ZINACANTÁN, Chis. (apro).- El expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva dijo hoy aquí que “el hambre no existe por falta de dinero o producción agrícola ni por ausencia de tecnología, el hambre existe –subrayó– por falta de vergüenza de gobernantes en el mundo que no se preocupan por el pueblo pobre”.
En el marco del arranque de la Cruzada contra el Hambre, que encabezaron el presidente Enrique Peña Nieto y la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, el exmandatario sudamericano refirió que siempre en sus anteriores visitas al país siempre había estado en universidades, reuniones con sindicatos y congresos, y que esta era la primera ocasión en que conocía la otra cara de México, el de la pobreza, el hambre y la marginación.
Lula da Silva fue ovacionado por la multitud reunida en esta ciudad tras su largo discurso, pese a que en un principio él mismo dijo que esperaba no alargarse porque ya era tarde, que era la hora de comer, y en un evento contra el hambre, no esperaba que la gente se demorara para ir a comer.
Las palabras de Lula reavivaron a la muchedumbre luego del desgano con el que escucharon los discursos de la controvertida titular de la Sedesol, la neopeñista Rosario Robles, y el gobernador Manuel Velasco Coello.
“He venido aquí a dar mi testimonio, sí se puede erradicar el hambre en el mundo, pero necesitamos gobiernos comprometidos con la pobreza, los ricos no necesitan los gobiernos, quienes necesitan los gobiernos son los pobres del mundo”, soltó el exmandatario brasileño.
En 10 años de su gobierno, dijo, pudo sacar de la pobreza a 33 millones de personas y 40 millones más ascendieron a la clase media.
Además, reveló que generó 19 millones de empleos formales, y el salario mínimo brasileño, que antes era de 80 dólares, hoy se ubica en 350 dólares.
Lula sostuvo que si bien Brasil era un país de economía capitalista, en realidad no había capital, no había crédito para los pobres ni para la clase media y tampoco lo había para las pequeñas y medianas empresas.
También recordó que en su gobierno pasó de 70 millones de cuentas bancarias en todo el país a 120 millones. “Nosotros aumentamos el crédito que antes era de 25% y hoy es de 56% del producto interno bruto.
“Se creó una línea de crédito especial para los pequeños productores y otra para personas que jamás habían puesto un pie en un banco, y muchos decían que el gobierno no podía garantizar el crédito porque si las personas no pagaban, el prejuicio sería del gobierno, porque los pobres no tenían garantías”.
Y que él respondía a sus ministros: “Ustedes no saben lo que es ser pobre, los pobres no tienen bienes materiales para ofrecerlos en garantía, el patrimonio que tiene un pobre es su nombre y su honor, y a los pobres les gusta pagar, les da pena deberle a alguien, a muchos ricos no les da pena nada”.
Luego agradeció a Peña Nieto por haberlo invitado a Chiapas. Dijo que en sus muchas visitas al país siempre se quedaba en la capital, “pero esta es la primera ocasión que he venido a México y puedo mirar en los ojos del pobre pueblo mexicano.
“Y les puedo decir a todos, mirando a los ojos del presidente Peña, mirando a los ojos de cada hombre y de cada mujer mexicana que el hambre no existe por falta de dinero, ni existe por falta de producción agrícola, no existe por falta de tecnología, el hambre existe por falta de vergüenza de gobernantes en el mundo que no se preocupan por el pueblo pobre”, acusó Lula, quien arrancó el aplauso de la multitud.
También destacó que en su país el programa Bolsa Familia o Canasta Familiar de Brasil cuida de 50 millones de personas, el dinero se le da a la mujer de la familia, y que no es por desconfianza en los hombres, pero que la mujer es más responsable.
“Nosotros gastamos solamente con ese programa, Bolsa Familia, el equivalente a 0.5% del PIB de Brasil, más o menos 13 mil millones de dólares. ¿Saben cuánto ha costado la guerra de Irak hasta el momento?, buscando armas químicas que nunca existieron, un billón 700 mil millones de dólares, imagínense ustedes a cuántos pobres podríamos ayudar con ese dinero”, dijo el exmandatario.
También mencionó que la crisis causada por el mismo sistema financiero internacional ha utilizado más de 9 billones de dólares para salvar a ese mismo sistema financiero.
“Imagínense ustedes cuántos platos de comida podríamos poner en las mesas pobres del mundo”, ejemplificó.
Lula da Silva también hizo un llamado de “alerta al presidente Enrique Peña Nieto”, a la titular de la Sedesol y a todos los involucrados en la Cruzada contra el Hambre de que estarán sujetos a las críticas de sus adversarios políticos.
“Cuando empezamos con nuestro programa Cero Hambre en Brasil, mis adversarios, tanto de derecha como de izquierda, porque lo que pasa que en el radicalismo los dos opuestos se encuentran, y esos adversarios decían que el programa tenía carácter asistencialista, decían que el presidente era populista, que piensa solamente en las elecciones, ese programa es darle limosna a la gente, las personas se querrán hacer perezosas, no querrán trabajar más, es muy poco dinero, 25, 30, 50 dólares es muy poco”.
Y que ante ello, respondía que “es poco, sí, pero para quien tiene mucho, pero para millones y millones de madres brasileñas, que iban a la cama sin poder darle un vasito de leche a sus hijos y que se despertaban por la mañana sin poder darle un pan a sus hijos, para esas madres 50 dólares quizás no era mucho pero sí era suficiente para saciar el hambre de sus hijos”.
Lula dijo que él estaba harto de ver cómo los gobernantes de su país pedían siempre paciencia y cada vez más paciencia a sus gobernados que reclamaban abatir la pobreza.
“Ellos decían que la economía primeramente tendría que crecer, es como si fuera una torta (pastel), una torta que primero tiene que crecer para después poder distribuirla, y la torta crecía y crecía pero alguien se la comía y los pobres seguían pasando hambre”, indicó.
Entonces fijó la vista en Peña Nieto, y dijo: “Usted tiene que decidir, todos los días, que el pueblo pobre no tiene que tener paciencia, debe tener esperanza y confianza en su gobierno”.
Enseguida aclaró que si él pudo hacerlo en Brasil, no dudaba que Peña Nieto también lo pueda hacer en México.
“Este país extraordinario, este país con una historia extraordinaria, este país que ya albergó a la civilización más importante del mundo, este país tiene lo que el pueblo necesita, así que ahora, presidente, ellos lo tienen a usted, no les falle”, remató Lula.