El presidente ruso, Vladimir Putin, observa una serie de ejercicios militares en la isla Sakhalin. Foto: AP |
MÉXICO, D.F. (apro).- El presidente ruso Vladimir Putin, de visita en América Latina con motivo de la Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que se realizará del 14 al 16 de julio en Brasil, aprovechará el viaje para combatir el creciente aislamiento internacional al que sido sometido tras la reincorporación de Crimea y la crisis en Ucrania.
Pero, además, Putin se colocó en el centro de la escena al presenciar la final de la Copa del Mundo en Río de Janeiro y recibir el encargo de preparar el próximo Mundial en 2018. Todo un gesto para un país que hoy es visto como el villano de turno de la política internacional y que ha recibido, por primera vez desde el final de la Guerra Fría, duras sanciones económicas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
El plan de viaje por América Latina pretende enviar un claro mensaje político, tanto por la agenda de la Cumbre de los BRICS, como por las visitas a Cuba –país que sufre el bloqueo económico de Estados Unidos desde hace más de medio siglo– y Argentina, que fue invitada a participar en la Cumbre y que está enfrentada a la justicia de Nueva York por el fallo a favor de los llamados “fondos buitre”, que puede llevar al país patagónico a un nueva cesación de pagos de su deuda externa.
El gesto sin precedentes de condonar el 90% de la deuda cubana contraída con la Unión Soviética por más de 35 mil millones de dólares es una clara demarcación de Rusia frente a las políticas de las entidades financieras mundiales respecto de la deuda externa. Los 3 mil 500 millones de dólares restantes se dividirán en 20 partes iguales que deberán abonarse a lo largo de10 años y se destinarán a proyectos de inversión que se realizarán en la isla.
Esto también es música para los oídos de Argentina, que necesita el apoyo internacional para cerrar una negociación favorable con los holdouts, los bonistas que no ingresaron a los canjes de la deuda externa que entró endefault en 2001 y que, habiendo comprado “bonos basura” a precios miserables, ahora exigen un pago millonario.
En la Cumbre, cuyo lema es “Crecimiento incluyente y soluciones sostenibles”, no podrá faltar la discusión de temas candentes, como el conflicto entre Israel y Palestina, la situación en Ucrania y las sanciones a Rusia por parte de Estados Unidos y la UE.
Putin ya anticipó, en una reunión con los embajadores acreditados en Moscú a comienzos de mes, lo que serán sus posiciones: “El mundo unipolar no logró concretarse”, dijo, porque “pueblos y países levantan sus voces a favor de la autodeterminación y de su identidad cultural, lo que contradice los intentos de ciertos países de mantener su dominación en la esfera militar, política, económica e ideológica”.
La Cumbre anunciará la fundación del Banco de Desarrollo de los BRICS, que, con un capital de 100 mil millones de dólares, tendrá como objetivo ayudar a los países con problemas monetarios y cambiarios para disminuir la dependencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, y financiará proyectos de infraestructura, capacitación, salud y ciencia.
“Continente ardiente”
Lejos están los años en los que la Unión Soviética ejercía una notable influencia política en el continente, con Fidel Castro al mando de Cuba, con miles de jóvenes que viajaban a estudiar a las universidades rusas y con grandes emprendimientos soviéticos de infraestructura en algunos países. Tras la desintegración de la URSS, las relaciones comerciales y culturales tuvieron un colapso del que lentamente empiezan a recuperarse.
En una entrevista concedida a la agencia Prensa Latina antes del viaje, Putin elogió el muralismo mexicano y el tango argentino, la canción peruana “El cóndor pasa”, los poemas de Pablo Neruda, las obras de Gabriel García Márquez y las creaciones del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer. También habló de Bolívar y Martí, el Che Guevara y Salvador Allende, y destacó que su país ha suprimido el visado para la mayoría de países de América del Sur y muchos de América Central.
Además, manifestó su interés de profundizar sus relaciones con lo que llamó el “continente ardiente”, pues Rusia ha sostenido posiciones en común con varios de los principales países de la región en temas fundamentales de la agenda global y en las votaciones en los organismos internacionales, como en Naciones Unidas.
Entre los años 2000 y 2013, Putin y el expresidente Dmitri Medvédev visitaron la región en seis ocasiones. Pero ahora la relación con el continente es más importante que nunca.
