Aquí hay casas y negocios, no nada más esa dependencia, reclaman algunos vecinos
Colocan de forma permanente las rejas que aíslan Gobernación
Inician los trabajos en las calles de Emilio Dondé y Abraham González
Gruesas soldaduras fijan las rejas a una viga de acero para proteger las inmediaciones de la Secretaría de GobernaciónFoto José Antonio López
Rocío González Alvarado
Periódico La Jornada
Domingo 9 de marzo de 2014, p. 31
Domingo 9 de marzo de 2014, p. 31
Las rejas que se utilizan para contener las manifestaciones que llegan a la Secretaría de Gobernación (Segob) comenzaron a ser fijadas de manera permanente en las banquetas de las calles aledañas a la dependencia federal, como Emilio Dondé y Abraham González, lo que generó la inconformidad de los vecinos.
Hay ocasiones en que las banquetas están libres y otras veces ponen las rejas, y en un extremo de la calle, en algunos casos hay una puertita, pero ahora resulta que las están fijando. ¿Al rato que sigue? Dónde quedó el libre tránsito, inquirió uno de los inconformes.
Aunque en ciertos casos reina la apatía y ante esta acción dicen resignados:
Ya ni modos, ya nos acostumbramos o qué podemos hacer, en otros hay indignación, porque nadie se tomó la molestia de notificarles sobre la nueva disposición de las autoridades.
En un recorrido, se pudo observar que frente a la dependencia federal y dos cuadras a la redonda, las rejas, en algunos casos, bloquean las banquetas, por lo que los residentes deben rodearlas sobre el arroyo vehicular, como sucede frente a un edificio de la calle Atenas, entre Versalles y Abraham González.
En otros sitios, en calles como Lisboa, un extremo de Bucareli y Versalles, así como en Emilio Dondé, las rejas cuentan con puertitas, que se cierran durante las manifestaciones, al igual que las calles, y son vigiladas por elementos policiacos, que sólo acceden a dar el paso si las personas presentan una identificación con domicilio en el lugar.
Los policías son muy intransigentes. Me ha tocado salir al súper que está a cuatro cuadras de aquí y está abierto, y cuando regreso ya está cerrado, con bolsas en la mano y me dicen no puedes entrar, tu comprobante de domicilio, oye pero si fui al súper. No, no puedes pasar, contó una de las vecinas, entre las anécdotas que significa vivir en este lugar.
Otra relató que el día de su boda, tuvo que salir caminando a la Iglesia, porque no había acceso al tránsito vehicular.
Eso quizá podamos verlo como parte de nuestra cotidianidad al vivir en una zona conflictiva, y entiendo que tengan que proteger no sé qué cosa en Gobernación, porque su titular ni siquiera despacha aquí, pero que de pronto vengan y te impongan que ahora se hará permanente, pues ¿dónde quedan los derechos de los demás?, apuntó.
De que tamaño es su miedo que tienen que enrejarse, aquí hay casas, negocios, no nada más las oficinas de Gobernación, espetó.
Ayer un grupo de trabajadores se concentró en Emilio Dondé, casi esquina con Tres Guerras, para soldar las rejas en una viga, que previamente había sido colocada al costado de un edificio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario