Error de diciembre: una deuda eterna
Faltan vacunas en el IMSS
No hay punto de
comparación entre la generosidad que el presidente Peña Nieto ha
demostrado con su amigo Juan Armando Hinojosa –el mecenas de las
residencias de Lomas y Malinalco– que con las trabajadoras y
trabajadores mexicanos. Los contratos de obra pública para su amigo
suman miles de millones de pesos. Sin embargo, a su gobierno le ha
tocado revisar el salario mínimo general correspondiente a los años
2013, 2014 y 2015. Los aumentos para el
menos peor, el de la zona A, suman $7.77. Apenas son suficientes para comprar 17 tortillas. El de 2015 es deprimente. Como ya están enterados, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos aprobó un aumento de 4.2 por ciento.
En la zona A será
de $2.81 para quedar en 70.10 pesos y en la B de $2.68, y quedará en
$66.45. No alcanza para comprar un boleto de Metro. Por otro lado, el
nuevo salario quedará prácticamente anulado el mismo día que entre en
vigor –el primero de enero– con el gasolinazo y el aumento de
los pagos a Infonavit. La negociación quedó muy corta ante las
expectativas que había despertado su desvinculación de conceptos como
multas. El debate avanzó en el Distrito Federal, donde ya fue aprobada
una unidad de medida independiente. Recientemente incluso el Presidente
incluyó en su reciente decálogo de acciones la desvinculación a nivel
federal, pero fue una frustración porque no pasó la aduana del Senado.
¡No le echaron las mismas ganas que a la reforma energética!
El turbio
Javier Lozano logró introducir una propuesta de modificación al artículo
quinto transitorio, en el que se especifican los mecanismos mediante
los cuales se establece el valor de la nueva unidad de medida. En la
propuesta de Lozano, la Cámara de Diputados deberá discutir, en un plazo
no mayor a 120 días, una ley reglamentaria para establecer el valor de
dicha medida.
Es un absurdo, opina la diputada Luisa María Alcalde, del nuevo bloque de Morena.
Lo que logró Lozano es que se hiciera la voluntad de la Coparmex para detener el aumento a los salarios, porque ahora la discusión de la desvinculación se irá hasta febrero.
Error de diciembre
Esta Navidad se cumplen 20 años del
error de diciembre. Costó al país 120 mil millones de dólares. La paridad de la moneda es muy variable en estos días, lo que dificulta hacer un comparativo, pero aunque se ha abonado una fortuna desde entonces la deuda sigue siendo impresionante: 838 mil 761 millones de pesos. En la víspera de la Navidad de 1994 los mexicanos se levantaron con la noticia de que el peso se había devaluado 40 por ciento. Salinas de Gortari había dejado una deuda de casi 30 mil millones de dólares en Tesobonos, instrumentos de inversión en manos de extranjeros y mexicanos, a corto plazo, denominados en pesos, pero que se pagaban en dólares. Habían sido creados para financiar el déficit del gobierno.
El levantamiento del
EZLN en Chiapas y los asesinatos de Colosio y Ruiz Massieu mermaron la
confianza de los inversionistas en el país. Mientras que el primero de
enero de 1994 las reservas internacionales eran de 28 mil millones de
dólares, el primero de diciembre –día en que tomó posesión Ernesto
Zedillo– sólo quedaban 12 mil 510. Zedillo tomó la decisión de devaluar
la moneda. El entonces secretario de Hacienda, Jaime Serra Puche, la
anunció a un grupo de grandes empresarios en una reunión el 19 de
diciembre de 1994. Salieron a comprar dólares. Para el 21 de diciembre,
las reservas internacionales eran de 5 mil 500 millones de dólares.
La
crisis mexicana afectó a otros países e inclusive se constituyó en un
riesgo para el gobierno de Estados Unidos. Bill Clinton aprobó
urgentemente un préstamo de casi 50 mil millones de dólares, a los que
se añadieron 17 mil del Fondo Monetario Internacional y 10 mil del Banco
de Pagos Internacionales. Cuando el presidente de la Cámara de
Representantes de Estados Unidos, Jim Leach, presentó la propuesta del
préstamo a México, lo hizo con estas palabras:
Si funciona, Estados Unidos tiene el potencial de ganar enormes sumas de dinero. Zedillo tomó la decisión, con el apoyo de panistas como Vicente Fox, Felipe Calderón y Diego Fernández de Cevallos, de salvar a los bancos, de ahí se originó la deuda del Fobaproa. Pero abandonaron a su suerte a pequeñas empresas y a las familias. Perdieron casas, departamentos, automóviles. ¿Encuentran similitudes con lo que ocurre hoy en México? Las hay, son muchas.
@Vox Populi
Asunto: no hay vacunas
Enrique: estoy muy enojado, por no decir una palabra más
fuerte. Soy una persona mayor de edad y la semana anterior me presenté
muy temprano a la clínica 38 del IMSS, de Gabriel Mancera y San Borja,
para aplicarme la vacuna contra la influenza, donde me informaron que no
tenían existencias hasta finales del próximo mes de enero. ¿De qué
sirven sus costosas campañas de PrevenImss, si no cuentan con las
vacunas y medicamentos necesarios? No hay dinero para medicinas ¿pero
que tal para hacerse de casotas en Malinalco y en Las Lomas? A los
responsables de estas carencias quiero desearles que pasen la peor de
las navidades y fiestas de año nuevo.
Ignacio Romero Ruiz, delegación Benito JuárezR: El director general del IMSS, José Antonio González Anaya, está desarrollando un programa de ahorros por el cual ha sido felicitado. Sin embargo, dado el creciente número de quejas, está ahorrando en el lugar equivocado: las medicinas.
Twitter
Paren de sufrir... Con el aumento al salario mínimo ya se puede comprar una fotografía de un pavo al horno.
@MaguMoneroComunicado: debido a la inseguridad que se vive en México, no vendrá Santa Claus este año, teme que lo vayan a desaparecer.
@Srta.CompaCometa
Puedes llegar hasta donde te lo propongas si empujas suficiente con los codos–Usuario MetroDF
@soybeto
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa
No hay comentarios:
Publicar un comentario