El panismo recuerda hoy el primer aniversario de la trágica muerte de Juan Camilo Mouriño, a quien describe como un político que destacó por su “generosidad, gran capacidad estratégica y por su valiosa y confiable interlocución”.
Los legisladores panistas señalan que en el accidente aéreo de hace un año el presidente Felipe Calderón perdió a su principal activo.
Otra opinión es la que comparten analistas políticos. Desde su perspectiva, Juan Camilo “ni remotamente fue un político destacado” a la altura de Carlos Castillo Peraza. Mouriño, agregan, creció en los sótanos del poder.
Ahora, el PAN carece de una figura política que pueda ser considerada como el estandarte panista para los comicios presidenciales en 2012.
Alonso Lujambio, secretario de Educación Pública, la diputada Josefina Vázquez o el mismo aspirante fallido para 2006 Santiago Creel se hallan lejos tener las adhesiones que logró Mouriño.
Investigadores consultados afirman que: “como decían los priístas, la caballada está flaca”.
El accidente del Learjet 45 XC-VMC, donde viajaba Juan Camilo Mouriño junto con otros funcionarios federales y que provocó la muerte de 17 personas, también ocasionó que el partido en el poder perdiera a un importante “operador político” y al “principal activo” del presidente Felipe Calderón. Así opinan legisladores del PAN que observan que su partido aún no cuenta con una carta fuerte para la elección presidencial.
Mientras los panistas exaltan la figura de Mouriño, analistas políticos entrevistados por EL UNIVERSAL coinciden en que el ex secretario de Gobernación no reunía los requisitos para ser candidato, por su “inexperiencia política”, porque carecía de credenciales para ello y, agregan, su trayectoria política ha sido “santificada” en exceso.
“Creció en los sótanos del poder”
Lorenzo Meyer, profesor emérito de El Colegio de México (Colmex), dice que Juan Camilo Mouriño “ni remotamente fue un político destacado”.
Afirma que pasó “de príncipe a rey” sólo “por la cuna donde nació; de lo contrario, hubiera pasado desapercibido... No le recuerdo algún libro importante, una obra en donde digamos que hubiera brillado el intelecto... A lo mejor estoy equivocado, porque no conozco bien su biografía, pero el personaje no merece más que un pie de página”.
Sergio Aguayo, también del Colmex, dice que “el gran drama” de Mouriño es que no estuvo a la altura de Carlos Castillo Peraza, “un personaje cuyas aportaciones a la democracia y la discusión pública son indudables, en tanto que él, creció en los sótanos del poder desde donde ejerció una influencia extraordinaria”.
Agrega que el entonces secretario de Gobernación fue “santificado” en exceso por Felipe Calderón. “Debe entenderse porque fue su amigo, pero se desconoce con qué sustento, ya que sus aportes a la democracia son desconocidos.
“No sabemos cuál era su papel en la campaña de 2006. Es confuso y poco claro su compromiso con la ética pública, donde además están los negocios donde se benefició él y su familia. Tampoco tengo claro porqué fue enviado a la Secretaría de Gobernación ni la forma como ejerció el poder, porque fue un lastre para la democracia”.
“Nunca se acreditó un acto ilegal”
El presidente nacional del PAN, César Nava, dice que las acusaciones contra Mouriño son una enorme injusticia.
“En el último año de su vida fue sujeto a los ataques más arteros y cobardes que se pueden hacer en política”, afirma.
El líder panista sostiene: “Nunca nadie pudo acreditar un acto ilegal de su parte ni aportó los elementos suficientes para probar un hecho ilícito; sin embargo, fue lapidado y agraviado en la forma más grave e impune, con una andanada injusta absolutamente infundada, pero a pesar de ello, nunca perdió la seriedad ni la sonrisa, así era Juan Camilo”.
En febrero de 2008, Andrés Manuel López Obrador presentó información sobre contratos suscritos por Mouriño como apoderado legal de la empresa familiar Transportes Especializados Ivancar con Pemex entre 2000 y 2003.
En ese entonces, el panista presidía la Comisión de Energía en la Cámara de Diputados y luego fue funcionario de la Secretaría de Energía, cuando el titular de la dependencia era Felipe Calderón.