“La cooperación con los estados de América Latina es una de las direcciones clave de la política exterior de Rusia”, señaló Putin, quien destacó “el multilateralismo en los asuntos mundiales, el respeto al derecho internacional y el fortalecimiento del papel central de la ONU”, y agradeció a los países sudamericanos el apoyo a las iniciativas internacionales rusas, como “la desmilitarización del espacio, el fortalecimiento de la seguridad internacional en materia de información y la inadmisibilidad de la glorificación del nazismo”.
En entrevista concedida a la agencia Itar TASS este viernes, Putin definió la relación con Brasil como “estratégica”, por su peso político y económico. Señaló que es uno de los “socios claves” de Rusia en América Latina y apoyó al país sudamericano como candidato para el puesto de miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Vladimir Davidov, director del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias de Rusia, dijo a Apro desde Moscú que el comercio bilateral, es decir la suma de exportaciones e importaciones de Rusia con América Latina, asciende a cerca de 16 mil millones de dólares, y 40% de ese intercambio es con Brasil. “Los principales marcos de esa colaboración son esferas petrolera y gasífera, hidroenergética, energía atómica, construcción de aviones y helicópteros, obras de infraestructura, entre otras”, señaló.
La visita de Putin espera dar un impulso a ese comercio. Según el periódicoRussia Beyond The Headlines, “Moscú y Brasilia pretenden empezar un nuevo periodo de relaciones comerciales bilaterales sin la participación del dólar estadunidense, por medio del desarrollo de un mecanismo para la utilización de las monedas nacionales”.
Si Brasil es el principal socio comercial, en la entrevista con Prensa Latina Putin definió a Argentina como “el principal socio estratégico de Rusia en América Latina, en la ONU y en el G20”.
“Nuestros enfoques de las principales cuestiones de la política internacional son parecidos o coincidentes. Igualmente entendemos que es necesario formar una estructura mundial nueva, más justa y policéntrica que se base en el derecho internacional y en el papel central coordinador de la ONU”, dijo.
Al referirse a la enorme inmigración rusa en Argentina –según Putin uno de cada seis argentinos tiene algo de sangre rusa–, resaltó que para muchos de sus compatriotas la nación sudamericana se convirtió en la segunda patria, y destacó la firma de la declaración conjunta entre ambos países de no ser los primeros en emplazar armas en el espacio ultraterrestre.
Además de los objetivos políticos, el viaje de Putin busca diversificar sus relaciones comerciales, entre otras cosas, para moderar los efectos de las sanciones impuestas sobre el país, extendiendo su presencia en el continente.
En la comitiva participan los pesos pesados de la economía rusa: Serguei Kirienko, presidente de Rusatom, la empresa de la industria atómica, e Igor Sechin, presidente de Inter RAO y de Rosneft, las empresas de energía y petróleo, uno de los incluidos en la lista de sancionados de Estados Unidos y la UE.
En Cuba, las compañías Zarubezhneft y Rosneft están adelantando la explotación de nuevos yacimientos en la plataforma marina, e Inter RAO se incorporará a la construccióndeunidades de generación eléctrica para las centrales termoeléctricas Máximo Gómez y del Este de La Habana, además de distintos emprendimientos en la zona económica especial del Mariel, la modernización de ese puerto y la construcción de un aeropuerto internacional con terminal de carga en San Antonio de los Baños.
En Argentina se firmará un acuerdo marco de colaboración en la industria nuclear, ya que Rosatom espera participar en la construcción del tercer bloque de la central atómica Atucha, e Inter RAO está interesada en participar en las estaciones hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz y en la represa Chihuido de Neuquén. También hay otras inversiones, como la construcción de un moderno frigorífico en el Chaco.
Para el gigante ruso del gas, Gazprom, abrir sus mercados e inversiones hacia América Latina es muy importante debido a la crisis con Ucrania, que es su segundo comprador, y por donde fluye la mayoría del gas ruso hacia Europa.
Los esfuerzos de Estados Unidos y de la Unión Europea están destinados a reducir la dependencia del Viejo Continente de los hidrocarburos siberianos, y por eso Gazprom y la petrolera estatal Rosneft esperan profundizar sus relaciones con el continente.
Y, por ello mismo, una semana después de la visita presidencial rusa, un grupo de empresarios y funcionarios rusos arribará a Vaca Muerta, uno de los mayores yacimientos de gas no convencional del mundo, ubicado en la provincia de Neuquén.
Según el diario moscovita Vedomosti del pasado 1 de julio, existe una negociación directa entre Gazprom y la alemana Wintershall, filial de BASF,para comprar parte de los emprendimientos de esta empresa en Argentina.
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