Hilda Bellanira López de la Cruz.
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Una joven indígena de 22 años originaria de la Huasteca potosina sostiene una batalla legal tras ser acusada de provocarse un aborto hace cuatro años, por lo cual fue sentenciada a un año de prisión.
Los abogados de Hilda Bellanira López de la Cruz, quien nació en el municipio de Tamuín, aseguran que no existen pruebas científicas que acrediten la responsabilidad de la mujer en el supuesto delito.
La joven, en ese entonces de 18 años, fue acusada por personal médico del hospital Básico de Tamuín por el delito de aborto en julio de 2009. La denuncia se fundamentó en una confesión arrancada bajo presión por la doctora del hospital, condicionándole la atención médica, luego de sufrir un aborto espontáneo y realizada sin la presencia de un abogado. Tampoco se le dio tiempo de hablar con su familia.
La doctora llamó a la trabajadora social para que denunciara a la mujer ante el Ministerio Público y cuando aún estaba internada en el hospital recuperándose, fue custodiada por la policía.
“Me llevaron a comisaría, me tomaron fotos y me hicieron muchas preguntas”, dijo Hilda al diario español El País.
Tras ser acusada por personal médico y por las autoridades, la mujer pasó una noche en una celda vestida sólo con su bata de hospital. Fue liberada al no haber pruebas para su detención.
Al día siguiente la foto de la joven apareció en la prensa que la tachó de asesina y la acusó de haber tomado una pastilla para abortar.
Tres años más tarde, en julio de 2012, Hilda volvió a ser detenida y fue encerrada durante 24 horas hasta que pagó una fianza de 3 mil pesos.
El pasado 5 de abril, el juez Miguel Ángel Ramiro Díaz dictó sentencia condenatoria en su contra, con una pena de un año de cárcel y una multa de mil 39 pesos.
Este viernes se realizó una audiencia sobre el caso en la Quinta Sala del Poder Judicial de San Luis Potosí en la que estuvieron presentes los magistrados Carlos Alejandro Robledo Zapata y Guadalupe Orozco Santiago.
La abogada Itzel Silva Monroy confía en que el fallo de la justicia sea favorable para Hilda Bellanira, luego de apelarse la sentencia para que la revisara una instancia superior.
La defensa argumenta que la confesión de Hilda es un acto de violación al derecho a no ser sometida a tratos o penas crueles o degradantes en entornos de atención de la salud.
El Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), solicitó que la sentencia de primera instancia que condenó a Hilda, sea revocada, y que se conceda la apelación para que se absuelva por el delito de aborto.
“Alegamos entre otras cosas que no hay pruebas en contra de Hilda, no hay ningún elemento que corrobore en el expediente que permita decir que ella ingirió alguna sustancia para provocarse un aborto y que el único elemento, que es la confesión, no puede ser tomado en cuenta porque va en violación al derecho en contra de Hilda como el derecho a la no autoincriminación o al derecho a contar con un abogado, el de no ser sometida a tortura, hacia otros tratos y penas crueles, inhumanos y degradantes”, afirmó la abogada Itzel Silva Monroy, de acuerdo con el diario Pulso de San Luis.
Agregó que los magistrados tienen un plazo aproximado de 15 días hábiles para resolver el expediente.
De acuerdo con GIRE, en México 151 mujeres han sido sometidas a proceso penal por aborto desde 2007.
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