A Humberto Moreira lo persiguen muchos fantasmas. Quizá el más horroroso es haber dejado a Coahuila sumido en una crisis financiera por llevar la deuda pública de la entidad de los 300 millones de pesos en que la recibió, el 1 de diciembre de 2005, a casi 34 mil millones de pesos, al 2 de diciembre de 2011, cuando solicitó permiso al Congreso para dejar el cargo y enfilarse hacia la Presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
Ahora, Moreira Valdés, quien no dejó suficientemente claro qué pasó con el dinero de esa deuda extraordinaria –situación que, además, le costó la chamba en el PRI–, estudia un Máster en la Universidad Autónoma de Barcelona, vive en uno de los barrios más lujosos de Cataluña y justifica que lo hace sólo con “mis ahorros”, con el salario que le otorga el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y con una beca gestionada por ese organismo ante la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sin embargo, tanto el SNTE como la SEP se han deslindado de esos dichos y afirman que no le están pagando beca alguna. Así que el nivel de vida en Barcelona del profesor Humberto Moreira, gran amigo de Elba Esther Gordillo Morales, ex lideresa del SNTE y quien también fue madrina política de la familia Moreira, levanta de nuevo más dudas y ninguna explicación coherente. A otro que lo persiguen fantasmas terroríficos es a Rubén Moreira.
El actual Gobernador no ha podido explicar qué hizo su hermano con el dinero de Coahuila en sus casi seis años en la gubernatura, a pesar de que él fue parte fundamental de la Secretaría de Gobierno. Tampoco tiene respuestas para la escalada de violencia que se ha desencadenado en esa entidad desde que él llegó a la gubernatura, el 1 de diciembre de 2011.
Menos aún ofrece alternativas para un estado donde la pobreza e incluso la hambruna van en aumento. Ahora, además, es acusado directamente de “mapachismo” y encima de hacerlo con recursos de las arcas federales. De acuerdo con el Diputado federal por Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, Moreira Valdez ha instrumentado una red de compra de votos que, a decir del legislador, hace palidecer la que supuestamente armaron en Veracruz el Gobernador Javier Duarte y la titular de la Sedesol, Rosario Robles Berlanga.
La de Coahuila es una red de compra del voto a favor del PRI mediante programas sociales de la Sedesol, orquestada por Rubén Moreira, quien el pasado 27 de abril tomó protesta a los Comités de Política Popular y Acción Social (Compas), en Torreón, Coahuila.
A éstos, dice Mejía Berdeja, a los que les toca armar las estructuras de liderazgos priistas a nivel de las colonias y de los municipios, les dio bandera verde para utilizar programas sociales federales para inducir el voto, a favor de los candidatos del tricolor en los 38 ayuntamientos en disputa.
“Estos Comités de Política Popular y Acción Social, que van a ser los responsables de manejar y canalizar los programas sociales, utilizan el mismo color rojo de las campañas priistas, y funciona como una estructura clientelar y política para acarrear votos a favor del PRI”, denunció en la prensa el Diputado de izquierda. Además, Ricardo Mejía advirtió que toda la estructura de los programas sociales, federales, estatales y municipales van a bajar por los Comités de Política Popular y Acción Social, porque el propio Delegado de la Secretaría de Desarrollo Social en Coahuila es Nicolás Bellizia Aboaf, quien ha sido Diputado local y federal por el Revolucionario Institucional.
El caso es que los dos hermanos Moreira Valdés o Valdez, como quiera que sea, siguen dando los peores ejemplos en la política nacional: los dos hechos en el PRI, los dos hechos al amparo del SNTE y de “La Maestra” Gordillo, los dos hechos bajo la protección de uno y del otro. Denuncias hay muchas, investigaciones serias sobre sus manejos en la administración pública muy pocas. Pero el nuevo PRI no dice nada, ni hay nadie a la vista que les pueda colocar el cascabel al cuello.
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