(02 de abril, 2016. RevoluciónTRESPUNTOCERO).- Luego de revisar los resultados del tercer peritaje realizado por parte del Grupo Colegiado de Expertos en Materia de Fuego, la Procuraduría General de la República (PGR) mantiene la “verdad histórica”: los 43 normalistas fueron incinerados en el basurero de Cocula. Sin embargo, el investigador Jorge Montemayor sostiene categóricamente: eso es absolutamente imposible.
Tras darse a conocer el tercer peritaje en esta investigación, el grupo interdisciplinario del GIEI, encabezado por expertos argentinos acusó a la PGR de no respetar los acuerdos alcanzados de “confidencialidad de proceso” y posteriormente romper el pacto que había suscrito con la Procuraduría.
El GIEI alcanzó un acuerdo con la PGR en febrero pasado que estipulaba que los peritos debían de guardar confidencialidad sobre las labores realizadas y que manejarían conjuntamente y por consenso cualquier resolución con respecto al tercer informe sobre los hechos ocurridos en el basurero de Cocula.
Asimismo, el GIEI enfatizó que ninguno de los expertos podía salir a hablar públicamente en nombre del grupo colegiado, sin presentar de manera clara a los integrantes del mismo el contenido y asimismo, explicar las razones por las que había sido escogido.
Por eso, al salir públicamente el señor Damián Torres, vocero del grupo Colegiado de Expertos en Materia de Fuego para dar los resultados del tercer peritaje, el acuerdo se había incumplido.
Según los integrantes del GIEI, las investigaciones sobre la tragedia de la noche de Iguala llevan ya 14 meses y ”aún persisten las inconsistencias y sobreviven los intentos del oficialismo de disipar la verdad sobre lo ocurrido la madrugada del 27 de septiembre con la desaparición de los 43 normalistas”.
Sobre el tema, el investigador del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Doctor Montemayor quien en conjunto con Pablo Ugalde Vélez, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), realizó un estudio pormenorizado que con bases científicas derriba la versión oficial, en entrevista exclusiva para Revolución TRESPUNTOCERO, asegura que hay distintos contrasentidos que hacen imposible que una pira pueda arder con el calor necesario para cremar a los estudiantes, como lo confirmó Murillo Karam, procurador de la república en 2014.
“Supongamos que existe la hoguera ardiendo a 1600 grados, como aseguró el procurador, los criminales no pudieron haberse acercado a menos de 15 metros para apilar los cuerpos sin haberse autoincinerado”, comenta el investigador.
Además de la pira, para el Doctor Jorge Montemayor existen otras contradicciones en las diligencias que ha emprendido la Procuraduría que lo hacen pensar que “el gobierno está montando una farsa de investigación”.
“¿Por qué llevaron a analizar el ADN de los huesos a Innsbruck, en Austria, cuando el procurador afirmó que en el lugar fueron asesinados varios estudiantes? La sangre derramada pudo haberse analizado”, cuestionó el especialista.
Según el investigador la sangre derramada en la tierra conserva sus propiedades durante años por que la tierra es porosa y los minerales que existen en esta ayudan a preservarla “¿Por qué nadie menciona la sangre?” espetó.
Asimismo, Jorge Montemayor reitera que para que un episodio de fuego como el descrito por el ex procurador pueda desarrollarse “se debe de aislar. En un espacio de 400 metros cuadrados con materiales como llanta, madera, gasolina, en un fuego de menos de 1 metro diámetro, no pueden alcanzar temperaturas a más de 800 o 900 grados” por lo cual una cremación así le parece al especialista “una broma sangrienta”.
La “verdad histórica” fue declarada el 6 de noviembre del 2014 cuando en conferencia de prensa, el entonces titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, indicó que los estudiantes fueron entregados por policías municipales de Iguala a integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos para posteriormente ser incinerados en una hoguera en el basurero de Cocula.
Esta versión fue basada en la supuesta declaración de un integrante de dicho grupo criminal, capturado junto con otros tres, en un operativo realizado por fuerzas federales en el estado de Morelos el lunes 27 de octubre del 2014.
Según el procurador, el detenido le declaró a fiscales de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) haber recibido a los estudiantes “esposados” de manos de policías municipales. Y posteriormente los incineraron en una hoguera que dispusieron para el efecto en Cocula.
Asimismo, en el primer peritaje realizado por la PGR se localizaron restos óseos “a unos cien metros del basurero”, según la procuraduría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario