Exige Moscú que
quienes se dicen gobiernoen Kiev
cumplan obligaciones asumidas
Reivindican miles en Jarkov y Donietsk sus derechos como ucranios rusohablantes
Integrantes de la primera unidad armada pro rusa marcharon ayer en Crimea. Portando armas automáticas, los hombres rindieron protesta frente a un monumento dedicado a los caídos en la Segunda Guerra MundialFoto Ap
Juan Pablo Duch
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 9 de marzo de 2014, p. 20
Domingo 9 de marzo de 2014, p. 20
Moscú, 8 de marzo.
En las ciudades de Jarkov y Donietsk, este de Ucrania, miles de personas participaron este sábado en mítines que reivindicaron sus derechos como ucranios rusohablantes, pero a diferencia de Crimea, que convocó a un referendo sobre su adhesión a Rusia, sus parlamentos y gobernantes sí reconocen al gobierno de Kiev.
Varios miles de adversarios de las nuevas autoridades de Kiev –las agencias noticiosas hablan de entre 3 y 7 mil participantes– exigieron en Donietsk celebrar un referendo sobre el futuro de la región y al término del mitin se dispersaron sin incidentes.
Lo mismo sucedió hoy en Jarkov, donde según algunas estimaciones se reunieron cerca de 10 mil personas y también demandaron llevar a cabo un referendo y elecciones anticipadas para diputados regionales, así como
desconocer como ilegítimas a las autoridades fascistas (de Kiev), rechazar el dinero de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional, suspender las negociaciones para el ingreso en la UE y la Organización del Tratado del Atlántico Norte y prohibir que se instalen bases de ésta en la región de Jarkov.
Sin embargo, el hombre más rico de Ucrania, Rinat Ajmetov, cabeza del llamado clan de Donietsk, cuyas empresas dan trabajo a 300 mil ucranios, la mayoría rusohablantes, reiteró que está en favor del diálogo político para resolver la crisis y en contra de cualquier referendo, porque
el este también es Ucrania, que tiene que seguir siendo un solo Estado independiente.
En las regiones orientales de Ucrania tienen mucha influencia los magnates de las minas y la industria, que antes apoyaban al destituido presidente Viktor Yanukovich, refugiado en Rusia, y ahora dos de ellos ejercen los cargos de gobernadores, nombrados por las nuevas autoridades de Kiev, manteniendo bajo control sus respectivas regiones, Donietsk y Dniepropetrovsk.
Hay mayor tensión en Crimea, donde la mayoría de los rusohablantes –la península sólo tiene cerca de 2 millones de habitantes– apoya la adhesión a Rusia, pero la minoría tártara –250 mil personas– se opone categóricamente y su líder, Refat Chubarov, expresó preocupación porque se produzca
una limpieza étnicacontra sus connacionales y ordenó formar destacamentos de
autodefensas.
El ex presidente de Ucrania Leonid Kravchuk se preguntó hoy
qué referendo es ese (en relación con la consulta popular en Crimea), si no hay una ley que permita la separación de una parte del territorio, a menos que vote toda la población del país, y manifestó que, en su opinión,
sólo va a complicar las cosas.
En tanto, aquí en Moscú,
en un ambiente de franqueza, abordaron cuestiones de las relaciones ruso-ucranias, según un escueto comunicado oficial de la cancillería rusa, el viceministro primero, Grigori Karasin, y el embajador ucranio, Vladimir Yelchenko, en el que se ha reconocido como primer contacto directo entre diplomáticos de Rusia y Ucrania desde que estalló la crisis de Crimea.
Estamos dispuestos a dialogar, dice Sergei Lavrov
El canciller Serguei Lavrov afirmó que
estamos dispuestos a un diálogo que permita asegurar que se cumplan las obligaciones asumidas por quienes se dicen gobierno de Ucrania, en referencia a los acuerdos del 21 de febrero.
Lavrov también adelantó que Rusia “va a exigir que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa investigue el ‘caso de los francotiradores’ y la verdad saldrá a la luz”, en alusión a que los muertos por impacto de bala, durante los enfrentamientos del 18 al 20 de febrero pasados, tanto entre manifestantes como policías, pudieran ser obra de unos mismos francotiradores del lado de la entonces oposición.
La oficina de Catherine Ashton, jefa de la diplomacia de la Unión Europea, quien se encuentra de visita en Irán, coincidió en que es indispensable realizar una investigación, que podría quedar muy mal si se llegan a probar las dudas que le expresó el canciller de Estonia en una conversación telefónica interceptada y difundida en Internet, pero el gobierno ucranio le aseveró que los francotiradores obedecían órdenes de la policía de Yanukovich.
No sería extraño que en este nuevo episodio de verdad contra verdad se llegue a la conclusión de que hubo disparos por ambos lados y la investigación, si se lleva a cabo de manera honesta, deberá esclarecer quién es el responsable de más muertes esos días en que perdieron la vida más de 100 personas, la mayoría manifestantes.
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