El empresario Amado Yáñez entró al mundo del futbol apenas el año pasado. Irrumpió de manera pública en el balompié mexicano en mayo de 2013, cuando compró a Jaguares de Chiapas y a Toros Neza, para después mudar las franquicias, con el aval de la Federación Mexicana de Futbol, a Querétaro y Campeche, respectivamente.
Los ‘Gallos Blancos’ de Querétaro viven en la incertidumbre ante el anuncio de embargo el pasado viernes de la empresa Oceanografía, pues su dueño, Amado Yáñez, es el máximo accionista del equipo de futbol.
Incluso, la franquicia puede ser desafiliada si elComité Ejecutivo de la Federación Mexicana de Futbol lo considera pertinente.
El Artículo 66 del Reglamento de Afiliación, Nombre y Sede de la Liga MX, contempla la desafiliación de un club en caso de que su propietario o alguno de sus directivos incurran en actos delictivos.
“Un Afiliado a la FMF perderá su afiliación si: c) Comete alguna falta grave a juicio del Comité Ejecutivo. D) El Dueño y/o los Directivos del Club incurren en actos delictivos o de dudosa reputación a juicio del Comité Ejecutivo”, son los apartados de dicho Artículo que dejarían al Querétaro fuera de la competencia.
Al respecto, Adolfo Ríos, presidente de la organización, detalló que no ha platicado recientemente con Yáñez y dijo desconocer qué afectaciones podría tener el club ante la investigación que realiza la Procuraduría General de la República (PGR) en la empresa.
“Todos estamos esperando a ver qué ocurre, no sabemos qué va a pasar, si vayamos a seguir; no sabemos nada. Con Querétaro no sé cómo vayamos a quedar, si el equipo va a quedar fuera; no sabemos nada”, comentó por su parte Jorge Campos, uno de los asesores del club
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