Las crisis actuales tienen implicaciones en ámbitos educativo y de desarrollo: González Casanova
El peso de la extrema derecha en la toma de decisiones, como el caso de México, constituye 'seria amenaza' para la vida de la nación: ex rector.
Emir Olivares Alonso
Publicado: 21/08/2013 15:32
Publicado: 21/08/2013 15:32
México, DF. En este momento, más que nunca, no se puede hacer alusión al futuro de América Latina sin pensar o tomar en cuenta el futuro del mundo. Hoy, a escala global, se presentan varias crisis y muchas de ellas tienen implicaciones en recursos como el agua y los energéticos, en la educación y en el proyecto de civilización, progreso y desarrollo, señaló el ex rector de la UNAM, Pablo González Casanova.
Dentro del proceso mundial de globalización neoliberal, las naciones latinoamericanas tienen diferentes posiciones.
Por un lado están los países del Pacífico, desde México hasta Chile, “que tienen mayor dependencia de las políticas del capitalismo corporativo y del complejo militar-empresarial que domina en Estados Unidos”.
El segundo bloque lo conforman Venezuela, Bolivia y Ecuador, que entre innegables contradicciones, han emprendido un proceso real que excluye las políticas del capital y “están luchando por un proyecto de nuestra América: del socialismo del siglo XXI, como lo llamó (Hugo Chávez), o un socialismo comunitario, como le llaman en Bolivia, o por una democracia de ciudadanos, al que se refiere (Rafael Correa)”. El ex rector universitario indicó que este proyecto reclama una tradición progresista de los países latinoamericanos.
Un tercer grupo, que es encabezado por Brasil, Argentina y Uruguay, dijo, es el de las naciones que, también con sus propias contradicciones, “están luchando por formar un bloque de países latinoamericanos que puedan resolver problemas sociales y laborales con políticas distintas al neoliberalismo. Pero (a la vez) enfrentan muchas dificultades para detener o controlar el creciente desarrollo de las corporaciones en el mundo”.
La presentar la ponencia “América Latina: la historia emergente”, con la que se abrió el seminario internacional ¿A dónde va América Latina?, organizado por la Coordinación de Estudios de Posgrado de la UNAM, González Casanova indicó que es difícil saber el futuro de los países latinoamericanos ante la “gravedad de la crisis que se está dando y que está acentuando el peso de la extrema derecha en la toma de decisiones”, lo cual en el caso de México y otros Estados, constituye “una seria amenaza” para la vida y existencia de la misma nación.
Por ello, los movimientos “de avanzada” en la región deben tomar como base el pensamiento del Movimiento 26 de julio –encabezado por Fidel Castro y que culminó con la Revolución Cubana– que se basó en las ideas liberales y emancipadoras de siglo XIX y a la vez incluyó postulados marxistas-lenninistas.
Una de las contribuciones más importantes de la Revolución Cubana, subrayó el ex rector de la UNAM, fue la transformación del discurso político en un discurso pedagógico, de análisis y de toma de decisiones.
“Ahí se plantea una lección que no se puede olvidar y que es fundamental para los nuevos movimientos en Venezuela, Bolivia, Ecuador o de avanzada en muchos países, para esos movimientos que tratan de rescatar o cuidar los bienes de la nación que están siendo arrebatados, por políticas formalmente legales de acumulación primitiva y de despojo de la propiedad social (ejidos) y de la propiedad nacional (electricidad, petróleo, etcétera). Por ello, nuestros países enfrentan un problema muy serio”.
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