En El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “información que surge del círculo cercano de Ángel Aguirre asegura que éste le aportó mensualmente a la campaña de Carlos Navarrete por la dirigencia nacional del PRD la cantidad de 10 millones de pesos, durante el año que duró su proselitimo por todo el país, dinero que habría salido del erario guerrense. A esos recursos se sumaría el apoyo de varios empresarios de Guerrero que el gobernador acercó al hoy dirigente nacional y que en es lapso le hicieron también aportaciones monetarias y en especie. Ese sería el recordatorio que, según se publicó en algunas columnas, le mandó Aguirre a Navarrete con un emisario, horas antes del Consejo Nacional y luego de que el dirigente declarara el viernes 17: “espero que el gobernador esté evaluando hora a hora y día a día la situación y esté dispuesto a tomar decisiones pronto”. Eso explica el cambio radical de posición que Navarrete y Los Chuchos impulsaron en el Consejo Nacional del PRD. Y explicaría también porque, contra toda lógica política y con el costo tan alto que ya están pagando por ello —el incendio de su sede estatal lo prueba— los integrantes de la cúpula perredista, consejeros, dirigentes y senadores, hayan decidido defender al indefendible Aguirre Rivero.”
Aguirre anda buscando apoyo de otros gobernadores
En el Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “el perredista Ángel Aguirre podría ser la imagen de una pasta de dientes, pues anda en boca de todos. En especial de sus colegas, los gobernadores de otros estados. Según cuentan, más de un mandatario estatal está tentado a tomar su pancarta y sumarse a las marchas para exigir la renuncia del guerrerense. ¿Por qué? Porque el caso Iguala ya dejó de ser un asunto de Guerrero y se convirtió en un conflicto de dimensión nacional. Y la prueba está en que ayer las marchas y manifestaciones se repitieron en todo el país, lo mismo en escuelas públicas que en privadas. Y de lo que más se quejan los gobernadores es de que el caso de los normalistas desaparecidos les está complicando algunos asuntos meramente locales. Por ejemplo, a Miguel Mancera el DF volvió a ponérsele de cabeza. En Jalisco, Aristóteles Sandoval vio crecer de manera exponencial el asesinato de un estudiante tapatío en Guanajuato. Y en Oaxaca, la solidaridad con Ayotzinapa se mezcló con un viejo conflicto estudiantil en la UABJO.”
La Reina de Iguala
En el Reforma, la escritora Guadalupe Loaeza, escribe que: “”La reina de Iguala”, como la llamaban, a pesar de que a ella le gustaba más que le dijeran “la primera trabajadora social de Iguala”, estaba obsesionada por el poder y es una mujer de armas tomar. No había acto político al que no asistiera y no se hiciera notar bajo cualquier pretexto. Diariamente publicaba en sus cuentas de Facebook, todas sus actividades como presidenta del DIF, sin olvidar, naturalmente, incluir fotografías en las cuales se apreciaba una buena dosis de botox, perfectamente bien aplicada por toda la cara. Por lo general salía con vestidos sin mangas, con muchos accesorios y muy bien peinada. Así se le vio muy arregladita y con expresión de “aquí en Iguala los únicos chicharrones que truenan son los míos” el día que cortó el listón de inauguración de una escuela técnica que lleva su nombre. La misma actitud tenía en sus fotos que le tomaron el Día de Reyes del 2013, mientras repartía a diestra y siniestra tabletas y bicicletas para los niños. En estas fotos casi siempre sale al lado de su marido (de nariz operada) con sus camisas bien ceñidas, abiertas hasta la mitad del pecho. Empoderada como estaba María de los Ángeles, su máxima ilusión era convertirse en candidata por el PRD a la alcaldía de Iguala. ¡Cuántos votos hubieran comprado para ella los Guerreros Unidos!”
El PRI no puede con la descomposición política y la infiltración del crimen
En el Reforma, el historiador y catedrático Lorenzo Meyer, escribe que: “ya se ha sugerido aquí que el sistema político mexicano es hoy un híbrido, mezcla del montado por el PRI el siglo pasado -la “dictadura perfecta”- con elementos nuevos que, a su vez, son un amasijo de ingredientes positivos y negativos. Lo positivo es el mayor pluralismo político, pero lo negativo es la firme implantación del crimen organizado y la consecuente descomposición política y social en estados como Guerrero, Michoacán, Morelos, Estado de México, Tamaulipas, Coahuila y Veracruz, entre otros.
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