MÉXICO, DF (apro).- Los cambios realizados al sistema mexicano de salud pública durante la última década fracasaron en mejorarlo y hacerlo más eficiente, ya que persistieron “los mayores problemas”, los cuales consisten en su modelo inequitativo, su ineficiencia y su elevado costo para los ciudadanos, asevera hoy la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un amplio informe.
En las conclusiones de las 176 páginas del documento, dedicado al análisis del sistema de salud de México, la OCDE recomienda al gobierno llevar a cabo reformas de largo alcance a la Ley General de Salud para sustituir el sistema de salud actual, basado en instancias como el IMSS, el ISSSTE, o el Seguro Popular, por uno “centrado en las necesidades de la gente (…) capaz de ofrecer atención preventiva y personalizada siendo sostenible y eficiente”
De no hacerlo, “México corre el riesgo de mantener un sistema de salud fragmentado, con desigualdades marcadas en el acceso y a la calidad de la salud, y alimentar las desventajas socioeconómicas”, advierte.
Además, el reporte destaca que México “enfrenta complejas y desafiantes necesidades en materia de salud”: esperanza de vida más baja de la OCDE –74.6 años contra 80.4 en promedio en el organismo–; envejecimiento de la población; profundas desigualdades económicas y geográficas –México es el segundo país más desigual de la OCDE–; baja inversión en protección social; o estragos de la mala alimentación que se ilustran en las epidemias de enfermedades ligadas al sobrepeso y la diabetes, entre otros.
Según el documento, los diferentes órganos que conforman el sistema de salud son en realidad “un clúster de distintos subsistemas, cada uno de los cuales ofrece distintos niveles de cuidados para distintos grupos y por distintos precios”. La OCDE deplora que estos “subsistemas” atienden de manera inequitativa a sus afiliados y que éstos no pueden decidir con qué órgano afiliarse, pues esto depende de su empleo.
Recuerda que el Seguro Popular no cubre los paros cardiacos para las personas mayores de 60 años ni las esclerosis múltiples, tampoco los cánceres de pulmón. De mismo modo, uno de cada tres afiliados al SP no consigue sus medicinas debido a la carencia de los productos en las farmacias, contra uno de cada nueve en el caso del IMSS.
Aunado a la “inequidad” del actual sistema de salud, la OCDE destaca su “ineficiencia”, ya que “millones de mexicanos” pertenecen a más de un esquema de seguro, mientras “otros millones más” ni siquiera están enterados que gozan de cobertura médica.
La OCDE subraya que la inversión pública de México en el sistema de salud se incrementó en la última década, al pasar de 2.4 a 3.2% del PIB entre 2003 y 2013. Aun así, destaca como la más baja de la OCDE.
También asevera que el incremento del gasto “fracasó” en traducirse en “un sistema de salud mejor y más eficiente”, ya que el gobierno gasta en la administración uno de cada 10 pesos que invierte en la materia.
Además, 45% de los ingresos del sistema mexicano de salud proviene de los ahorros personales de los mexicanos, los cuales dedican 4% de los ingresos del hogar en la salud.
Lo anterior demuestra, “hasta cierto punto, el fracaso del sistema actual en proveer seguros efectivos, servicios de calidad, o ambos”, según la OCDE, la cual observa que México es el país con la mayor proporción de hospitales privados entre sus miembros.
El organismo internacional también recuerda que la tasa de sobrepeso y obesidad en la población adulta se disparó entre 2000 y 2012 –de 62% a 71%–, mientras que la proporción de adultos con diabetes –superior a 15%–, es más de dos veces superior al promedio de la OCDE.
Y, al estimar que un cambio de fondo es “poco probable en un futuro cercano”, urge a la actual administración a intensificar los convenios entre instituciones e incrementar la inversión pública en materia de salud.
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