Hacerlo significará enajenar el futuro de los niños, subraya
Se compromete a dar marcha atrás a las reformas de Peña Nieto
Luis A. Boffil Gómez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2015, p. 14
Lunes 9 de marzo de 2015, p. 14
Valladolid, Yuc.
Andrés Manuel López Obrador hizo un llamado a todos los mexicanos para que no vendan su voto en las elecciones del próximo 7 de junio, porque ello significa que enajenarán el futuro de sus hijos y nietos.
El sufragio es la única arma que tiene el pueblo para lograr que las cosas cambien en su beneficio, subrayó.
Explicó que si el sistema de compra de votos se mantiene
ya nos llevó el tren, porque los potentados tienen la fábrica de pobres y se les facilitará adquirir lealtades, conciencias y sufragios. Pidió a los ciudadanos orientar a la gente para que no vendan sus convicciones y principios, porque los mañosos definen cuántos votos requieren y disponen de dinero para dicha tarea como si compraran mercancía y lo que hacen es consumar su permanencia en el poder para seguir robando.
Les reiteró que si les ofrecen dinero y utensilios los acepten, porque esos artículos fueron comprados con el erario, pero que piensen bien su voto, pues el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) es la única esperanza de cambio que existe entre los partidos políticos.
Advirtió:
Si el próximo martes 10 de marzo los legisladores de la Cámara de Diputados consuman la aprobación para privatizar el agua, no pasará mucho tiempo para que se cumpla el compromiso de Morena de abolir las reformas estructurales impuestas por el priísta Enrique Peña Nieto.
El presidente del Consejo Nacional recalcó que Morena dejará la Constitución como fue redactada en 1917, después de la Revolución Mexicana, no con las modificaciones estructurales que impuso Peña Nieto.
Ahora ya borraron los artículos más importantes, como el tercero, el 27 y el 123. Vamos de nuevo a dejar la Carta Magna como estaba, insistió.
Frente a maestros y ciudadanos de Valladolid, indicó que se cancelará la reforma laboral, porque perjudica a los trabajadores; la educativa, porque daña al magisterio, y la fiscal, porque afecta al comercio, pequeñas empresas y consumidores.
Vamos a cancelar la llamada reforma energética, porque el petróleo no es del gobierno, no es de Peña Nieto, mucho menos de los extranjeros, porque es del pueblo y de la nación, y vamos a recuperarlos.
López Obrador aseguró que habrá en la historia reciente, más temprano que tarde, un presidente de México oriundo del sureste mexicano.
Más adelante, en Puerto Progreso –36 kilómetros al norte de Mérida–, el político tabasqueño planteó que es necesario limpiar de corrupción el gobierno y terminar los privilegios, como los aviones privados, carísimos y lujosos de Peña Nieto y del secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos; los altos salarios, entre otros lujos innecesarios de los altos funcionarios, para sacar adelante el país.
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