Autora de más de 40 libros, entre novelas, cuentos, poesía, ensayo, crónica, biografía y teatro, la periodista y escritora mexicana Elena Poniatowska celebra este jueves su cumpleaños 84 “muy contenta de haber llegado”, de seguir activa y estar trabajando en dos novelas que abordarán la vida de sus ancestros.
También se prepara para viajar a Estados Unidos donde recibirá un nuevo doctorado Honoris Causa, que se sumará a los “15 o 20, ya no me acuerdo”, que tiene en su haber, otorgados por universidades de todo el mundo.
“Nunca me imaginé que recibiría tantos reconocimientos”, asegura la autora de “Tinísima”, quien sostiene que no sabe calificar su carrera literaria: “habrá críticos que sepan decir lo que hay que decir… yo sigo haciendo muchísimo periodismo, no lo he abandonado para nada”.
Sin embargo, reconoce que lo que más le gusta hacer son novelas, cuentos y poesía, donde se ha cimentado su prestigio.
Nacida en Francia el 19 de mayo de 1932, hija del príncipe polaco Jean E. Poniatowski y de la mexicana Paula Amor, Elena inició su carrera periodística a los 21 años y a partir de ahí ha configurado una prolífica trayectoria, que le ha valido reconocimientos como el Nacional de Periodismo y el de Cervantes, entre muchos otros.
La heredera del título de princesa de Polonia, hija del príncipe Jean E. Poniatowski y de la mexicana Paula Amor, a diferencia de otros autores que desde pequeños descubrieron su interés por las letras, advirtió que ella no sabía su vocación aunque “siempre viví al lado de una biblioteca, también mi abuelo escribía y tengo una tía que escribe”.
Había llegado a México a los 10 años, a causa de la Segunda Guerra Mundial y tras realizar estudios en Estados Unidos, comenzó a escribir en una revista de un convento de monjas.
De acuerdo con información de la Secretaría de Cultura Federal, en 1953, de regreso a México, inició su periplo en las letras con una entrevista diaria que, en el periódicoExcélsior, retrataba la realidad del país en los años 50. Dos años después, en 1955, publicó su primer libro, la colección de cuentos Lilus Kikus.
Hoy, traducidos a 20 idiomas, sus libros configuran un entramado que da cuenta del presente mexicano: se centran en la sociedad, las relaciones entre hombres y mujeres, el trabajo y el desempleo, el prevaleciente racismo, las costumbres y tradiciones del país, las tragedias nacionales y el papel de la mujer.
Su obra continuó con Todo empezó el domingo, reunión de crónicas de la vida dominical de los habitantes de la Ciudad de México y el reconocimiento le llegó con Hasta no verte Jesús mío (1969), divertido relato costumbrista de las peripecias de una empleada doméstica.
Y La noche de Tlatelolco (1971) que ofrece un brillante ejercicio periodístico sobre los hechos del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco, que le valió el premio Xavier Villaurrutia, el cual rechazó.
Otros títulos destacados de la autora son La flor de lis, De noche vienes, Querido Diego, te abraza Quiela, una crónica colectiva del terremoto de 1985 publicada con el título Nada, nadie, las voces del temblor, La piel del cielo, ganadora del Premio Alfaguara de novela 2001 y El tren pasa primero, Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos en 2007.
Con Tinísima, sobre la vida de la fotógrafa Tina Modotti, ganó el Premio Mazatlán en 1992, mientras que Leonora, libro sobre la pintora Leonora Carrington, obtuvo el Premio Biblioteca Breve Seix Barral en 2011.
Rondas de la niña mala fue su primer libro de poesía y cuenta con libros de cuentos para niños como Boda en Chimalistac, La vendedora de nubes y El burro que metió la pata.
El Universo o nada, de 2013, es la biografía de su esposo, el astrofísico Guillermo Haro, mientras que títulos como Gaby Brimmer y Las mil y una, la historia de Paulina, abordan problemas sociales.
La cofundadora de la Editorial Siglo XXI y de la Cineteca Nacional, sigue en activo. “Acabo de publicar Dos veces única y ahora estoy trabajando una novela sobre mi ancestro, el rey Estanislao Poniatowski, el último rey de Polonia”, que le tomará por lo menos un año más, y ya tiene el plan de continuar con la saga familiar con otro libro que dedicará a José Poniatowski, mariscal de Francia con Napoleón.
Inquirida sobre las letras mexicanas de hoy, dice admirar a varios escritores jóvenes, además, “me gusta mucho Jordi Soler”.
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