domingo, 26 de julio de 2015

Sospechas en Oaxaca: hubo traición en la CNTE



Proceso.com
Con la desaparición del IEEPO, el movimiento magisterial oaxaqueño –tradicionalmente opositor, combativo– fue duramente golpeado por el gobierno en momentos en que la unidad gremial es frágil y las bases desconfían de sus líderes, a quienes acusan de promover el descrédito de la Sección 22 e incluso de estar “vendidos”. Y coinciden en que se debe resistir pacíficamente y buscar el diálogo con las autoridades federales, para las cuales, opinan, Oaxaca es un asunto de seguridad nacional, pues aquí está emergiendo el descontento que impera en todo el país.
OAXACA, OAX.- El gobierno federal envió a Oaxaca a unos 20 mil militares y policías, con lo que estableció en la entidad un virtual estado de sitio. Tal despliegue de fuerza pretende contener el descontento de los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), bastión de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
“La lógica primitiva” del gobierno federal, opinan profesores oaxaqueños que hablaron con Proceso a condición del anonimato, advierte que Oaxaca es un foco rojo de insurrección que hay que aplastar; sin embargo, afirman, existe el riesgo de que esto se convierta “en el peor error estratégico de la política de Peña Nieto, porque puede prender al país.
“La lógica de Osorio Chong es aplacarnos a los maestros de Oaxaca y pensar: ‘Así desactivamos el movimiento nacional, porque está en riesgo la reforma educativa’. Pero si todo el país se incendia, la reforma educativa se va a echar abajo en la vía de los hechos”.
Estado de sitio
Lo que el magisterio disidente considera una “guerra declarada” contra ellos comenzó la madrugada del martes 21, cuando policías federales ocuparon las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).
Horas después, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, respaldado por el secretario de Educación, Emilio Chuayffet, informó que por decreto se reformaba el fundamento que el 23 de mayo de 1992 dio origen al IEEPO, ahora para crear un organismo que “recobre y fortalezca la rectoría educativa en el estado”.
Su argumento: que ya no se admitirán el tráfico de influencias, el abuso de poder, las prácticas indebidas y los actos de corrupción en los que incurrió la Sección 22 en los últimos 35 años.
Chuayffet, por su parte, se ufanó de que “con la recuperación de la rectoría de la enseñanza en Oaxaca se acabó el ‘marchómetro’, los ‘méritos en campaña’ por presencia en plantones, bloqueos y actos vandálicos, que se constituían en puntos efectivos para mejorar”, en la estructura de la Sección 22.
Y en una embestida que pretende el desmantelamiento de la disidencia, el miércoles 22 la Secretaría de Hacienda congeló las cuentas bancarias de la Sección 22 y reactivó más de 80 órdenes de aprehensión contra los líderes del gremio.
Aunado a ello, el gobierno federal desplegó unos 20 mil efectivos del Ejército, la Policía Federal y la División de Gendarmería, con el pretexto de resguardar instalaciones estratégicas, como los aeropuertos de Oaxaca, Puerto Escondido y Huatulco, la refinería de Salina Cruz y la planta de distribución de Petróleos Mexicanos.
Desde el martes 21, en esta capital helicópteros hacen vuelos rasantes, mientras columnas militares y de gendarmería recorren las calles.
Sin embargo, la respuesta del magisterio disidente ha sido la prudencia. La asamblea estatal de la Sección 22 optó por la resistencia pacífica y la desobediencia civil: “Vamos a resistir. No nos van a hacer pedazos”.
Organismo paralelo
Para los profesores disidentes, el presidente Enrique Peña Nieto ve como un triunfo haberle “arrancado” a la Sección 22 su “caja chica” y de paso “se cobra una serie de afrentas”, como que se le ha impedido realizar giras de trabajo en Oaxaca, donde el magisterio lo declaró “persona non grata” y se constituyó en el principal obstáculo de su reforma educativa.
Ahora, dicen a este semanario, con el pretexto de que “Oaxaca se encuentra en el fondo de las estadísticas nacionales de rendimiento académico”, las autoridades determinaron crear un organismo descentralizado de la administración pública estatal y con autonomía de gestión.
Todo estaba preparado, cuentan a Proceso. Antes de las elecciones del 7 de junio fueron enviados a la entidad alrededor de 5 mil efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería; fueron quienes la madrugada del martes 21 tomaron las instalaciones del IEEPO.
Y mientras la dirigencia de la Sección 22, encabezada por Rubén Núñez y Francisco Villalobos, estaba “con la resaca de la Guelaguetza”, las bases magisteriales ya notaban los movimientos previos a la desaparición del IEEPO y empezaban a sospechar posibles pactos inconfesables de sus líderes.
Profesores que se califican de “la vieja guardia magisterial” reconocen que esa decisión “es un golpe muy fuerte a la Sección 22”, golpe cuya responsabilidad recae en “la dirigencia, por sus torpezas y sus constantes errores, y los que vendieron este movimiento”.
