martes, 28 de septiembre de 2010

La ciudad se apaga, advierten - Martín Coronado - El Diario


Ciudad Juárez, Chihuahua, México

Ante la incapacidad del Gobierno para frenar la inseguridad y reactivar la economía, Ciudad Juárez se ha ido apagando y, de seguir así, no durará seis meses más de pie, según advirtieron representantes de organismos empresariales y expertos en finanzas.

La ciudad, que en 2007 estuvo a punto de lograr el pleno empleo y era un polo de desarrollo económico, ejemplo para todo el país, ahora es presa de la crisis económica y de la violencia, que han traído desinversión, desempleo y un amplio descontento social.

Una tras otra, las empresas cierran tras casi tres años de pérdida de clientes y una ola de violencia que vino a dar el tiro de gracia a una ciudad ya agonizante por la recesión económica estadou-nidense, explicaron.

Otras compañías han preferido mudarse a El Paso, en donde la actividad comercial, nocturna y restaurantera ha cobrado más vida que nunca, invadida por juarenses en busca de la tranquilidad para trabajar y para divertirse que no pueden encontrar en su ciudad.

Tras un llamado de auxilio lanzado en febrero de este año al Gobierno federal, se obtuvieron 160 compromisos, de los que sólo pocos han sido cumplidos y únicamente por un claro afán electorero, reprocharon los dirigentes empresariales.

Alejandro Sandoval Murillo, vicepresidente de comités del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), indicó que, dada la gravedad del daño a la economía juarense, será muy difícil revertirlo.

El especialista en finanzas añadió que la violencia prácticamente anulará la aportación que Juárez hacía al Producto Interno Bruto equivalente al 2 por ciento del total nacional.

Sandoval Murillo señaló que el IMEF a nivel nacional estima que la violencia está causando una caída del 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto por dos factores: la reducción en las inversiones, y una drástica caída en el consumo.

Ambos problemas, señaló, están afectando con mucha fuerza a la economía de la ciudad, al grado de nulificar esa aportación juarense al PIB.

Lo más grave, indica Sandoval Murillo, es que además del golpe que la ciudad está recibiendo, no hay una estrategia por parte de los gobiernos para sacar a Juárez de este bache económico, que cada vez es más profundo.

Cunde el desempleo

En Ciudad Juárez, una de cada cinco personas (17 por ciento) que tenía un empleo formal en 2007 no ha podido conseguir trabajo.

Según cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, en octubre de 2007 Juárez alcanzó su máximo en empleo del actual ciclo económico, al contabilizar 386 mil 736 trabajadores registrados, lo que lo llevó a una tasa de desempleo inferior al 3 por ciento.

En noviembre de 2007 empezó una caída de 19 meses provocada por la recesión estadounidense, que eliminó 92 mil 474 plazas formales, lo que implica que una de cada cuatro personas fueron despedidas de su empleo en la ciudad (se perdió el 24 por ciento de las plazas).

La tasa de desempleo ascendió a su nivel récord de 9.98 por ciento alcanzado en el segundo semestre de 2009. Eso significa que uno de cada diez buscadores de empleo en la entidad no lo consiguieron.

En mayo de 2009 la caída se frenó y empezó una lenta recuperación en la ciudad de 26 mil 38 puestos laborales a lo largo de 18 meses, que no son suficientes para solucionar el problema.

Actualmente hay 320 mil 300 empleados inscritos en el Seguro Social en Juárez, lo que significa que faltan 66 mil 436 plazas por recuperar, para alcanzar el nivel de noviembre de 2007.

A eso hay que sumarle la demanda de trabajo de las personas que se han ido incorporando a la población económicamente activa durante los últimos tres años.

Eso significa que hay más de 66 mil familias que aún no tienen ingresos para gastar de la forma en la que lo hacían en 2007, lo que, junto con la violencia, ha causado una ola de cierres de empresas aún no cuantificada.

Oficialmente, el IMSS reportó que entre diciembre de 2007 y septiembre de 2010, la ciudad perdió mil 216 patrones, que equivalen al 12 por ciento de los 10 mil 56 que se alcanzaron en la parte más alta de este ciclo económico.

Eso significa que al menos uno de cada diez patrones registrados ante el IMSS (un patrón puede emprender varias empresas) dejaron de operar entre diciembre de 2007 y el presente mes.

otro factor

Otro agente que ha venido a cerrar negocios es la violencia, pues debido a extorsiones y secuestros los empresarios han decidido irse a El Paso, o simplemente dejar de operar.

