Las instalaciones del Complejo Estatal de Seguridad Pública, que se supondrían como el lugar mejor blindado contra cualquier tipo de ataque criminal, fueron violentadas por un grupo de la delincuencia organizada.
Por si quedaba duda todavía del nivel de infiltración en los cuerpos policiacos, del grado de impunidad en que operan los delincuentes, de la incapacidad oficial de reacción y de la vulnerabilidad institucional, un comando armado se metió literalmente hasta la cocina (o por la cocina) del llamado C-4 en la capital del estado, y asaltó la armería.
La administración estatal no podía cerrar de peor manera, en un hecho que corona el fracaso de uno de los magnos proyectos de este sexenio: la creación de una Secretaría de Seguridad Pública Estatal soportada por el Centro de Inteligencia Policial (CIPOL) que al final para lo único que sirvió fue para mermar el presupuesto público…y armar a los delincuentes.
¿Qué puede esperar el ciudadano de sus cuerpos se seguridad si un comando es capaz de penetrar hasta el centro neurálgico que debería estar soportando toda la estrategia estatal contra la criminalidad y por lo tanto requería del mejor resguardo?
Con ese nivel de dejadez y descuido, de vulnerabilidad y descomposición (alguien forzosamente les abrió la puerta de la cocina y les notificó el momento oportuno para la incursión) ¿cómo va a confiar la sociedad en sus autoridades?
ANTECEDENTE. No hay que olvidar hace apenas unos días, el director de CIPOL, Saúl Hernández se retiró de su cargo con el pretexto de tomar unas vacaciones que le debían, después de que en la capital del estado seis patrullas de la corporación fueron incendiadas dentro de un taller y el funcionario amenazado por medio de una manta en la que se le reclamó la devolución de un dinero.
En el evento de la madruga de este lunes también dejó el comando un mensaje en un sentido similar, por lo que en tiempos de terrorismo fiscal, el robo de las armas y equipo táctico se tomó por los maloras reporteros de la capital como un “embargo precautorio”.
DESPIDO BLINDADO. De la forma en que la inseguridad marca el fin del sexenio de José Reyes Baeza, habló también el cerco de protección ayer en torno al gobernador durante lo que fue su última gira por Juárez.
Los reporteros vieron en los perímetros del informe del rector Jorge Mario Quintana y la previa inauguración de un centro de actividades artísticas un notorio despliegue de soldados además de que un par de camionetas militares fueron parte del convoy-escolta para el mandatario.
También en corto se notó la alerta. Cuando los reporteros entrevistaban a Reyes Baeza, los guardaespaldas parecían estampillas, pegados al gobernador. A siete días del cambio de poderes, el mandatario se despidió de los juarenses cerrando cada vez más su círculo de seguridad. Apenas y terminó el evento en el Centro Cultural Paso del Norte, se regresó a Chihuahua.
Por cierto que allá en la capital del estado durante la mañana de ayer se realizó la reunión de coordinación interinstitucional en materia de seguridad y llamó la atención que en la mesa estuvieron tanto el alcalde electo como el que se va, del municipio de Ascensión.
La ingobernabilidad por cuestiones de inseguridad en varios territorios del estado es otro de los grandes pendientes que ya le tocará resolver al gobernador entrante.
OTRA DESPEDIDA. El cuarto informe del rector de la UACJ, Jorge Mario Quintana, también sonó a despedida. Como que fueron muchos los agradecimientos y los abrazos así como el despliegue logístico y de difusión del evento.
Tampoco pasó desapercibido que la inauguración del Centro Universitario de las Artes se realizó sin que estuviera realmente terminada la obra y como si fuera la última oportunidad del rector para colgarse la medallita. Aunque no quiso confirmar a los reporteros que se va al gabinete de César Duarte, los invitados leyeron el evento de ayer como una ratificación de la información que se ha publicado en ese sentido.
NO LLEGÓ DUARTE. Como se preveía, el gobernador electo César Duarte, prolongó la inquietud de quienes aquí lo esperan desde hace semanas y no acompañó al rector para presumir la Ciudad del Conocimiento que contribuyó a impulsar presupuestalmente cuando presidió la Cámara de Diputados.
Antes de tomar posesión como gobernador el próximo 4, Duarte se fue a Colombia en un último viaje para afinar sus estrategias de seguridad.
Llamó la atención que al país sudamericano se fue acompañado del alcalde electo de la capital, Marco Adán Quezada, mientras que el juarense Héctor ‘Teto’ Murguía hizo su propio viaje por separado la semana pasada.
A propósito de Murguía, a ‘Teto’ le tocó ayer sentarse en el informe de Quintana en el CCPN, a dos lugares del diputado panista Javier Corral Jurado.
Cuando le pedían confirmar los nombres de muchos que ya se han destapado,‘Teto’ aseguró que algunos de ellos “se van a quedar encueraditos”.
Hablando de autodestapes, en la Asociación de Maquiladoras ya tienen listo un evento de despedida para la presidenta Soledad Máynez, quien se encargó de decir a los reporteros que será parte del gabinete municipal como titular de la Dirección de Promoción Financiera. El festejo será el próximo viernes y ya se comenta entre los reporteros que cubren la fuente de economía, que el relevo en AMAC será el vicepresidente Carlos Miranda.
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