Francisco Bojórquez Hernández, exdirector del STC. Foto: Sara Pantoja |
MÉXICO, D.F. (apro).- Francisco Bojórquez Hernández, exdirector del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC), desconoció el desastre técnico que desde hace tres semanas mantiene cerradas 11 de las 20 estaciones de la Línea 12, y defendió el arrendamiento de los trenes que, dijo, son “absolutamente compatibles” con las vías de la Línea Dorada.
En su comparecencia de más de cuatro horas ante la Comisión de Investigación de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) –en su calidad de particular–, el exfuncionario capitalino respaldó la “decisión política” del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, de cerrar parcialmente la línea por cuestiones de seguridad para los usuarios.
Además de director del STC durante el sexenio de Marcelo Ebrard, Bojórquez Hernández fue el encargado de elaborar las especificaciones de los trenes para la Línea Dorada, así como de la adjudicación directa del contrato a la empresa española CAF para el arrendamiento de 30 trenes durante 15 años.
En su comparecencia, aseguró que la decisión se tomó con base en un sondeo de mercado elaborado por el mismo Metro y que ganó la española, frente a la francesa Bombardier, porque ofreció menor tiempo de entrega.
Entre las explicaciones que el STC ha dado sobre el deterioro de las vías y los trenes se ha mencionado que no son compatibles. Esta tarde, el exdirector del Metro desmintió esa versión.
“Los trenes son de la tecnología más avanzada y de la máxima seguridad para usuarios y su operación… Existe una absoluta compatibilidad entre trenes y vías… El contacto rueda-riel que se hizo obedece a una norma internacional. No hay más”, dijo.
Además, defendió la decisión de que los vehículos fueran férreos en vez de neumáticos –hecho también criticado por el actual director del Metro, Joel Ortega–, pues 95% de los trenes en el mundo, aseguró, tienen ese mecanismo, además de que el costo de mantenimiento es más bajo.
Incluso desmintió que el consorcio ICA-Carso-Alstom, encargado de la construcción de las vías, no haya conocido las especificaciones y los trenes, como lo afirmaron las empresas la semana pasada en un desplegado.
Para salir de dudas, el exfuncionario sugirió a los legisladores contratar los servicios de una certificadora internacional experta en trenes, de las que, subrayó, sólo hay cinco en el mundo, en Francia, Inglaterra y España “Asegúrense de que lo que se contrató estuvo bien, si no, pues me hablan”.
Ante las preguntas de los diputados, en el sentido de que la línea estuvo mal diseñada, el actual académico del Instituto Politécnico Nacional aseguró que el trazo y el diseño se hicieron con base en el Plan Maestro del Metro. La ubicación de las estaciones, añadió, se decidió con base en la demanda de origen-destino que tiene el gobierno capitalino.
También informó que durante la entrega-recepción de la dirección del STC a Joel Ortega se entregaron todos los archivos sobre la construcción y operación de la obra. El pasado viernes 21, Ortega Cuevas acusó ante los diputados que faltaba documentación al respecto.
El exdirector del Metro aceptó que el 30 de octubre de 2012, cuando se inauguró la línea, se entregó de manera “provisional” porque sí tenía faltantes, pero eran “los normales en una línea de esta magnitud”. No obstante, aclaró que en ningún momento ponían en riesgo la operación con pasajeros. “La línea estaba operable”, sostuvo.
Ante la insistencia de los legisladores sobre los responsables de la afectación a 435 mil pasajeros que usan la Línea Dorada, Francisco Bojórquez se dijo dispuesto a colaborar en la investigación que hace la Comisión especial de la ALDF.
Y aunque comentó que no ha sido requerido por la Contraloría General ni por la Consejería Jurídica del gobierno del DF, dijo que está abierto para ayudar. “Por supuesto que todos andamos asustados, pero si hay algo, que me llamen. Y como dice mi abogado: falta que lo comprueben”.
El pasado jueves 20, el exdirector general del Proyecto Metro (PMDF), Enrique Horcasitas, acudió a la ALDF en calidad de invitado para fijar un posicionamiento sobre la polémica, aunque sin aceptar preguntas orales de los legisladores.
Al día siguiente fue el director del STC, Joel Ortega, quien compareció ante los diputados en una sesión que duró más de cuatro horas y en la que mostró documentos y prometió dejar una copia a los diputados, pero hasta hoy no han recibido nada, según un sondeo con integrantes del distintos partidos.
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