Federico Ziga Martínez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial dijo que debido a las extorsiones un gran número de empresas han cerrado.

Indicó que sólo en el ramo de bares y restaurantes, se estima que entre mil 500 y 2 mil negocios han cerrado, dejando sólo a una tercera parte operando.

Dijo que ante la falta de garantías de seguridad, los empresarios simplemente abandonan la ciudad y se van a trabajar a El Paso, en donde la economía está floreciendo.

“En algunas partes del lado oeste de El Paso ya parece que andas en Juárez, hay supermercados, hay letreros donde se dice que se habla español y cada vez son más negocios los que se van para allá, en donde están todos los mexicanos que se pudieron ir a refugiarse de la violencia”, dijo Ziga Martínez.

Señaló que toda esta migración ha provocado una caída económica sin precedentes en la ciudad, aun mayor que la sufrida durante la crisis de 2001, cuando la violencia no estaba presente.

Estos negocios, dijo, cerraron por la violencia, porque el factor crisis no redujo tanto a los clientes, lo que los ahuyentó fue la violencia.

Un empresario del ramo restaurantero, que pidió la omisión de su nombre, indicó que cerró su comedor, donde ocupaba a 15 personas de manera permanente. Tras la caída de clientes por la violencia, decidió empezar a liquidar empleados hasta que no le quedó uno solo fijo.

“Ahora los contrato sólo para los pocos eventos que aún nos llaman”, dijo el empresario.

De la misma forma, grandes restaurantes han decidido cerrar sus puertas, o al menos sucursales. Entre éstos se hallan el Misión de Guadalupe, que “bajó la cortina”, o el María Chuchena, que trasladó una sucursal a El Paso para poder seguir operando en Juárez con tan bajo nivel de ventas.

Negocios heridos

Daniel Murguía Lardizábal señaló en su momento que el pago de derecho de piso fue un factor importante en el cierre de muchos negocios, que se sumó a la imposibilidad de pagar los impuestos y las cuotas del seguro.

Estos tres factores, aseguró, hicieron que empresas juarenses cerraran sus puertas. Aunque no hay datos precisos se cree que la tercera parte del comercio establecido ya desapareció.

Según datos proporcionados por el Consejo Coordinador Empresarial, uno de cada tres negocios establecidos en Juárez habían cerrado sus puertas para febrero de este año.

La Procuraduría Federal del Consumidor en Juárez detectó que tres de cada 10 negocios en los que verificaban básculas ya no estaban operando.

Establecimientos que van desde pequeñas joyerías en centros comerciales hasta casas de apuestas han ido desapareciendo ya sea por bajas ventas, o por ataques de secuestradores, extorsionadores y asaltantes.

Aunque no hay un estudio sobre el número de establecimientos comerciales cerrados en la ciudad, basta un recorrido por las plazas comerciales de la ciudad.

Quizá el ejemplo más evidente es el de Plaza Las Américas en donde sólo opera el 20 por ciento de los locales comerciales que antes de 2007 eran codiciados por cualquier comerciante.

El sector más afectado

Si se cuenta por número de empleos, el sector más afectado hasta ahora es la industria.

Un ejemplo de ello es la empresa Manufacturas Avanzadas de Juárez, que de tener más de 15 mil empleados armando televisiones de punta tecnológica a mediados de los 90, se ha reducido a unas cuantas líneas de inyección de plástico que ocupan apenas a 200 trabajadores.

Los números hacen evidente el daño en el sector industrial que aporta el 57.6 por ciento del empleo en la ciudad.

Según el Instituto Mexicano del Seguro Social, la industria tenía 241 mil 830 empleados en octubre de 2007, y a la fecha quedan 184 mil 356, lo que significa un faltante de 57 mil 474 plazas.

En otras palabras, la maquiladora está empleando sólo a tres cuartas partes de las personas que ocupaba en octubre de 2007, con datos hasta agosto de este año.

Aunque la caída en la maquiladora no se atribuye a la inseguridad, la violencia ha sido un factor que está inhibiendo las inversiones y replegando el gasto que gerentes y ejecutivos hacían en esta frontera.

Desde finales del año pasado, la industria maquiladora hizo que sus empleados clave dejaran de venir a Juárez, y ayudó a personas a mudarse a El Paso con todo y familias, para evitar secuestros, según comentaron personas que ahora viven del otro lado de la frontera.

En los dos últimos años se tiene registro de apenas dos nuevas inversiones, y algunas expansiones en el sector maquilador.

