Militares toman La Ruana, Michoacán.
Foto: AP / Marco Ugarte
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En medio de la violencia que envuelve a Michoacán, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se comprometió a recuperar la paz del estado, dijo, municipio por municipio. Pero la senadora panista Luisa María Calderón Hinojosa, Cocoa, critica al PRI por apoyar a Fausto Vallejo para la gubernatura a sabiendas de que estaba enfermo y fue Vallejo –quien hoy se encuentra de licencia– el que cedió el poder a los grupos delincuenciales, dice la hermana del expresidente Calderón.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Michoacán es el foco rojo del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Con un gobernador enfermo que pidió una segunda licencia por seis meses, el crimen organizado muestra su poder en esa entidad y pone en jaque al mandatario interino Jesús Reyna con ataques indiscriminados a la Policía Federal y a la población, mientras los grupos de autodefensa y las policías comunitarias se multiplican y toman las armas para enfrentar la crisis de gobernabilidad.
A diferencia de Tamaulipas, en Michoacán el crimen organizado controla todo el territorio, sostiene la senadora panista Luisa María Calderón Hinojosa, y considera evidente que el gobernador con licencia Fausto Vallejo cedió el poder a esos grupos delincuenciales. El presidente Peña Nieto, dice, no ha dado suficiente atención a la entidad, además de que ha cancelado su visita en tres ocasiones.
La legisladora señala que desde mayo la violencia se extendió a toda la entidad, y apunta que la gobernabilidad está sostenida con alfileres, sobre todo por la ausencia de Vallejo. A ello se suma la deuda pública de 12 mil millones de pesos, la aparición de grupos de autodefensa ciudadana en Tierra Caliente y los ataques de Los Caballeros Templarios a la Policía Federal, que ya cobraron 24 vidas, incluidas las bajas de cuatro integrantes de la fuerza pública.
Para la excandidata a gobernadora y hermana del expresidente Felipe Calderón, mientras las autoridades de Michoacán se debaten en la incertidumbre, los grupos del crimen organizado tienen el control de los policías municipales, algunos de los cuales participan en extorsiones contra la población.
Esos grupos, afirma, controlan también la producción minera, así como la del aguacate y el limón; cobran impuesto a comerciantes, empresarios, profesionistas, campesinos, hoteleros, transportistas… a todo el que se les antoje. Es más: “Son los dueños de las minas, y manejan incluso los trenes que llegan a Lázaro Cárdenas”, sostiene.
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