LLEGÓ FLANQUEDA POR POLICÍAS. La perredista Iris Vianey Mendoza se reincorporó ayer a sus labores en el Senado después de un mes de licencia. Llegó a la sesión acompañada de dos policías federales. Explicó que pidió protección a la PGR por las amenazas que ha recibidoFoto Guillermo Sologuren
S
í es un asunto de metal. Y pesado. Pero no musical, sino político. Guerra de bandas: la de Eruviel Ávila contra la de Delfina Gómez. El PRI estatal (apabullante en otros municipios) contra la plaza de Texcoco donde Movimiento Ciudadano, con apoyo del Partido del Trabajo, le ganó la presidencia municipal. El gobernador del Estado de México utilizando como instrumento de desgaste el Hell and Heaven Metal Fest, que Toluca asegura que se ha cancelado, por presuntas causas de inseguridad peligrosa, mientras Texcoco trata de sostenerlo.
Múltiples conciertos multitudinarios se realizan en todo el país mediante discrecionales acuerdos entre autoridades gubernamentales y estaciones de radio y televisión o generosas empresas organizadoras de espectáculos, sin que asome nunca tal celo oficial por el cumplimiento de requisitos que en muchas veces se advierten incumplidos a simple vista (luego, los favores son pagados a los políticos con menciones
espontáneasen las presentaciones públicas o en programas frívolos de las frecuencias agradecidas. También puede ser que grupos o cantantes acudan
gratisa actos de campañas electorales o a fiestas particulares de los amables funcionarios que antes se hicieron de la vista gorda). Pero en Texcoco, donde gobierna una abierta oposición al priísmo que llevó a Eruviel Ávila al mando estatal y a Enrique Peña Nieto al federal, el fantasma del incumplimiento de las normas de protección civil ha sido invocado para obstruir una concentración de entre 80 mil y 100 mil personas que se esperaba o se espera que asistan a la magna sesión metalera en el contexto de la Feria de Texcoco. El recuerdo de Avándaro en múltiples versiones, pero con un solo pleito político verdadero.
El forcejeo tiene como referente la derrota priísta sufrida en julio de 2012 en Texcoco, donde la profesora Delfina Gómez Álvarez (48 años de edad en esa fecha, sin afiliación a partido político alguno, directora durante años del turno matutino de un importante centro escolar público y subdirectora del mismo en horario vespertino) ganó a nombre de Movimiento Ciudadano (en alianza con el Partido del Trabajo). Tras ella, y luego con posiciones importantes en la administración municipal, está Higinio Martínez Miranda, quien fue presidente de Texcoco, dirigente estatal del PRD, senador y tres veces diputado, y que con su Grupo de Acción Política pasó del sol azteca a Movimiento Ciudadano (antes Partido Convergencia) de Dante Delgado (GAP y Delfina que ahora son cortejados por Morena). El segundo hombre en el organigrama municipal, como secretario del ayuntamiento, es Horacio Duarte, quien ya antes había ocupado esa misma secretaría y también había sido presidente de ese municipio. Duarte fue diputado local y federal y tuvo relevancia nacional cuando representó al sol azteca ante el IFE en 2006, en el contexto de la fuerte resistencia jurídica y social ante la instalación de Felipe Calderón como ganador oficial de la contienda presidencial.
La profesora Delfina y el grupo de Higinio Martínez Miranda vencieron en 2012 ni más ni menos que al priísta Manuel Cadena Morales, de 65 años de edad, quien fue director de redituables empresas paraestatales (Azufrera Panamericana, Compañía Exploradora del Istmo y Fertilizantes Mexicanos), secretario general del IMSS, secretario general del CEN del PRI, senador, diputado federal y secretario general de gobierno durante los seis años de Arturo Montiel en el Estado de México.
Válida y necesaria la preservación de la seguridad en reuniones masivas de la envergadura de lo programado en Texcoco, y a nadie debería molestar la justa y recta obligación de cumplir con requisitos de protección civil, pero Eruviel Ávila debería confirmar que son verdaderamente estos los motivos que le llevan a declarar cancelado el festival metalero mencionado (aunque la presidencia municipal mantenía ayer aún viva la posibilidad de que se realice) y no una apenas disfrazada revancha política con objetivos electorales.
Carlos Navarrete consideró necesario salir al paso de las insistentes versiones que dan por negociada su candidatura a la presidencia del Partido de la Revolución Democrática para satisfacer al ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien el miércoles aceptó que en su casa del Distrito Federal un grupo de perredistas le hiciera pública petición de que acepte ser el nuevo dirigente del sol azteca, en un arranque de campaña nacional que pretende limpiar de obstáculos internos el camino del michoacano y convertirle en candidato único.
Navarrete hizo circular un comunicado de prensa con el significativo encabezado de
Mi respeto y consideración a todos aquellos que han decidido participar en la contienda interna. Líneas adelante, precisó que ese respeto y consideración incluyen
a quienes habiendo sido presidentes del partido en alguna etapa decidan inscribirse y participaren la pelea por el liderazgo del PRD. “Reitero –apuntó el miembro del grupo de Los Chuchos– que buscaré la mayor unidad posible en el PRD, sin descalificar ninguna aspiración”. La presunta magnanimidad del guanajuatense, al conceder a sus adversarios la gracia de no descalificarlos (¿se atrevería a descalificar a Cárdenas?), fue acompañada de otra cita interesante:
Sin embargo, debo dejar claro que la unidad en el PRD no se impone.
Deseoso de sostenerse en el escenario, Navarrete (quien tendría con Nueva Izquierda y Alternativa Democrática Nacional condiciones numéricas muy viables para ser el nuevo presidente del PRD) dio cuenta en el mencionado boletín de prensa de la intensidad y amplitud de sus actividades de campaña, las recién pasadas y las que habrá de realizar. ¿Se sostendrá hasta el final como candidato frente al
líder moralque ha puesto como condición para aceptar dirigir al partido que fundó el que nadie le pelee el cargo y sea candidato único? ¿O todo forma parte de la trama acordada que a fin de cuentas dejará a Cárdenas con la presidencia superficial y a Navarrete con la secretaría general controladora? ¡Feliz fin de semana!
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