, al hacer la presentación del secretario de Hacienda mexicano, Luis Videgaray, resaltó “la valentía” del gobierno mexicano y su oleada de cambios. “Las reformas estructurales son el camino necesario, pero no siempre es fácil”, porque sus resultados suelen darse a mediano y largo plazo, pero en el corto plazo son “dolorosos” y suelen “generar rechazo” social.
En su oportunidad, Videgaray hizo una pormenorizada exposición sobre los cambios y los planes para crecer, pese a lo poco acertado que ha estado en sus proyecciones de crecimiento. Videgaray y el presidente, en su oportunidad, explicaron a su audiencia que su plan de infraestructuras será por un equivalente de 440 mil millones de euros.
Cruce de intereses
El martes 10, el diario publicó en portada la fotografía de Peña y su esposa, Angélica Rivera, con los reyes Juan Carlos y Sofía y los Príncipes de Asturias, y una nota en portada (“Peña recibe en España apoyo a sus reformas”) que da pie a un despliegue de cuatro páginas en interiores con textos y fotografías.
Una de esas páginas la dedica a una entrevista con Videgaray, al que describe como “el hombre fuerte de gobierno, el centro de todas las miradas, y ha logrado el raro mérito en México de que se hable más de economía que de narcotráfico”. Por cierto, el diario no alude que el despliegue del tema económico en México está más ligada a los desaciertos del gobierno y a las críticas de la prensa especializada como The Economist, Financial Times o The Wall Street; aun así, El País dice de Videgaray, que “lo suyo es coger el toro por los cuernos”.
El foro de El País remató con una intervención del presidente Peña Nieto en el que Juan Luis Cebrián dijo a la audiencia: “El presidente Peña Nieto se ha convertido en un líder global latinoamericano y un líder político que concita extraordinaria atención en todos los círculos intelectuales, económicos y políticos no solo en América, sino en Europa y prácticamente en todo el mundo”.
Cuando Peña Nieto se disponía a iniciar su intervención en este foro, se vivió el momento de mayor tensión, cuando dos jóvenes españoles irrumpieron hasta muy cerca del estrado gritándole “asesino” por “la represión en Atenco”, y lo calificaron de “ignorante” en el momento que fueron sometidos y expulsados por los escoltas del salón Goya del Teatro Real. En cuestión de segundos, tres agentes rodearon al Ejecutivo mexicano, quien no pudo ocultar que el suceso lo alteró.
Afuera del Teatro Real, un reducido contingente le dio la “malvenida” a Peña y lo calificó de “persona non grata”. Aparte de las consignas sobre el caso Atenco, gritaron otras sobre el asesinato de “Galeano”, un integrante del EZLN asesinado.
Fuera del edificio del Ayuntamiento de Madrid, a un costado de la Cibeles, el grupo de manifestantes continuó con su protesta rodeado de turistas curiosos, cuando Peña llegaba en un vehículo escoltado por la Guardia Real, para recibir las llaves de la ciudad.
Los jóvenes que se presentaron como Luis y Beatriz dijeron al corresponsal que tras ser reducidos por escoltas españoles fueron llevados a un anexo del teatro, donde les tomaron sus nombres. Un militar mexicano, presuntamente del EMP, entró al sitio en actitud intimidatoria, pretendieron tomarles fotografías y luego les levantaron un acta de denuncia por alteración del orden público y fueron liberados.
Se quejaron de la imagen de “país ejemplar y modélico” que dan los medios españoles, cuando “la política económica y en derechos humanos del gobierno no parece ejemplar”.
Luego del desaguisado, que provocó enojo en el equipo de Peña Nieto, éste hizo su presentación y luego fue entrevistado en el estrado por Cebrián, quien al final se disculpó: “Permítame que me disculpe por el incidente al comienzo de su intervención. El presidente Peña Nieto es un demócrata… venció limpiamente en las elecciones democráticas y como tal merece respeto y nuestra adhesión como ciudadanos españoles”, dijo.
Cebrián tampoco evitó preguntar a Peña Nieto sobre la reforma de las telecomunicaciones, proceso que implica la licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta, y a las que Prisa aspira participar en alianza con el empresario Roberto Alcántara –nuevo inversor de Prisa– y los hermanos Luis y Anuar Maccise (grupo MacMedia), todos ellos ahí presentes en el evento (Proceso 1960).
El mandatario mexicano respondió que esta reforma ya se hizo en el orden constitucional “consensuado con las fuerzas políticas para ampliar la competencia en telefonía y televisión. El debate en la legislación secundaria ha sido más complejo”, pero añadió que estarán listas este mismo mes.
Hubo dos estampas más en las que Peña Nieto compartió con el gran capital español: Una fue su larga reunión privada en la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), con unos 60 empresarios. Uno de los participantes fue su predilecto: Juan Miguel Villar Mir, presidente del Grupo OHL (Proceso 1961), que durante la gira prácticamente no se presentó en los actos públicos del mandatario. El que sí estuvo en casi todos los eventos de la visita fue el presidente de OHL México, José Andrés de Oteyza.
Y la otra estampa significativa fue el almuerzo que el presidente Mariano Rajoy ofreció a Peña Nieto y su comitiva en La Moncloa, que habitualmente solo es para autoridades. Pero en este caso fue distinto y resultó muy sintomático que en la mesa principal, además de los presidentes de los dos países y sus esposas, estuvieron el presidente de la constructora ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, el presidente de Inditex (Zara), Pablo Isla, y el empresario mexicano Valentín Diez Morodo.