Falta discusión pública sobre salud
Julio Reyna Quiroz
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de julio de 2014, p. 26
Miércoles 16 de julio de 2014, p. 26
Los servicios no regulados de hospitales privados representan una
amenazapara las políticas públicas destinadas a alcanzar el
universalismoen la cobertura de salud, consideró este martes Diego Sánchez, académico en la Universidad de Oxford, en una disertación acerca de la política social en este renglón, en educación y en pensiones, y la desigualdad en América Latina.
Puso de ejemplo la regulación de las operaciones de las farmacias, donde en el mismo sitio se otorgan servicios médicos, o bien a la doble práctica médica, en la cual un médico trabaja en una sede de salud pública y también en un hospital privado.
Si esta práctica en particular no se regula o se institucionaliza de manera correcta, será muy fácil que un derechohabiente prefiera ser atendido en una instancia privada, en beneficio precisamente de la empresa, afirmó.
Sin ahondar en las circunstancias de la cobertura de salud en México, el académico opinó que en el país se mantiene una
agenda tecnocrática neoliberalque inhibe la discusión sobre la cobertura médica.
En una economía ideal, dijo, no deberían existir los servicios médicos privados como un medio para lograr el
universalismo, entendido éste como la conjunción de diversos factores: cobertura masiva, derechos cubiertos con equidad, suficiencia en cantidad y calidad, y financiamiento.
Al ser consultado sobre la situación en México, durante una ponencia en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Sánchez-Ancochea dijo desconocer los detalles de las políticas económicas que se aplican en México y apuntó que no quiere ser un
tecnócrata del Fondo Monetario Internacional, que acude a algún país a recomendar políticas sin conocerlo.
Sin embargo, consideró que uno de los problemas en México es que
en ningún momento la agenda de lo social ha tenido ningún interés de vincular a los pobres con la clase mediay que los dos últimos gobiernos
nos han vendido que sí lo habían estado haciendo.
Estas dos últimas administraciones federales, abundó, hablaron mucho que con el
seguro popular habíamos logrado el universalismo.
Explicó que una
cobertura masivamédica, como el seguro popular, no es suficiente para lograr ese
universalismo, sino se requeriría consolidar la prestación de servicios en
calidad y en cantidad, y lograr la equidad de derechos.
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