El efecto de la crisis en la maquiladora ha afectado a sus proveedores. Desde vendedores de papelería y artículos de limpieza hasta fabricantes de insumos directos –como piezas de plástico y metal que se ensamblan a los productos– han sufrido una caída en sus ventas, y muchos han desaparecido también afectados por la doble crisis económica y de inseguridad, según comentaron empresarios del ramo metal mecánica.

De acuerdo con el IMSS, el rubro Servicios para Empresas presenta una pérdida de mil 214 empleos, equivalentes al 2 por ciento de los 50 mil 149 que tenía en octubre del 2007.

Se derrumban constructoras

El sector más dañado proporcionalmente por esta doble crisis es el de la construcción, que se encuentra operando a menos de la mitad de su capacidad.

Víctor Manuel Ortega Fernández, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, indicó que en este momento, apenas una tercera parte de las 200 empresas constructoras que hay en la ciudad tienen empleo.

Indicó que al caer la industria, la construcción de naves, y de vivienda para empelados se redujo considerablemente.

Luego, agregó el líder de la CMIC, la caída en los impuestos y el desvío de recursos a la atención de la inseguridad pública provocaron que los presupuestos de obra para Ciudad Juárez por parte del Gobierno se redujeran a menos de la mitad.

Encima, explicó Ortega Fernández, la incertidumbre en el sector comercio detuvo totalmente la inversión, y desde hace dos años no se construye una sola obra comercial, ni una nave industrial, dijo.

De los 19 mil 99 empleados que había registrados ante el IMSS en agosto de 2007 por firmas constructoras en Juárez, sólo quedan 10 mil 413, lo que implica la pérdida de 8 mil 686 trabajadores, equivalentes al 45 por ciento.

En número de empresas, Ortega Fernández dijo que activas quedan sólo una tercera parte, pues las otras están inactivas, cerradas, o en quiebra.

Además de los problemas propios del mercado y la inseguridad, aseguró, está Hacienda, que ha estado embargando bienes a las compañías que ante la falta de liquidez están omitiendo el pago de sus impuestos.

Sin visitantes

Con el título de la ciudad más violenta del mundo, la caída del turismo ha llevado los niveles de ocupación a cifras muy bajas.

Jorge Ruiz Garcés, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles, reportó que la ocupación hotelera se desplomó del 85 por ciento que tenía en 2007 al 56 por ciento al cerrar el primer semestre de este año.

El líder del gremio hotelero dijo que por el momento ni el programa “Todos Somos Juárez”, ni algún otro programa federal está contemplando recursos para reposicionar a Juárez como una ciudad a visitar, aunque es claro que este dinero es necesario.

Añadió que sólo las visitas consulares mantienen algo de flujo en los hoteles sobre todo de la conocida como Zona Dorada.

Medidas sin resultados

Los líderes empresariales de las cámaras coincidieron en que las medidas tomadas por el Gobierno de Felipe Calderón para solucionar el problema de inseguridad y económico de Juárez no han sido suficientes.

Víctor Manuel Ortega Fernández, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Juárez dijo que de los puntos planteados en la estrategia de rescate de la ciudad “Todos Somos Juárez”, sólo una pequeña parte se han cumplido.

Además indicó que las metas fijadas por dicho programa, tanto en infraestructura como en trabajo y economía, se quedaron muy cortas para las necesidades reales de la ciudad, pues apenas era una estrategia de rescate, que ni siquiera ha fungido como tal.

Dijo que sólo la Secretaría de Desarrollo Social y la del Trabajo y Previsión Social han cumplido parcialmente con sus compromisos, en tanto que la Secretaría de Economía tiene pendiente la creación de la Zona Libre en Juárez, y la Secretaría de Hacienda negó rotundamente la solicitud de ayuda fiscal que los empresarios pidieron a la Federación.

Sandoval Murillo, en su calidad de vicepresidente de IMEF señaló que para recuperar la actividad económica de Juárez –lo que ayudaría a mejorar el entorno social y de inseguridad–, hace falta una estrategia de los tres gobiernos, que hasta ahora han actuado por separado.

Por lo pronto el presidente Felipe Calderón, que prometió ser el presidente del empleo, tiene una deuda con los juarenses que se traduce en al menos 51 mil 182 plazas, pues cuando tomó el poder, en diciembre de 2006, la ciudad tenía 371 mil 482 plazas, y ahora sólo le quedan 320 mil 300.

Las acciones de su Gobierno no han servido para impulsar la generación de trabajos, pues actualmente hay 13.77 por ciento menos empleos que cuando asumió las riendas de la República.




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