Y que no se nos olviden las cuentas pendientes de los idólatras del dinero

El obispo Onésimo Cepeda es "un ser repugnante", replican en Atenco

Aun cuando haya muerto una persona o 500 se debió construir la terminal, había dicho el prelado
MARIA RIVERA Y JAVIER SALINAS CESAREO ENVIADA Y CORRESPONSAL

San Salvador Atenco, Mex., 4 de agosto. Representantes del Frente de Pueblos Unidos en Defensa de la Tierra (FPUDT) repudiaron las declaraciones a la prensa de Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec, quien este fin de semana declaró a una cadena de televisión que "aun cuando haya muerto una persona, aun cuando hayan muerto 500", se debió haber construido el nuevo aeropuerto en Texcoco.

Ignacio del Valle Medina, dirigente del FPDT, consideró como "un ser repugnante" al obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva. Sostuvo: "el obispo ha utilizado para fines particulares la fe del pueblo, porque en su carácter de representante de Dios hace todo lo contrario. Lo de la cancelación del aeropuerto le duele porque tenía las manos metidas en este negocio".

Arremeten contra Aguiar Retes

El representante de los ejidatarios de Atenco no sólo se refirió a Onésimo Cepeda -quien "está de viaje", según el vicario de la diócesis de Ecatepec, Vicente Boada-, sino que arremetió contra el obispo de Texcoco, Carlos Aguiar Retes, de quien dijo que "le molestó mucho el que ese proyecto no se haya llevado a cabo. Tendremos que reflexionar y valorar las acciones a seguir, este movimiento puso en el lugar que le corresponde a cada quien".

Apuntó que las declaraciones de Cepeda "son de la forma más bestial, porque en su carácter de representante de Dios hace todo lo contrario, eso es indignante. Es el concepto que tiene, porque al capital, cuando quiere algo, no le importa, y él es parte del sistema capitalista".

Los campesinos de San Salvador Atenco, agregó, "ya lo desconocimos desde hace mucho tiempo porque ha querido utilizar para sus propios fines particulares la fe católica. Creo que tenía una participación muy directa en el negocio del aeropuerto, porque la expresión que hace no es como para que diga lo que ha dicho".

A su vez, Marta Pérez, dirigente del movimieto campesino, consideró que el obispo de Ecatepec habló como un ser humano con todas sus fallas y sus intereses y no como representante de Cristo. "Sé muy bien que Cristo nunca habría dado una respuesta semejante. No aceptamos su declaración como representante del cristianismo, ¡es indigno!", agregó.

"Quien expresó esos conceptos es un simple hombre, tan acostumbrado a los lujos y a las comodidades que no las quiere perder. Una persona que no sólo ha olvidado al pueblo, sino su investidura.

"El Papa, en documentos pontificios de la doctrina social cristiana -continuó la lideresa-, ha dicho que el auténtico desarrollo es aquel que respeta la dignidad del ser humano. Que no se puede permitir un desarrollo a costa del sufrimiento o la denigración de muchas personas, como hubiera sucedido aquí. Está claro que ese obispo no se está apegando a lo que dice el supremo jerarca de la Iglesia católica."

Explicó que el prelado está molesto con el movimiento no sólo por haber afectado sus intereses económicos, sino por su exigencia de no manipular la fe católica. Recordó que cuando se pretendió realizar la canonización de Juan Diego en la zona de El Caracol, que colinda con Atenco, exigieron que se anulara el acto.

El obispo de Ecatepec también criticó la "debilidad" gubernamental al ceder ante la presión popular: "estamos poniendo en México un camino. Trescientos machetes pueden echar abajo lo que diga el señor Presidente, y creo que eso es fatal para México".

Otra declaración que define la postura del obispo ante la resistencia campesina fue la que justificó la acción de la policía contra los ejidatarios el pasado 11 de julio. "Creo que en un momento determinado hay un enfrentamiento, como los que se tienen que dar, en primer lugar; en segundo lugar, aquí hay mano negra", dijo en esa ocasión.

"Es increíble que utilice su rcargo en la Iglesia para defender sus propios intereses", lamentó la dirigente atenquense América del Valle. "La fe cristiana habla de amar y respetar al prójimo, sin embargo a él no le importa la pérdida que tuvimos con la muerte de nuestro compañero Enrique Espinoza a raíz de aquel enfrentamiento. Palabras como esas ponen en evidencia la sensibilidad de Onésimo Cepeda como persona. Le es totalmente indiferente el dolor de la familia Espinoza y de este pueblo, mayoritariamente católico", añadió.

"Históricamente la Iglesia se ha encontrado al lado del Estado, pero con este tipo de declaraciones se hace cada vez más evidente la complicidad entre ambas instituciones cuando se trata de oprimir al pueblo. En el caso del aeropuerto se escondían intereses económicos muy fuertes con los que cierto sector de la Iglesia estaba coludido. Cepeda es un representante de esa gente. Por otra parte no deja de ser paradójico que mientras el Papa trajo en su reciente visita un mensaje de esperanza, otra autoridad religiosa, como el obispo de Ecatepec, esté haciendo declaraciones tan reaccionarias", manifestó.

Otro de los representantes campesinos, Jorge Martínez, apuntó que las palabras del obispo evidencian que el prelado tenía importantes intereses económicos en la región donde se pretendía construir la terminal aérea. "Da lástima escuchar eso de un representante de la Iglesia. Describe su calidad como pastor, por lo visto para él somos sacrificables las ovejas de su Iglesia y da lo mismo que sea una que mil", dijo.

Felipe Álvarez, otro de los dirigentes de los ejidatarios, destacó que las declaraciones de Cepeda son una falta de respeto a su investidura. "A nosotros no nos está faltando porque tenemos nuestra dignidad como cristianos. Me duele que venga como representante de Cristo, pero se afecta más él al decirlas", consideró.

"Queda claro que a él le interesan más los negocios empresariales que la vida de los seres humanos. Lo que no entiendo es cómo los altos jeraracas de la Iglesia católica permiten declaraciones como ésta contra un pueblo, fundamentalmente creyente, como es el nuestro. La obligación de los católicos es predicar la ley de Dios, que habla de amor y respeto al prójimo", concluyó.

Por su parte, América del Valle, hija de Ignacio del Valle, consideró que con sus declaraciones el obispo de Ecatepec "vuelve a confirmar que la Iglesia está coludida con los intereses económicos del Estado".

Aseguró que "los obispos han dejado ser la imagen de la fe, de pregonar el amor entre los hombres, de respaldar a sus feligreses. Ahora no exigen justicia para el pueblo, no cumplen con su papel de servidores de Dios y están respaldando la corrupción. Avalan las injusticias del gobierno. Si ese es el papel que ahora está tomando la Iglesia, es repugnante".