Una fundación y una empresa de reciente formación reciben millones de pesos por parte de los gobiernos federal y del Estado de México, sin ningún control o regulación de autoridades.
Una investigación publicada en el sitio de internet de la revista Nexos, revela que la fundación Proacceso y la empresa Enova han recibido, en seis años, donativos oficiales por mil 700 millones de pesos, a cambio de la promesa de mejorar los niveles de educación primaria entre los alumnos mexiquenses.
Sobre el destino de esos recursos públicos no existen auditorías gubernamentales.
Según revela una investigación de dos años realizada por los periodistas Andrés Lajous y Paris Martínez, no hay tampoco evaluaciones que indiquen si esos donativos ocasionaron mejora alguna en el nivel académico de los alumnos: miles de millones de pesos después, solo puede hablarse de un exitoso modelo para obtener dinero público sin comprobar resultados ni tener que rendir cuentas.
Enova—se presenta como “empresa social”— es una firma mexicana que ha recibido mil 700 millones de pesos en los últimos seis años. Actualmente está formada por tres socios, Moís Cherem, Raúl Maldonado, y Jorge Camil Starr.
La empresa comenzó en 2008 con un pequeño contrato del Gobierno del Estado de México para mejorar el diseño y desempeño del portal del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología (Comecyt).
Un año después, el Comecyt le dio otro contrato para implementar cambios a su página de internet, por poco más de 600 mil pesos. Es, sin embargo, a partir de 2010 que las transferencias a Enova—siempre a través de un intermediario: la Fundación Proacceso ECO A.C.—, se volvieron millonarias.
La investigación completa, aquí.
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