domingo, 21 de diciembre de 2014

Corrupción e inseguridad desafían a Peña Nieto: S&P

 



Las acusaciones de corrupción y las persistentes preocupaciones en torno a la seguridad   pública en México serán un "desafío para las capacidades de liderazgo" del presidente Enrique Peña Nieto, aunque no es probable que afecten de manera importante la implementación de la política económica, aseguró este jueves Standard and Poor’s (S&P).

"La desaparición y muerte de 43 estudiantes en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, en septiembre de 2014, subraya los significativos desafíos que plantea el control de la violencia relacionada con el narcotráfico en México", dijo S&P en una nota en la que anunció que ratifica la calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano, la cual mantiene el grado de inversión –lo que implica un riesgo insignificante de incumplimiento–, con una perspectiva estable.

Aunque un hecho de violencia como el ocurrido en septiembre no es nuevo en el país, añadió la firma estadunidense, "lo acontecido en Iguala generó nuevamente cuestionamientos sobre la capacidad del gobierno para lidiar con este tema crítico y sobre el impacto que la violencia pudiera tener sobre las perspectivas económicas".

A corto plazo, añadió, estos eventos constituyen un desafío para el liderazgo del presidente Peña Nieto y, por consiguiente, para su capacidad para implementar su agenda económica. "En nuestra opinión, la menor popularidad del gobierno derivada de esto podría afectar marginalmente su capacidad de implementar su agenda de política económica, pero dado que la mayoría de las reformas importantes ya se aprobaron, no esperamos que su efecto se vuelva crítico. Consideramos que el gobierno seguirá comprometido con políticas macroeconómicas prudentes".

La vulnerabilidad de México respecto de los criterios con los que la firma asigna sus calificaciones de riesgo son "la históricamente baja" flexibilidad fiscal y el bajo crecimiento económico, de acuerdo con la nota. Una tercera parte del gasto público depende del petróleo, lo que vuelve al gobierno vulnerable a la volatilidad en los precios del crudo, que han perdido más de la mitad de su valor en el semestre actual, añadió.

La baja en los precios del petróleo no se espera que frene la inversión en las primeras licitaciones que se esperan en 2015, ya que todas ellas se relacionan con la explotación convencional de campos petroleros actualmente en operación por Petróleos Mexicanos (Pemex), añadió. El costo promedio de producción de Pemex es de 22 y 25 dólares por barril y, por consiguiente, estas inversiones siguen siendo rentables incluso con precios del petróleo cercanos a 55 dólares por barril (ayer el crudo mexicano cerró en 48.43 dólares por barril).

En opinión de S&P, la apertura del sector de hidrocarburos a la iniciativa privada atraerá inversiones significativas para todo el sector de energía en el mediano plazo. La incursión en el vasto potencial petrolero de México deberá impulsar la inversión y el crecimiento de la economía, consideró. Asimismo, planteó que los efectos tangibles de estas inversiones en la actividad económica estarán por verse "en varios años".

"Durante los próximos dos años, el ritmo de la inversión en el sector también dependerá de dos importantes eventos que se han desarrollado durante los últimos meses: la caída en los precios del petróleo y los desafíos para la administración derivados de la violencia intern

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