jueves, 25 de abril de 2013

El camino de ascenso de Peña Nieto está en juego; se desmorona el “Presidente modernizador”: Analistas

Ciudad de México, 25 de abril (SinEmbargo).– Marcado por la mancha del desacuerdo político, el reflejo del Presidente Enrique Peña Nieto como moderno impulsor de enmiendas constitucionales quedó a punto del desmoronamiento, opinan investigadores. En menos de tres meses, y en acuerdo con los partidos de oposición en el llamado Pacto por México, el Presidente logró la aprobación legislativa de tres leyes que permanecieron empantanadas durante 12 años: la Educativa, la de Telecomunicaciones y la de Amparo. 

Este vertiginoso historial de logros le dio a Peña Nieto la imagen de un gobernante interesado en destrabar pendientes esenciales para el país. En México, los grupos empresariales lo aplaudieron y la prensa extranjera lo mostró como reformista. La semana pasada, la revista Time lo escogió como uno de los “100 personajes más influyentes” y su fotografía apareció en una de las diez diferentes portadas que edita la publicación en el mundo. En un amplio artículo, Bill Richardson, quien fuera Gobernador de Nuevo México, opinó que Peña Nieto “combina el carisma de Reagan con el intelecto de Obama y las habilidades políticas de Clinton”. 

Richardson se refirió al “ascenso meteórico” del Presidente mexicano a través de la “negociación política”. Pero tal ascenso tropezó. La dirigencia del Partido Acción Nacional en Veracruz dio a conocer videos en los que aparecen funcionarios estatales y federales que utilizan los recursos etiquetados para la Cruzada Nacional contra el Hambre, el programa base de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). El objetivo de la treta: beneficiar al gobierno de Javier Duarte y al Partido Revolucionario Institucional en las elecciones del 7 de julio en esa entidad. En la comisión del delito están involucrados funcionarios federales y estatales. Los primeros fueron destituidos para ser investigados. En cuanto a los segundos, el Gobernador Duarte no ha dicho una sola palabra. 

El PAN y el PRD se retiraron del Pacto por México y condicionaron su regreso a la destitución de la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga. La primer víctima fue la reforma financiera, cuyo envío al Congreso de la Unión fue pospuesto. 

NEGOCIADOR DE MANO DURA 

El remiendo del Pacto topa con la herida que deja un delito electoral, pero también con la posición del Presidente. Para Alfonso Bouzas, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Peña Nieto se transformó en un líder de “mano dura” porque se resiste a la destitución de Rosario Robles,  pero al mismo tiempo en un negociador que llama al diálogo (el 22, en el foro “México incluyente” en Puebla, así lo hizo antes de iniciar una gira por Perú). 

Esta imagen ambivalente, a decir del abogado, puede entrampar el reinicio de negociaciones. Eduardo Huchim, especialista en comicios, piensa que al ser justo un ilícito relacionado con las elecciones  el detonador de esta crisis política, es muy difícil que el Pacto por México sea reparado; sobre todo si no hay sanciones por parte de la Procuraduría General de la República (PGR); es decir, justicia. 

PERO, ¿EL CAMINO ESTABA BIEN TRAZADO? 

Los especialistas se preguntan, sobre todo, si la ruta de reformas, elaborada a través del Pacto por México y que catapultó a Peña Nieto como reformista, tuvo buen trazo desde el principio. Bouzas dice: “Este camino nunca estuvo trazado a cabalidad. Ello da a entender que el diálogo para sacar enmiendas empantanadas fue armado con pinzas y se desbarató muy pronto”. Una de las reformas, la educativa, ocasionó otra crisis, pero de violencia. “El país vive en situación de ingobernabilidad porque en diez estados no se ha aprobado esta modificación. 

Lo ocurrido en Chilpancigo, Guerrero, es prueba de que no fue bien encauzada, no se basó en un diagnóstico, y la inconformidad se transformó en violencia contra todos y contra todo”. Ayer, al mediodía, miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), y otros integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG), destruyeron las oficinas del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (MC), así como la sede de la Contraloría de Guerrero.  Lo hicieron en forma paulatina. En cada ataque, a cada partido lo acusaron de “traición”, por no aprobar modificaciones en el congreso estatal para revirar las cláusulas que implican exámenes de evaluación. 

Para Bouzas, a este panorama de incertidumbre social se agrega el ambiente “caldeado” en Veracruz en donde quedó como evidencia la manera de operar del  PRI. “Se demostró que está dispuesto a instrumentar sus viejas prácticas”. Huchim, quien fue consejero del Instituto Electoral del Distrito Federal, considera que desde el momento en que se firmó este instrumento era claro que su tropiezo iba a ocurrir en cuanto llegara la temporada de comicios en los estados. “No es solamente el proceso electoral, sino los vicios que acompañan en forma tradicional al proceso. Ahí (en Veracruz) ya ha habido antecedentes en materia electoral; sobre todo de los programas sociales como moneda de cambio. 

Esto era previsible y quizá esto explica la prisa con que se iniciaron varias reformas en el primer trimestre del año”. ¿La compostura del Pacto? –se pregunta Huchim. “Yo diría que va a depender mucho de lo que haga el gobierno federal ante la denuncia formal del PAN ante la PGR. Sólo si hay una sanción para quienes fueron sorprendidos infragantti, el Pacto tendrá futuro”, dice. Observador de los procesos electorales en México, para Huchim hay una asignatura pendiente: el verdadero blindaje de la utilización electoral de los programas destinados a los pobres. “Este lucro de la pobreza se acerca a los terrenos de la infamia”.

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