César Nava sostiene que como empresario, Mouriño no hizo nada ilegal. Con su muerte, opina, se fue “un político destacado por su generosidad y gran capacidad estratégica; era reconocido como un interlocutor confiable y valioso… ”.
El ex líder del PRD, Guadalupe Acosta, quien se negó a hablar en público con Mouriño cuando éste fue nombrado secretario de Gobernación, ahora afirma que tuvo con él “una buena relación”.
Acosta dice: “Mouriño fue un político que actuó con sus creencias, distintas a las mías, sin duda, pero como secretario de Gobernación cumplió su palabra”.
Sobre la denuncia legal por los contratos que el panista firmó con Pemex, el diputado federal del PRD dice que los tribunales son los que deben resolver ese asunto, siempre conforme a derecho.
Sin candidato ni estrategia
Julio Garrido Rojas, diputado estatal de AN en Yucatán, dice que la muerte de Mouriño dejó al gabinete de Calderón sin un “operador político”. Hasta hoy, el gobierno federal carece de esta figura y eso se traduce “en que el proyecto del Presidente vaya con mayor lentitud”.
El diputado campechano dice que el PAN carece ahora de un “interlocutor” con las otras fuerzas políticas. “Él tenía ese sentido práctico enfocado a dar resultados, a conseguir acuerdos. Ahora se nota una ausencia en ese campo”.
El diputado Garrido Rojas, quien pertenece a las corrientes juveniles de Acción Nacional en el sureste del país, dice que las nuevas generaciones de panistas “lo que más extrañamos de una figura como Mouriño es el hambre de victoria, esa visión de construir y lograr resultados, de respetar los principios del PAN, pero también dar resultados”.
Los panistas mantienen visiones distintas de las aspiraciones políticas de Mouriño. Mientras Nava comenta que no era parte de su proyecto llegar a Los Pinos, el diputado federal del PAN, Javier Corral, asegura que “era un gran elemento que se proyectaba con mucha fuerza y vigor a la Presidencia, ya que había concentrado una serie de adhesiones en medio de una gran expectativa”.
Nava dice que Mouriño “tenía muy claras sus prioridades y tareas como secretario de Gobernación y no tenía esa ambición en la agenda”.
El profesor en Sociología Política por The London School of Economics and Political Science, Alfonso Zárate, considera que el PAN “no perdió un candidato a la Presidencia”, pues en Gobernación, Mouriño mostró las vulnerabilidades que lo acompañaban.
“Por un lado, el manejo confuso de su nacionalidad y luego las propuestas que hizo al Presidente para la integración de su equipo, así como los contratos con Pemex” y comenta que esos factores dañaron seriamente su imagen como “el joven maravilla” de Calderón.
Para el analista, Mouriño representaba para Calderón lo que José María Córdoba para Carlos Salinas de Gortari, “sin embargo, cuando se revisa la trayectoria de Juan Camilo se puede decir que era un hombre inteligente, astuto, buen operador, pero que carecía de la trayectoria, experiencia y credenciales para jugar un papel funcional en el desempeño de la administración pública”.
“La caballada está flaca”
Sergio Aguayo dice que aun cuando Alonso Lujambio y Josefina Vázquez Mota se mencionan como posibles candidatos del PAN para las elecciones presidenciales de 2012, “como decían los priístas, la caballada está flaca”.
César Nava opina lo contrario. Considera que en 2012, el PAN presentará al mejor aspirante: “Estamos a tiempo y veo seis o siete precandidatos naturales que bien podrían presentarse a la contienda y ganar la elección”.
Al pedirle nombres, menciona que —como presidente del partido— su responsabilidad “es que cada uno de ellos tenga su espacio para darse a conocer, por lo que dejaré la decisión de anunciar sus aspiraciones a cada uno de ellos”.
Javier Corral dice que Mouriño era el candidato más viable de Felipe Calderón para relevarlo, aunque ahora hay “otros que no necesariamente están dentro de su afinidad o influencia directa”.
Para Corral es inconcebible que en AN no haya un político que se perfile como candidato a la Presidencia, ya que con la muerte de Mouriño se le fue quizá su mejor candidato para Los Pinos. “Hoy hay otros precandidatos que no necesariamente son cercanos al presidente Calderón, pero por ahora, me reservo los nombres, no hay que desesperarse”.
Milenio.com