México, 14 de septiembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Tras anunciar que cancelaría la “cena de gala” en Palacio Nacional este 15 de septiembre, el asesino de Atenco y actual usurpador Enrique Peña Nieto, no se quedó con las ganas de celebrar en grande que ha cumplido todas y cada una de las órdenes de los oligarcas criminales que lo impusieron donde está.
De acuerdo con el diario Reforma en su columna Templo Mayor, Peña Nieto organizó una “noche mexicana” el pasado fin de semana, apenas horas después de que anunciara la cancelación de la cena de independencia con miembros de su gabinete “por razones de austeridad”, misma que tradicionalmente se lleva a cabo luego de la arenga desde el balcón de Palacio Nacional.
Según el columnista de Reforma, el fiestón loco de Peña Nieto tuvo lugar en la lujosa casa de Ixtapan de la Sal que el empresario Roberto San Román entregó a Peña a cambio de contratos de obra pública.
Templo Mayor citó testimonios de los residentes del Club de Golf “Gran Reserva”, donde se ubica la mansión de Peña, quienes confirmaron que el fin de semana “hubo una gran fiesta a la que acudió un importante número de funcionarios del gobierno”.
De hecho, los vecinos del lujoso fraccionamiento señalaron que elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) “tomaron desde la primera hora del sábado el control de la seguridad del fraccionamiento e instrumentaron protocolos de revisión”.
También se denunció que los vecinos expresaron su molestia por el operativo, ya que fueron “sometidos a una minuciosa revisión cada vez que entraban o salían. Y esto, por supuesto, no los tenía nada contentos”.
“EN ESTOS tiempos de austeridad, sería bueno saber quién pagó la fiestecita”, agregó con ironía el columnista del diario Reforma.
Según el citado medio, el régimen usurpador de Peña Nieto no ha desmentido que la fiesta haya sido realizada y menos ha informado qué recursos utilizó para organizarla. Sin embargo, de entrada se sobreentiende que los operativos del EMP son financiados con recursos públicos, esto es, dinero de todos los mexicanos.
La propia “casita” del usurpador en ese costoso fraccionamiento, también habría sido pagada con dinero del pueblo, ya que fue entregada a cambio de contratos millonarios que igualmente son financiados con los erarios estatales y federales, en beneficio para las empresas de la familia San Román en este caso particular.
Mientras tanto, el Zócalo capitalino ya se encuentra blindado con cientos de elementos militares, policías federales, locales y hasta francotiradores que serán dispersados en los edificios circundantes a la plancha del Zócalo. Veinte puntos de revisión han sido instalados en inmediaciones de la Plaza de la Constitución, incluyendo arcos detectores de metales, perros olfateadores y gendarmería para revisar a “peligrosas” niñas, niños y bebés en carreolas.
Con información de Reforma
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