Aún no responde a la acusación de conspiración que hizo hoy el gobierno de Hugo Chávez.
Dpa
Publicado: 05/03/2013 15:17
Publicado: 05/03/2013 15:17
Washington. Estados Unidos confirmó hoy la expulsión de Venezuela de dos de sus agregados militares destacados en Caracas, mientras se tomaba su tiempo para elaborar una respuesta a la acusación del gobierno de Hugo Chávez acerca de que está detrás de una conspiración contra la estabilidad del país latinoamericano.
Un portavoz del Pentágono, Todd Breasseale, confirmó a la agencia Dpa que se trata de los agregados militares David Delmonaco y Devlin Costal e indicó que ambos se encuentran ya fuera de Venezuela o a punto de hacerlo.
“Puedo confirmar que el coronel Delmonaco está en camino a Estados Unidos y que el otro caballero ya se encuentra en Estados Unidos. Estaba fuera de Venezuela antes de que se realizara la declaración, así que simplemente no volverá al país”, dijo Breasseale en conversación telefónica.
El vocero no quiso evaluar los motivos de la decisión que este martes anunciaron desde Caracas el vicepresidente, Nicolás Maduro, y el canciller, Elías Jaua, quienes acusaron a los dos militares de conspirar contra el gobierno de Chávez apenas unas horas después de que se conociera un agravamiento del estado del mandatario venezolano, quien convalece de un cáncer nunca especificado.
En una alocución televisada, Maduro afirmó hoy que Delmonaco, de la agregaduría aérea de Estados Unidos en Caracas, “se ha dado a la tarea de buscar militares activos en Venezuela para, primero, investigar la situación de las Fuerzas Armadas y, en segundo lugar, para proponerles proyectos desestabilizadores”.
El vicepresidente realizó estas declaraciones tras reunirse por varias horas con el alto mando político y militar venezolano en el Palacio de Miraflores. A la cita asistieron los gobernadores vinculados al oficialismo, el gabinete ministerial, el alto mando militar y varios allegados al gobierno.
Maduro acusó a Delmonaco de intentar aprovecharse de la situación de Venezuela por la enfermedad de Chávez para “conspirar” contra las instituciones, algo “que burla y viola los convenios internacionales” en materia diplomática.
Chávez se encuentra internado en el Hospital Militar de Caracas recibiendo tratamiento contra el cáncer que le fue detectado por primera vez a mediados de 2011, aunque el gobierno reconoció ayer que su estado es “delicado” ya que sufre de una “severa infección respiratoria”.
Momentos después, Jaua indicó que además de Delmonaco otro funcionario de la agregaduría aérea de Estados Unidos, el subagregado militar Costal, también fue expulsado.
“Ante la información recogida por los organismos de inteligencia militar, quiero decir, expresada y testimoniada por los propios oficiales de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) que han sido contactados por vía telefónica y de manera personal algunos, por parte de este funcionario, agregado aéreo de Estados Unidos, David Delmonaco, e igualmente por otro funcionario que vamos también a informar en este momento su declaración de persona no grata y por supuesto su expulsión en las próximas 24 horas, también de la agregaduría aérea, el señor Devin Costal”, detalló Jaua.
La noticia tomó por sorpresa al gobierno de Barack Obama, que se tomó su tiempo para analizar su situación.
De hecho, en un primer momento los portavoces de la Casa Blanca y del Departamento de Estado, Jay Carney y Patrick Ventrell, se limitaron a comentar sobre las relaciones con Venezuela y la situación de Chávez después de que Caracas anunciara la pasada noche un agravamiento de la situación del mandatario que padece de cáncer.
Desde el podio del Departamento de Estado, el portavoz adjunto Ventrell dijo enviar una vez más las “simpatías” del gobierno estadunidense ante la enfermedad del mandatario venezolano.
Asimismo, recordó la postura ya expresada con anterioridad desde el Departamento de Estado acerca de que Washington considera que si Chávez no puede seguir gobernando, la Constitución de Venezuela “requiere una nueva elección”.
Por su parte, desde la Casa Blanca Carney también se limitó a indicar que el gobierno de Obama “sigue buscando una relación funcional y productiva con Venezuela”.
En este sentido, Carney aseguró que la Casa Blanca “sigue abierta a un diálogo con Venezuela en un espectro de asuntos de interés común, entre otros en lucha contra la droga, antiterrorismo y la relación comercial entre los dos países, incluida la energía”, agregó.
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