Los persistentes rumores sobre la "posibilidad" de que el presidente Luis Echeverría ordenara el asesinato de su sucesor en 1976, llevaron a la embajada de EU a plantear un posible escenario, en caso de que ocurriera, revela un cable desclasificado.
(Fotos: Proceso)
Estados Unidos analizó en agosto de 1976 el escenario de un posible plan del presidente de México Luis Echeverría para asesinar al entonces presidente electo José López Portillo.
Así lo revela el cable secreto1976MEXICO10067_b de la embajada estadounidense en México, publicado por la organización Wikileaks.
El documento desclasificado, redactado un mes después de la elección presidencial de 1976, en la que López Portillo obtuvo el triunfo, señala que “crecen los rumores de que el presidente Echeverría estaría planeando el asesinato del presidente electo López Portillo para extender su propio periodo de mandato”.
Aunque reconoce que se trata de suspicacias, la embajada de Estados Unidos consideró que habían sido “suficientemente persistentes” para analizar el posible escenario e implicaciones para su país.
Señala que el propio embajador escuchó este rumor poco después de la candidatura de López Portillo, “y periódicamente desde entonces”.
Un empresario, cercano a los amigos del presidente electo, les había dicho además que elpresidente y oficiales militares estaban trazando un plan para culpar a la CIA de la muerte. Luego la misma versión fue referida por otras fuentes.
La embajada también enfatiza que, si bien muchos de los rumores provenían del sector privado, han recogido expresiones similares de preocupación de la comunidad académica.
Para abundar en el asunto de los rumores, el cable refiere un artículo del historiador Daniel Cosío Villegas, en el que planteaba la reticencia de Echeverría a ceder el poder a su sucesor y calcula que una vez que López Portillo asuma el cargo Echeverría mantendrá el 70 por ciento de su poder actual, y eso “siempre que algo grotesco e imprevisto no ocurra”.
La alusión a Cosío Villegas es por un “temor que hemos escuchado cada vez más en las últimas semanas –que López Portillo podría ser asesinado antes de asumir el mandato”.
Un escenario hipotético
Los rumores sobre el posible asesinato de López Portillo llevaron a la embajada estadunidense en México a plantear un “escenario hipotético” en caso de que eso ocurriera y recuerdan que, de acuerdo con la Constitución mexicana, la elección de unpresidente intermedio queda en manos del Congreso.
Por lo tanto sugería que “el momento más lógico para un accidente sería después del 1 de septiembre”, una vez que los nuevos integrantes del Congreso –afines a Echeverría- hubieran tomado posesión del cargo.
De este modo, el Congreso nombraría a alguno de los políticos fieles a Echeverría como interino, como Hugo Cervantes del Río, Augusto Gómez Villanueva o Porfirio Muñoz Ledo.
La embajada apunta que el presidente Echeverría contaba con el respaldo del Ejército, su partido (el PRI) y los sindicatos, por lo que el empresarial podría ser el único sector que no lo apoyaría.
Respecto al culpable, menciona que la Liga Comunista 23 de Septiembre podría ser el “chivo expiatorio” de Echeverría, aunque también advierte que “si algo pasara a López Portillo, la única certeza es que Estados Unidos tendría alguna parte de la culpa”.
Así lo revela el cable secreto1976MEXICO10067_b de la embajada estadounidense en México, publicado por la organización Wikileaks.
El documento desclasificado, redactado un mes después de la elección presidencial de 1976, en la que López Portillo obtuvo el triunfo, señala que “crecen los rumores de que el presidente Echeverría estaría planeando el asesinato del presidente electo López Portillo para extender su propio periodo de mandato”.
Aunque reconoce que se trata de suspicacias, la embajada de Estados Unidos consideró que habían sido “suficientemente persistentes” para analizar el posible escenario e implicaciones para su país.
Señala que el propio embajador escuchó este rumor poco después de la candidatura de López Portillo, “y periódicamente desde entonces”.
Un empresario, cercano a los amigos del presidente electo, les había dicho además que elpresidente y oficiales militares estaban trazando un plan para culpar a la CIA de la muerte. Luego la misma versión fue referida por otras fuentes.
La embajada también enfatiza que, si bien muchos de los rumores provenían del sector privado, han recogido expresiones similares de preocupación de la comunidad académica.
Para abundar en el asunto de los rumores, el cable refiere un artículo del historiador Daniel Cosío Villegas, en el que planteaba la reticencia de Echeverría a ceder el poder a su sucesor y calcula que una vez que López Portillo asuma el cargo Echeverría mantendrá el 70 por ciento de su poder actual, y eso “siempre que algo grotesco e imprevisto no ocurra”.
La alusión a Cosío Villegas es por un “temor que hemos escuchado cada vez más en las últimas semanas –que López Portillo podría ser asesinado antes de asumir el mandato”.
Un escenario hipotético
Los rumores sobre el posible asesinato de López Portillo llevaron a la embajada estadunidense en México a plantear un “escenario hipotético” en caso de que eso ocurriera y recuerdan que, de acuerdo con la Constitución mexicana, la elección de unpresidente intermedio queda en manos del Congreso.
Por lo tanto sugería que “el momento más lógico para un accidente sería después del 1 de septiembre”, una vez que los nuevos integrantes del Congreso –afines a Echeverría- hubieran tomado posesión del cargo.
De este modo, el Congreso nombraría a alguno de los políticos fieles a Echeverría como interino, como Hugo Cervantes del Río, Augusto Gómez Villanueva o Porfirio Muñoz Ledo.
La embajada apunta que el presidente Echeverría contaba con el respaldo del Ejército, su partido (el PRI) y los sindicatos, por lo que el empresarial podría ser el único sector que no lo apoyaría.
Respecto al culpable, menciona que la Liga Comunista 23 de Septiembre podría ser el “chivo expiatorio” de Echeverría, aunque también advierte que “si algo pasara a López Portillo, la única certeza es que Estados Unidos tendría alguna parte de la culpa”.
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