México, DF. Las ventas de las tiendas de abarrotes y misceláneas cayeron hasta 25 por ciento durante el primer semestre de 2015, sobre todo en 11 estados del país azotados por la inseguridad donde algunos proveedores dejaron de surtirlas o no lo hacen con la misma frecuencia con lo que se encarecen los productos, pero también por la carga que ha implicado la reforma fiscal, aseguró Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). Precisó que a nivel nacional el promedio de caída en las ventas se ubicó en 15 por ciento, similar mal registrado en los seis meses iniciales de 2014.
"El mercado interno está severamente detenido, la gente no tiene dinero para comprar. En la república de la morralla la caída de las ventas es un hecho contundente y si los ricos lloran, los pequeños comerciantes también y los pobres patalean. El 62 por ciento de los comerciantes considera que la gente ha migrado sus hábitos de consumo para estirar más su gasto, optando por productos de menor precio pero de baja calidad", dijo Rivera, al presentar los resultados de la cuarta encuesta que aplica la ANPEC entre sus agremiados.
El dirigente calculó que a la fecha un 15 por ciento de los productos que venden los abarroteros, sobre todo botanas y artículos para la limpieza, son de fabricación casera, artesanal o ilegal, desplazando artículos de marca. Los consumidores, dijo, comenzaron a pedirlos desde el año pasado cuando entró en vigor la reforma fiscal, debido a que son más baratos aunque también son de menor calidad y no existe un control ni sanitario ni fiscal de las autoridades al respecto.
En marzo pasado, el dirigente reveló que durante el primer trimestre de este año y "sin marcar tendencia", 30 mil tienditas habían cerrado por "la amenaza fiscal, la inseguridad y la corrupción", pero en esta ocasión el dirigente no proporcionó una cifra al respecto. "No hay manera de establecer con claridad los cierres después del primer trimestre porque hay un stand bye en el sector...Por cuestiones fiscales un comerciante decide 'no me voy me quedo pero no pago impuestos (es decir, pasa a la informalidad) y por la inseguridad, por no pagar a los delincuentes ni poner en riesgo a su familia, cierra", se justificó.
La encuesta de la ANPEC reveló que 3 de cada 10 abarroteros al menudeo han sido víctimas de la delincuencia, principalmente por extorsiones por el cobro "derecho de piso" y por robos violentos, pero no denuncian por temor a represalias y la desconfianza en las autoridades.
Entre el 29 de junio y el 4 de julio, la organización aplicó la encuesta entre sus asociados del Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey. Los resultados confirman que el sector minorista sigue teniendo rostro masculino porque el 61 por ciento de los abarroteros son hombres y 60 por ciento tiene entre 30 y 50 años con estudios mínimos de preparatoria. Eso, dijo el dirigente, representa "un lujo" porque el bono demográfico que tiene México se está desperdiciando por falta de oportunidades laborales y entonces la gente se autoemplea. El sector del comercio tracional minorista, como el de las miscelaneas, estanquillos, changarros y tiendas de abarrotes genera 2 millones de autoempleos.
Suben ventas de refrescos pese a impuesto especial
Cuauhtémoc Rivera destacó que "el refresco sigue siendo el producto estrella en el comercio minorista y contra quienes dicen que su consumo bajó por la reforma fiscal, en este semestre sus ventas subieron de 12 a 15 por ciento por ciento. "El consumidor ya se tragó el impuesto", aseveró en referencia al gravamen de un peso por litro que entró en vigor desde 2014.
El incremento en las ventas del refresco, acotó, puede atribuirse a un factor de estacionalidad, ya que el calor la primavera y el verano siempre incrementan la demanda de bebidas. El primer lugar lo ocupa el refresco, seguido del agua embotellada, la cerveza y la leche.
No obstante, destacó que la industria refresquera adoptó nuevas medidas para evitar que sus ventas se desplomaran con el citado impuesto. Una de ellas es volver a vender refrescos en envases retornables, con lo que se abarata en un 30 por ciento el costo de la bebida y la otra es fabricar diferentes presentaciones "para todos los bolsillos", desde las muy chicas hasta de 3 litros.
En contraste, la venta de dulces y particularmente de chocolates, a los que también se les gravó con una tasa del 8 por ciento del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), descendió 34 por ciento en el primer semestre de 2015, pero también puede deberse a un factor estacional.
Rivera insistió en que los pequeños comerciantes no están en condiciones de transitar del régimen de pequeños contribuyentes (Repecos) al nuevo régimen de incorporación fiscal (RIF) por los costos adicionales que les implica emitir facturas fiscales, contratar despachos contables, que no todos sus proveedores les proporcionen facturas y la caída de las ventas, por lo que 8 de cada diez piden permanecer en el régimen anterior.
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