Monterrey.- Los grupos del crimen organizado le han ganado al estado el control de los barrios más pobres de Monterrey, se indica en reportes militares, censos oficiales de la policía estatal y estudios sociológicos.
Estadísticas recientes de la SSP estatal dan idea de esta situación: en los dos años recientes el número de jóvenes que entran a una pandilla se ha duplicado en la ciudad más rica de México. De acuerdo con cifras oficiales —consideradas como conservadoras por investigadores independientes—, en 2006 las autoridades tenían contabilizados a 11 mil 319 pandilleros, pero el año pasado la cifra ascendió hasta 26 mil 023.
La mayoría de estos jóvenes (de entre 12 y 22 años de edad) residen en colonias en que el crimen organizado reclutó a pandillas para realizar diversas actividades, se advierte en un documento militar, en el que también se analiza la situación actual en Nuevo León.
Mañana se cumplirá un mes del más reciente bloqueo realizado en calles de esta ciudad por los tapados, quienes exigían que cesaran los operativos militares en la zona. El Ejército expone en este informe —compartido con algunos funcionarios federales y estatales— que “el grupo criminal Los Zetas tiene alta y peligrosa influencia” en colonias populares del área metropolitana de Monterrey y que las protestas ocurridas entre el 9 y el 17 de febrero pasados fueron financiadas por ese grupo, como parte de su estrategia para desestabilizar la ciudad antes de una visita presidencial.
Mano de obra barata
De las mil 747 colonias del área metropolitana de Monterrey (nueve municipios), 206 son consideradas problemáticas y 66 están en una situación crítica, se advierte en un estudio de Patricia Cerda, coordinadora del Centro de Investigaciones de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
La investigadora afirma que en la actualidad existen mil 917 pandillas en los municipios metropolitanos. La localidad conurbada de Escobedo reporta el mayor aumento del pandillerismo. En 2006 había en esta ciudad 149 pandillas; el número se triplicó en 2008 a 492.
“El análisis de zonas conflictivas lleva a la conclusión de que en áreas donde la violencia intrafamiliar se multiplica la proliferación de pandillas y la violencia social se agudizan. Con ello también las posibilidades de que los pandilleros se erijan en grupos de microcriminalidad, a los cuales la macrociminalidad o el crimen organizado puede utilizar como mano de obra barata”, explica Cerda en entrevista.
En otro estudio la investigadora demostró que la situación de violencia actual ha generado un aumento considerable en el número de suicidios juveniles. “No creo que haya un Estado fallido en esas colonias, pero si no las atendemos como sociedad, como gobierno, otros grupos lo van a hacer”, opina.
Esperando en la esquina
Sin embargo, a causa de la actual crisis económica, otros piensan que el futuro a corto plazo es poco esperanzador para los barrios pobres de Monterrey. Estudios sociológiocos de la Universidad Autónoma de Nuevo León revelan que en 1984 y 1995, después de crisis económicas equiparables a la actual, el número de pandillas aumentó en estas zonas.
David González, promotor social desde los años 80 en las zonas marginadas de la ciudad, considera que la situación en estos barrios es alarmante. “De la generación de la calle pasamos a la de los callejones sin salida. La de los nacidos en casas saturadas, calles saturadas y ciudades saturadas. En estas nuevas generaciones, los menores están inmersos en la incredulidad: no creen en el país. Un chavo de estos hace más felices a sus padres cuando está en la calle y él también es más feliz”.
Sobre los tapados, el integrante del Colectivo Al Tiro dice: “Lo que está pasando es que los chavos se juntan en las esquinas; si llega alguien con una pelota y les dice ‘vamos a jugar futbol’, se van; si llega alguien con una caguama (cerveza), y dice ‘vamos a pistear’, se van a pistear; si alguien llega con piedras y les dice ‘vamos a risquear’ (apedrear), se van.”
Para pocos es secreto aquí que la gente que salió a manifestarse contra el Ejército hace un mes es la misma clientela que movilizan los partidos para actos masivos, incluidas las elecciones.
La madre de un tapado de la colonia Sierra Ventana dice: “Un día amanecieron frente a nuestras puertas mochilas con billete de 200 pesos y un mensaje: ‘Esto es tuyo a cambio de que participes en la protesta de hoy; si no te interesa, deja todo en su lugar’”.
- Claves
El infierno
• Para el ecologista Guillermo Martínez Berlanga, la penetración del crimen organizado en los barrios pobres de Monterrey se explica por la falta de espacios públicos.
• “Una urbe que deja a sus jóvenes abandonados, en la miseria, sin oportunidades es una sociedad que tarde o temprano va al fracaso.”
• “Estos cambios los advertí cuando privatizaron el río Santa Catarina y el Parque Fundidora. Nos faltan 7 mil hectáreas de espacios públicos gratuitos en la zona metropolitana de Monterrey. ¿A poco estos chavos no están viviendo en el infierno?”
Diego E. Osorno
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