Señalan que esta es la peor crisis de la Sección 22 en 35 años, porque hay ahora una dirigencia que ha cometido errores, ha sido omisa y una parte, hasta entreguista. Cuentan que José Murat fue uno de los gobernadores oaxaqueños que más corrompió al gremio y hubo gente de la Sección que se prestó “para entregar” el movimiento. Señalan como uno de ellos a Francisco Villalobos.
Y es que mucha gente de las bases tiene la idea de que fueron traicionados por sus líderes y piensan que la desaparición del IEEPO fue parte de un acuerdo político.
“La gente está con esa desconfianza, pero más allá de los errores de esta dirigencia, lo que van a hacer es tratar de cohesionar a todas las fuerzas y expresiones para unificarse y resistir”.
–¿Quiénes vendieron el movimiento? –pregunta este semanario.
–El sector de priistas. Entre ellos el secretario de Organización, Francisco Villalobos, que es gente de Murat, e Iram Santiago Manuel, auxiliar de pagos, que se reunió en 2013 con el senador priista Eviel Pérez Magaña.
En las elecciones del mes pasado hubo señalamientos directos de que la militarización de la entidad fue propiciada por la Sección 22.
“Lo que no logró Ulises Ruiz Ortiz en el 2006 lo hizo la Sección 22 del SNTE-CNTE: el militarizar una elección para que ganara el Partido Revolucionario Institucional”, afirmó el exdiputado e integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, Flavio Sosa Villavicencio, entrevistado el pasado junio por este corresponsal.
El también líder de la organización Comuna Oaxaca recalcó que la Sección 22 “cometió un error político que va a tener grandes consecuencias muy negativas (porque) apoyamos su causa pero no apoyamos que haya actuado de esta manera y favorecer al PRI indirectamente”.
Consideró que este error se cometió porque la dirección que encabezan Núñez y Villalobos perdió la brújula y ahora algunas estructuras de la Sección 22 son manipuladas por los partidos y por los exgobernadores José Murat y Ulises Ruiz Ortiz.
El líder estatal del PRD, Carol Antonio Altamirano, denunció ante los medios que las acciones radicales y de violencia emprendidas por grupos de la Sección 22, como la quema y robo de casillas, fue orquestada para beneficiar al PRI.
“No es casualidad que los distritos donde más violencia electoral se registró fue en el V, de Tehuantepec, Juchitán, Tuxtepec, Pinotepa Nacional y Teotitlán de Flores Magón, donde el PRD llevaba la ventaja electoral.”
A su vez, militantes del colectivo Magisterial Democrático Oaxaqueño resaltan que “esos priistas” (en referencia a Núñez y Villalobos) son quienes buscaron casi siempre impulsar acciones que generaran el choque.
Los profesores de la Sección 22 indican a este semanario que todas las propuestas y acciones que ellos (sus líderes) impulsaban –toma de aeropuertos, refinería y gasolineras, así como robo y quema de urnas– tenían como intención “enfrentar al magisterio con la actual administración para favorecer y propiciar la represión del gobierno federal: hasta aquí nos llevaron”.
Coinciden en que “independientemente de resistir, el movimiento debe buscar una mesa de negociación o de trabajo, porque mientras el diálogo prevalezca se inhibe la posibilidad de que puedan reprimir”.
Sin embargo, advierten que el hecho de que congelen las cuentas del magisterio prende los focos de alerta.
“Hasta ahorita –dicen– las declaraciones son: ‘Vamos acabar con esos privilegios, canonjías, venta de plazas, caja chica, control absoluto de la 22 con jefes de departamentos y directores de áreas educativas’. Hasta ahí es comprensible. Pero congelar cuentas de la 22 ya tiene un propósito distinto. Es un foquito amarillo de lo que pudiera venir.
Aunque el gobierno tiene la rectoría de la Educación, señalan, todavía se pueden rescatar muchas cosas, pero depende de la capacidad de la dirigencia y de que quienes han entregado el movimiento se den cuenta de lo que han hecho para rectificar y recuperar la causa mediante la resistencia pacífica y la desobediencia civil.
Luego de reconocer que es la primera vez que es adversa la opinión de la sociedad hacia el magisterio, opinan que no todo está perdido. “Primero porque el PRI no va a ser eterno. Ya hemos sobrevivido siete sexenios. Nos vamos a reagrupar, nos vamos a atrincherar, vamos a resistir pacíficamente, vamos a desobedecer las imposiciones de la reforma y un paso será la evaluación; no creo que reprueben a 80 mil profesores. No sabemos cómo pueden sustituir 80 mil maestros; por lo menos acá no lo pueden hacer”, indica uno de los profesores.
“Y si se atreven a reprimir, deben tener claro que el costo político va ser muy alto, porque una agresión así, en lugar de dispersar, unifica.
“Si utilizan la fuerza para reprimir, no creo que las cartas sean favorables para el gobierno federal. Va a permitir que la gente se aglutine y defienda al movimiento, porque una cosa es que se llegó a un nivel de corrupción muy alto y que están tomando medidas y que no hay credibilidad; y otra es querer despedazar un movimiento que tiene estructura, una mejor que la del PRI.
“Para el gobierno federal Oaxaca es un asunto de seguridad nacional porque considera que aplastando al movimiento magisterial, contienen el movimiento que está emergiendo por el descontento que hay en el país”, remata.

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