De acuerdo con un cable de la embajada de EU en México, el gobierno mexicano no tuvo intención de atender las demandas del líder guerrillero. En lugar de eso montó una "intensa operación militar" para matarlo.
(Foto: Especial)
La actuación del líder guerrillero Lucio Cabañas, fundador del llamado Partido de los Pobres, estaba en la atención de la embajada de Estados Unidos en México en los años 70, como lo revela el cable 1974MEXICO05428_b, recientemente desclasificado por el Departamento de Estado de ese país y publicado por Wikileaks.
De acuerdo con ese documento, fechado el 26 de junio de 1974, la embajada había estado atenta a los tres comunicados que hasta entonces Cabañas había emitido desde el secuestro del candidato priista a la gubernatura de Guerrero, Rubén Figueroa, el 30 de mayo de ese año, y por cuya liberación pedía 50 millones de pesos, además del cumplimiento de varias demandas.
Al respecto, la embajada refirió que de acuerdo con información de inteligencia el gobierno de México “no tiene intención de atender estas demandas” y en lugar de eso se encontraba montando una “intensa operación militar diseñada para eliminar a Cabañas”. Para la embajada estadunidense, con eso “aparentemente está aceptando el riesgo de que Figueroa sea asesinado”.
La embajada destaca que en su comunicado, el líder guerrillero y maestro rural “indica un considerable conocimiento de operaciones de seguridad del gobierno en curso en muchas localidades específicas y alega que están empleándose a soldados vestidos de civil”.
Demandas “excesivas”
El comunicado de Cabañas enlista sus demandas al gobierno federal, entre las que la embajada destaca el pago de 50 millones de pesos para liberar a Figueroa. Las otras demandas eran la entrega de cien rifles M-1 con 60 tandas de municiones cada uno y 50 pistolas 9 milímetros, la liberación de los presos políticos y la transmisión a nivel nacional de una cinta con discursos y canciones revolucionarias del grupo de Cabañas, y la solución de otros problemas, como el de los estudiantes de escuelas rurales.
Al gobierno de Guerrero planteó otras demandas, entre ellas la liberación de todos los presos en el estado, que se perdonara la deuda de los campesinos a un caciquede El Espinalillo, el despido del comando policial en Acapulco y la publicación de los nombres y fotografías de los policías judiciales implicados en un incidente ocurrido en marzo de ese año, en el que varios ciudadanos fueron golpeados y una joven fue violada.
Si bien la embajada aclara que el gobierno mexicano “no ha tomado una posición pública al comunicado”, señala que el “influyente” diario Excélsior expresó en su editorial que las demandas eran “intolerablemente excesivas, quizá diseñadas para motivar el rechazo y así conseguir una justificación para matar a Figueroa”.
Aunque la embajada advertía que la decisión del gobierno de no atender las demandas de Cabañas ponía en riesgo al vida de Figueroa, “si es que aún está vivo”, el priista fue liberado el 8 de septiembre de ese año, en un operativo policiaco que dejó 23 guerrilleros muertos y un soldado herido.
De acuerdo con ese documento, fechado el 26 de junio de 1974, la embajada había estado atenta a los tres comunicados que hasta entonces Cabañas había emitido desde el secuestro del candidato priista a la gubernatura de Guerrero, Rubén Figueroa, el 30 de mayo de ese año, y por cuya liberación pedía 50 millones de pesos, además del cumplimiento de varias demandas.
Al respecto, la embajada refirió que de acuerdo con información de inteligencia el gobierno de México “no tiene intención de atender estas demandas” y en lugar de eso se encontraba montando una “intensa operación militar diseñada para eliminar a Cabañas”. Para la embajada estadunidense, con eso “aparentemente está aceptando el riesgo de que Figueroa sea asesinado”.
La embajada destaca que en su comunicado, el líder guerrillero y maestro rural “indica un considerable conocimiento de operaciones de seguridad del gobierno en curso en muchas localidades específicas y alega que están empleándose a soldados vestidos de civil”.
Demandas “excesivas”
El comunicado de Cabañas enlista sus demandas al gobierno federal, entre las que la embajada destaca el pago de 50 millones de pesos para liberar a Figueroa. Las otras demandas eran la entrega de cien rifles M-1 con 60 tandas de municiones cada uno y 50 pistolas 9 milímetros, la liberación de los presos políticos y la transmisión a nivel nacional de una cinta con discursos y canciones revolucionarias del grupo de Cabañas, y la solución de otros problemas, como el de los estudiantes de escuelas rurales.
Al gobierno de Guerrero planteó otras demandas, entre ellas la liberación de todos los presos en el estado, que se perdonara la deuda de los campesinos a un caciquede El Espinalillo, el despido del comando policial en Acapulco y la publicación de los nombres y fotografías de los policías judiciales implicados en un incidente ocurrido en marzo de ese año, en el que varios ciudadanos fueron golpeados y una joven fue violada.
Si bien la embajada aclara que el gobierno mexicano “no ha tomado una posición pública al comunicado”, señala que el “influyente” diario Excélsior expresó en su editorial que las demandas eran “intolerablemente excesivas, quizá diseñadas para motivar el rechazo y así conseguir una justificación para matar a Figueroa”.
Aunque la embajada advertía que la decisión del gobierno de no atender las demandas de Cabañas ponía en riesgo al vida de Figueroa, “si es que aún está vivo”, el priista fue liberado el 8 de septiembre de ese año, en un operativo policiaco que dejó 23 guerrilleros muertos y un soldado herido.