martes, 27 de mayo de 2014

Peña Nieto y el hoyo negro de las finanzas públicas en México

fuga capital


Lilia Arellano / Columna Política
(27 de mayo, 2014).- Cada día, la información que procede del terreno económico provoca alarma e irritación en el entorno. Solamente durante los primeros meses de este año salieron del país 30 mil millones de dólares que, se dice, fueron depositados en bancos del extranjero. Según se advirtió para argumentar en favor de la reforma hacendaria, habían puesto los controles suficientes, incluso a través de leyes como la del lavado de dinero, que permitían que se conocieran todos los movimientos que, en determinado momento llegaran a afectar la economía del país o se dudara de su procedencia. Nada de esto se ha aplicado para vigilar esta fuga que, aunada a otras adquisiciones en el exterior ya alcanza la suma de 348 mil 372 millones, lograda en tan sólo el año y medio de administración de Peña Nieto.
Durante este periodo se alcanza la cifra de 144 mil 821 millones de dólares en depósitos bancarios, cifra que supera el ingreso de divisas al país por la contratación de nueva deuda externa del sector público. Así, por cada dos dólares que salen apenas entra uno y con etiqueta de “prestado”, nada que tenga que ver con reportes favorables dentro de la balanza comercial o por otros conductos. Como inversiones directas al exterior son 15 mil 581 millones de dólares, cantidades que, por supuesto, no hemos visto que se apliquen en este territorio para impulsar el empleo y las actividades productivas. O sea que la confianza en la buena conducción del país, sigue sin percibirse y eso en el mejor de los casos, porque en los otros terrenos habría que investigar el origen de estos montos y el nombre de quienes los están aplicando ya que bien podríamos encontrarnos con algunos de políticos de este y otros sexenios.
Tienen ubicado que los mexicanos con mayores ingresos enviaron la nada despreciable suma de 45 mil 704 millones de dólares, de los cuales depositaron en bancos el 82 por ciento y aproximadamente 7 mil 800 millones fueron de inversión directa que puede atribuirse, en un alto porcentaje a la adquisición de mansiones, casas, departamentos, yates, etcétera. Con esto queda comprobado que en las altas esferas económicas, tienen una confianza absoluta en los bancos extranjeros con todo y que puedan llegar a tener temporadas en las que la tasa en el pago de intereses adquiere muy bajos porcentajes o se acerca al temido cero, ya que estas sumas multimillonarias logradas en tan sólo tres meses son superiores a las que reportan en bancos mexicanos.
Los equivalentes de estos montos en moneda nacional son irritantes ya que alcanzan hasta un tercio del Presupuesto de Egresos de la Federación o pueden llegar a representar el 93 por ciento del activo total de Pemex durante el primer trimestre de este año. En pesos y centavos la cifra de la salida es de un billón 905 mil millones solamente en el renglón de inversiones, en lo referente a depósitos bancarios es del orden de un billón 577 mil millones de pesos.  Desde el inicio del mandato de Peña Nieto y hasta diciembre de 2013, la sumas en depósitos bancarios e inversiones sin contar compras accionarias o títulos bursátiles alcanzó los 291 mil 372 millones en el primer rubro y en el segundo, 57 mil millones de billetes verdes.
Así las cosas y con todo y los beneficios prometidos con las reformas estructurales y los cambios que también fueron firmados ante notario, y que sugerían una serie de cambios que sacarían al país del estancamiento, desde el inicio del sexenio se fugaron grandes sumas de dinero al extranjero, como en los peores tiempos –que resulta que estaban mejores por lo menos para muchos millones de mexicanos–, al llegar a sumar 348 mil millones de dólares que representa, según el Banco de México, casi el doble del nivel en el que se encontraban las reservas internacionales que aparecen en los registros del pasado 20 de mayo.
De este tamaño se ha formado el hoyo negro de las finanzas públicas en México.

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